36 minute read

Collaria scenica, una plaga que limita la calidad en la producción de pasturas

ING. LUIS DIEGO BLANCO

Como todo cultivo, los forrajes se ven afectados por una serie de plagas y enfermedades que afectan tanto su producción de biomasa como su calidad bromatológica. Uno de los insectos que por años ha generado un impacto negativo en esta actividad es el chinche de los pastos, Collaria scenica el cual es un hemíptero de la familia Miridae. Estrada y Ferreira et al. citado por Naranjo et al. (2013) mencionan que C. scenica presenta varios hospederos alternativos, lo que facilita su reproducción y sobrevivencia durante todo el año. Este insecto chupador genera un daño directo al follaje causado por la inserción del aparato bucal en las nervaduras y la ingestión del contenido celular, provocando manchas cloróticas que disminuyen el área fotosintética de las plantas (Figura N°1). Así mismo Vergara citado por Naranjo et al. (2013) señala que hay una reducción de hasta un 25% de la disponibilidad de biomasa forrajera y por lo tanto afecta el ingreso económico.

Figura 1 .Reducción del área fotosintética de las hojas ocasionado por Collaria scenica.

Según Martínez y Barreto citado por Montero et al. (2012), C. scenica puede ocasionar una reducción en la producción de leche que varía entre 0.5L y 5L/vaca/día y una disminución en la capacidad de carga de hasta 2 unidades animales/fanegada. Es por ello que, en Colombia, C. scenica se ha convertido en la mayor plaga limitante para el desarrollo de la ganadería lechera, debido a que ataca agresivamente a Pennisetum clandestinum conocido como pasto kikuyo (Barboza y Vergara citado por Naranjo et al. 2013).

Uno de los inconvenientes que se une a lo anteriormente mencionado, es que la zona norte de nuestro país posee condiciones climáticas favorables durante la mayor parte del año para el desarrollo de C. scenica, ya que se caracteriza por ser un lugar húmedo, con temperaturas y luminosidad elevadas y altas precipitaciones (Figura N° 2). Esto coincide con lo manifestado por Castro et al. y Peck et al. citado por Garza y Barreto (2011), quienes señalan un aumento en la abundancia de las poblaciones de los salivazos Zulia carbonaria, Prosapia spp y Aenolamia reducta con el periodo de lluvia en las praderas de zonas cálidas de Colombia y Costa Rica, lo que podría indicar que las lluvias y la humedad se relacionan positivamente con el aumento de la abundancia de las poblaciones de algunas plagas del orden Hemíptera.

Según el IDEAM citado por Garza y Barreto (2011), antes de una temporada de lluvia, hay una temporada seca, en la cual la temperatura máxima aumenta entre uno y tres grados sobre la normal. Estas altas temperaturas favorecen una mayor acumulación de grados día de los insectos, lo que acelera la transición entre estados. Garza y Barreto (2011) mencionan que esta acumulación de grados días en los estadios ninfales del chinche provocan un aumento en la cantidad de adultos y por consiguiente una mayor cantidad de huevos en las pasturas. La mayor eclosión de estos huevos y el aumento en la población de ninfas se da entonces posterior a la temporada seca y coincide con la mayor disponibilidad de pasto que se genera al inicio de la época lluviosa.

Así mismo, el desconocimiento de la biología de la plaga y ausencia de un manejo integrado por parte de los productores, ha conllevado al uso de una amplia gama de insecticidas fosforados que ha generado problemas en los bovinos, producción de leche y medio ambiente. Con la reincidencia de la plaga poco tiempo después de las aspersiones, los ganaderos varían las dosis y las frecuencias de fumigación generando además resistencia por parte de la chinche (Montero et al. 2012).

Esta podría ser la razón por la que, cuando Montero, et al. (2012) llevaron a cabo las colectas de las chinches en campo, durante su ensayo para probar los estractos de semilla de Neem (Azadirachta indica A. Juss) en el control de C. scenica, evidenciaron que en los pastizales fumigados había una baja incidencia de enemigos naturales de la chinche como la arañita Alpeida variabilis Keyserling (Aranae: Araneidae) y la mariquita Eriopsis conexa conexa Germar (Coleoptera: Coccinelidae); mientras que las chinches parecen perdurar o reaparecer al poco tiempo de las aplicaciones químicas.

Según lo mencionado por Pérez et al. (2016), en Costa Rica existen casi 40 mil productores ganaderos que se dedican a la crianza de ganado en los sistemas de producción de cría, doble propósito y lechería especializada en sus diferentes fases de desarrollo y engorde. La finca promedio tiene 27 Unidades Animales (UA) y una extensión promedio de sólo 35 ha. Para estas unidades el forraje representa el insumo más importante en la dieta de los bovinos, tanto por su contenido de fibra, la cual es fundamental para el mejor aprovechamiento de los alimentos balanceados altos en granos y para favorecer la formación del bolo alimenticio durante el proceso de la rumia, como por su aporte nutricional en cuanto a materia seca, proteína, fibras neutro y ácido detergente, cenizas y carbohidratos no estructurales.

