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LA ESCUELA NO NOS PREPARA PARA LA VIDA/ Irazi Cabrera


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Soy de la generación que saltó de la máquina de escribir para entregar trabajos de investigaciones de lo que llamábamos tomos de enciclopedia y libros, a hacer investigaciones en internet. Fui parte de esa generación a la que los papás nos decían “desconéctate de internet porque voy a usar el teléfono”. De esa generación que pasó de vivir el salto análogo a lo digital.
Fuimos testigos de un cambio de era, y no sólo eso, lo vivimos, lo implementamos. Vimos con nuestros propios ojos qué tan rápido puede cambiar el mundo y qué tan rápido avanza la tecnología, siendo nosotros protagonistas de esos cambios. Nos asombra saber que hoy en día los Millennials son la generación con más estudios, la peor pagada y la más desempleada. Si como padres pensamos que por darle una carrera profesional a nuestros hijos les resolvemos el futuro, no estemos tan seguros de ello ¡Las cosas ya no son como antes!
Forbes México publicó que sólo 4 de 10 Millennials perciben más de 12,000 pesos mensuales según la INEGI. Es impactante saber que el 11% de los jóvenes no supera los 2,400 pesos de salario mensual, mientras que 30% percibe hasta 4,802 pesos y 24% llega a los 7,200 pesos y que sólo el 52% de esta generación percibe un salario bajo la línea de bienestar. Muchos de ellos trabajan sin tener ni siquiera seguro social.
“Como sociedad les dijimos a los jóvenes que si estudiaban una carrera tendrían una mejor calidad de vida y aunque en muchos casos sí es así, en miles de otros esas palabras no fueron verdad”, menciona Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). “Hay algunos que tienen un buen salario saliendo de la universidad, pero los números nos cuentan que el grueso de los jóvenes enfrenta una historia distinta”. (El Financiero)
Las habilidades que nuestros hijos necesitan desarrollar para tener éxito, para que sobresalgan y no sean parte de un número de las estadísticas que dan pavor, “tengo mi título pero no encuentro trabajo”, o “estoy emprendiendo un proyecto pero no me está funcionado” no las están enseñando en la escuela tradicional y mucho menos se están desarrollando dentro de ella.
¡El mundo está loco! me queda claro! Y algo que también me queda muy claro es que la ESCUELA NO TE PREPARA PARA LA VIDA, la escuela sólo te brinda conocimiento. El sistema tiene grandes fallas. Estudiamos alrededor de 19 años para tener una carrera profesional y 3 o 6 años más si queremos una maestría o doctorado. Llegamos al mundo laboral, a nuestra primera entrevista y nos hacen las preguntas más importantes: ¿Con qué experiencia laboral cuentas? ¿Qué habilidades has desarrollado? ¿Qué logros obtuviste en tu empleo anterior?
Las empresas saben que LOS CONOCIMIENTOS NO SON SUFICIENTES, hay que saber hacer. Pero, ¿Quién te enseña a hacer?, ¿cómo lo aprendes?, ¿cómo aprendes a poner en práctica lo que sabes?, ¿cómo desarrollas las habilidades que necesitas para tener éxito profesional? Entramos a trabajar desde cero a cierta edad y en lo que crecemos en experiencia laboral también crecemos en edad. Para las empresas la vida se acorta rápido y nos hacemos “viejos” para ellas muy pronto, mientras que el gobierno aumenta el rango de edad para podernos jubilar. ¡Simplemente todo esto no tiene sentido! ¡No tiene lógica! Pero, ¿qué vamos a hacer al respecto?, ¿cómo le vamos a hacer para salir del sistema y ser nosotros los que juguemos con el mal sistema y no al revés?, ¿qué vamos a hacer para que nuestros hijos no sean víctimas del mismo?
