Título original: Baraja del buen viajero con La linterna en mano Autor:Dario Vigellegas y La Linterna Cali

Primera edicion:Noviembre 2022
Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano Este proyecto hace parte de Taller de diseño 1 Grupo 2 Diseño grafico
Docente: Magdalena Monsalve Castaño
Direccion editorial: Magdalena Monsalve Castaño Diseñadora: Alyson Varon Heredia
Impreso en Bogotá Colombia 2022
Mi expresión de gratitud a quienes me acompañan en el viaje Darío Villegas
Jesús dijo:
El reino de Dios está dentro de ti y alrededor tuyo.
No en mansiones de madera o piedra. Divide un pedazo de madera y allí estoy.
Alza una piedra y me encontrarás. Evangelio apócrifo de Tomás
Como tantos artistas amantes del tarot, también soñé durante algún tiempo con pintar una baraja. Comencé a elaborar ésta a finales del 2010. No consideré un propósito atractivo imitar alguna versión previa. Debía ser algo aún más próximo. La psicología junguiana reconoce en los arcanos del tarot, la repre sentación de arquetipos del inconsciente colectivo. Así que decidí ir a lo esencial. Me propuse encontrar símbolos, figuras, y situaciones, que una y otra vez se repitieran en mi vida. Idénticas a las que participara con cualquier otra persona.
El amor, el conflicto, las pasiones, la ma dre, el padre. Tantas como pudiera identificar. Primero llegaron los conceptos. Empecé por escribir listados de lo que se me iba ocurrien do. Más tarde aparecieron los bocetos, símbolos, imágenes. Pensamiento visual, alterno a la racionalidad discursiva. Otro yo, poseedor de un saber diferente, que se expre sa en el arte o los sueños, se hizo director de escena. Las decisiones sobre cada cuadro, el material simbólico y su composición, de pendieron de una afinidad sensible, poco del cálculo intelectual. Así recrear cada
situación evocada, se convirtió en una expe riencia interior, y el conjunto en una montaña rusa de casi dos años.
Desconocía la estructura final de la obra. Podía aparecer como un conjunto de unida des significativas, aunque dispersas; o como encontré después, había una articulación orgánica en aquel rompecabezas.
Para ordenar las cartas de la primera a la última, después de haberlas pintado, seguí un criterio jerárquico y evolutivo respecto a la conciencia; cuyo conjunto coincide, sin habérmelo propuesto, con el mito del héroe.
La historia más antigua jamás contada, al decir de Joseph Campbell, y una idea característica de la visión actual del Tarot. Planeaba hacer ladrillos, y resultó una casa. Entiendo el tarot como un hermoso juguete para provocar sincronías. Recoge con notable precisión, mediante imágenes inter pretables, estados del presente, o tendencias de una situación. Es una suerte de espejo simbólico que permite el diálogo con uno mismo. Mi modelo para la baraja del buen viajero fue el Tarot. Sea éste un homenaje a la magia y la profundidad de ese objeto.
Es sencillo comprobar mediante el estudio del tarot, que resonamos en un campo simbólico que va más allá de nosotros, y que un objeto puede mediar en ese campo para hacerlo interpretable. Con el viejo materialismo se trata de azar y superstición.
Supongo que por resonancia. Coinciden la tradición hermética y la física cuántica, en situarnos en un universo mental y vibratorio: un vasto caldo de energía, infor mación, y presumiblemente Algo Más, que sabe qué hacer con esta información. Una Conciencia inmanente a lo manifestado, de la que participamos, aunque en principio, de modo pasivo.
Una experiencia común a los iniciados del Tarot, es descubrir que cuando tiramos las cartas al azar, ordenamos sin saber cómo, el potencial del lenguaje para reflejar complejos estados internos.
Una baraja sintoniza con el presente. Hasta donde puedan predecirse cosas a través de ella, es algo que dependería de facultades que carezco. Para quien se inicia, es difícil conectar con un tarot como el de Marsella. El código visual de los arcanos menores no ofrece significación evidente. Las distintas ver siones que aparecen del tarot, desplie gan de maneras más legibles su repertorio de símbolos. El imaginario pintoresco de la baraja Rider White proporciona más asidero a la intuición y la memoria.
No quise llamar a este mazo tarot, aunque lo siga de cerca. Me había tomado demasiadas libertades interpretativas, entonces decidí buscar otro nombre.
La palabra baraja se relaciona con un par de términos, árabe y hebreo, que suenan parecido y significan bendición. Como la invocación de la madre cuando el hijo se despide. Baraja es pues, una metáfora de la influencia protectora del amor. Baraja es también un juego de estampas, una colección de imágenes de aquello que te acompaña en el camino. Representa tu autoridad en el emperador; tu capacidad de amar en la emperatriz; el poder de tu intención en la figura del mago; es el loco aventurero que se abre a conocer el mundo, el guerrero que lo conquista, y así sucesivamente.
El tema de las cartas es la experiencia humana: tránsito, navegación, caravana. En suma un viaje.
El verdadero viaje es interior: se trata de lo que hago de mí mismo con el viaje. ¿Cómo hacer provechoso el recorrido?
La prudencia aconseja Ir liviano, llevar lo esencial, prepararse. Hacer el propio mapa. Tener claridad en el itinerario. ¿Qué se pretende encontrar? El despertar, la plenitud, la lucidez, la confianza, el amor. ¿Cuál es el obstáculo? ¿Dónde uno se desvía?
Vamos a encontrar una de las claves significativas de la vida, en el hecho de que cada objeto, persona, o situación, con la que resonemos, por afinidad o por rechazo; co rresponde a una figura interna, un arquetipo.
Un reflejo de nuestra subjetividad, que viene con un desafío y un enigma: ¿Qué vas a hacer conmigo? ¿Cómo vas a integrarme? Los arquetipos al decir de Jung son “trozos vivos de experiencia”. Reflexionar sobre el modo en que se relacionan, ilumina nuestro deseo esencial, permite entendernos mejor a nosotros mismos. Sitúa las oposiciones y recursos, de un modo más eficaz para cumplir un propósito.