Según lo afirman Verité y Journete citado por Sánchez y Quesada (1988), el consumo voluntario en los rumiantes se deprime cuando el contenido de materia seca en la dieta es inferior a 18%, por lo tanto, el pasto debe recibir un manejo adecuado en cuanto a control de plagas, plan de fertilización, días de rotación, etc, para poder cosecharlo en su punto óptimo y aprovechar al máximo, su aporte de nutrientes con la mejor digestibilidad de sus fibras.

Desde hace algunas décadas, Costa Rica ha venido mejorando sus sistemas de producción ganadera, pasando de una ganadería totalmente extensiva, a un sistema de producción ganadera intensivo, con un incremento sustancial en las unidades animal por unidad de área. Esto solo ha sido posible gracias a la transformación de las áreas forrajeras (Figura N° 3)

Figura 3 Producción ganadera basada en el mejoramiento de pasturas.

En Costa Rica la ganadería bovina genera 16% del Producto Interno Bruto Agropecuario (PIB Agropecuario) y el 75% del PIB pecuario. Otro indicador que ilustra la importancia del sector ganadero bovino en este país es el uso de la tierra, la ganadería ocupa el 26% del territorio nacional (1.35 millones de ha) mientras que el resto del sector agrícola, sin incluir bosques, utiliza solamente 457 mil hectáreas (9%) (Pérez et al. 2006). Aunque una de las posibles causas de las altas poblaciones de C. scenica en muchos de los forrajes más comunes podría ser el desequilibrio ecológico provocado por el hombre en los agroecosistemas, se sabe que una de las principales consecuencias del daño que éste genera, es el uso indiscriminado de insecticidas en los sistemas de producción ganadera. Sin embargo, esta no parece ser la solución al problema, ya que, a pesar de las aplicaciones cotidianas de estas moléculas, C. scenica continúa causando lesiones foliares año tras año en los forrajes de la mayoría de las fincas ganaderas. (Galindo et al.; Martínez y Barreto citado por Garza y Barreto 2011). Es así como, de acuerdo con xXX Costa Rica es uno de los países que registra mayores consumos de agroquímicos para las diversas actividades agropecuarias, en realción a otros países de la región y esto lo podemos comprobar según lo expuesto en la figura N° 4

Figura 4 Costa Rica: uso de plaguicidas en comparación con los demás países OCDE de América, en kg ia/ha de tierra de uso agropecuario

El productor ganadero debe informarse más sobre la naturaleza de los insectos que afectan sus cultivos y buscar posibles opciones efectivas, económicas y que no comprometan la salud de las personas, dentro del marco de un manejo integrado de plagas que reduzca el impacto del daño económicos en la actividad forrajera. Así lo indican Castaño et al. (2019) quienes afirman que, para los ganaderos, es importante conocer algunas prácticas adecuadas para el manejo y control de los organismos indeseados, de tal modo que puedan identificar y aplicar métodos eficientes de manejo, sin necesidad de recurrir a plaguicidas tóxicos que contaminan los alimentos y el medio ambiente, y afectan la salud humana y animal. Esto es necesario ya que en la figura N° 5 se observa que pastos comprende uno de los cultivos donde, para el año 2020, ocupa uno de los lugares más altos en aplicaciones de agroquímicos después banano y piña.

Figura 5 Uso de plaguicidas en algunos cultivos seleccionados (años 2000, 2007 y 2020) en kg ingrediente activo.

En los últimos años, en la búsqueda de un equilibrio entre el ambiente, la producción y el hombre, se ha desarrollado un nuevo concepto de protección de cultivos mediante el uso de productos, en cuyo diseño se considera una acción específica sobre el objetivo, un impacto bajo o nulo en organismos circundantes y el ambiente, así como un impacto bajo o nulo en el cultivo (Molina 2001).

A nivel comercial, existen productos a base de compuestos orgánicos de acción preventiva contra insectos plagas de hortalizas y de otros cultivos. Los ingredientes activos de estos productos son extractos naturales de diversas especies vegetales que cuentan con mecanismos químicos que provocan en el insecto receptor un alejamiento de la fuente emisora, repelencia, o bien un efecto de disuasión de alimentación. También puede inducir un efecto fisiológico denominado ataxia que consiste en la pérdida de coordinación motriz o alar del insecto, al ubicarse dentro de regiones de mayor concentración de moléculas defensoras en las plantas (Molina 2001).

En el mismo sentido, el silicio es un nutriente no esencial que ha venido ganado terreno en el campo del control de plagas en diferentes cultivos, así lo comprueba la SCCS citado por Legarda-López et al. (2015) quien manifiesta, que se ha probado que el Si suprime muchas enfermedades y ataques de plagas en las plantas; este efecto se debe al reforzamiento de las cutículas, que efectúa el Si al acumularse debajo de la cutícula, después de ser absorbido por la planta. La optimización en la nutrición con Si resulta en mayor masa y volumen de raíces, lo cual representa mayor superficie de absorción de nutrientes y agua, además de un aumento de la respiración de las raíces. Igualmente señala que, el silicio aporta beneficios nutricionales para las plantas en el aprovechamiento de otros nutrientes presentes en la solución del suelo, lo cual redunda en la calidad de los forrajes tratados con este elemento.

Por otro lado, una excelente alternativa con la que se puede contar para reducir poblaciones de C, scenica en pastos, es mediante el uso de hongos entomopatógenos, específicamente Beauveria bassiana, así lo demuestran Bautista et al. (2014) quienes realizaron diferentes ensayos para determinar la actividad entomopatógena de tres hongos y encontraron que B. bassiana fue el que presentó el mayor porcentaje de efectividad, logrando un control de un 20% sobre la población de C. scenica.

