Expresión2013 2 sin ajustes de la patria

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Especial de conflicto,

medios de comunicación

y

Expresiones de la Guerra /pág 15

“Mochise”/pág 10 paz

Del Hielo al Agua

pág 6/

nOVIEMBRE - fEBRERO 2014 31A gENERACIÓN ISSN: 1909-5694


Por: Felipe Giraldo

Por: CARA


Comité editorial Julián Velázquez Juan Manuel Taborda Ana María Flórez Bueno Kathy Martinez

cONTENIDO_ oPINIÓN

Ilustraciones Daniel Martin Asesoría editorial Edwin Arango Diseño y Diagramación Comité editorial

Las botas de Santos

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rEPORTAJE Del hielo al agua

RIGOBERTO GIL

Portada Daniel Alzate Isaza Juan Camilo Gómez Impresión La Patria

Rector UCP Pbro. Álvaro Eduardo Betancourt

Decano Facultad de Ciencias Humanas, Sociales y de la Educación Olga Patricia Bonilla Marquínez

Director de Comunicación Social – Periodismo Heiller Abadía Sánchez

Rescatando el pasado

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“Mochise”

Comunicación para el desarrollo. Un dialogo constante

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La paz requiere muchas visiones de país

Un llamado a la memoria

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MARTA RUIZ La paz es un proceso no un idilio

iNVESTIGACIÓN Macizo colombiano, entre la explotación y la destrucción

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cONTENIDO

Universidad Católica de Pereira Carrera 21 No. 49-95 Av. de las Américas Pereira, Risaralda, Colombia PBX: (6)3127722 A.A. 2435

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WILLIAM OSPINA

fOTO PERFIL

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cRÓNICA

ROSA MARÍA ALFARO

Correo electrónico expresionucp@gmail.com

EX-PRESIÓN es una publicación coordinada por los estudiantes y docentes del Programa de Comunicación Social - Periodismo de la UCP. Los artículos firmados son responsabilidad de sus respectivos autores.

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eDITORIAL

Periodismo y violencia

Viejas preguntas

para un viejo conflicto

Ya va más de medio siglo de conflicto armado en Colombia, y el periodismo nacional, a estas alturas (u honduras) no sabe las respuestas a preguntas como si la confrontación debe ser contada en todo o en parte, o si es pertinente, desde la ética y la razón, hacerlo de un modo u otro. El Bogotazo, uno de los levantamientos populares más impactantes del siglo pasado en Latinoamérica, fue quizá el punto de quiebre en la historia del periodismo de conflicto en Colombia, por no llamarlo de guerra. Antes de eso, se contaba en noticias o editoriales, pero las formas de violencia vistas desde ese lejano 1948 marcaron una nueva forma de cubrir, en términos periodísticos, la violencia desatada.

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Luego vinieron las oleadas de represión estatal y su respuesta insurgente, paramilitarismo, sicariato y todo el repertorio violento, ya sabido y sufrido. Eso hizo que asi mismo cambiaran las formas de contar el conflicto. Ha sido una suerte de movimiento dialéctico: de los relatos sensacionalistas a la corresponsalía de guerra; de los informes de análisis a los foros de debate; de las columnas y columnistas especializados en la materia a los documentales. Y así, de nuevo, han vuelto en la última década, y con renovado vigor, los relatos hiperbólicos, recargados de adjetivos, esos que apelan a la emoción morbosa por la sangre derramada y la exaltación del victimario como figura heroica, en una nación cuyos héroes del pasado se cuentan no por sus logros sino por sus proyectos truncados, justo a manos de la violencia homicida. Los periodistas de hoy, en medio de la confrontación, el fragor de la acción de bandas criminales (forma contemporánea del bandolerismo), unas guerrillas que negocian o pretenden hacerlo mientras preparan la siguiente munición para el ataque, y un Estado que históricamente se ha extralimitado en sus alcances coercitivos; difícilmente saben responder hoy a preguntas acerca de lo que se puede, debe o corresponde contar sobre el conflicto. O menos aún, qué puede, debe o atañe a la prensa en la tarea de la construcción y perfeccionamiento de una paz nacional.

En el especial ‘Expresiones de la guerra’, que la presente edición de Ex-presión le dedica a la triada conflicto-paz- medios, queremos motivar la reflexión en torno de la tarea y la responsabilidad que le cabe a quienes hacemos periodismo, desde la academia, los medios o aún fuera de la institucionalidad, sobre el relato de los hechos y los actores que agencian la violencia pero también tienen su parte en la reconciliación. Desde diferentes orillas, y en diversos formatos periodísticos y claves narrativas, este especial mantiene viva la pregunta sobre el lugar que le cabe al periodismo, los medios y otras empresas de comunicación social en la situación presente de violencia y de aparente transición a un modelo de posconflicto. Así, periodistas, académicos, estudiantes, desmovilizados, comparten sus puntos de vista y sus historias alrededor de asuntos en los que por cierto llevamos más de cinco décadas. Tiempo que, según previó Jorge Eliécer Gaitán, Colombia estaría sumida en las aguas turbulentas de la confrontación armada. Lo que no esperaba el caudillo es que su predicción hubiera sido desbordada.


Por: Julián Velázquez @DisqPeriodísta

Así el presidente no lo oficialice todavía, el país entero sabe que él está caminando hacia su reelección, el problema es que las botas con las que camina ya están demasiado enlodadas de tanto paro. Y para limpiarlas no hay fundación Buen Gobierno, ni revolcón ministerial que valgan. Solo le queda usar el trapito húmedo de la paz, y rezar para que el día de las votaciones a los colombianos se nos active, como ya es habitual, la mala memoria política y terminemos eligiéndolo de nuevo. Santos no es ni el mesías que quieren vendernos desde la Fundación Buen Gobierno, ni el demonio que quieren pintarnos desde el Polo o el Uribismo. Lo que sí es, es un mandatario que ha tenido que cargar con todas las cruces de sus predecesores y que por andar tratando de quitárselas se le han ido ya más de tres años, en donde lo único rescatable o significativo para pasar a la historia, fuera de su ‘gobierno de paros’ y su ‘patadón’ a Uribe, posiblemente sería el haber arreglado las relaciones con Venezuela y Ecuador, y la de haberse dejado quitar un ‘pedacito’ de mar. Por eso es que necesita cuatro añitos más, para que los libros lo recuerden como el presidente, que tras más de 50 años de guerra, logró la paz. Y como van las cosas la paz es ahora o nunca. Pues ese aquelarre que se está gestando en La Habana hoy solo tiene una cara, un sello y un nombre propio: el de Juan Manuel Santos Calderón.

En términos de economía el crecimiento del PIB ha sido cercano al 4,9%. Según los expertos uno de los más altos y sostenibles a largo plazo que ha tenido el país, y estos logros sobre todo en materia internacional, los reconoce la opinión pública. El talón de Aquiles está es en temas

Botas

de Santos

como la salud, el agro, la educación, la justicia -pues cómo olvidar aquella hermosísima reforma que pretendían cocinar en el Congreso- y una que otra locomotora por ahí, que va transitando a toda marcha, cargada de carbón, oro, petróleo, gas y cuanto recurso natural se le ocurra, sin freno de mano visible. Pero no todo es malo, ‘gracias’ a este gobierno cada vez hay menos pobres. Si usted pertenece a una familia de cuatro personas en la que el ingreso es mayor a $330.000 mensuales usted ya no hace parte de los cerca de 5,5 millones de colombianos que viven en hoy condición de pobreza extrema. O si usted es de los afortunados que gana más de $330.000 pero menos de $750.000 mensuales, para las mismas cuatro personas, alégrese pues el gobierno ya no lo considera pobre, ha dejado usted de pertenecer al 25% de la población que si lo es, y posiblemente en unos cuantos añitos pase a enlistarse en el 55% que representa la clase media en el país y por ende en un potencial contribuyente para el Estado. Como lo explica el Dr. Gómez director del Departamento Nacional de Planeación en respuesta hace ya varios meses al Vicepresidente Garzón tras calificar de ofensivos estos valores. En fin, y para no alargar tanto la culebra, la reelección, otro huevito que heredamos del expresidente Uribe, y que por tanto es algo nuevo para el país, tiene una particularidad, y es que de ahora en adelante se convertirá en la obsesión más grande de los gobiernos venideros, pues no habrá presidente que por lo menos no lo intente, de lo contrario sería dar por sentado su fracaso como gobernante. Habrá que esperar entonces a ver qué decisión toma el presidente: si en estos meses logra cumplir parte de lo que ha prometido. O si logra quitarse el lodo que trae en sus botas -y por el cual ha perdido unos cuantos numeritos en su imagen de favorabilidad- con el proceso de paz. O si en su defecto aparece en la arena política algún títere uribista que logre convencer al país.

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oPINIÓN

Cuatro añitos más para que podamos ver cumplidas, por lo menos, las 110 propuestas que presentó en su plan nacional de desarrollo “Prosperidad para todos”, pues como él mismo lo reconoce, en estos tres años, ha cumplido 67, tiene 36 en camino (pero al paso en que van nunca llegarán) y 7 fracasaron.

Las


iNVESTIGACIÓN

Por: Sebastián Aguilar @bizarre_dreamer

DEL

Laura Cristina Loaiza @SoyLakrisspeta

A lo lejos, se alza imponente la gélida cima de un volcán cubierto por dispersos parches blancos que parecen alguna vez, haber sido parte de lo que fue un vasto tejido nevoso. Los rayos del sol mañanero contrastan los amplios espacios entre franjas blancas y pálidos grises desérticos que enseña una de las laderas.