Nos hace progresivamente despiertos, responsables de nuestro propio destino. Adquirimos la capacidad de liberarnos de condicionamientos. Insistimos en reali zarnos como seres de conciencia. Se trata de utilizar el poder de la imagina ción creadora, para inscribir en la vida el propio mito, es decir, realizar la historia contada por uno. No vivir más desde rela tos ajenos. Hacer de la vida una obra de arte, y responder de la libertad, con impecabilidad y belleza.
Me seguí por una ruta zigzagueante para llegar a estas 78 cartas. Se dieron cita multitud de acontecimientos, aprendizajes, extravíos, emociones, y todo lo que es posible en el aparente caos de la experien cia. No entendía cómo encajaban intereses tan dispersos, era imposible ver un cuadro amplio. Ahora parece como si un aspecto atemporal de la conciencia, hubiera trama do la confusión y el drama de la vida de acuerdo a un propósito.
Mientras escribía este manual, me dejé llevar por las cartas una vez más, para que me devolvieran la experiencia que había puesto en cada una. Pido disculpas de antemano por las citas de memoria, y otras faltas incurridas en el tratamiento de los temas. Invito más bien a los lectores, a completar el sentido de la baraja con su experiencia personal, y a dejarse llevar por lo que las estampas sugieran en el diálogo imaginario.
El alma humana es narrativa, poética, busca expresarse a través de la intuición. He querido fabricar un juguete que aporte a la conciencia, active la imaginación, la comprensión del lenguaje simbólico, ayude a entender situaciones, a trazarse mapas, a tomar decisiones. A hacer de la vida un viaje significativo.
1. Potencial infinito 2. Tierra 3. Poder de la vida 4. Agua 5. Aire 6. Fuego/Jaguar 7. Madre 8. Padre 9. Tótem 10. Alimentación 11. Ego/Sombra 12. Oportunidades 13. El circo 14. Secretos y dramas 15. Idealización 16. Culpabilidad 17. Victimismo 18. Asomar al inconsciente 19. El inquisidor 20. Sísifo/El castigo 21. Miedo 22. Postergación 23. Exceso 24. Torre 25. Condicionamiento 26. Proyecciones 27. Rebeldía 28. Manipulación 29. Dejar 30. Recapitulación 31. Búsqueda
dramas inconsciente
Miedo Postergación Exceso Torre de marfil Condicionamiento a la carencia Proyecciones y juicios Rebeldía Manipulación Dejar caer la máscara Recapitulación Búsqueda
32. Soledad 33. Paciencia 34. Soltar/Dejar ir 35. Nuevas ideas 36. Deseo 37. Alquimista 38. Experiencias espirituales 39. Metamorfosis 40. Sincronicidad 41. Ritual 42. Propósito 43. Alegría de vivir 44. Romance 45. Pistis 46. Guerrero 47. Abundancia 48. Aceptación 49. Microcosmos 50. Comenzar de nuevo 51. Pasar a la acción 52. Dar y recibir 53. Dificultad/Prohibición 54. La noche 55. Mentirás y trampas 56. Qué dirán 57. Codicia 58. Discordia 59. Caída 60. Sufrimiento 61. Indecisión 62. Deber/Sacrificio
63. Escucha 64. Tesoro oculto 65. Reparar 66. Balance 67. Vía láctea 68. Maestro interior 69. Discernir 70. Poder de la palabra 71. Ley de atracción 72. Estar dispuesto 73. Perseverar/Avanzar 74. La cosecha 75. Sabiduría 76. Integración 77. Poiesis 78. Aquí y ahora
Matriz cósmica. Campo cuántico. Campo de la fuente. Abundancia universal. Estado de indeterminación. Partícula/onda. Lo no manifestado. Impermanencia de la forma. Nous: alma, inteligencia ordenadora.
En el universo todas las cosas están relacionadas entre sí, no hay ninguna cosa ajena a las demás; el conjunto es kosmos, orden. En último término, la totalidad de lo que existe está compuesta de lo mismo: luz, energía, información, y conciencia. El caos es un orden cuya manifestación aún no comprendemos.
La física cuántica interpreta el uni verso como la totalidad de un campo de energía, vibrando en diferentes frecuencias. Este modelo nos dice que aquello que percibimos como material
no es material, corresponde a un determi nado nivel de vibración. Lo que enten demos como espacio vacío tampoco es vacío, por el contrario, está repleto de energía. Con lo que somos energía inmersa en un campo de energía, que se representa a sí misma bajo aspecto material. Registramos un rango corto de frecuencias en el espectro visible, y con ello construimos una imagen biológica/ adaptada de lo que nos rodea. Es decir, contemplamos el mundo a través de una hendija dimensional y asumimos que las cosas son como las vemos, no una repre sentación mental: ilusión, maya.
La energía es información, la luz es información. La vida se conecta y alimenta desde su nivel básico con paquetes de fotones; hacen que la espesa materia se movilice de manera inteligente para servir al propósito de
la vida. Tal vez la vida está en todos los seres, incluidas las piedras, como intuían nuestros ancestros nativos. También somos células de un cuerpo mayor que es la biosfera; no habría vida en la tierra si el universo no tuviera vida. El hombre no podría manifestarse como conciencia, si de esto no hubiera algún modelo previo, si el universo fuera ajeno a esa propiedad.
Como especie humana nos interesa conectarnos con el campo más vasto de energía, información, y conciencia, en el que surgimos y que nos contiene. Recibir retroalimentación suya e influir de algún modo sobre él. Todas las prácticas espirituales, mágicas y meditativas, están dirigidas a este propósito con diferentes acentos. Los variados poderes y figuras que se invocan; la situación espacial de la búsqueda, si es afuera o adentro; el pedir milagros, no pedirlos, o producirlos; recibir algún modo de enseñanza, o participar en un diálogo. Sintonizar con lo sagrado. Experimentar la conciencia profunda del ser.