Lo anterior es importante por cuanto el uso de B. bassiana encaja dentro de un marco de productos seguros tanto para el medio ambiente como para los animales y para el ser humano, esto se puede confirmar basado en diferentes pruebas de toxicidad realizadas por Tapias y Dussán (2000) para demostrar la seguridad en el uso de tres sepas del hongo B. bassiana, se pudo comprobar que no produce efectos tóxicos de tipo agudo ni de tipo irritación en los animales bajo experimento, por lo que se concluye que son igualmente seguros para humanos.

EL FORRAJE Y SU IMPORTANCIA

Los pastos tienen gran importancia en la alimentación animal por encima de todo, porque son la fuente de alimento más barato que existe en la alimentación de rumiantes, esto incentiva en los investigadores a descubrir especies de forrajes altamente nutritivos, digestibles y con gran rendimiento de biomasa (Oliva et al. 2015). Gómez et al. (2012) definen el forraje como cualquier parte comestible no dañina en una planta, o una parte de la planta con nutrientes disponible para los animales en pastoreo y fauna silvestre. La planta o parte de ésta debe cumplir varios requisitos antes de ser considerada como forraje. Los más importantes son la palatabilidad y disponibilidad y si provee o no nutrientes.

Gómez et al. (2012) hacen referencia que el valor nutritivo de un forraje está en función tanto de la cantidad consumida de dicho forraje como de la eficiencia con que son extraídos esos nutrientes por medio del proceso de la digestión del mismo. Debido a que el contenido de nutrientes de los forrajes es influenciado por la cantidad y disponibilidad de productos metabólicos y anabólicos, incluyendo los contenidos celulares y la pared celular, cualquier factor que altere estos productos también afecta la calidad del forraje. Así mismo, Gómez et al (2012) mencionan que algunos factores ambientales que intervienen en la calidad del pasto son la temperatura, luminocidad y disponibilidad de agua. Así mismo, el contenido mineral influye en gran medida en la cantidad y calidad del forraje cunado las condiciones climáticas son favorables. Según lo manifestado por Bishop et al. (1989) en un sistema de producción animal basado en el uso de pastizales, se debe dar mayor énfasis a la calidad de forraje, puesto que, de ésta depende su productividad. La calidad es un término que involucra el valor nutritivo y el consumo por parte del animal. Sánchez y Quesada (1988) desarrollaron un estudio en lecherías especializadas en las zonas de San Carlos y Grecia para analizar la calidad nutricional de diferentes forrajes destinados al pastoreo con una edad post-pastoreo de 30 días y encontraron que dichos forrajes aportan en promedio 20,7% de materia seca, 11,3% de proteína cruda, 70% de fibra detergente neutro, 11,5% de carbohidratos no fibrosos y 68,6% de digestibilidad “in vitro”. Sánchez y Soto, citado por Sánchez y Quesada (1988) indican que, en el distrito de Ciudad Quesada han obtenido valores de proteína cruda para los pastos Estrella africana, San Juan, Brachiaria Ruzi y King Grass superiores a los observados en esta investigación, lo cual podría deberse a las mejores prácticas de fertilización nitrogenada que se realizan en dicho distrito. Al estudiar varios tipos de pastos de las regiones Huetar Norte y Atlántica de nuestro país, para evaluar el contenido de proteína cruda según la época climática; Vargas et al. (1987) encontraron que, durante la época lluviosa, los forrajes en pre floración contienen mayores concentraciones de este nutrimento que en post floración. De acuerdo con la literatura, la digestibilidad in vitro de los forrajes tropicales, poseen un valor promedio de 55, 4%, con un rango que va desde 30% hasta 70%. Sin embargo, el valor promedio obtenido por Sánchez y Quesada (1988) está cerca del rango máximo, siendo de 68,6%, por lo que se estima que la zona de Ciudad Quesada presenta condiciones ambientales favorables para la producción de forrajes.

VALOR NUTRITIVO DEL FORRAJE

APORTE DEL PASTO EN LA PROUCCIÓN ANIMAL

El manejo de las pasturas conlleva todas las prácticas requeridas desde el establecimiento hasta el aprovechamiento, con el fin de obtener alimento que pueda satisfacer las necesidades de crecimiento mantenimiento, y producción animal. Los pastos conforman el alimento natural más económico pero debe dársele todo el manejo requerido en términos de calidad y cantidad para su eficiente aprovechamiento en la empresa ganadera. (Valencia 2014). Al pensar en un sistema ganadero, es importante contar con un adecuado establecimiento de pasturas y un buen manejo de las mismas. Es así como, Cárdenas y Garzón (2011) indican que con el propósito de obtener mayor promedio de producción de leche Vaca/Ordeño/día, es necesario realizar un manejo

Según Chacón (2013), los resultados que se obtienen de la producción animal con respecto al pastoreo es el producto de la interacción de diversos factores. Es así como el ambiente y la influencia del hombre sobre los animales, las plantas, el suelo, entre otros, pueden determinar el potencial productivo de los animales. Según este mismo autor, las prácticas de manejo del forraje deben estar orientadas a lograr un equilibrio en el crecimeinto del pasto, el valor nutritivo del rebrote, punto óptimo de su cosecha adecuado de los pastos, y el consecuente pastoreo; con el propósito de asegurar la alimentación de los animales, mediante la instalación y manejo de pastos cultivados, la introducción de nuevas variedades, y otras acciones tendientes a mejorar la producción. Según Villalobos y Sánchez (2010), lo recomendable es producir pasturas con una adecuada biomasa y con una alta concentración de nutrientes que logren satisfacer las necesidades de los animales, ya que en pasturas de mala calidad el animal tendrá que comer más para suplir sus necesidades, lo que se ve afectado por el consecuente llenado físico que limita el consumo de alimento.