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Según una investigación realizada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, se estima una vida aproximada de 15 años para el Nevado Santa Isabel y 30 años para el Nevado del Ruiz, los cuales perderían la totalidad de sus nieves perpetuas como consecuencia del retroceso glaciar; un fenómeno de talla mundial que consiste en la progresiva fusión de las nieves perpetuas debido al aumento en las temperaturas; hecho que afectaría los recursos hídricos que allí se originan y que alimentan a más de 37 municipios de los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y Tolima. Actividades como la tala de árboles, el cultivo de papa, la ganadería en territorios no permitidos, entre otras, son algunas de las prácticas antrópicas (realizadas por el hombre) que contribuyen al derretimiento de las masas glaciares en los Nevado del Ruiz y Santa Isabel. Juan Diego Serna, guía de turismo e inspector honorario del Ministerio de Medio Ambiente, expresa su preocupación al observar que, aún cuando el tipo de programa que ofrece el nevado al público tiene como fin concientizar

HIELO

AL

Una vida aproximada de 15 años para el Nevado Santa sería lo que se prevee como el tiempo de vida restante glaciar que se presenta

a las personas para que aprendan a proteger los recursos naturales existentes, muchos de los turistas que hacen uso de él son quienes arrojan basuras a los suelos o extraen fauna y flora silvestre de la zona, delito castigado por la ley 17 del 22 de enero de 1981. El parque: El nevado del Ruiz y el de Santa Isabel se encuentran ubicados en el Parque Nacional Natural (PNN) Los Nevados, sobre la Cordillera central de los Andes colombianos; un área protegida que abarca los límites de los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y Tolima. Algunos turistas y habitantes de sectores aledaños al parque, comentan la diferencia del paisaje níveo con respecto a épocas anteriores; “antes todo el nevado era igual de blanquito y ahora ya no tiene hielo por ninguna parte”, dice Alfonso Vargas, un turista que solía trabajar en el lugar. El PNN Los Nevados comprende 53.800 hectáreas de los cuatro departamentos, abarca altitudes desde los 2.600 metros sobre el nivel del mar hasta los 5.300 y hace parte del conjunto de Parques Naturales Nacionales de Colombia, de los que se encarga el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible del país, quienes, junto a otros organismos nacionales tales como el Ideam, se mantienen al tanto del estado en que se encuentran, mediante monitoreos constantes y evaluación de las actividades volcánicas.


¿

AGUA Isabel y de 30 años para el Nevado del Ruiz, para estos dos nevados a causa del retroceso en la región.

A la izquierda, el nevado del Ruiz antes de la erupción de 1985; a la derecha, una foto actual del mismo nevado. Foto (izq.) Tomada de wikimedia.org. Foto (der.). Sebastián Aguilar.

Dentro del área circundante al parque de Los Nevados, se ubica la laguna del Otún y otras cuencas hidrográficas de algunos ríos, como el Totarito, río Molinos, río Azul, río Azufrado, río Guayaquil, río Claro, entre otros. Casi el 60% de los municipios andinos del país se abastecen de fuentes fluviales provenientes de los ecosistemas paramunos; departamentos como Boyacá, Cundinamarca, Norte de Santander, Santander, Tolima, Caldas y Risaralda, se sirven de este tipo de recursos hídricos. Las zonas montañosas con pisos térmicos elevados como lo son los páramos de Colombia, regulan cerca del 70% de los ríos en sus puntos de origen, y aportan el 4% de la oferta hídrica superficial colombiana, así lo indica el Ministerio de Medio Ambiente en investigaciones realizadas en los años 2001 y 2005. Del hielo al agua:

“Que se presente un deshielo masivo por algún fenómeno natural como una erupción, nos podría ocasionar un evento como el que pasó en el 85 en Armero, donde desaparecieron 25 mil personas por el derretimiento de una parte del nevado del Ruiz”, afirma José Olimpo García Sepúlveda, Ingeniero ambiental de la Universidad Libre de Pereira, quien se desempeña como profesional en la Subdirección de Gestión Ambiental Territorial de la Carder. Estimaciones basadas en puntos fijos desplegados por el Ideam sobre la lengua de glaciar del Nevado Santa Isabel, sugieren que la tasa de retroceso ha alcanzado hasta 2.1 metros por mes; situación que afectaría el suministro hídrico de las ciudades a las que provee con este recurso, así lo sugiere García cuando comenta: “las poblaciones de Pereira y Dosquebradas se verán afectadas, ya que las aguas que se generan en lo alto del nevado Santa Isabel discurren hacía el río Otún, y éste conforma la cuenca que aporta sus aguas al acueducto de Pereira y buena parte de Dosquebradas”.

Un desastre natural con estas mismas magnitudes podría ser igual de fatal para las poblaciones cercanas a los nevados, para los municipios que se suplen del agua que de allí nace y para los ecosistemas de flora y fauna que tienen su hábitat en estos nevados.

La tala ilegal de árboles y la extracción de fauna y flora culpables del desequilibrio que se crea en los ecosistemas, la falta de consciencia ecológica por parte de los turistas, además de las actividades agropecuarias que se ven aún sobre los 3950 m.s.n.m en zonas aledañas a los nevados, consideradas como prohibidas

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El caso del Nevado Santa Isabel, no sería el primero ni el último que se presenta; ya en el pasado, nevados como el Cisne, Quindío y el de Santa Rosa, perdieron la totalidad de sus masas glaciares pasando a recibir el nombre de paramillos, montañas sin nieve que, debido a sus grandes alturas, siguen conservando temperaturas frías.

iNVESTIGACIÓN

Una tragedia azotó el centro-occidente del país el 13 de noviembre de 1985; Armero, un municipio del departamento de Tolima, desapareció en su totalidad bajo la corriente de cuatro lahares (flujos de materiales sólidos y agua provenientes de la ladera de un volcán) productos del deshielo generado en el Nevado del Ruiz por la erupción volcánica que derritió cerca del 10% del glaciar de la montaña.

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iNVESTIGACIÓN 8

por el Ministerio del Medio Ambiente, están llevando al Nevado Santa Isabel, así como al Nevado del Ruiz, hacia la misma fatídica trayectoria que sufrieron dichos paramillos. Gabriel Eduardo Echeverry, técnico administrativo del parque de los nevados, comenta: “dicen que al nevado de Santa Isabel le queda muy poco tiempo, se le calculan unos 5 a 10 años más como glaciar”. “El clima ha variado mucho, se siente más calor e incluso en algunas partes cuando uno va ascendiendo hacia el Nevado del Ruiz, se ven plantas diferentes en sitios donde no existían” comenta José Palma, antes campesino de la zona dedicado a la agricultura y ahora guía de turismo profesional; quien al hablar sobre la conciencia que tenía del daño ambiental causado cuando se dedicaba al cultivo de papa, afirma: “Si a usted no le diera ingresos su trabajo, no lo haría; igual ocurría en ese entonces. Cuando ya cambiamos a guías como tal y empezamos a ver el daño que le estábamos haciendo al medio ambiente, fue muy diferente. Ahora me dicen que tumbe una mata de chilca – que eso era lo que hacíamos nosotros acá… – y es imposible que lo haga” Por ahora, el futuro de los glaciares en Colombia es gris y desolador, sus ecosistemas paramunos han sido siempre frágiles debido a la altitud en que se encuentran y su ubicación geográfica tan cercana a la línea ecuatorial, que los hace padecer mayores temperaturas; la pérdida de sus nieves, como en el caso del nevado Santa Isabel, es un hecho preocupante que no tiene marcha atrás. Hoy en día una botella de agua puede llegar a costar incluso más dos mil pesos, por su parte, un galón de gasolina en el país cuesta alrededor de 8.500 pesos; se necesitarían cerca de cinco botellas de agua para llenar un galón, lo que tendría un costo aproximado de diez mil pesos, siendo así el agua un recurso más caro que la gasolina. En el Parque Nacional Natural Los Nevados llegaron a existir hasta seis montañas nevadas de las cuales hoy solo quedan tres, próximamente dos y en un largo plazo, ninguna. El volcán se esconde tímido entre blancas y espesas motas nubosas, dejando entrever el frío

El frailejón es una planta fundamental para regular la oferta hídrica en la zona del Nevado. Pero la mano del hombre y los indendios están afectando su supervivencia.

Las actividades agropecuarias no deben realizarse sobre los 3000 m.s.n.m. (metros sobre el nivel del mar), sin embargo se puede apreciar ganado vacuno sobre los 3950 m.s.n.m. Fotos: Sebastián Aguilar.

Mapa donde se aprecian los tres nevados restantes (Nevado del Ruiz, Santa Isabel y Tolima), ubicado en el Parque Nacional de los Nevados.

recuerdo de lo que alguna vez fue una extensa capa de nieve que parece haberse venido abajo en una desmesurada avalancha de tiempo y descuido. De las nieves del nevado del Ruiz van quedando solo vestigios


RIGOBERTO GIL

Rescatando el

PASADO

El reto de los escritores y periodistas de hoy ¿Cómo ve el panorama de la literatura en la región? Lo veo muy bien, porque hay una serie de jóvenes, de artistas, que están produciendo una buena literatura. Se está haciendo ensayo, que me parece que es fundamental para todos los procesos de escritura. Y lo que más me gusta, siento que hay un grupo de muchachos que están haciendo una obra propia y eso es muy importante. ¿De qué manera se puede promover la literatura de ‘época’ en la juventud? Estimulando la idea de que hay que indagar, de que hay que buscar en periódicos, en revistas de época los rasgos y los rastros de esa literatura. Me parece que hay muchos medios que lo permiten, el hecho de la digitalización de los materiales, la misma fotografía, el hecho de que tenemos buenas bibliotecas en las que hay una serie de materiales que se pueden consultar. Yo pienso que desde la universidad o desde el colegio se puede estimular el conocimiento de ese pasado para determinar que tenemos una riqueza cultural y una riqueza literaria interesante.