Si parto de la condición de recono cerme como fragmento del vasto cavmpo universal de energía, información, y conciencia, del que surjo y en el que estoy contenido; puedo concluir que por fuerza siempre he debido estar conectado con él, aunque ignore de qué modo, cual es la importancia que ese hecho tiene, y las posibilidades que me ofrece. La conexión deliberada a este campo no sólo es
posible, es indispensable. Basta declarar la intención de hacerlo y sostener el pro pósito en el tiempo, para que empiecen a ocurrir acontecimientos relacionados con esta decisión.
Puedo escoger entre habitar un Universo ciego, sordo y mudo; o hacerme consciente de la espiral de inteligencia en la que estoy contenido, y dialogar, o danzar con ella.
El vacío es forma, la forma es vacío. - Sutra del alma. El tao que puede ser expresado no es el Tao absoluto. -Tao Te King Tat tvam asi / Tú eres eso. (La Divinidad Inmanente) -Upanishad
El ego te hace creer que el mundo es vasto y las partículas minúsculas; pero la verdad sutil es que el mundo y la partícula son lo mismo; ni el mundo es vasto ni la partícula minúscula.
-Lao Tsé
Luz AEnergíaAVibraciónAPlasmaAProbabilidadASerAFuenteATaoACosmosAVida
AConcienciaADivinidadACreaciónAPoiesisATransformaciónAMetamorfosis
AMovimientoAImpermanenciaAIncertidumbreACaosAVacíoAAparienciaAIlusión AVirtualidadAInformaciónAConexiónACienciaAMagiaAMeditación AMisticismoAAnticipaciónASincronía
La tierra es una madre de la que se recibe vida, alimentación, refugio Dario villegas-
Materia Cuerpo Fecundidad Fertilidad Abundancia Riqueza Salud Equilibrio Fundamento Ancestros Territorio Sostenibilidad Enfermedad
Aspecto femenino de lo sagrado. Madre primordial. Generadora de vida. Estallido de vida. Dar a luz. Ética del amor y el cuidado. Goce de vivir. Conexiones ancestrales. Mundo material. Vehículo cósmico. Cuidado del cuerpo. Humanidad viene de humus.
El mundo no es una mercancía. Consigna antiglobalización
Las culturas ancestrales concibieron una relación simbólico-afectiva con la tierra, que ha quedado registrada en sus mitos, y forma parte de las tradiciones de los pueblos que resisten. La tierra es una madre de la que se recibe vida, alimentación, refugio; a la que a cambio se devuelve una consideración que se expresa en el ritual, y en soluciones equilibradas entre lo que se da y lo que se toma, o arrebata de la naturaleza. Res tricciones voluntarias y costumbres, que tienen en común la intención de proteger y sacralizar el vínculo con el entorno.
Con el capitalismo tenemos la visión opuesta, la tierra es una cosa, un objeto que se mide y al que se pone un precio.
Se talan sus árboles, se expulsa, o se mata a los nativos y a los animales, se destina el suelo a un uso rentable intensivo; y si guarda algún mineral de interés, se remueve para extraerlo sin importar las consecuencias. El trato del humano cor porativo con la tierra es el de un predador zombi o un parásito. Esta incongruencia resulta de su confinamiento en una jaula racional; se piensa desde una mente inor gánica, desconectada del corazón, del cuerpo, y de los demás seres.
El campo electromagnético del corazón está conectado con el campo de frecuencias de la tierra. El planeta es de algún modo un organismo y nosotros somos expresión suya. Nuestro papel como conciencia autoreflexiva, es asumir que los otros seres vivos son nuestros compañeros de viaje, y el mundo entero nuestra casa; así que nos corresponde respetar, proteger, y asegurar, el equilibrio natural que nos sostiene con vida.
Si nuestra energía radiante proviene del sol; los elementos físicos y químicos que sostienen la conciencia en este viaje, son los componentes de la tierra que constituyen nuestro cuerpo. Estos se ensamblan en moléculas, células y órganos, que requieren un constante flujo alimenticio para cumplir sus funciones de integración e intercambio. La fidelidad a la tierra consiste en dar algo a cambio de la extensión de lo que se recibe: la reci procidad amorosa y el cuidado de la vida.
Familia Madre Abuela Amor Sembrar Enraizar Vincular Instinto Cuidado Propiedades Reciprocidad Protección
Ir a la deriva. Malgastar dones o bienes. Conducta alocada. Vigor juvenil.
Flujo de la vida. Red viviente. Memoria biológica. Propósito de la naturaleza. Llenar sus propios potenciales. Fuerza para actuar. Simbiosis con otras espe cies. El árbol y el loco del tarot. Camino del héroe. Salir a la aventura. Evolución de la conciencia.
El árbol representa al universo en expansión, desde un punto que podríamos llamar la semilla del pasado. Su germen se ha abierto paso a través del humus, adaptando su forma a cada vacío y cada grieta. Hacia arriba ha lan zado brazos para contener el cielo, que abajo se aferran a lo denso. El árbol es un eje entre dos mundos, integra las polari dades y se desarrolla en dos sentidos. Su forma es similar a la neurona; un fractal de la energía viviente en red. Como
pequeño universo, contiene y sustenta microcosmos de aves, insectos, hongos, líquenes, plantas trepadoras, así como toda clase de seres diminutos.Los abraza a todos, convive con todos, y alrededor suyo se teje un entramado que dialoga.
En esta baraja el poder de la vida aparece asociado a la figura del loco del Tarot de Marsella. El recorrido que emprende este representante del héroe, debe conducirlo a través de la expe riencia a establecer un modelo propio de realidad; como resultado de sus elecciones en el pensamiento, la palabra, y la acción. En el mejor de los casos le lleva a la expansión de su conciencia: a trascender la preocupación exclusiva por sí mismo, abrirse al mundo y a la solida ridad con los demás seres.