(pastoreo) y consumo por parte del animal. Chacón (2013) indica que la calidad de la pastura juega un papel determinante en conjunto con el potencial genético del animal para definir la respuesta productiva de cada individuo; en tanto que la disponibilidad de pasto (biomasa) determina la carga aninmal de la pradera, es decir, la cantidad máxima de animales que es capaz de soportar por un tiempo determinado.

Roca et al. (2012) señala que “con un eficiente manejo del pasto se logran adecuados rendimientos de los animales, al maximizar la ingestión de hierba, la calidad de la leche, el bienestar animal y los aspectos medioambientales”. Además, mencionan que en la medida que los sistemas de producción sean más sostenibles y productivos, cuya alimentación se base en el forraje, lo cual es factible en zonas con adecuada humedad, se pueden disminuir los costos de producción y aumnetar la rentabilidad de dichos sistemas. Además de disminuir los costos de producción y mejorar la competetividad de la finca, se logran otros beneficios de índole reproductivo, como lo son una disminución del intervalo entre parto de los animales, vacas con una mayor vida productiva (menor descarte) y pastoreo de las novillas a menor edad (Roca et al. 2012). Por su parte, Villalobos y WingChing (2013) realizaron un estudio por un espacio de un año en 8 fincas de la zona de Cartago dedicadas a la ganadería de leche, para determinar la producción de biomasa, los costos de producción y el costo por kilogramos de materia seca en tres tipos diferentes de pastos. Como parte de su estudio encontraron que las fincas que más invierten en pastos son las que optienen un mayor retorno de la inversión a través de la producción láctea. Igualmente encontraron que la inversión en forrajes ha permitido un aumento en la carga animal de las fincas. Como lo vemos en la figura N°7, a menor tamaño de los repastos la inversión en forrajes se incrementa, lo anterior con el fin de mantener una buena disponibilidad de biomasa y una mayor intensificación del sistema productivo.

Figura 7 Tamaño promedio de los protreros e inversión en insumos en las fincas evaluadas.

PLAGAS EN LAS PASTURAS

Por años las plantas se han visto ampliamente afectadas por organismos plagas (Franco et al 2020). Sin embargo, para implementar una estrategia de control se debe conocer sus hábitos fitófagos por cuanto existen insectos de hábito alimenticio masticador, trozando o cortando partes de las plantas. Otros son insectos comedores de follaje perteneciente al orden de los Lepidópteros. Existen también insectos chupadores los cuales succionan su alimento de los pastos afectando su calidad y producción (Mahecha citado por Valencia 2014).

BIOLOGÍA Y CICLO DE VIDA DE C. SCENICA

Como lo indica Barreto citado por Valencia (2014), El género collaria pertenece al orden Emiptera, familia Miridae, sub familia Mirinae, tribu Stenodemini. Sus especies tienen amplia distribución geográfica en el continente americano y son consideradas plagas de importancia económica en algunas gramíneas especialmente en forrajes. Dentro de los hospederos se encuentran cultivos de importancia como: arroz, trigo, maíz, avena y diferentes forrajes como el pasto kikuyo, festuca, raygrass, falsa poa, azul orchoro y brachiaria. Pineda y Ortiz (2015) señalan que el chinche de los pastos C. scenica es una plaga muy importante a nivel mundial que afecta a las gramíneas (figura N° 8), ocasionando elevadas pérdidas económicas en las lecherías especializadas en países tropicales.

Según Pineda y Ortiz (2015), este insecto presenta un desarrollo gradual en el cual se manifiestan 3 etapas en el ciclo de vida: huevo, ninfa, y adulto. La chinche de los pastos presenta un tipo de metamorfosis hemimetábola, la cual consiste en un desarrollo de alas externo y después eventualmente funcionales, cuando el insecto llega a su fase adulta, sus diferentes estadios comparten el mismo hábitat. De acuerdo con Valencia (2014), la hembra oviposita dentro de la vaina de la hoja, el 75% del total de los huevos se encuentra en las macoyas con altuta entre 1 y 10 cm de la superficie del suelo. Como se ilustra en la figura N° 9, se distinguen 5 estadios o instares ninfales, el cambio entre cada estadio se determina por la presencia de la muda o exuvia que dejan las ninfas sobre pasto; también por su tamaño y el desarrollo.