Han habido cambios y avances. Hay una serie de estrategias implementadas por el Ministerio de Educación, por entidades privadas, por ejemplo el concurso de cuento que realiza el canal RCN, espacios que estimu-

¿Cuál es el consejo para los nuevos escritores? Que vayan a las bibliotecas y en particular a las hemerotecas pues son escenarios donde abundan los materiales, donde abundan los periódicos, donde hay un respeto por la memoria escrita. Donde pueden encontrar documentos muy valiosos que necesitan ser rescatados para un presente. ¿Cuál cree que deberían de ser las apuestas narrativas en la región? Hay que estar intercomunicados. Los blogs, las redes, todo este periodismo narrativo que se hace a través de la internet, son formas de estimular la escritura y creo que en ese sentido tenemos que estar como región y como ciudad intercomunicados pensando que esos son, digámoslo así, formatos o plataformas para ser usadas en beneficio de una memoria y de una escritura en la ciudad.

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¿Cuáles son las grandes falencias de los medios de comunicación en el país? Pienso que en el país hay unos medios de comunicación muy fuertes, lo que habría que fortalecer son los medios regionales, sobre todo la injerencia de estos medios en el ámbito local y que al mismo tiempo esos medios estén vinculados con los grandes medios del país y del mundo. Creo que con esto y volviendo al relato, pues los periódicos de hoy en día hacen mucho énfasis en la noticia escueta y no en relatar, a la gente le gusta que le narren, podríamos contar con un periodismo de mejor calidad.

eNTREVISTA

¿Cree que hace falta reforzar la literatura y el pensamiento crítico en la educación escolar?

lan a los jóvenes para que escriban. Creo que se hacen muchas cosas, pero siempre será insuficiente. Si contamos, sobre todo, con profesores que amen los libros, muy seguramente los estudiantes van a amar también el libro y van a poder incentivar el conocimiento del mundo a través de los libros.


cRÓNICA

Por: Alejandra González @alegonzalezvale

’ e s i h c o ‘M

A la edad de cinco años en una finca cercana a Turbo - Antioquia, Robinson Martínez fue víctima de la picadura de una serpiente característica de esa zona bananera, la Mapaná Pudridora. Mientras jugaba con sus hermanos cerca al río, jugueteó con la serpiente que le cambiaría su vida para siempre. Ese día Robinson perdió su pierna izquierda.

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Aunque recibió atención médica, el veneno fue más veloz y en cuestión de hora y media la única solución era amputar. A pesar de que el hospital de Turbo contaba con los medicamentos para contrarrestar la infección, el veneno se esparció rápidamente por el torrente sanguíneo; y como aprovechándose del tamaño del niño, subió rápidamente sin dejar otra alterativa. En ese momento nadie se imaginaría que Robinson, se convertiría en unos de los mejores ciclistas Paralímpicos que ha tenido el honor de representar a nuestro país, pedaleando con una sola pierna. Ahora, 35 años después de lo ocurrido, estoy sentada a su lado en su al-

macén de bicicletas ‘Mochise’ en la Calle 68 del Barrio Cuba, en Pereira; del que es propietario en compañía de su esposa Diana, o ‘Negra’ como él le dice de cariño, lugar en el cual pasan ambos sus días, junto con Jefrey y Robinson Andrés, sus hijos y uno más que está por venir. Me contó que después de la picadura de la culebra, fue cuando ‘Mochise’, aún con su discapacidad, aprendió a montar bicicleta. Los padres creían imposible que un niño sin una pierna pudiera aprender a montar, e intentando demostrarle a su padre que sí se podía, lo logró. Entre caídas y miles de intentos, colocando palos y piedras para obtener el equilibrio, no solamente aprendió a montar bicicleta como un niño cualquiera, sino que desarrolló un gusto tal, que lo convirtió en su pasión y lo que más adelante lo llevaría a ostentar medallas en representación del país. Fue en la Vuelta a Colombia de 1996, que Robinson Martínez adquirió el apodo que hasta ahora ostenta. Mientras narraban la competencia, Marco Tulio Ipuerto y Rafael Villa Villada le nombraron así. Entona con emoción: “un ciclista mocho, tenemos que ponerle un remoquete: ‘Pierna de Oro’, ‘Pata de Pistón’, ‘Pata Sola’. ¡No! él es todo un ‘Mochise’ y así me quedé”, dijo. Es imposible no relacionar este apodo con el de Martín Emilio Rodríguez ‘Cochise’, el famoso ciclista antioqueño. ‘Cochise’ había escuchado de él, pero fue en Medellín donde se encontraron los dos por primera vez. “El me decía que le cuidara el remoquete y yo, fresco que eso es buena herencia” pregona ‘Mochise’. “Me parece que un


hombre discapacitado, que tiene esas ganas, esa voluntad, esa fortaleza, es digno de admirar por cualquier persona”. Expresó Martín Emilio Rodríguez en una llamada telefónica que le hice, notándose un cierto aire de respeto. “Me gusta que todo quede lo más perfecto posible” expresaba Mochise’ mientras arreglaba una bicicleta, lo que me incitó a preguntarle sobre sus fracasos en su carrera deportiva. “Yo corrí dos Paralímpicos y en ninguno cogí medalla” dijo mirando hacia la pared. Robinson hizo cuarto lugar en los Paralímpicos de Sídney y Atenas, en Sídney perdió por una diferencia considerable, pero en Atenas, por milésimas de segundo no estuvo en el podio. Lo que en sus palabras es un sabor agridulce, una situación muy difícil de asumir. Le pregunté: -Su alegría, ¿siempre la ha tenido? -Ah, Sí gracias a Dios, solo se me quita cuando no me salen las cosas como esta. Dijo en el momento en que la cadena de la bicicleta parecía no encajar Sentado en una butaca, incrusta la muleta de madera en frente de él, donde coloca los tenedores (así se le llama a los soportes que mantienen la llanta libre para trabajar y le permiten rodar). Emocionado me muestra la manera como trabaja la llanta y me va contando una de las anécdotas que más recuerda, que ocurrió en Pitalito, Huila en la carrera anual que se celebra en ese lugar en conmemoración del pueblo, en esa ocasión, ‘Mochise’ era el invitado especial.

Así empezó la carrera de 120 kilómetros que iniciaba y terminaba en el pueblo, mientras escuchaba los comentarios de sus contrincantes: “sí a mí me gana un mocho, yo cuelgo la cicla, soy capaz de que se la tiro a un carro”. Cuenta ‘Mochise’.

En una subida en medio de la competencia, se empezaron a quedar competidores buenos, pero ‘Mochise’ seguía manteniendo el ritmo. Durante la carrera uno de los competidores le cogió ventaja, cuando los otros abucheaban a Robinson, diciéndole que lo alcanzara, a lo que respondió: “púes que se vaya, no ve que yo soy mochito”. Después de un tiempo lograron alcanzarlo. Robinson se mantenía detrás, ya teniendo en mente la subida en donde atacaría de regreso; esperando el momento adecuado.

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El grupo ya se había reducido a ocho personas, al llegar a la loma dijo en tono burlesco “ahora sí, ¡a ver!, ¿quiénes son los que van a botar la cicla?” Y pedaleó incesante. Ese día llegó glorioso al pueblo, por una gran diferencia. Algunos de sus adversarios se retiraron antes de llegar a Pitalio. Según él, es una cuestión de orgullo, púes nadie va a querer que una persona con una sola pierna gane una competencia de ciclismo. Su discapacidad fue tal vez la que lo obligó a retarse hacia la superación, y ver cada día como un nuevo reto, aún y con esa manera reflexiva y alegre de vivir la vida, dice que las culebras solo le gustan por televisión.

cRÓNICA

Antes de correr, el alcalde hizo un pronunciamiento en el que lo presentó y advirtió que no se le mirara con lástima, porque no era el ‘pobrecito del grupo’. Entre los espectadores alguien gritó: “¡un gallo tapáo y sin una pierna!”, entre risas me explica que se le denomina así a alguien que no conocen y sale bueno.

En ese momento él no decía nada, guardaba silencio. Desde sus comienzos, demostrar que sí puede, lo ha impulsado a salir adelante y retar sus capacidades.


cUENTO

Entre

mis

sueños y Yo Por: Kelly Giraldo

– ¡No te alejes! Abro los ojos estupefacta mirando a mi alrededor, tratando de percibir algún cambio. Intento recordar lo que sucedió mientras dormía, pero prefiero revisar nuevamente mi habitación. Empiezo por la puerta, miro el afiche de ‘Entre mis sueños y yo’ que me regaló mi amigo Dan, ya que así se llama nuestra película favorita; después miro mi mesita de noche y veo un anillo, me lo pongo y me queda perfecto. Me pongo de rodillas para buscar mis zapatos debajo de la cama y encuentro una envoltura de chocolate y una nota que dice: “Si en la realidad me amas, pero en los sueños me lo dices estaré aquí justo cuando duermas, pero me iré cuando despiertes, asegurándome de dejar algo para ti, P.D. “(no entiendo porque la posdata está vacía). Dejo la nota debajo de la almohada y me miro en el espejo, me peino, me pongo la chaqueta y los zapatos. Empaco la envoltura en el bolsillo. Salgo lo más rápido posible de mi casa. Llego al punto de encuentro y ahí está él. –¡Vamos a comer helado! – Me toma de la mano y se da cuenta de la presencia del anillo. –¿Y ese anillo?