Somos una hoja suspendida del árbol de la vida. Árbol que se replica y extiende de un extremo a otro del universo, como un tejido celular. La vida nos vive; actúa a través de nosotros. Es nuestro espejo. Nos devuelve reflejadas en la cons ciencia, figuras de cuanto proyectamos sobre ella, convertidas en un laberinto de extravío y ruido. Hasta el día en que del silencio voluntario, fluye la sabi duría para enfocar con amor el sentido. Nuestra libertad consiste en crear, a la vez que descubrir el sentido.
El poder de la vida decae a causa de la desconexión de la mente con el cuerpo y el espíritu. El estilo de vida contempo ráneo, condiciona de modo antinatural
el ritmo y el ánimo; las programaciones y conflictos absorben la energía. La enfermedad manifiesta en el cuerpo una desarmonía, entre los objetivos impuestos por la mente, a expensas de las necesidades biológicas y el sentido espiritual de la vida.
El loco representa la capacidad de romper con lo convencional y tomar un rumbo aventurero, inspirado por un ideal entrañable, o por el deseo de vivir una vida propia.
“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca / pide que el camino sea largo, / lleno de aventuras, lleno de experiencias. /No temas a los lestrigones ni a los cíclopes, / o al colérico Poseidón, / seres tales jamás hallarás en tu camino, / si tu pensar es elevado, si selecta / es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. / Ni a los lestrigones ni a los cíclopes / ni al salvaje Poseidón encontrarás, / si no los llevas dentro de tu alma, / si no los yergue tu alma ante ti”. - Ítaca. C. P. Cavafis
LibertadACrecimientoAExpansiónAPoderACreaciónASemillaAPotencialASaberAA bundanciaAGenerosidadAInocenciaAPromesaAPacienciaAAdaptabilidad AEvoluciónAPuenteAInterrelaciónAIntegrar
Naturaleza femenina. Fuente sagrada. Metáfora del inconsciente. Esfera emocio nal. Argumentos emocionales. Sistema límbico. Sistema circulatorio. Emoción: lo que nos mueve hacia.
Emociones vinculadas con la repeti ción del pensamiento: respuestas condi cionadas. Necesidad de coherencia.
El simbolismo del agua está asociado con su fluidez que evita los obstáculos, y se vierte sobre los desniveles; representa la adaptabilidad y la constancia. Su volumen carece de una forma determinada, aunque en movimiento crea corrientes que pueden ser peligrosas; encuentra su reposo en lagos que se oscurecen a cierta profundidad. Estas cualidades lo vinculan al mundo emocional y al incons ciente. Como fuente primordial de la vida simboliza lo femenino y la naturaleza. Su condición de transparencia relaciona al
agua con la inocencia, la pureza, la virtud, la salud; así como con la facultad de arrastrar la suciedad, de ahí su valor en el ritual como medio de purificación y regeneración.
La vida del planeta se origina en las aguas y de allí emerge para habitar la tierra seca. De manera similar nuestra vida se gesta al interior de un globo líquido, salado como el mar primordial, para surgir des pués al mundo y a los acontecimientos de nuestra historia.
De este periodo conservamos atra padas en la memoria inconsciente o en el cuerpo, las emociones de la madre: su alegría, su amor, o sus angustias, incluso algún vestigio de recuerdo. El intercambio entre la madre y el hijo crea una impronta emocional que colorea el modo de percibir. Conocer estos aspectos de uno mismo, puede explicar formas de bloqueo o sufri miento crónicos. Sanar implica atravesar
dolor emocional y transformarlo en compa sión. El conflicto se disuelve, si cambia el modo en que se interpretan sus causas.
Mientras el pensamiento hace piruetas tratando de darle explicación a un asunto, la emoción es una respuesta inmediata, viene de las entrañas y nos informa si algo es peligroso, desagradable, o nos complace; como si a través de una sen sación lo comprendiéramos anticipada mente. Esto puede ser útil de acuerdo al contexto en que se presente.
Una emoción como el miedo advierte de un peligro real y de la necesidad de poner límites, pero si esta emoción se repite una y otra vez desencadenada por estímulos triviales, también puede ocasio nar una enfermedad.
Así pues, las emociones no son bue nas o malas, son respuestas adecuadas o inadecuadas para una situación y un momento dado; cada una tiene su función y no representan un problema si están en balance, no se interfieren, y son gestio nadas eficazmente. La tristeza advierte la pérdida, su objetivo es reparar lo que se ha roto, restaurar el flujo interrumpido, resolver el error; quiere soluciones, por eso nos conecta con la compasión y el pensa miento. La vocación del enojo es defensa, se reacciona frente a una agresión, men tira, o injusticia; hay motivación y energía que pueden conducirse de manera creativa hacia un propósito. El orgullo se basa en la admiración y el reconocimiento: si se niega el valor de los demás, tampoco se lo puede
hallar en sí mismo. El orgullo se reconoce poseedor del valor que admira en otro, no tiene que competir por él. La admiración que duele es la envidia, es sentirse en carencia. El amor busca la unión, la perte nencia, el bienestar de todos, es protector; así como puede deslizarse hacia los celos, el miedo o la desconfianza. La alegría es abierta, expansiva, expresa confianza en la vida, se conecta con la plenitud; también se vuelve tonta con el entretenimiento. Listado de emociones. Aburrimiento. Alegría. Angus tia. Apreciación. Confianza en uno mismo. Compasión. Culpa. Celos. Confusión. Depresión. Desesperación. Desconfianza. Envidia. Esperanza. Entusiasmo. Fastidio. Frustración. Hastío. Hostilidad. Impaciencia. Indiferencia. Insatisfacción. Inseguridad. Irritación. Miedo. Negati vismo. Negación. Ofendido. Odio. Optimismo. Paciencia. Pánico. Preocupación. Pesimismo. Rebeldía. Rechazo. Rencor. Resentimiento. Resignación. Satisfacción. Sere nidad. Esperanza. Estrés. Soberbia. Tranquilidad. Ternura. Timidez. Tristeza. Vergüenza. Valentía. Vitalidad.