Figura 8 Chinchje de los pastos C. scenica

El tamaño es la única diferencia entre ninfas de primero y segundo instar. A partir del tercero se inicia el desarrollo de las alas. En el quinto las alas cubren mas de la mitad del cuerpo del insecto y se pueden diferenciar el macho y la hembra, en especial por el tamaño del cuerpo y del abdomen (Valencia 2014). Los adultos presentan dimorfismo sexual y como se observa en la figura N° 10, la hembra es mas grande de color pardo claro, tiene el abdomen verde y visiblemente mas voluminoso; su longitud varia entre 5.2 y 6.2 mm. Por su parte el macho es mas oscuro, de menor tamaño, su longitud varia entre 4.2 y 5mm. (Valencia 2014).

Figura 9 Ilustración de la apariencia morfológica de Collaria scenica: coloración parda, con zonas oscuras a negras; la cabeza tiene una mancha típica en forma de V; las hembras son de mayor tamaño que los machos.

GENERALIDADES DEL INSECTO

El insecto C. scenica posee un aparato bucal succionador, con el que extrae los nutrientes celulares de las hojas, causando una apariencia blanquecina en los forrajes y disminuye drásticamente su capacidad de realizar fotosíntesis. Además, posterior al daño causado por el insecto, pueden atacar hongos oportunistas que ingresan por las heridas causadas por el chinche al alimentarse. Es considerada,

desde 1998, la principal plaga de las praderas destinadas para producción de leche en la región del altiplano Cundiboyacense. El daño de este insecto ha producido una constante disminución en el rendimiento y calidad del forraje para el pastoreo del ganado, generando pérdidas económicas para los productores de leche (Galindo et al.; Martínez y Barreto citado por Garza y Barreto 2011). El chinche inserta el estilete a través de la epidermis foliar y succiona el contenido celular, y como se aprecia en la figura N°11, el daño causado provoca la formación de manchas blancas en el lugar de la picada, estas manchas se tornan amarillas a medida que se aumenta el ataque, los tejidos afectados mueren y finalmente se entorcha el tercio superior de la hoja, representado una disminución de la cantidad y calidad del pasto disponible para el ganado (Briceño citado por Pineda y Ortiz 2015).

Figura 11 Daño causado por C. scenica en la lámina foliar del pasto

De acuerdo con Torres y Boyd citado por Pineda y Ortiz (2015), el chinche succiona la savia vegetal e inyecta un complejo enzimático de amilasas, fosfolipasas para obtener esteroides y sintetizar hormonas. Estas enzimas aceleran la degradación de los tejidos vegetales. Se reportan daños atribuidos por individuos de estados maduros e inmaduros del chinche, los cuales disminuyen de 25 a 40 % el contenido de proteína del forraje y baja palatabilidad para los animales (Barreto citado por Pineda y Ortiz 2015).

AFECTACIÓN ECONÓMICA EN FINCAS GANADERAS

De acuerdo con Duarte citado por Valencia (2014), el 96% de las fincas lecheras están siendo afectadas por C. scenica, tomando en cuenta que esta plaga reduce la calidad y disponibilidad de pasto, limitando la capacidad del forraje para alimentar los animales lo que disminuye la producción de leche. Incluso esta autora menciona que, por dicha afectación, los ganaderos han dejado de percibir en promedio, un 25% de su ingreso neto económico. Este insecto C. scenica, se alimenta de los nutrientes de las hojas de las gramíneas provocando daños en los tejidos y a veces causando la muerte de estas, lo que se refleja en una disminución de biomasa disponible y una afectación en la calidad del forraje, representando pérdidas económicas por la baja cantidad en la producción de litros de 0.5 a 5 litros/vaca/día por consecuencia la reducción de la capacidad de carga y por ende la disminución de la disponibilidad de alimento para el ganado. (Duarte et al. citado por Pineda y Ortiz 2015).

ESCALA DE DAÑO PRODUCIDA POR C. SCENICA

DINÁMICA POBLACIONAL DE C. SCENICA

Pineda y Ortiz (2015) indican que Martínez y Barreto establecieron una escala de daño del pasto según el grado de afectación que presentan las plantas. De esta manera, como se muetra en la figura N°12, se tiene un nivel cero sin daño en el pasto; nivel uno, con leve daño es decir puntos blancos a nivel foliar; nivel dos, es moderado con amarillamiento en los bordes y el ápice de las hojas; y por último el tres, es grave produciendo necrosis apical y entorchamiento.Por su parte, Villalobos y WingChing (2013) realizaron un estudio por un espacio de un año en 8 fincas de la zona de Cartago dedicadas a la ganadería de leche, para determinar la producción de biomasa, los costos de producción y el costo por kilogramos de materia seca en tres tipos diferentes de pastos. Como parte de su estudio encontraron que las fincas que más invierten en pastos son las que optienen un mayor retorno de la inversión a través de la producción láctea. Igualmente encontraron que la inversión en forrajes ha permitido un aumento en la carga animal de las fincas. Como lo vemos en la figura N°7, a menor tamaño de los repastos la inversión en forrajes se incrementa, lo anterior con el fin de mantener una buena disponibilidad de biomasa y una mayor intensificación del sistema productivo.

Figura 12 Escala de daño causada por el chinche de los pastos.