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–Tomo aire para poder explicarle lo que me sucedió– En la tarde mientras dormía, a mi cuarto entraba un hombre, al quew no recuerdo muy bien, y yo misma le recitaba un poema, recuerdo que me levanté justo cuando pronuncié las tres últimas palabras: “¡Has vuelto! No se me olvida tu voz, ni tu aroma; no se me olvida tu mirada, ni tus gestos; no se me olvida tu existencia, tampoco que te fuiste con pretextos y que a pesar de mi insistencia y que a pesar de mis ruegos, tu disfrutes y me dejes. Que siempre sea yo la que tenga que pedirte que ¡no te alejes!” Dan está perplejo. –Es obvio que solo ha sido un sueño. –Sé diferenciar la realidad de la ficción, lo que pasó no fue precisamente un sueño, si lo hubiera sido no tendría ni este anillo, ni la nota y mucho menos esta envoltura. –No creo que sea para tanto Prim… –Pues a mí nadie me quita la idea de que algo extraño me sucedió –Prim no quiero pelear –Me aprieta los cachetes como si más que un amigo fuera mi mamá– ¡Te amo! –Yo también te amo, pero vas a tener que ayudarme a saber quién entró a mi cuarto. Suelta una enorme risa y luego echamos a correr. Llegamos a la heladería. Entonces sin previo aviso, así de la nada Dan me mira y me dice: “Entre tus sueños y yo no hay mucha diferencia, tu sueñas lo que quieres y yo soy a quien tú quieres”. Inmediatamente despierto porque escucho las piedritas rebotar en el vidrio de mi ventana, me levanto asustada y al asomarme veo que allí está él, el hombre que amé en mis sueños.


Comunicación La fundadora de la Asociación de Comunicadores Sociales ACS Calandria, licenciada en estudios de doctorado en educación, con énfasis en el campo comunicativo. En dialogo con Expresión, dio a conocer los elementos que deben ser tenidos en cuenta para el progreso de estudios en comunicación para el desarrollo en Latinoamérica.

para

el

desarrollo Un diálogo constante

¿Cree que desde los años 90, hasta hoy ha habido algún cambio significativo en la comunicación con fines educativos?

ción cotidiana de la tv del estado, que tu sientes que es más una televisión de la ciudadanía que del gobierno.

No hay mayores avances lamentablemente. Porque les resulta difícil conseguir educadores que sepan de comunicación, y comunicadores que sepan de educación, ahí debería de haber un ejercicio de capacitación a profesores y comunicadores en esa vinculación. Entonces eso todavía es difícil de implementar.

¿Cómo garantiza uno que esos mensajes no van a estar sesgados por la visión de ese gobierno?

¿En manos de qué sector deberían estar los medios con fines educativos? Hay algunos privados que tienen interés pero todavía es débil, en cambio hay medios públicos dependiendo del tipo de gobierno que tienen apertura, por ejemplo en el caso actual peruano, nosotros si tenemos un recambio bastante significativo en la produc-

Rosa María Alfaro

Foto: Sebastián Rubio

Porque la directora es una mujer que ha colocado la parte presidencial con muy poca presencia, y eso le ha traído problemas al presidente, por que sale muy pocas veces por televisión. A diferencia de los gobiernos anteriores que los presidentes salían a cada rato por la televisión y era su canal de comunicación. Actualmente no es así en el caso peruano. Pero es diferente en varios casos. Por ejemplo en Argentina es totalmente gobiernista. En Ecuador ocurre algo similar con la lucha que tiene el presidente por apartar a los periodistas críticos de los medios comunitarios

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eNTREVISTA

¿Cómo se garantiza que la comunicación está llegando a los sectores más desfavorecidos? Hay una intención en el campo cultural por ejemplo si está funcionando, pero en el campo social, económico, político no todavía. Es muy endeble en general en Latinoamérica. Y el peso que tiene hoy en día la ganancia económica de la empresa privada significa un porcentaje de entrada al estado. Eso mantiene una relación cercana entre ambos . ¿Cómo contribuye la instrumentalización tecnológica en la comunicación? En la medida que el instrumento sirva para algo significativo es interesante y muy bueno, desde cosas muy simples como ver si tu hermana, si tu esposa o tu hijo ya llegaron a la casa y cosas de ese tipo, hasta cosas más complicadas, entonces allí es bien difícil identificar qué está bien y qué está mal.

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Lo que más me preocupa es internet, porque en una época internet permitía más diálogo y ahora se ve tanto en internet como en las redes que hay un ingreso de la publicidad excesiva y eso le hace perder su identidad, la identidad con la que comenzó. ¿Cómo se configurarían las ciudadanías del futuro serían ciber- ciudadanos? Éste es el momento en el que todos están fascinados con las distintas instancias que hay, desde celulares y tablets, entonces hay una compresión y una identificación con lo tecnológico, pero no de la calidad de lo que se hace, se dice, se construye, también de lo que sirve y lo que no sirve. Ahí hay mucha pobreza todavía. En una reunión de la UNESCO en Costa Rica. Se habló de éste tema y por primera vez se tocó la parte de la ética en el internet, cosa que me parece supremamente importante. . Me pareció bien interesante porque se llegó a la conclusión que la perspectiva ética era fundamental. No puede ser que alguien esté hablando mal de una persona sin tener

pruebas. Por eso digo que a pesar de que hay muchas tecnologías, el tipo de uso y a dónde se va, todavía está en pañales. Pero confío en que poco a poco se va ir mejorando y precisando. ¿Qué es comunicación para el desarrollo? La comunicación de desarrollo es cómo la comunicación articula los distintos aspectos de una sociedad para que esta se mejore, evitando la discriminación, la violencia y permita la integración de los ciudadanos en su país. ¿Qué les recomendaría a los comunicadores para que realicen aportes sociales que implementen el desarrollo y la educación? Hay muchas esenciales, empezando por escuchar al otro y aprender del otro, porque permite ubicarse. También hay muchas otras cosas más que podrían hacer las nuevas generaciones, como trabajar en imaginar una sociedad distinta, una sociedad integrada y participativa. Nos falta trabajar mucho los sueños y cómo deberíamos ser como personas. Esto a mí me parece clave. Y debería pasarse por la parte tecnológica, pero también por la parte mediática. Pero todavía no se hace, es bien difícil eso. ¿Cuál debería de ser el papel de los medios en la comunicación para el desarrollo? Lo primero es conocer a su gente, eso que tienen todos los raitings de las personas, búsquenlas, escúchenlas, por qué dicen lo que dicen, no porque digan la verdad sino porque a partir de eso se puede investigar qué está pasando con la gente frente a lo que consume y entonces que los conozcan. Que traten de adaptarse a ellos y dialogar con ellos y que no sean los medios los únicos que conducen, sino una cosa mucho más participativa


Expresiones de la guerra

Especial de conflicto, paz y medios de comunicaciรณn

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Foto: Cesar Romero


eNTREVISTA

La

paz requiere muchas

visiones de país

Por: Revista Expresión William Ospina Foto: Ana María Flórez

¿Quién es William Ospina?

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Siempre espero que los demás me digan cómo soy. Yo soy alguien a quien le interesa mucho el mundo, la historia. Alguien lleno de preguntas que trata de utilizar el lenguaje para responderlas, pero una persona como las otras, que trata de vivir, ser feliz, gozar de la amistad y de la naturaleza. Que sabe que pertenece a una época de la historia y a una región del mundo. Y ambas cosas no solamente son condiciones naturales de la vida, sino desafíos para el pensamiento y la sensibilidad. ¿Cómo inicia en el camino de la poesía y la literatura? No sabría decir bien qué me llevó a la literatura. Supongo el hecho de que mi papá cantaba muchas canciones y el lenguaje me interesaba como un misterio. Que las palabras pudieran expresar el mundo y traducirlo. Yo viví una infancia muy errante. En Pereira viví durante un año, cuando tenía cinco. Viví en Cali, en Manizales y varios pueblos del Tolima. Y sigo siendo muy errante seguramente porque la infancia me dejó marcado con esa incapacidad de anidar del todo en un sitio. Después esas costumbres de la vida se han ido prolongando en aventuras del lenguaje y de la creación literaria. Yo me sentía muy sedentario cuando empecé a escribir mis novelas. Me gustaba estar leyendo y conversando, pero las novelas

me obligaron a viajar y descubrí que había un viaje en mí que nunca se había revelado mucho. Cuando menos pensé resulté visitando casi todos los sitios de los que hablan mis novelas. Yendo a Perú, a Lima, Cusco, Machupichu, los litorales peruanos, Argentina, la selva amazónica, Manaos, Panamá, Nombre de Dios, Portovelo, Santo Domingo. Y también viajé por España, Francia e Italia. Buscando personajes de esa época que todavía están enterrados en iglesias romanas. Entonces la literatura en vez de encerrarme en los libros, me ha ido volviendo viajero y me ha puesto a andar por el mundo. Me ha quedado el vicio, porque ahora las nuevas cosas que estoy escribiendo, cada vez me obligan más a viajar. ¿Cuál cree que debería ser hoy el papel de la poesía, debe ser más aguda y política o más surrealista y contemplativa? Yo creo que los poetas no se pueden preguntar cuál va a ser el papel que el poema que están haciendo va a cumplir ni en la sociedad, ni en la historia. Lo único que tiene que preguntarse es qué necesita decir, qué necesita expresar poéticamente y tratar de serles fiel al tema que necesita decir y a los recursos del lenguaje con los cuales puedan desarrollar de la mejor manera posible ese tema. Pero en general la poesía es un tipo de lenguaje que más que obedecer a la voluntad, se le impone a la voluntad; antes que el poeta se pregunte si quiere escribir o no algo, el poema es el


que le dice qué necesita ser escrito y en esa medida por muchos consejos que uno le dé al poeta, será muy difícil que los escuche. Hay una voz interior poderosa que siempre le está hablando. ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en la construcción de paz? Hablar de paz, es hablar de reconciliación. Hablar de reconciliación, supone concederle a todos los protagonistas la oportunidad de elaborar su verdad y de participar del dialogo colectivo. Silenciar las armas no es silenciar los desacuerdos, es permitir que los desacuerdos se elaboren de una manera no destructiva. Cada quién tiene una parte de la verdad, y esta puede ser contradicha sin que eso lleve a la aniquilación del otro. Es algo muy difícil de aprender. A veces cuando hablamos de paz, creemos que vamos a vivir en un remanso en donde todo el mundo esté de acuerdo y no es así. La paz requiere que haya muchas discrepancias, desacuerdos; que haya muchas visiones posibles de lo que debe ser el país. Muchas interpretaciones posibles de su historia, pero que convivan, que debatan, que polemicen y que no conduzcan al exterminio.