“Primero estaba el mar. / Todo estaba oscuro. / No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas. / Solo el mar estaba en todas partes. El mar era la madre. Ella era agua y agua por todas partes y ella estaba en todas partes. / Así primero sólo estaba la madre… / La madre no era gente ni nada, ni cosa alguna. / ella era Aluna. / Ella era espíritu de lo que iba a venir y era pensamiento y memoria”. -Mito Kogui de la creación
La gota de agua vence a la piedra no por su fuerza, sino por su constancia. Nadie se baña dos veces en el mismo rio. -Heráclito
Las alas son el aire.
-Dario villegas
Nombre Clasificación Discriminación Lógica Discurso Vuelo Elevación Experiencia Conciencia Sabiduría
Ilusión. Deriva. Ensoñación. Fanta sía. Trampa. Desmesura. Ruido. Caída. Conflictos. Conciencia de ser. Capacidad gratuita de crear imágenes. Buenas ideas. Cualida des del pensamiento. Las alas son el aire.
Para escapar del laberinto en Creta, el arquitecto Dédalo se ingenia unas alas con las que él y su hijo consiguen salir volando de allí. Desoyendo la advertencia de su padre, Ícaro se eleva hacia el sol, hasta que su artefacto emplumado se derrite y cae a tierra. Este relato puede interpretarse como una alegoría del contraste, entre la prudencia, e Hybris, la desmesura. Una gestualidad violenta que excede la norma de lo humano, transgre sión, de la cual querer alcanzar el sol es una bonita metáfora. Ícaro cae y muere a consecuencia de ignorar sus límites; desatiende el consejo de su padre, que como genio inventor de las alas, simbo liza la autoridad y el saber que confiere la experiencia.
Esto no termina aquí. Con ante rioridad Dédalo había llegado a Creta
escapando de la justicia en Atenas, por haber matado a su mejor discípulo, que era además su propio sobrino. Así la accidental pérdida del hijo, compensa simbólicamente la del sobrino, cuyo castigo pretendía evitar. El relato alude a los ciclos de repetición: las cosas idénti cas que regresan, en aquel otro laberinto que podemos llamar destino, o karma.
La imagen de unas alas que se fabri can para volar conecta con las faculta des del pensamiento. Nombrar, discurrir, imaginar, narrar; solucionar dificultades, declarar el rumbo o el sentido, hacer viajes en el tiempo, inventar objetos o procedimientos deduciendo principios naturales. Unas alas nos permiten escapar de una prisión, o de unas limi taciones. Pero el mito advierte sobre su uso. Condena la fantasía y la imprudencia; también muestra veladamente como aque llo de lo que se huye, el enigma no resuelto de las causas y las consecuencias, siem pre regresa. Con lo que el pensamiento sólo puede de veras liberarse, si resuelve los conflictos que lo mantienen atado al círculo de la repetición.
El pensamiento nos eleva a las alturas de la comprensión de las cosas, así como nos arroja al abismo de la incohe rencia. Un importante volumen suyo consiste en variaciones de los mismos temas cargados emocionalmente; literal mente basura, ruido. Estas repeticiones nos enferman. A fin de sostener la salud hay que atenuarlas y desactivarlas.Apren der a estar en silencio, meditar,conocerse.
Aliento Espíritu Imaginación Mente Transparencia Pensamiento Imagen Palabra Lenguaje Ideal Libertad
Dios cambia de forma en forma como el fuego, que al mezclarse con los aromas, del deleite de cada uno recibe un nombre nuevo. -Heráclito Fuego vine a traer al mundo y qué quiero sino que ya arda. -Jesús, Evangelio de Lucas
Ser Vida Deseo Poder Orgullo Pasión Instinto Amor Acecho Intento Voluntad Inspiración Creatividad Naturaleza Sexualidad
Fuego habla si sabe escuchársele. Fuego interno: metáfora del alma, del entusiasmo, la inspiración. Fuego del Espíritu. Fuego del amor o la pasión. Emociones: ira, alegría, exaltación, determinación.
Simboliza el hogar, el alimento. Reúne, tanto como funda la comunidad. Desde lo más arcaico, el fuego está presente en mitos, rituales, significaciones. Acom paña la memoria y permite la cultura. El fuego baja del cielo con el rayo. El mundo de los dioses debe su anuncio al fuego inmaterial. La transformación tecnoló gica del mundo, es aplicación del fuego arrebatado a los dioses por Prometeo. Heráclito sostiene que todo proviene del fuego; identifica el fuego que arde y consume, con el ser.
El jaguar, guardián de la oscuridad y de la selva: astuto, ágil, poderoso. Rela cionado con el trueno, es también el sol del atardecer que se esconde para atrave sar la noche. Tutela el mundo chamánico, donde se apropian sus cualidades para sobrevivir en la jungla del saber
inconsciente. El fuego y el jaguar están vinculados de manera simbólica, por el color de la piel y sus cambios repentinos. Ambos representan el poder personal, la voluntad y la energía que surgen del deseo. Su poder se sitúa en el cuerpo a la altura del plexo solar, en el tercer chakra que es también el centro de las emociones. Son atributos suyos la fuerza, el coraje, la individualidad, la determina ción, el autodominio, el discernimiento y la propia estima.
Este centro puede bloquearse a causa de la autoridad crítica y la permanente desaprobación de los padres, así como por sentirse un hijo no deseado. También por alguna herida en el amor propio, que hace al sujeto inseguro, dócil, autodestructivo; y que sumado al afán de aprobación y reconocimiento que padece, compensa con una visión fantasiosa de sí mismo.
