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programa para mejorar la atención en los cuidados paliativos

con el paquete de trabajo que lidera ATLANTES, incluye la evaluación del programa.

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La Sección Española de la Society of Catholic Scientists (SCS) ha celebrado su primer congreso del 15 al 17 de septiembre en la sede del ICS de la Universidad de Navarra.

Este evento fue financiado parcialmente por la Fundación John Templeton.

Tras la celebración del congreso tuvo lugar su primera reunión constituyente para elegir la junta directiva. El congreso acogió también los pósteres finalistas de la V edición del Concurso “Educación, Ciencia y Religión”, organiza-

La Society of Catholic Scientists es una organización internacional, creada en 2016, que ofrece un foro de diálogo para científicos creyentes que desean reflexionar acerca de la armonía y complementariedad entre la ciencia y la fe.

La asociación ofrece recursos diversos para estudiantes, educadores, pastores, periodistas y todo tipo de personas interesadas en los descubrimientos científicos y su posible relación con la fe. La SCS cuenta con secciones en diversos países.

El ATLANTES Global Observatory of Palliative Care es una de las instituciones que integran este proyecto financiado por la Comisión Europea.

El ATLANTES Global Observatory of Palliative Care del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra desarrollará un paquete de trabajo en un nuevo proyecto Horizonte Europa financiado por la Comisión Europea. El proyecto global, liderado por la Universidad de Radboud (Países Bajos), consiste en desarrollar, implementar y evaluar un programa pionero de cuidados paliativos de transición en pacientes con cáncer. La intervención facilitará una transición fluida del hospital a la atención comunitaria en los últimos meses de vida.

La investigadora del ICS María Arantzamendi, integrante del grupo que realiza el proyecto, destaca que “esta iniciativa responde a la necesidad de que los pacientes con cáncer avanzado tengan información y certeza sobre el tratamiento y los cuidados que recibirán a partir de la salida del hospital”.

“Con frecuencia, la comunicación entre los profesionales que proporcionan atención sanitaria en diferentes entornos no es óptima y esto desemboca en una falta de continuidad y coordinación en la atención al paciente”, la- menta la investigadora Arantzamendi. Al mismo tiempo ha explicado que estas circunstancias influyen negativamente en la calidad de vida del enfermo y aumentan el número de hospitalizaciones que se podrían prevenir.

EL PROGRAMA

El planteamiento del programa consta de cinco componentes fundamentales. El primero es identificar en el momento del alta hospitalaria a aquellos pacientes con necesidades de cuidados paliativos. El segundo es la comunicación compasiva hacia el paciente y su familia, y el tercero, un plan de atención multidimensional colaborativo y el seguimiento en el entorno de atención domiciliaria. El cuarto, que coincide

“Consiste en un proceso de análisis de adaptación e implementación. Se utilizará un enfoque de estudio de casos para identificar barreras y oportunidades para el éxito de la implementación y participación activa de los pacientes y profesionales de la salud en el programa”, detalla María Arantzamendi. El último es la identificación de la fase terminal, basada en evaluaciones periódicas, con la intensificación adecuada de los cuidados.

Además de expertos de la Universidad de Navarra, en el proyecto participan especialistas del Centro Médico de la Universidad Radboud (Países Bajos), la Universidad de Bonn (Alemania), la Universidad de Lancaster (Reino Unido), la Universidad de Pecs (Hungría), la Universidad Zielonogórski (Polonia), el Centro de Cuidados Casa Sperantei (Rumanía), la Asociación Europea de Cuidados Paliativos, la Universidad Católica Portuguesa (Portugal) y la Coalición Europea de Pacientes con Cáncer.

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