Tal vez podemos llegar a pensar “mis hijos no van a ser empleados, mis hijos van a emprender”. Pero la verdad es que no lo sabemos con certeza y es necesario decir que aún para emprender se necesita experiencia, se necesita saber hacer. Padres e hijos somos responsables de cubrir toda la preparación extra para el futuro en el que ellos van a vivir. El mundo en el que vivirán nuestros hijos, no será para nada como el mundo en el cual nos tocó vivir a nosotros y menos con los avances acelerados de la tecnología, los avances del acceso a la información, los cambios constantes en el mercado, etc. Y justo por esta razón empecé escribiendo este artículo agradeciendo ser parte de la generación que le tocó vivir el cambio de una era.
Somos perfectos testigos de qué tan rápido puede cambiar el mundo, si nosotros vivimos esto, imagina lo que vivirán nuestros hijos. Esto nos tiene que hacer como madres y padres pensar diferente, actuar diferente. Las máquinas no dejan, ni dejarán de suplirnos. Nuestros hijos vivirán un mundo laboral y profesional compitiendo con máquinas y robots. ¿Has pensado en ello? Por cierto, están empezando a hacer pruebas con robots en la enseñanza, así es, robots enseñando en escuelas. Mientras que nuestro currículum escolar tiene más de 30 años de antigüedad lleno de temas totalmente obsoletos para el presente, ya ni qué decir del futuro.
Las mal llamadas Reformas Educativas no son más que política, nadie está cambiando el contenido de lo que los niños deben aprender para estar preparados para el futuro, ¡ellos siguen aprendiendo lo mismo que nosotros aprendimos hace décadas! Solo con una que otra modificación.
Tony Wagner, uno de los expertos en educación más reconocidos del mundo establece siete destrezas que los estudiantes deben desarrollar antes de terminar la educación media, y que les ayudarán no solo a conseguir y mantener un buen trabajo, sino también a ser ciudadanos informados y capaces de desenvolverse en la nueva economía del conocimiento globalizado. Estas son:
Pensamiento crítico y resolución de problemas; Colaboración en redes y liderazgo por influencia; Agilidad y adaptabilidad; Iniciativa y espíritu emprendedor; Comunicación eficaz, oral y escrita; Capacidad de acceder a la información y analizarla; Curiosidad e imaginación. También se plantea que la inteligencia emocional será la base del éxito laboral en el futuro. Además de: Inteligencia social;
Pensamiento innovador y adaptativo; Competencia intercultural; Dominio del “Big Data”; Comunicación mediática; Mentalidad creativa; Gestión del conocimiento; Colaboración virtual; Sensemaking; Transdisciplinaridad; Mentalidad de diseño; Flexibilidad y adaptación; Capacidad resolutiva; Trabajo en equipo; Discernimiento.
Me gustaría mencionar algunos trabajos emergentes que están creciendo con fuerza para que nos demos una idea de lo que está pasando:
Especialistas en desarrollo organizacional. Especialistas en tecnología de la información. Analista de datos científicos. Especialista en Inteligencia Artificial. Desarrolladores de software y aplicaciones. Especialistas en Big Data. Especialistas en transformación digital. Especialistas en nuevas tecnologías. Sin afán de desanimar, pero sí de motivar a salir de nuestra zona de confort, como mamás y papás, ¡despertemos! Preparemos a nuestros hijos para la vida en todos los sentidos, espiritual, laboral, profesional, del hogar, social, etc. La escuela no lo está haciendo, en la escuela sólo adquieren conocimientos. Tenemos que entender la diferencia entre educación (formación del ser), enseñanza y aprendizaje, tres cosas totalmente distintas pero que se conectan.
Es nuestra responsabilidad como padres educar, formar y preparar a nuestros hijos para la vida, para su futuro. Investiguemos, leamos al respecto, tengamos una educación activa, busquemos la o las formas de proveerles todo lo necesario para desarrollarse, para poner en práctica lo que saben. Dejemos que experimenten el aprendizaje autodirigido, la autogestión. Dejemos que imaginen, que creen, que experimenten. ¡Hay tanto por hacer!