Diversas variables juegan un papel importante en la distribución geográfica y dinámica poblacional de Collaria sp., tenemos: temperatura, precipitación, viento, humedad relativa, fotoperiodo, la intervención humana del agro ecosistema a través de prácticas de manejo, la relación de la plaga con otras especies depredación, parasitismo, competencia inter- específica y la migración e inmigración (Venette et al.2010; Odum y Barret 2009; Milner et al.1999 citado por Pineda y Ortiz 2015) Roa et al. (2019) desarrollaron un estudio en la sabana de Bogotá para analizar la dinámica poblacional de C. scenica y determinaron que la temperatura máxima y mínima, la precipitación y la evapotranspiración mostraron mayor significancia para la plaga frente a las demás variables. Además, estos autores indican que las condiciones óptimas para el crecimiento y el desarrollo de la chinche se dan para periodos con mayor amplitud térmica diaria y valores altos de precipitación, destacando el efecto positivo de las lluvias

abundantes, pero no excesivas. Dicho estudio les permitió a los autores determinar aumentos de la población durante las dos épocas del año con mayor lluvia en la zona, correspondientes a marzo-mayo y septiembre-noviembre, principalmente en la temporada siguiente al trimestre seco de diciembrefebrero, condiciones climáticas que coinciden con las estaciones lluviosas y secas de Costa Rica.

Así mismo, dichos autores de la investigación afirman que se presentan incrementos importantes de la población de C. scenica bajo el fenómeno atmosférico conocido con el nombre de El Niño, como consecuencia de la mayor acumulación de unidades de calor que se origina durante este fenómeno, a partir del aumento de la temperatura del aire que favorece el crecimiento del insecto. CONTROL QUÍMICO Y LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL

Valencia (2014) dice que la agricultura depende mucho de los productos químicos y hace referencia que sin eso es casi imposible tener cosecha de los cultivos. Además, señala que los productos químicos tienen efecto inmediato lo cual es ventajoso ya que se pueden tratar enfermedades o eliminar insectos plagas con seguridad y sin mucha mano de obra. López et al. citado por Puentes (2018) hacen mención de que la introducción de insecticidas organoclorados, organofosforados y carbamatos significó una verdadera revolución en el sector agropecuario, ya que estos compuestos han permitido una importante reducción de las pérdidas de los cultivos causadas por la actividad de insectos plaga. No obstante, Perugini et al citado por Puentes (2018) indica que pocos años después de su introducción, se demostró que los insecticidas organoclorados pueden causar graves daños ambientales en ecosistemas terrestres y acuáticos; su persistencia provoca la acumulación y biomagnificación a través de la cadena trófica. Así mismo, Güven et al. citado por Puentes (2018) informan que los insecticidas organofosforados afectan el sistema nervioso por la fosforilación de la acetilcolinesterasa, lo que produce debilidad de los músculos respiratorios y la disfunción neuromuscular en humanos; también son conocidos por su carcinogénesis. Aunque los insecticidas pertenecientes al grupo de los carbamatos resultan ser mas seguros para el ambiente y para el ser humano, tienen la particularidad de que se descomponen más rápido por lo que requieren de mayor número de aplicaciones. Además, se sabe que algunos compuestos de este grupo resultan tóxicos contra insectos muy importantes en los agro-ecosistemas tales como las abejas (Wheeler citado por Puentes 2018). Con la detección de la plaga en la sabana de Bogotá por el año de 1988, se incentivó el uso de insecticidas órgano sintéticos, lo que conllevó a un uso inadecuado e indiscriminado de estos productos, causando problemas de salud por intoxicación hacia los animales y humanos, con residuos tóxicos en la leche y los derivados lácteos, con contaminación de suelos y resistencia del insecto plaga a estos insecticidas (Pineda y Ortíz 2015). Vergara (1996) señala que antes de establecer métodos de control de las plagas en pastos, lo que se debe hacer es establecer estrategias de manejo y además menciona que el uso unilateral de agroquímicos no soluciona el problema, por el contrario, los efectos colaterales son más dañinos que los beneficios obtenidos. Así mismo, indica que existe presencia de recíduos tóxicos en los alimentos de origen animal, mismos que forman parte de la dieta básica de las personas. Según lo plantean Pineda y Ortíz (2015), el reto de los ganaderos ha sido incrementar la producción de carne y leche sin afectar el medio ambiente, reto que ha tenido serias dificultades tales como la presencia de plagas y enfermedades que afectan la calidad y la cantidad de forraje disponible.

Torres (2021) señala que la conservación de enemigos naturales es posible mediante la adopción de prácticas culturales y la utilización racional de los insecticidas. En el avance de la historia del control de plagas, el empleo de los enemigos naturales en el manejo integrado de plagas, requiere racionalizar el uso de insecticidas, dado que, entre otros efectos no deseados, los enemigos naturales, al igual que las plagas, son susceptibles a los efectos de los insecticidas (Talebi et al. citado por Torres 2021), por lo que la gestión integrada de plagas se centra en su conservación y aumento de sus poblaciones para potenciar su acción.

Recientemente, se han desarrollado diversas investigaciones para dar solución al problema ocasionado por el chince de los pastos, tal es el caso de Puentes (2018) quien ejecutó un bioensayo aislando bacterias marinas para evaluar su efectividad contra C. scenica y pudo determinar que los aislamientos identificados como Paenibacillus sp. PNM-201, Paenibacillus sp. PNM-210 y Streptomyces sp. PNM-208 presentan actividad insecticida con valores de mortalidad entre el 23-53%.