siempre estuvo llena de guerras, conflictos, ideales y sueños. Entonces de todo poeta uno puede aspirar momentos de emoción lírica, sentimientos, descripciones de la naturaleza e ilusiones. También que tenga sensibilidad para los grandes dramas de la historia y para los conflictos de la política. ¿Cómo hace para mantener un equilibrio y no polarizar la opinión pública, siendo un líder de opinión? Creo que uno tiene que tratar de ser consiente, no solo de que la escritura y la posibilidad de publicar con una oportunidad, sino que también es una responsabilidad. Uno tiene que saber que es responsable con lo que dice, y ser responsable en una frontera delicada entre lo que es conveniente o no decir, lo que es necesario o no decir a nivel social. Yo cada vez más estoy convencido que uno debe decir lo que piensa. Aunque no es oportuno decir todo lo que piensa. En esa medida hay que tener prudencia, sobre todo porque éste es un país apasionado, vehemente. Y donde hay intereses que se defienden de una manera muy enfática, vigorosa, incluso violenta. Entonces uno tiene que tratar de decir el máximo de verdad, con el máximo de sinceridad con la menor posibilidad de producir efectos dañinos. Es decir. Uno no puede fanatizar, estimular odios arbitrarios. Yo trato de no acusar y señalar culpables, sino de entender procesos y de explicar causas de los fenómenos.

Los medios de comunicación tienen que saber eso. No se llegará a la paz, si los medios de comunicación están simplemente anclados en una verdad y son reacios a aceptar otros discursos. Pueden creer que la suya es la correcta, pero tienen que dejar que la otra se exprese, esto si queremos pasar a un tipo de soLa pa ciedad en la que el debate y el des¿Se puede enseñar a escribir columnas z req acuerdo sean fecundos y no simde opinión? ¿Hay claves para u i er much plemente una manera de silenciar escribir buenas columas dis e que hay a crepa desac al otro. nas de opinión? n ¿Cómo lograr combinar la poesía y la política?

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uerdo cias, es po s... mucha s s debe ibles de lo ser el que país.

vision

eNTREVISTA

La mayor parte de la poesía siempre fue política, en el sentido que siempre se interesó por los temas sociales, históricos y muy a menudo contó dramas nacionales de los pueblos. La poesía de occidente por ejemplo que inicia con la Ilíada y la Odisea, no es un relato bucólico de la vida de una sociedad, sino el relato de un enfrentamiento terrible de los griegos con los troyanos. Si uno recorre la historia de la poesía encontrará más guerras, conflictos políticos, dramas sociales y conmociones históricas que emociones románticas, idilios pastoriles. La poesía siempre tuvo que ver con la política. No en una política de ser el vocero de un partido o de una causa, sino más bien el testigo de la condición humana que

Uno aprende a escribir leyendo. Aprende hacer novelas leyendo novelas, aprende hacer cuentos leyendo, oyendo y viviendo cuentos. Aprende hacer poemas sintiendo la realidad y dialogando con la literatura. Entonces más que esquemas a los cuales ajustarse, hay que tener un contacto amplio con la literatura, la información y el conocimiento. Porque si algo se espera es que cada quien desarrolle un estilo propio. En esa medida pueden alimentarlo mucho las cosas que haya leído, puede haber recibido muchos ejemplos de otras columnas, pero todo eso tiene que interiorizarlo y convertirlo en su propio lenguaje, en su propio ritmo y estilo.


aNÁLISIS

Conflicto armado colombiano

¿Una guerra vicarial? Por: Guillermo Gartner

Apuntes de una experiencia personal

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En los años 70, residenciado en Medellín en momentos en los que la Justicia Penal Militar fue aplicada al juzgamiento de civiles en algunos delitos, entre ellos el de rebelión, fui requerido para asistir a ciudadanos de la región que resultaban sindicados o juzgados por la justicia militar en Consejos de Guerra. Actué como defensor de tres ciudadanos sindicados por el Ejército como auxiliadores del V Frente de las FARC. Esta experiencia personal puede ser consultada en un documento que subí al siguiente sitio: http://www.slideshare.net/gaertner/consejode-guerra-vrs-v-frente-farc Durante ese proceso llegué a la convicción que la operación militar que lo sustentaba constituyó un esfuerzo político-militar de sentar jurídicamente la existencia de una relación orgánica, simbiótica, entre el Partido Comunista de Colombia (línea Moscú) y las FARC. Al fallar esta “operación jurídica” se abrió camino a una sistemática, continuada, eliminación física de integrantes de las organizaciones políticas que, a criterio militar, constituían las bases de apoyo de esa organización guerrillera. Se abrió la compuerta a la guerra sucia como expresión de la lucha continental contra el comunismo internacional. Considero que la criminalidad de los actores armados en Colombia, a partir de la irrupción de la guerra subversiva y antisubversiva, a mediados de los 60 y que aun no concluye en 2013, es expresión local del fenómeno global de la guerra fría y su prolongación, a manera de supervivencias atávicas hasta el presente.

En estas condiciones se han producido aberrantes crímenes (masacres, desapariciones forzadas, falsos positivos, ejecuciones extrajudiciales, torturas) condicionados por un complejo proceso histórico de la así concebida como guerra contra el enemigo interno, racionalizada con identificables componentes ideológicos (adobados con conceptos políticos y religiosos). Queda así explicado y justificado que no se trató ni se trata de casos aislados sino que enmarcaban y se subsumen en un contexto criminógeno con un propósito: neutralizar y destruir al así llamado enemigo interno. El conflicto armado interno, entendido como guerra revolucionaria contra el capitalismo y el imperialismo no fue en sus comienzos un hecho “interno” aislado, parroquial, nacional, sino un componente de propósitos estratégicos, de una parte del movimiento comunista internacional y de otra parte, una la lucha encabezada por los países capitalistas más desarrollados por defender el status quo y el orden mundial; con un centro altamente desarrollado, encabezado por Estados Unidos y sus aliados, principalmente Gran Bretaña, Francia, con intereses comunes definidos desde la posguerra por una periferia de países dependientes, subdesarrollados. Este, constituyó el eje de la llamada Guerra Fría como confrontación de los dos grandes sistemas socioeconómicos que marcó el carácter de una época, hasta el momento en que se produjo la disolución de la URSS y la desintegración del ya mencionado campo socialista. Plantear que esta guerra ha sido y es una guerra vicarial seguro irritará a algunos de sus guerreros que han actuado y actúan en la íntima convicción, unos, de estar defendiendo un orden de libertades que amerita sacrificar la vida, la propia; y la de otros, por custodiarlo, en la convicción de estar en igual esfuerzo por su deseo de lograr la destrucción de un régimen corrupto y opresor, y el establecimiento de un nuevo orden de justicia


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Llamado a la memoria Por: Johana Correa

Los pasos de Jose Ancisar Tame, han recorrido el país dejando un rastro indeleble. Ha decidido vacunarse contra la impunidad y la violencia luego de vivir la masacre de 1990 en La Sonora – Valle del cauca. “Los cortaron con motosierra y los echaron al río. Fue una carnicería humana”. Sus composiciones se convierten en el refugio de quienes se sienten identificados con letras cargadas de ausencias. Jose Ancisar aprendió a adornar la angustia con arte. Voz y guitarra se conjugan en un llamado a la memoria. Lanza sonidos al viento en memoria de su suegro, desaparecido durante las masacres. Su canción favorita se titula “Devuélvanle el abuelo a mis hijos”.


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iNVESTIGACIÓN


POSCONFLICTO: UNA VERDAD

EN RISARALDA

A MEDIAS

En Risaralda hablar de posconflicto es decir una verdad a medias, entendiendo este término como lo que llega después de un enfrentamiento armado entre el Ejército y un grupo armado ilegal, dígase FARC, ELN o AUC. Apoyado en la premisa formulada por las autoridades de que los grupos subversivos en el departamento no existen, uno se pregunta: ¿qué políticas públicas se están generando desde las alcaldías y la Gobernación para educar y preparar a los ciudadanos de la región en ese nuevo contexto? La anterior incógnita creí que la podía despejar el pasado 24 de septiembre, cuando fui invitado por el Ministerio de Defensa a la rendición de cuentas de su jefe de cartera, Juan Carlos Pinzón; en la base militar de Tolemaida, Tolima.

Con esta larga y tediosa explicación pretendo sustentar mi siguiente posición. ¿De qué sirve decir que no hay grupos armados al margen de la ley en Risaralda si los menores de edad, en muchos casos lamentables, no se preparan para ser adultos de bien, sino delincuentes?

Prueba de ello son las alarmantes cifras que reveló la Policía, que indican que en el área metropolitana de Pereira, en los primeros 9 meses de 2013 fueron aprehendidos 629 adolescentes (En Colombia 21.153) y el delito más recurrente entre ellos es el de porte de estupefacientes. Esos jóvenes atraídos por los negocios ilícitos se deben atender con una inversión social sostenida, con planes claros y no solo con métodos de represión como el aumento del brazo armado del Estado, invirtiendo un poco de esos $26 billones que recibe el Ministerio de Defensa, en estrategias que permitan combatir la pobreza mental que invade a la mayoría de jóvenes, con la ansiedad de ganar dinero fácil, ingresando a las organizaciones delincuenciales, que son como la ruleta rusa en un revólver, el cual, temprano o tarde impacta al jugador.