La insatisfacción nos obliga a pregun tarnos si la vida que vivimos, expresa el propio fuego y en qué medida. Esta pregunta nos lleva a otra, por lo que impide que ese fuego arda: ¿a qué se ha entregado la voluntad? La siguiente apunta a qué hacer para encender de nuevo ese poder. La conciencia no tolera ser utilizada, o traicionada. Renunciar a expresar el talento concedido por la vida, lo mejor de nosotros mismos, es permitir que de manera progresiva lo peor tome el control. Se resienten la autoestima, las emociones, y la salud.
Cacería Ritual Magia Goce.
Ira Envidia Codicia Lujuria Excesos Remordimiento Impulso destructivo
Dependencia. Control. Matriarcado. Feminismo. Guerra de los sexos. Heren cias oculta y manifiesta del pasado. Principio femenino receptivo. Diosa Madre. Ética del amor y del cuidado.
Hay una conciencia femenina lasti mada, una memoria ancestral de maltrato y abandono. El disgusto hereditario por haber sostenido el peso de una tradi ción, que argumentara la superioridad del varón sobre la hembra, para rebajarla en la escala del trabajo, la dignidad, y el goce. Sometiéndola mediante un mito, cuyos arquetipos no iban más allá de santa, bruja, o prostituta, a la negación de sí misma, y el ideal de sacrificio por compensación. Incontables dramas derivados de esta construcción imagina ria, han dejado un surco profundo en la memoria ancestral inconsciente feme nina, y en la cultura. Por su parte el varón
también ha sido alienado con modelos no menos desafortunados, de racionalismo y violencia. ¿Cómo reestablecer el equilibrio en cada uno?
En el origen de las adicciones hay una herida antigua relacionada con el cuidado, la alimentación, y la ausencia de la madre. Es la emoción original desencadenante del conflicto, que queda inscrita en un periodo anterior al lenguaje. Con el tiempo se enganchan a ésta otras frustraciones, y la secuencia resultante se convierte en una entidad autónoma de la psique, un complejo; que oculto entre los procesos inconscientes es capaz de movilizar una ansiedad y una demanda exclusiva, cuyos vínculos aparecen desconectados para la conciencia. La angustia se resuelve mediante el consumo de algún sustituto de la comunión con la madre, una sustancia. Se trata de un hambre insaciable, que pide lo que no hubo, a una cosa que no lo puede dar. Madre invasora, posesiva, enjuiciadora, amenazante. Padecer lo femenino como carga: sentirse en desventaja y sometida. Memoria del enojo ancestral por no poder vivir la propia vida. Amor, rencor. Pedago gía de la liberación femenina y la guerra de los sexos; fantasías de retaliación; inmediatismo visceral; cierre de los afec tos; histeria. Rechazo y desvalorización de lo masculino, en consecuencia, mascu linización de lo femenino. Castración del hijo o de la hija.
Restaurar el arquetipo. La madre repre senta el principio femenino dcada hombre o mujer. Sea cual fuerebla historia que nos vincule de manera dolorosa a nuestra madre, los conflictos sin resolver con ella se experimentan como estancamiento emocional, desmotivación, aislamiento, sequedad, escasez. Se bloquean el éxito y la abundancia. También se dificulta la expresión de las capacidades femeninas de abrirse a lo externo con confianza, y acoger la vida con amor. Disminuye la generosidad, la fluidez, la inspiración, el intercambio. No se concibe la posibili dad de amor incondicional, no se alcanza la ética de la protección y el cuidado.
La memoria ancestral inconsciente femenina, y en la cultura -Dario villegas
Prohibiciones. Castración. Reproba ción. Rechazo. Desvalorización.
Metáfora de Dios. Principio masculi no activo, creador. Figura de poder. Rey. Emperador.
La figura del padre ha perdido el presti gio y la autoridad que tuvo anteriormente. En la ley romana una figura llamada patria potestad, permitía a un padre disponer de la vida de su mujer y sus hijos, incluso venderlos como esclavos, así como arreglar matrimonios a cambio de bienes y alianzas. Las órdenes del padre eran incuestionables, como si la paternidad fuera una investidura divina. La maldición de un padre excluía al hijo del nombre y el clan familiar.
El ejemplo es extremo, pero ilustra una mentalidad que en Colombia podía estar vigente cinco o seis generaciones hacia atrás, a finales del siglo XIX. De ese
tiempo a acá, tal potestad que autoriza ba decisiones acertadas o equivocadas, sobre los bienes, la familia, el futuro de los hijos; además de la transmisión de tradiciones, creencias, y valores, se ha venido a menos progresivamente. La transmisión de la ley y la cultura, con lo que eso signifique, ya no pasa por la palabra del padre, sino por la pantalla del televisor.
La palabra del padre representa simbólicamente la ley, una restricción, una orden, e implica interiormente propósito y estructura. Del padre se espera que nos enseñe cómo es el mundo, y cómo puede conducirse uno en él. La omni presente pantalla incita a desobedecer, a desbordarse en un placer sin límites, y en consecuencia a carecer de propósito
él recibí la vida que vivo y agradezco. Me pongo en paz con la existencia, y con él, conservo lo valioso y dejo ir lo otro.
A un nivel primordial, somos hijos del cielo y de la tierra. Este es el vínculo que se restaura, algo así como la programación original.
y estructura. La pantalla desautoriza al padre, ha venido a remplazar su palabra en nombre de las necesidades del merca do, y el pobre ni se da por enterado.
El padre está ausente. La familia, últi mo núcleo de resistencia solidaria, frente a la deriva económica, es disuelta pro gresivamente por un entorno de 'sálvese quien pueda'. Los valores del mercado pre dominan y son hostiles a la vida. Aquello de que “sólo sobreviven los más fuertes” es otro mito: los solidarios también consiguen prosperar.
Restaurar el arquetipo. La ausencia del padre, tanto como sus excesos, dete rioran la parte masculina del hijo o la hija; somos dos mitades. Los conflictos sin resolver con la figura paterna, van a entor pecer aquellas cualidades relacionadas con lo masculino; como la autoridad para vivir la propia vida, la capacidad de llevar adelante los proyectos, y la voluntad de abrirse paso frente a las dificultades.
