AMBIENTE INTERIOR
LOGRAR LA PERFECTA ARMONIA
Una imponente fusión de hormigón, madera y vegetación dicta el acertado diseño de la Casa Aranzazu. Para lograrlo, el escenario provisto por la naturaleza fue punto de partida de este proyecto en la Provincia Tortuguitas de Buenos Aires, Argentina. Durante la intervención del terreno se trabajaron los espacios sin manipular el paisajismo del lugar. La Casa Aranzazu se proyectó para erigirse en un lote en esquina en un country fundado en el año 1968 con una importante forestación a la que los años le han sumado un valor incalculable. Las diferentes especies de árboles y arbustos que allí se encontraban fueron celosamente cuidados, especialmente una hilera de robles de gran porte y especies variadas en uno de sus frentes y en los lotes cercanos. Esa fue la encomienda a la española María Victoria Besonias y al argentino Guillermo Almeida, quienes integran el estudio de arquitectura que lleva sus apellidos.
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