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Y ese impacto es simplemente morir en la ley de la calle o caer en una cárcel o un centro de resocialización, que muchas veces solo sirve para volver más delincuente al delincuente. Para mí el posconflicto es aprender a asimilar que si se firma un documento de paz con las Farc en La Habana, Cuba, ese sería solo un punto de partida, porque ¿dónde quedan el ELN, las bandas criminales, la delincuencia común? ¿DÓNDE? El mal siempre va a estar, por ello aunque no comparta muchas políticas del gobernador, Carlos Alberto Botero, estoy totalmente de acuerdo con un postulado que le escuché, en el cual asegura que en cada uno de los hogares de Risaralda se deben hacer los diálogos de paz, entre esposos, padres e hijos, y hermanos; resaltando los valores de la familia

OPINIÓN

Con un manojo de nervios y luego de escuchar por más de 5 horas al ministro y a los altos mandos militares y policiales vanagloriarse con sus resultados, me levanté de mi silla y pregunté: ¿cuál es el papel del Ministerio de Defensa en el posconflicto, teniendo en cuenta que en Risaralda hay otros factores de violencia como el hurto a celulares y la latente amenaza del ingreso de bacrim, sobretodo en el sector limítrofe con el norte del Valle? Pinzón simplemente contestó que teniendo el control del territorio y acercando la fuerza pública a la comunidad. Lamentable réplica.

Por: Walter Arroyave @wwwarroyave


cRÓNICA

Dos historias, dos vidas, dos caminos que se encontraron en el duro camino de regreso de la violencia, la de fusiles, masacres y odios sin fin. Expresión comparte con sus lectores los testimonios en primera persona de dos ex integrantes del paramilitarismo, que hoy son parte activa y colaboradores del programa de reincorporación a la vida civil de la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR. Historias que aunque suenen a ya sabidas, en realidad refrescan la memoria de un país que, por indiferencia o por negación del dolor, se empeña en olvidar. Olvidar sin reparar ni perdonar.

“A las AUC nadie va por un ideal” Sandra, de Pereira. Cinco años en las AUC. Hoy pertenece al equipo de profesionales reintegradores de la Agencia Colombiana para la Reintegración. Tiene ocho semestres de Sociología. La vida en filas…

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Yo inicié en el bloque de Risaralda con ‘Héroes del Tatamá’ y termino en el bloque Sur Andaquíes del Caquetá, donde estuve 5 años. Soy técnica en auxiliar de Enfermería. En 1999, yo tenía 19 años. Mamá y papá de dos niños. Trabajaba en una IPS como enfermera. Una noche me llama el director para que cubra una emergencia rural, me dice que prepare la ambulancia. Llegamos a Santuario y subimos, casi hasta llegar al cerro del Tatamá, límite con Chocó. Había muchas personas en camuflado. Le pregunté qué hacía el Ejército por esos lados y él contestó con toda naturalidad que no, que eran paramilitares. Mi jefe notó lo nerviosa que me puse. Había heridos, tuvieron esa noche un combate con el frente de la negra [alias] Karina [jefe frente 47 F a r c , desmovilizad a ] . Em-

piezo a atender los heridos en un establo. Estuvimos tres días hasta que salió el comandante de la zona pasándome una bolsita. ¡Era un millón quinientos mil pesos! Me cayeron superbién porque pagaba arriendo, tenía que responder por mis hijos, mercado, servicios. Nunca me sentí parte de las AUC, lo vi como que me pagaron por tres días trabajando con las uñas. Así empezamos a cubrir emergencias rurales con este grupo. Con lo que he vivido y con la formación que tengo en estos momentos, quien me diga que estuvo en las AUC por una causa, es mentira, hablando de Carlos Castaño hacia abajo. Hace ocho años había muchas personas que tenían su duelo porque la guerrilla les mató un familiar, pero en su gran mayoría la gente se iba era por plata. Empecé a trabajar con el bloque de acá de Risaralda, cuando el médico me propone viajar a Caquetá por diez días. Pero después de eso me dijo: Sandra yo me voy porque me necesitan en otro bloque. Usted todavía no puede salir porque aquí se pelea dos o tres veces a la semana, entonces los heridos no se pueden dejar solos. Días después me manda a llamar un comandante. ¿Mona, usted ‘copia’ o no?, se queda esta noche a dormir conmigo. Y yo muy digna le digo: ¡a usted qué le pasa, respete! Entonces me dio una cachetada que me mandó al suelo. Hasta ese momento a mí nadie me había tocado. Después de eso perdí la moral para todo. Ya no quería levantarme y si había heridos no me importaba. Me quiero ir, págueme lo que me debe,


le dije al comandante. Pero no podía salir de allá. Ordenó para mí entrenamiento militar y camuflado porque estábamos en zona guerrillera. Yo estuve en muchos combates pero pocas veces eché la bala, siempre evacuando heridos. Cuando a mí me preguntan si maté yo digo que me tocó disparar pero uno nunca sabe las balas para dónde van. De ahí, a tener a una persona arrodillada con las manos atrás y apuntándole, no. Estuve cinco años en el Caquetá. No me volvieron a pagar y había muy poca comunicación con mis hijos. Mi casa fue un equipo con una hamaca, una sábana, un camuflado, jabón rey, unas toallas higiénicas y un desodorante.

El escape… Creo que desde que me dijeron que me tenía que quedar, sabía que me tenía que ir. No pertenecía a ese mundo. Pero no tenía idea de cómo lo iba a hacer.

Dije que volvía a las 18 horas [6 pm]. Tenía casi 12 horas para volarme. Revisé a la niña, le apliqué tratamiento, le dije a la señora qué hacer y me fui. Ese día corrí tanto… Al segundo día encontré una casa. Le hice inteligencia y me encontré con una decisión difícil: o me quedo y descanso o sigo, así esté mal. Al fin me quedé. A las 5 a.m. salí correr otra vez. Ese día, no sé cómo, salí al basurero de Florencia. Cuando Dios no viene, manda sus angelitos. Yo no sé de dónde salió una volqueta, vieja y lenta. Venía un señor de edad, de pelo blanco. Yo me le atravesé y le pregunté para dónde iba y me dijo que para Neiva. Llegando, me regala 20 mil pesos. En la terminal decidí irme para Bogotá. Allí me presenté a la oficina de migraciones y de allá me llevaron a la Fiscalía. Bienestar Familiar y la Fiscalía me llevaron a mis hijos y fue el reencuentro después de cinco años. Olvido no, perdón sí… No se trata de olvidar porque el que olvida repite, pero si queremos hablar de paz sostenible es sentarnos a hablar de lo que pasó para no repetir. Más que olvidar hay que mirar con ojos nuevos, pero para eso se necesitaría disposición y humildad. Y conociéndolos como los conozco, yo soy pesimista.

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cRÓNICA

Hay cosas que a uno nunca se le van a olvida… Una vez entramos a Yurayaco, Caquetá, que porque todos eran auxiliadores de la guerrilla. Entraron a las casas, violentaron a la gente, dañaron sus enseres. De la nada sale un niño, que si tenía ocho años era mucho, apuntándole al comandante con un revólver. Lo cogieron y lo llevaron al campamento. Supuse que como era un niño entonces le hacían inteligencia y lo entregarían a un puesto de salud o en Florencia. Cuando cantó que era guerrillero, con las manitos amarradas atrás lo hicieron arrodillar, cavaron un hueco y le cortaron la cabeza. Los comandantes decían que presenciar estos actos nos hacía más valientes.

Cuando llegábamos a los caseríos, siempre tenía facilidad de hablar con la gente e inspirarles confianza. En julio del 2005, a las 4:30 am llega una señora a caballo porque su hija estaba con daño de estómago y vómito. Le pido permiso al comandante para verla y me dice que si iba era bajo mi responsabilidad. Entonces, fue que sentí que era el momento.


cRÓNICA

Pienso que la verdad se construye a dos manos, la víctima tiene una versión de la verdad y el victimario la otra versión. Hay que sentarse a escucharlos a los dos desde una forma más propositiva, desde una justicia más restaurativa. Pero para mí verdad no va a haber, porque ellos están muy reacios a hablar. Paz, desde adentro… La paz se construye de adentro hacia afuera. Este país no está como está solo por lo que hagan las

FARC, el ELN o grupos al margen de la ley. Este país está así porque nosotros vivimos en individualismo. Qué nos ganamos con salir a la calle con camisetas blancas y decir ‘queremos paz’, cuando se llega a la casa a gritarle a la mujer, a los hijos o dar una patada al perro. Cuántas veces la gente se mete de primera a la fila. Cuántas veces en el ‘mega’ [bus] va la señora de edad parada y el joven sentado ni siquiera le da la silla. Por ejercicios mínimos de nosotros como personas empieza la paz.

“Nos veían como unos héroes” John Jairo, 30 años. Desmovilizado del bloque pacífico de las AUC. Lleva ocho años en el proceso de reinserción a la vida civil y estuvo en el monte cuatro años.