El autoritarismo, la incoherencia y los abusos, debilitan la autoconfianza o disparan actitudes reactivas. Por compli cada que sea, o haya sido la relación con el padre, no queda otra salida que vaciar las emociones contenidas y aceptar las cosas como son. Mi padre es humano y falible, al igual que yo lo soy. Hizo por mí lo que pudo, poco, o mucho. Me dio lo que tenía, poco, o mucho. Tal vez más, tal vez menos, de lo que yo podría dar. De
La omnipresente pantalla incita a desobedecer -Dario villegas
Árbol genealógico. Multitud de sangres que convergen. Historia familiar, conocida o desconocida. Influjo de los ancestros. Legados de toda clase: fechas, profesio nes, papeles o destinos que se repiten. Conflictos. Soluciones típicas. Reparación inconsciente de las faltas de los ances tros. Alma grupal.
La palabra tótem viene de un término indígena que significa marca de familia. Además del color de la piel y otros rasgos, los conflictos familiares también son hereditarios, son nuestra marca invisible de familia. El modo como los antepasados vivieron, lo que sintieron, hicieron, pensa ron; aquello que resolvieron o no, deja un programa en la memoria, activo desde lo inconsciente. Esto significa que elementos desconocidos, ajenos a la vida individual; influyen sobre ella sin que se los distinga como causantes de algo. Es necesario in dagar la verdadera historia familiar, somos réplicas genéticas de nuestros ancestros, y llevamos cargas suyas que no nos co rresponde llevar. El paso para liberarse de ellas es identificarlas.
La terapia transpersonal desarrollada por Bert Hellinger, conocida como conste laciones familiares, permite desplegar la información sistémica que hay en nuestro inconsciente familiar, o alma grupal como él prefiere llamarla. Un grupo de perso nas representa a los miembros de una familia, de los que ignoran todo menos sus nombres. A condición de mantenerse neutrales, abiertos a sus propias sensacio nes, los participantes son tomados por un movimiento que los lleva más allá de ellos mismos, manifestado en la vivencia de impulsos, emociones, y a veces imágenes.
El constelador hace de intérprete de aquella gestualidad, que sin él no llegaría a un diálogo, o a una comprensión del drama. El malestar real experimentado por un representante hacia otro, en el círculo de la constelación, corresponde a la situación de los personajes que evocan con sus nombres, sin estar limitados por el tiempo o espacio: el abuelo, la abuela, los bisabuelos, quien sea. El constelador hace preguntas, o afirmaciones puntua les, y los representantes responden desde su sensación sin añadir sobreactuación argumental. Es un drama quieto, visto desde afuera, que puede ser bastan te intenso para quien ha solicitado la constelación, pues reconoce sus propias actitudes en las de los representados, y esto le sitúa en su historia.
El objetivo de la constelación es res taurar los órdenes del amor en la familia, en concordancia con los principios de pertenencia al sistema, jerarquía según el orden de llegada, y las dinámicas del dar y el recibir. Su instrumento básico es el reconocimiento. Esta representación tiene como espectador y eje al conste lado, le permite ser testigo de algo que ocurre; el despliegue de una información que contiene aspectos desconocidos de un drama, identificado a través de sus re peticiones, y en el que ha estado envuelto sin saberlo.
La eficacia de la constelación es la vi vencia profunda de comprensión, a través de una metáfora situacional o escénica, de elementos de identidad recibidos de los ancestros. Permite entender tenden cias, ritmos, y pautas, a los que estamos sometidos de manera inconsciente;
situarlos de otro modo para remediar bloqueos, conflictos, y asuntos que dejó el sistema familiar sin resolver.
Cuando se rechaza algún contenido del sistema, mientras más se le quiere excluir, paradójicamente más se resuena con él. Termina adherido a la parte oscura de la personalidad. Al nacer en una familia se recibe todo: lo caliente y lo dulce, como dirían los Uitotos. Para salir del círculo de la repetición de lo negado conflictivo, hay que reconocerlo, integrarlo, y trascenderlo mediante el amor. Endulzarlo.
Nuestro legado de mezcla de pue blos y razas, arrastra el conflicto de los incontables dramas de sus choques y diferencias. Somos descendientes de víctimas y de victimarios; esta oposi ción regresa cíclicamente a lo colectivo como a lo personal. La guerra contra los excluidos es interminable. Este conflicto no reconocido, es un ruido de fondo que distorsiona la definición de lo que somos. Es necesario abrazar todas las sangres que nos anteceden. Honrar la composición del árbol ancestral de nuestros pueblos es una condición para la aceptación de lo que somos, que nos lleve por fin a una socialidad constructiva.
“El árbol genealógico actúa como una trampa, imponiendo a la perfección del proyecto cósmico de los descendientes sus límites materiales y psicológicos; mezclando temores, rencores, frustraciones e ilusiones (…) El árbol en positivo: herencia evolutiva, florecimiento de la conciencia cósmica”. -Alejandro Jodorowsky-
Voracidad. Consumo. Derroche. Despilfarro. Pulsión. Gula. Avidez. Alimentación física, mental, emocional y espiritual. La alimentación agrupa ritual mente a la familia y al clan. Compartir el alimento refuerza la comunidad de afectos y la pertenencia al grupo. La alimentación debe elegirse de acuerdo a las propias afinidades. Se ha dicho que uno es lo que come.
Cuerpo. Sol, alimentos, naturaleza, enraizar, nutrientes, movimiento, deporte, habilidades, descanso, contacto, masaje, danza, erotismo.
Emociones. Amor, empatía, armonía, música, danza, poesía, ritual. Liberar emociones contenidas, expresar la crea tividad, tocar un instrumento musical, cultivar la confianza en sí mismo.