Torres (2021) mensiona que los extractos procedentes de especies como Capsicum frutescens, Capsicum annum o Allium sativum poseen sustancias activas con actividad insecticida. Las especies Capsicum poseen capsaicina, es de carácter repelente y es resistente a la luz y el calor. La especie Allium sativum como sustancia activa tiene el azufre, que provoca alteraciones en el sistema nervioso del insecto, es de carácter repelente.

Ante la oportunidad de establecer una forma de manejo sostenible de plagas para el control biológico de C. scenica, Pineda y Ortíz (2015) determinaron el efecto tóxico de los extractos vegetales de Sambucus nigra, sobre ninfas del cuarto instar de C. scenica, empleando flores, frutos, hojas y tallos,

ESTRATEGIAS DE CONTROL

USO DE EXTRACTOS DE PLANTAS

evaluando concentraciones de: (0,1; 0,5; 1,0 y 1,5 % p/v), por medio de extracciones, acetónica, etanólica, acuosa y clorofórmica, y evaluaron el efecto insecticida aportando así, una solución innovadora y socio ambientalmente sostenible ante el problema de la baja productividad del sector lácteo.

Estos autores indican que las plantas poseen dentro de sus propiedades fitoquímicas una serie de múltiples sustancias y metabolitos que pueden ejercer una acción repelente o insecticida, con el gran beneficio de no presentar toxicidad para mamíferos y peces. Producto del resultado de la investigación realizada por Pineda y Ortíz (2015), se puede observar en la figura N°13 que al incrementar la concentración de los extractos de Sambucus nigra aumenta también la mortalidad de los individuos tratados.

Figura 13 Mortalidad en Ninfas de C. scenica IV instar ocasionada por el efecto del extracto de Sambucus nigra y sus diferentes concentraciones letales 50% (Cl50) y 95% (CL95) después de 24 horas de exposición.

USO DE HONGO BEAUVERIA BASSIANA

Torres (2021) indica que Beauveria bassiana es un hongo que vive en el suelo. Sus esporas aplicadas en la superficie del insecto, degradan poco a poco la cutícula hasta entrar en el organismo. Una vez dentro desarrolla su crecimiento y produce toxinas mortales para el organismo del insecto. Para degradar la cutícula del insecto lo hace a través de la formación un tubo germinativo, en insectos de cutícula blanda le resulta más fácil penetrar en el organismo. En insectos de cutícula dura puede hacer su efecto mortal en 7 días mientras que en los insectos de cutícula blanda su efecto es entre 24 y 48 horas.

USO DE SILICIO

Una adecuada absorción de Silicio protege las plantas contra la infección de hongos e insectos, y como se ilustra en la figura N° 14, una gruesa capa cuticular de Silicio sirve como barrera contra hongos, insectos y ácaros. Incorporar silicio en la fertilización de la planta hace que las hojas se mantengan erectas, por lo tanto, promueve una mejor fotosíntesis en los distintos doseles de la hoja, como consecuencia, mejora los rendimientos y producción del cultivo de arroz (SEPHU, citado por Vélez 2018).

El silicio se aloja en el espacio extracelular de las hojas tanto en el haz como en el envés lo que consiste en la silicificacion, que repele a los insectos cristalizando la superficie del tejido, lo que impide que los insectos utilicen sus partes bocales y no puedan alimentarse, raspar, chupar, etc. (Sociedad española de productos húmicos s.a. citado por Vélez 2018).

Vélez (2018) hace un listado de los siguientes beneficios que aporta el Si en las plantas: • Endurece las paredes celulares del tejido vegetal. • Promueve la fotosíntesis. • Disminuye la transpiración • Ayuda a la correcta absorción de nitrógeno • En la solución del suelo interviene en mejorar la capacidad de intercambio catiónico, ayudando a mejorar la eficiencia de los diferentes fertilizantes aplicados al suelo. • Ayuda a la disolución del aluminio, inhibiendo y precipitando la formación de iones hidronios y efectos sobre el pH del suelo. • Interviene en la liberación del fosforo. • Activador de las fitoalexinas que son fundamentales en la defensa química ante el ataque de insectos plaga. • Activador de tolerancia a estrés y variaciones por el cambio climático.

Por su parte, Castellanos (2015) narra que los efectos benéficos del silicio han sido demostrados en varias especies de plantas y, en el caso de problemas fitosanitarios, es capaz de aumentar la resistencia de las plantas al ataque de insectos y patógenos (Epstein citado por Castellanos 2015), esto gracias a su deposición en el tejido foliar, formando una barrera mecánica (Goussain et al. citado por Castellanos 2015), y por su acción como inductor del proceso de resistencia (Fawe et al. citado por Castellanos 2015).