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Su llegada a las AUC… Yo no tenía empleo en Pereira, entonces un compañero me dijo que nos fuéramos a prestar servicio en las AUC y que allá nos pagaban. Mis hijos estaban todavía muy pequeños. Y yo no tenía ni pa’ los pañales, ni pa’ la leche, mejor dicho eso me llegó y yo dije vámonos. Fue así como yo llegué a las AUC. Yo llegué al Chocó, allá fue donde todo empezó. Desde el momento que entra uno allá se da cuenta de que eso no era el Ejército, o sí, pero ilegal. Empieza uno con el entrenamiento, a saber de armas, a ponerse el uniforme, reglamentos, el himno, desarmar un fusil, hasta a darle en la cabeza a alguien. Nosotros operábamos por el Alto del Burro, el Alto del Oso y había más pueblitos. Nosotros fuimos como una especie de héroes para los chocoanos, nos decían los héroes del Chocó. Porque allá había primero mucha guerrilla, allá estuvo hasta la ‘tuerta Karina’. Nosotros tuvimos combate con ella, y nos decían héroes porque sacamos a la guerrilla de allá.

De la población civil, había unos que sí nos temían, porque había unos AUC [paramilitares] que se querían como parecer a la guerrilla pero había otros que la llevábamos bien. Entonces la población, de tanto vernos, ya sabían cuales era con los que podían hablar y cuáles no. Al principio yo no podía hablar con mi familia, pero ya después de un tiempo podía llamar, pero no decir dónde estaba. Lo máximo eran cinco minutos. Yo decía a mis hijos: estoy trabajando fuera de Colombia, por ustedes. Pasé varios diciembres sin ellos. La relación con el Ejército…


Yo no veía a los guerrilleros como los enemigos, usted tenía que hacer algo contra ellos porque si no ellos le hacían algo a usted. Y ahí uno se preguntaba ¿Yo por qué vine a meterme acá? ¿Yo por qué voy a pelear con ellos? Nosotros con el Ejército la llevábamos bien. Nos abrían camino a nosotros para que fuéramos a combatir. A veces nos hacían trabajo de inteligencia porque no se metían a combatir sino que nos decían a nosotros, por ejemplo, en este pueblo está tal grupo, hay tantos, y nosotros nos íbamos. Ya después de combatir con esa gente, nosotros los sacábamos por un lado y allá los recibía el Ejército. La vida y el ocio en las AUC… Allá casi no había diversión. Cuando uno a veces tenía tiempo libre se ponía era a pensar. A pensar en la familia, como yo tenía unas foticos, pensaba era en la familia. Pero no le quedaba tiempo a uno para jugar. En la selva casi no se ve un televisor… de pronto tenían un radiecito pero le tocaba a uno escucharlo suavecito. Casi no se enteraba uno de lo que pasaba en la ciudad. La salida de las AUC… Yo sí quería retirarme de allá, escaparme. A uno le daban papaya para que se fuera pero si usted se iba no sabía si llegaba o no llegaba. Ellos ya sabían dónde vivía, por eso uno trataba de no retirarse así.

La mayoría recibimos con alegría la noticia de la desmovilización. A mí me dije-

Un Estado sin garantías… Acá en Pereira está duro el trabajo. Yo he enviado hojas de vida y si no es porque uno tiene una rosca no entra al trabajo, y yo estoy cansado de enviar hojas de vida. A mí me han ofrecido trabajo en el monte otra vez pero yo ya pienso que la plata no es todo y no quiero volver a eso; así no haya trabajo aquí en la ciudad, uno consigue más fácil la plata acá y está libre. A veces me voy pa’l centro a vender tenis o me voy a vender motos, pero en este momento está duro todo, hasta la venta de tenis. Y a veces usted trabajando en eso ni se saca pa’ la gaseosa. Estoy trabajando independiente porque estoy cansado de enviar hojas de vida, he enviado para mensajero, para domicilio y no contestan nada. Yo cuando mando las hojas de vida no digo que soy desmovilizado, sino que las mando como un civil normal porque yo ya me considero un ciudadano normal que no estuvo en la guerra.

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Una esquiva paz futura… Colombia puede vivir en paz. Pero podríamos no tener tanta desigualdad, porque si usted tiene amigos en una empresa, entra más fácil que un desconocido entonces igualdad para todos. Porque yo me he perdido de empleos por falta de amigos en las empresas.

cRÓNICA

Yo me fui por plata. Empezando sí pagaban bien, pero después uno ya no podía mandar la plata ni hacer nada con ella. Después se demoraban para pagar, pasaban cuatro o cinco meses y uno sin plata, ahí empezaba uno a arrepentirse. Yo pensaba que es que yo vine aquí por la plata, no porque ame a las AUC… Pero yo he aprendido todo en esta vida no es plata, esas son cosas materiales que uno coge pero después no tiene.

ron esa noticia y me contenté; en cambio a otros personajes no les gustó. Hay unos que no se desmovilizaron, se retiraron y quién sabe para dónde se irían. Pero la mayoría se pusieron contestos. Había unos que se preguntaban qué iban a hacer en la vida civil si no sabían hacer más nada. A mí me han ofrecido otra vez trabajo para irme pero yo les digo que no quiero, porque ya pasé por eso y no quiero volver. Yo me he relacionado con gente que estuvo en la guerrilla y nos hablamos normal. Los que nos desmovilizamos es porque ya queremos la paz, porque uno a toda hora con la guerra en el corazón mejor ya se va relajando.


eNTREVISTA

La paz es un no un idilio

proceso, Martha Ruiz

Hablar de paz significa haberle visto la cara al demonio de la guerra, haber conocido las caras transidas de dolor de las víctimas, y la crueldad impasible de los victimarios. Por eso es que Marta Ruiz, asesora editorial de revista Semana y una de las periodistas más experimentadas de Colombia en temas de conflicto, justicia y paz, expresa con claridad sus opiniones y perspectivas sobre el conflicto, la negociación y la búsqueda de la paz en el país. En diálogo con Revista Expresión, Ruiz –que tiene una amplia trayectoria como investigadora, columnista, guionista de documentales y docente- comparte sus impresiones acerca del rol de los medios en el cubrimiento de la violencia, la formación de nuevas generaciones de periodistas y el futuro de los diálogos entre el gobierno y la insurgencia. 26 ¿Cómo desarrollar un periodismo que analice los hechos a profundidad, en las salas de redacción de hoy mediadas por la inmediatez? Si bien hoy hay más velocidad e inmediatez, también hay mayor interdisciplinarie dad, más abundan -cia de información. El problema es que cada reportero está frente a su computadora y en las salas de redacción ya se discute y habla poco. Creo que gran parte de la profundidad proviene de un trabajo más colectivo, de mayor debate, y para eso hay que construir rutinas más flexibles.

¿Cuál es el reto más grande que tiene el periodismo de investigación en nuestro país? La falta de recursos que destinan los medios para que se hagan trabajos de largo aliento Suponiendo cierto que la constante representación de la violencia en los medios alimenta una mentalidad violenta. ¿Debería dejar de contarse esta o contarla de otra manera? La violencia es parte de la sociedad y ocultarla no es el camino para evitar que esta se reproduzca. Creo que hay que contarla con mucho contexto, con mayor tranquilidad, y


ponerla en sus justas proporciones. Siempre el problema es cómo se cuenta. ¿Cuál de los males colombianos cree usted es más endémico, la violencia o la corrupción? Creo que la violencia es más fuerte, está más arraigada y adquiere formas más diversas. ¿Cómo narrar la paz, en una época donde todavía vivimos en conflicto?

Cualquiera que tenga buena escritura y capacidad de hacer un análisis puede hacerlo, no importa si es periodista o no. Lo que sí creo es que las columnas de los periodistas y de los escritores suelen ser mejores que las de los políticos, pues éstos manejan agendas muy sesgadas, y usan a veces las columnas como trincheras. Los académicos son interesantes pero a veces escriben para comunidades de interés muy estrechas. Los periodistas suelen ser más amplios en el tratamiento de los temas.

Ni la paz ni la guerra son situaciones absolutas en el país. Es una dialéctica donde unas y otras existen e interactúan. Hay que contar La tarea del periodista es historias que muestren la paz como un proceso contribuir a reconstruir el de construcción no como espejo roto de la una situación idílica. memoria del país. ¿Cuál es la tarea del periodista respecto a las víctimas y los victimarios? La tarea del periodista es contribuir a reconstruir el espejo roto de la memoria del país. Allí se requieren ambas voces, pero los victimarios siempre han sido más escuchados y han tenido más peso en la agenda de los medios. Hay que equilibrar la balanza y darle protagonismo a sectores cuya voz ha sido silenciada por años. ¿Cuáles son sus columnistas de cabecera?, ¿cuáles no lee?

¿Cualquiera puede ser columnista de opinión? ¿El género debe estar solo en manos de periodistas? La columna de opinión es un género periodístico muy exigente dado que requiere mucha documentación y claridad mental.

Creo que se llegará a un acuerdo pero después de atravesar muchas dificultades, y un acuerdo que no resolverá todos los problemas como creen algunos. Será un paso, pero lo más difícil será implementar los acuerdos.

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¿Colombia puede vivir un día en verdadera paz? ¿Qué debe pasar para que eso suceda? Si por verdadera paz se entiende cero violencia, lo veo muy difícil. La paz va a requerir cambios muy profundos en la sociedad, pero yo creo que se requieren una o dos generaciones para lograrlos. Eso no quiere decir que en el corto plazo no tengamos una mejor situación que la actual. De hecho Colombia hoy tiene una situación mucho mejor en términos de violencia a la que se vivía hace 10 o 15 años. Entonces la mejoría puede ser progresiva, si se trabaja para mejorar la vida de las personas, y cerrar las brechas. Pero no ocurrirá ningún milagro que nos cambie de un día para otro.

eNTREVISTA

Me gustan mucho los columnistas de Semana, especialmente Antonio Caballero, María Jimena Duzán y León Valencia. También me encanta Daniel Samper Pizano. No leo a Poncho Rentería.