Mente. Educación para la vida. Conoci miento, experiencia, aprendizajes, lengua jes, intercambio, silencio.
Espíritu. Poesía, mito, verdad, sentido, meditación, sabiduría, ritual, creatividad. Lecciones y experiencias espirituales,. El Colibrí. Viajero y mensajero. Simboliza el reino del alma, la poesía y el mito. Chakra del tercer ojo. Alimentarse de lo sutil.
El consumidor es una criatura trans génica, engendro de la ideología del mercado, cuyo deseo es manipulado por la publicidad para regresarlo al nivel origi nal de la pulsión: tragarse lo que encuentre por delante. Somos asediados por mensa jes según los cuales las necesidades básicas, tanto como los deseos y fanta sías humanas, se vinculan al consumo de algún producto: tal objeto le abrirá las puertas de la felicidad, el prestigio, el poder, el atractivo sexual, y así por el estilo. El mecanismo de la manipulación es sustituir una cosa por otra, y como quiera que un sustituto no puede satisfa cer un deseo real, lo que se crea es la demanda sin fin de necesidades imaginarias, a través del consumo de objetos. El exceso y el derroche sólo encubren la carencia.
Ignorancia: no interrogo la fuente de mi propia inquietud o insatisfacción, salgo a comprar o a consumir. Una vez pasada la novedad regreso al estado de malestar, que calmo con una nueva dosis de lo mismo, o del que culpo a cualquier cosa ajena al verdadero motivo.
Una civilización carente de vinculación afectiva con el planeta, con la mentalidad
hedonista de consumir y derrochar, se comporta como una plaga robot. Su economía se retroalimenta programando adictos funcionales al mercado. No se reacciona frente al daño hasta que éste toca el interés propio. La depredación y la hipoteca del futuro, que ejerce el sistema global, nos evoca el mito de Saturno que devora a sus hijos. De qué manera me alimento en cada una de mis áreas. ¿Cuido bien mi cuerpo? ¿Es saludable todo lo que como? ¿De cuáles emociones me nutro? ¿A qué le entrego mi atención? ¿Cuáles cosas imito? ¿Qué palabra sale de mi boca? ¿Qué alimento en quienes me rodean?
No es lo que entra por su boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de ella… pues proviene del corazón. -Jesús
Las dos primeras cartas, señalan la perseverancia en el propósito.


El escalador y el equilibrista, encarnan el riesgo de cualquier iniciativa importan te. Se trata de caminar sobre la cuerda floja, o ascender sobre el vacío. Poner a prueba la tenacidad, la confianza, y el aliento del propósito.
El hilo que mantiene en suspenso ambos protagonistas, es la vida, y siempre es peligroso. ¿Cómo llamas tú, a aquello que extiende éste hilo, sostenien do la conciencia en el vacío a través de los días y los años?
Ese Gran Misterio se escenifica con tinuamente ante nosotros. Quien ora, o medita, entabla una conversación íntima con el Misterio. Le enseña su alma, y contempla ambas profundidades allí.
Es un afortunado. Todo le responde. Experimenta sincronías. Casualidades significativas. Se trata de un diálogo interno, con resonancia en lo externo. Para sostenerlo, se mantiene atento, escucha los dos mundos. Uno denso, de resistencia y conflicto, y otro sutil, que le señala el sentido. El porqué, y el para qué. El hacia dónde. La distinción de lo esencial. La lucidez para apartar lo que no favorece el rumbo elegido.
El verdadero propósito, tras el aparen te, debe coincidir con la aspiración del alma a liberarse de ataduras materiales,
y dedicar su atención a lo que ama. Este es un fundamento del buen vivir. ¿Hacia dónde se dirige nuestra búsqueda y esfuerzo? ¿Somos cazadores que ace chan al jaguar, o peregrinos del templo de la Luz más clara?
En el nivel superior está el Amor, en el inferior, el combate. Habitamos ambos mundos, pero hay cosas que se eligen en esta ecuación. Elige bien. Mantén tu fue go encendido, a pesar del caos alrededor. No te hagas parte del desorden. Se vino al mundo a hacer un hogar, no una trinchera.
Comparte lo bueno que recibes. Da siempre lo mejor a todos. Cultiva un jar dín alrededor, como si el mundo pudiera llenarse algún día de jardines.
EL AMOR ROMÄNTICO corresponde al “amor ideal”.
Media naranja, alma gemela, llama doble, o alguna otra metáfora; lo mismo que “felicidad”, sostienen la ficción de un estado perfecto e invariable.
En realidad, tenemos fluctuaciones y cambios. La vida, como un rio, discurre entre paisajes y niveles. El amor también. Amor, Eros, es impulso universal, que reconcilia principios y mundos, para integrar la vida. Tiene por complemento y adversario, el caos. Inercia destructiva, tendencia a la entropía. Amor, alimento, y cuidado, sostienen la vida; la hacen florecer.
...
Sin embargo, éste amor dulce se contamina fácilmente de celos, posesión, y luchas de poder.El amor, como el agua, se descompone si se estanca, y detiene su flujo hacia afuera.
Amor es conexión con todo. Apertura a la dimensión sensible.
Amor, potencia que anima la vida. Matriz Universal que nos contiene. Desea expresarse, pero la mente lo admi nistra con avaricia. Quien sólo se ama a sí mismo, ve al otro como objeto. Quien sólo ama los bienes materiales, padece la ansiedad de tener y no tener.
Quien ama a otro de manera exclu siva, ve aparecer en el amado su propia sombra, y empieza a combatirla.
El gusanito del caos se introduce disimuladamente en el equipaje de los amantes. Los fantasmas no resueltos de la historia personal, sumados a la incohe rencia en sentir, pensar, hablar, y actuar, pasan su factura.Amor es abundancia que no puede contenerse o ahorrarse, sin que se extinga. Su condición, como la savia del árbol, es fluir desde la Fuente para nutrir al todo. Así circula y se oxigena.
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