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5 mitos y verdades sobre la productividad
Hablar de productividad se ha convertido en un juego de opiniones. El término se ha popularizado tanto en los últimos 3 años, fruto del dilema corporativo entre el home office y la búsqueda por estrategias para medir el desempeño, que muchos gurús digitales se han aprovechado para comercializarlo y venderlo como la fórmula del éxito.
Esto, indudablemente, ocasionó que surgieran innumerables teorías, técnicas y métodos que prometen entregarle la productividad necesaria para alcanzar sus objetivos. Y, aunque muchas de éstas son realmente útiles, una gran parte son nada menos que mitos basados en ideas anticuadas y creencias personales.
A continuación, analizaremos 5 mitos sobre la productividad para que pueda desarrollar nuevas estrategias en su vida personal y profesional de forma consciente, autónoma e inteligente.
Mito #1:
Trabajar mientras los demás duermen es el secreto para el éxito.
Aunque es una frase con una carga positiva, infiriendo que es necesario tener disciplina, puede ser malinterpretada, principalmente por los jóvenes que entran en el mercado laboral y les depara un escenario extremamente competitivo.
La creencia de que dormir menos de lo necesario es clave, generando la falsa sensación de tener más horas al día disponibles, supone el descanso como una pérdida de tiempo e implica un aire de superioridad frente a quienes no incorporan una rutina igualmente intensa en sus vidas.
En realidad, y apoyado por la ciencia, dormir por lo menos 8 horas diarias es un requisito para un funcionamiento fisiológico óptimo. Además, a medida que la priorización del tiempo de sueño se vuelve un hábito, nuestro cerebro se torna más eficiente y ágil, brindándonos una sensación de plenitud mucho más intensa y duradera.
Mito #2:
No existen suficientes horas al día para conquistar mis objetivos.
De la mano de la frase anterior, la famosa falta de tiempo es un mal que todos hemos tenido que vivir. Lo más frustrante es saber que el día fue atípicamente ocupado y sentir que no se cumplió nada, como si ese ciclo de pérdida de tiempo fuese irrompible.
Quizás es más frustrante pensar que personas consideradas altamente productivas, como las grandes de Silicon Valley, tienen las mismas 24 horas al día. Entonces, ¿cuál es el problema y cómo solucionarlo?
Planeación y Organización. Suena a cliché, pero tome lápiz y papel y determine un único objetivo que quiera cumplir al finalizar la semana. Determine los pequeños pasos, junto con las metas diarias, por más insignificantes que parezcan, y diseñe un cronograma semanal hora por hora, insertando cada pequeño paso en un bloque de tiempo. Al final, verá que la falta de tiempo será apenas una ilusión.

Mito #3:
La única forma de ser exitoso es trabajando duro. Otro famoso mito que, aunque no es intrínsecamente falso, requiere una adaptación. Surgió desde tiempos ancestrales, cuando la destreza física era lo que determinaba si una comunidad tendría qué comer al final del día. Actualmente, hablar de trabajar duro no es referirse sólo a la resistencia física, también a la resiliencia mental, como si llegar completamente desgastado a casa después de un largo día de trabajo fuese una buena señal.

¿Qué tal cambiar trabajar duro por trabajar inteligentemente? Aprendemos nuestras labores reflejándonos en los demás, lo que muchas veces conlleva a que no se cuestionen procesos o métodos simplemente porque funcionan.

Tome nuevas perspectivas, enliste y describa sus tareas y siéntese por algunos minutos a analizar de qué formas diferentes pueden ser hechas. Piense fuera de la caja, aplique sus ideas y vea su vida e, inclusive, la de sus colegas cambiar ante sus ojos.
Mito #4:
Es necesario tener el objetivo final como foco principal. Para cumplir un objetivo, suena obvio que ése debería ser el foco principal. Para muchos, realmente funciona, sin embargo, la mayoría termina frustrándose porque parece una meta distante, casi imposible.
Existe un concepto llamado Mínimo Producto Viable (MVP por sus siglas en inglés) que se refiere a dividir un gran objetivo en otros pequeños, quizás hasta minúsculos, que pueden ser distribuidos y realizados diariamente. De esta forma, se evita la frustración de no avanzar y, al mismo tiempo, estimula nuestro centro de gratificación, lo que nos condiciona a cumplir la meta siguiente.
Por eso, en vez de tener el ojo en el objetivo final, mire hacia las minúsculas tareas que lo componen y que, eventualmente, culminarán más cerca de la gran meta. Verá cómo todo se vuelve más apacible, controlado y libre de procrastinación.

Mito #5:
Ser productivo a todo momento es una característica de personas de éxito.
Por último, pero no menos importante, la creencia de que existe algún secreto inaccesible por detrás de las personas exitosas profesionalmente, ha creado una limitación ilusoria de que un individuo no tendrá éxito nunca, algo que resuena principalmente en la población más vulnerable socioeconómicamente.
La verdad es que nadie es productivo a todo momento, inclusive, es necesario dejar un tiempo apropiado de improductividad, compartiendo con amigos y familia, viajando a destinos increíbles, descubriendo un hobby o meditando para que el periodo separado para trabajar sea eficiente.
Es curioso que muchos de los grandes millonarios mencionaran al final de su vida que el éxito viene en diferentes formas y tamaños, no sólo en lo que se refiere al dinero o al título. Por lo tanto, entienda el significado de su vida para usted y aplique sus estrategias de productividad con seguridad, persistencia y entendimiento.