¿Cuál es su expectativa sobre el desenlace que tendrán los diálogos de La Habana?


iNVESTIGACIÓN

MACIZO

COLOMBIANO

ENTRE

LA EXPLOTACIÓN

Por: Cristian Camilo Lozano @Criscalodiz Sebastian Rubio @Shaozrubiio

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Ubicado entre la Cordillera Occidental y Central, que cruzan el departamento del Cauca, el Macizo Colombiano representa la fuente de agua dulce más importante del país. Cerca del 70% del vital líquido, consumido por los colombianos, es abastecido por los cinco ríos que nacen en el sector: Magdalena, Caquetá, Cauca, Patía y Putumayo. Hoy, el Macizo se enfrenta al desarrollo desmedido de proyectos mineros de gran envergadura. Algunos movimientos sociales han hecho eco de la inmensa problemática que generaría la explotación minera industrial. Numerosos títulos de exploración y explotación han sido aceptados, y aún existen numerosas solicitudes que comprometen a los municipios ubicados allí. El movimiento social Proceso Campesino y Popular del municipio de La Vega estima, a partir de documentos como los catastros mineros, que 393.758 hectáreas del departamento del Cauca están tituladas para la minería, y que 1’151.230 hectáreas han sido solicitadas en concesión, lo que significa que entre los terrenos ya titulados y las solicitudes existentes, alrededor del 50% del territorio del departamento podría destinarse a la minería. El Proceso Campesino y Popular del municipio de La Vega es un movimiento social que nació en 1987 y lucha en aras de preservar la integridad del Macizo Colombiano. “El trabajo, de ve-

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reda a vereda, de compañero a compañera, campesina a indígena y el trabajo más general” dice Óscar Salazar, coordinador general del Proceso Campesino, es el trabajo que han venido desarrollando para dar a conocer las problemáticas que aquejan al Macizo. Los testimonios de campesinos provenientes de otras regiones del país que ya han vivido los estragos de la explotación minera en sus territorios, han servido para informar a la comunidad del municipio de La Vega acerca de los riesgos de la mega minería. Además, Salazar asegura que un punto neurálgico en el trabajo de concientización ha sido la relación de las fuentes hídricas con la minería. “La gente se sensibiliza más por el agua, están en contra de la minería por el agua”. A finales del 2011, la comunidad campesina de La Vega se movilizó hacia la vereda El Recreo, en donde un grupo de mineros ilegales, provenientes de Antioquia, la costa Atlántica, entre otros lugares, venían realizando actividades de explotación minera indiscriminada. La comunidad les exigió a los mineros abandonar los territorios. El descontento de la población se agudizó cuando un grupo de soldados -aseguran campesinos- se dispuso a proteger al grupo de mineros mostrando total desprecio por la integridad de quienes se estaban movilizando. A pesar de los incidentes ocurridos, los mineros se vieron obligados a abandonar el sector.


En el lugar donde está ubicada la mina, se percibe un olor a dinamita que permea las plantas y el agua; escombros de roca sobre el lecho de la quebrada evidencian el daño que puede generar la actividad minera. Algunos campesinos creen que el agua no solo está contaminada con los residuos de las cargas explosivas, sino también de componentes químicos como cianuro (sustancia química reactiva y tóxica, utilizada en procesamiento del oro, joyería, laboratorios químicos, etc.) Se estima que para los procesos de explotación minera, en una gran mina de oro, se requiere cerca de 4 millones de litros de agua por hora. Por su parte, una pequeña mina utiliza alrededor de 250 mil litros de agua. El uso de químicos para la extracción de los minerales, en el caso de la mina La Colosa (en el municipio de Cajamarca, departamento del Tolima) se prevé que para la explotación de dicha mina se requerirán 4 millones de kilos de cianuro por año, “a razón de 68 mil toneladas de roca diaria”, enfatizó Salazar.

Sin embargo, en junio del 2012 apareció otro documento que agrega nuevas áreas estratégicas para la explotación minera (resolución 0045, 20 de junio del 2012). En su totalidad, entre las zonas con potencial minero que establecen los documentos de áreas estratégicas, más de 20 millones de hectáreas son catalogadas como áreas con potencial minero en toda la nación. Estos terrenos comprenden los departamentos del Cauca, Nariño, Antioquia, Bolívar, Caldas, Cesar, Chocó, Huila, La Guajira, Norte de Santander, Putumayo, Quindío, Risaralda, Tolima, Valle del Cauca, Amazonas, Guainía, Guaviare, Vaupés y Vichada. El avance desaforado de la locomotora minera va en contra de la explotación racional de los recursos no renovables de la nación. El artículo uno del código de minas (ley 685) reza que la explotación de los recursos “se realice en forma armónica con los principios y normas de explotación racional (...) del concepto integral de desarrollo sostenible”. Solo en el municipio de La Vega, en el departamento del Cauca, existen múltiples proyectos mineros de gran envergadura. La multinacional canadiense Continental Gold adelantaba un proyecto conocido como Dominical, en el cual requiere poco más de 24 mil hectáreas para la explotación de oro. Tal situación hace oposición a lo dispuesto en la ley. Solamente para el municipio de La Vega existen 14 títulos mineros y 41 solicitudes. Entre las empresas mineras con terrenos titulados se en-

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En el 2012, el Gobierno Nacional expidió la resolución número 180241 del 24 de febrero, en la cual el Servicio Geológico Colombiano, establece una serie de “áreas con potencial mineral para definir áreas de reserva estratégica del Estado”. Tales áreas se crean “en orden a satisfacer los requerimientos de la demanda interna y externa de los mismos y que su aprovechamiento se realice en forma armónica con los principios y normas de explotación racional de los recursos naturales no renovables y del ambiente, dentro del concepto del desarrollo sostenible y del fortalecimiento económico y social del país”. Según el documento, entre los municipios de La Sierra, Santa Rosa, Almaguer, La Vega, San Sebastián y Sotará existen alrededor de 36 mil hectáreas que pertenecen a las “áreas estratégicas mineras”, que se

determinan por la potencialidad de hallazgo de oro, cobre, hierro, coltán y minerales asociados, minerales de fosfatos, minerales de potasio, minerales de magnesio, uranio y carbón metalúrgico.


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cuentra: Anglo Gold Ashanti Colombia S.A, la cual posee 12 títulos mineros que abarcan parte del municipio de La Vega y parte de otros territorios pertenecientes a municipios como Almaguer y Sucre; los terrenos concesionados suman 3.418 hectáreas. La empresa Carboandes, entre los municipios de la Vega y La Sierra, tiene un título de 3.634 hectáreas. Y Palma S.O.M ostenta 3.304 hectáreas. Sobre los terrenos titulados, se pretende extraer mineral de zinc, oro, plata, mineral de cobre, platino, mineral de molibdeno y mineral de níquel. La riqueza ecológica del Macizo Colombiano alberga, con relación a las fuentes hídricas, 65 cuerpos lagunares y alrededor de 15 páramos. Por otra parte, el 12%, a nivel mundial, del Ecosistema Bosque Tropical de Hoja Ancha y el 54% de Pastizales fueron catalogados por el Banco Mundial como “máxima prioridad regional para la conservación y mayor distinción biológica sobresaliente a nivel global”. A ello, cabe agregar que en esta zona, vive el 6% total de aves del mundo, el 33% de las de Colombia y el 60% de las de la Región Andina.

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La explotación minera supone la destrucción “irreparable” –según el Proceso Campesino

y Popular - de las fuentes hídricas que nacen en la región. La importancia y la gravedad del avance de la locomotora minera sobre el Macizo Colombiano, afirman docentes, campesinos y dirigentes sociales, traspasa las fronteras del país. Para Salazar, “uno de los ríos más golpeados, según nuestros cálculos -comenta - es el río

Patía, y es el más importante que le cae en toda la cuenca del pacífico, desde Alaska hasta la Patagonia… Y el Océano Pacífico es el océano más importante del planeta. El río le define le vida al Chocó biogeográfico, y el Chocó biogeográfico es el nicho de vida más grande que hay en el mundo, que hace que Colombia sea el más mega diverso país del planeta, más que Brasil”. Para María*, líder indígena yanacona, miembro del Proceso Campesino, la resistencia debe desarrollarse en varios sentidos, por una parte el campesino debe reconocer cuál es su territorio, entendiéndose como territorio – complementó Daniel Brunelesh- al espacio físico y a las costumbres de las personas que habitan el lugar. Sin embargo, reconocerse como territorio involucra, necesariamente, conocer su historia y recuperar sus prácticas ancestrales. En este sentido, la lucha campesina buscar ser un proceso integral. Según Pedro* la llegada de las multinacionales ha generado descomposición social, han hecho que por un salario, de alrededor de un millón de pesos, la gente abandone el trabajo en sus fincas. “Como campesinos no estamos en disposición de ceder nuestro territorio para hacer minería, ya que esto es como el pan de la vida de nosotros -dijo Pedro- quitarnos la tierra, es quitarnos la vida”. Según este campesino asentado en la vereda Santa Juana (municipio de La Vega), lugar en donde se encuentra ubicado también el campamento de la empresa Carboandes, el avance de los proyectos mineros no es visto, entre los campesinos, como un motor de desarrollo económico. La gran magnitud de los proyectos de explotación minera dirigen a la nación, o por lo menos así lo cree Pedro, a una crisis social, en la que los principales protagonistas serán campesinos desplazados de sus tierras. Desempleo, desaparición de la cultura campesina y destrucción, son tan solo algunos de los males que este campesino augura para la región. “Lo que se debe proteger es el agua, son las semillas y es la tierra, porque de ello emana la vida –aseveró Pedro- Si nosotros destruimos estas tres partes, no podemos pensar en que hay un futuro, porque ¿cuál será el futuro que se pueda ver?”


Por: Daniel Alzate Juan Camilo Gรณmez

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