"LAS PERSONAS TATUADAS NO PUEDEN DESEMPEÑAR PUESTOS IMPORTANTES." "Trae excelente currículum, su perfil es exactamente el que buscamos... pero esos tatuajes que tiene no me convencen, son demasiado vistosos y creo que no queda con la imagen que tenemos como empresa." Conversaciones como estas son las que posiblemente se escuchen en los departamentos de selección a la hora de reclutar nuevos candidatos. Si bien es cierto que durante los últimos años, el tabú de los tatuajes en el ámbito laboral ha disminuido al mismo tiempo que llegan nuevas generaciones, aún queda mucho trabajo por hacer a nivel social y laboral; como demuestran los resultados arrojados de un estudio realizado por la Universidad de Tampa, el 86% de los estudiantes encuestados con tatuajes visibles afirmaron creer que tendrían más dificultad para encontrar trabajo después de graduarse. Un 89% reconoció que, a la hora de tatuarse, pensó primero en el impacto que causarían los tatuajes a la hora de encontrar trabajo.
Por: Ana Karen Nieblas A01253109
Al retroceder en el tiempo, vemos que los tatuajes solo se los hacían personas que por algún motivo habían estado en prisión y por lo tanto se consideraba que eran delincuentes; desde entonces nació el erróneo prejuicio de que una persona respetable no debería portarlos.
Estar tatuados o no, no nos vuelve más peligrosos que una persona que no los tiene. Un argumento que en teoría suena bastante lógico, pero que en la vida real, nos sigue afectando.