El Si absorbido por las raíces es transportado a la parte aérea y depositado intra o extracelularmente en los tejidos vegetales como sílice amorfa hidratada (SiO2 NH2O). En las gramíneas, como maíz, arroz y sorgo, la sílice es depositada en la forma de cuerpos silicosos, principalmente, en las células epidérmicas y en los estomas y tricomas foliares (Currie y Perry citado por Castellanos 2015). Currie y Perry citado por Castellanos (2015) señalan que, se ha demostrado además, que el tratamiento de las plantas con Si trae como consecuencia cambios bioquímicos, como la acumulación de compuestos fenólicos, lignina y fitoalexinas. De igual manera, se ha observado que la aplicación de Si trae como consecuencia un aumento en la síntesis de las enzimas peroxidasa, polifenoloxidasa, glucanasa y quitinasa; las cuales están relacionadas con un incremento en la producción de quinonas que tienen propiedades antibióticas, favorecen la mayor lignificación de los tejidos, la disminución en la calidad nutricional y la digestibilidad, todo lo cual genera, consecuentemente, un decrecimiento en la preferencia de los insectos por las plantas (Gomes et al. citado por Castellanos 2015).

De acuerdo con Furcal y Herrera (2013) en Costa Rica existen pocos resultados publicados de investigaciones que respalden los beneficios que pueden generar las fuentes de silicio, ya sea al suelo, a los cultivos en los cuales se recomiendan; tampoco hay información referente al costo/beneficio que el productor puede obtener. Winslow y Datnoff et al. citado por Furcal y Herrera (2013), mencionan que el Si se acumula en forma activa en arroz en concentraciones iguales o mayores al 5%, lo que le confiere a la planta no solo resistencia a enfermedades fúngicas sino también promueven un mayor crecimiento.

Bautista, et al. (2014). Actividad entomopatógena de tres hongos sobre Hortensia similis (hemiptera: cicadellidae) y Collaria scenica (hemiptera: miridae) en sistemas silvopastoriles. Boletín Científico Centro de Museos Museo de Historia Natural. (ISSN 0123-3068) 18 (1):188-196.

Bishop et al (1989) . Manual de Pastos Tropicales. Estación Experimental Pichilingue. INIAP (Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias). Ecuador.

Cárdenas y Garzón (2011). Guía de manejo de pastos para la Sierra sur Ecuatoriana. INIAP (Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias). Estación Experimental del Austro. Boletín divulgativo N° 407. Ecuador.

Castaño, et al. (2019). Manejo integrado de insectos herbívoros en sistemas ganaderos sostenibles (en línea). Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agro- pecuaria CIPAV. Colombia. Consultado 23 oct. 2021.

https://www.researchgate.net/profile/Karen-Castano/publication/340447532_El_nuevo_libro_titulado_Manejo_integrado_ de_insectos_herbivoros_en_sistemas_ganaderos_sostenibles_puede_ser_descargado_gratuitamente_a_traves_del_ siguiente_enlace_httpwwwcipavorgcopublicacionespublica/links/5e97800d4585150839e01fda/El-nuevo-libro-tituladoManejo-integrado-de-insectos-herbivoros-en-sistemas-ganaderos-sostenibles-puede-ser-descargado-gratuitamente-atraves-del-siguiente-enlace-http-wwwcipavorgco-publicaciones-pub.pdf

Castellanos (2015). El silicio en la resistencia de los cultivos a las plagas agrícolas. Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas.Revista Cultivos Tropicales n.° esp. 36:16-24

Chacón (2013). Principio de manejo y utilización de pasturas tropicales para la producción de leche y carne a pastoreo (en línea). Fundación Girarz. Consultado el 23 set. 2021. Disponible en https://books.google.co.cr/books?id=gCAGCgAAQBAJ&printsec=fro ntcover&dq=pasturas+y+forrajes&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=pasturas%20y%20forrajes&f=false

Franco et al. (2020). Identificación de organismos plagas presentes en Tecnológico de Antioquía. Activa Revista Científica de la Facultad de Ingeniería.(11):90-154. Furcal y Herrera (2013). Efecto del silicio y plaguicidas en la fertilidad del suelo y rendimiento del arroz. Agronomía Mesoamericana. 24(2):357-364.

Garza y Barreto 2011. Population fluctuation of the grass bug Collaria scenica (stal, 1859) (hemiptera: heteroptera: miridae) in the savanna of Bogota. Universidad Militar Nueva Granada (ISSN 1900-4699) 7(2):166-179 Gómez, et al. (2012). Importancia nutrimental en plantas forrajeras del matorral espinoso tamaulipeco. Ciencia Uanl. (59):77-93. Legarda-López, et al. (2015). Respuesta del pasto Raigrass aubade (lolium sp.) a dosis de silicio en interacción con diferentes dosis de NPK. Biotecnología en el Sector Agropecuario y Agroindustrial. 13(1):99-109.

Molina (2001). Uso de extractos botánicos en el control de plagas y enfermedades. Avances en el Fomento de Productos Fitosanitarios No-Sintéticos. CATTIE. (59):76-77. Costa Rica.

Oliva, et al (2015). Contenido nutricional, digestibilidad y rendimiento de biomasa de pastos nativos que predominan en las cuencas ganaderas de Molinopampa, Pomacochas y Leymebamba, Amazonas, Perú. Scientia Agropecuaria, Trujillo. 6(3):211-215.

Naranjo et al. (2013). Control de la chinche de los pastos Collaria scenica (Hemiptera: Miridae) con nematodos entomopatógenos en invernadero. Revista Brasileira de Ciências Agrárias (ISSN 1981-0997) 8(1):90-94 Ortíz, et al. (2011). Valoración de los impactos ambientales totales generados por el uso de plaguicidas en actividades ganaderas en el municipio de Pamplona - norte de Santander – Colombia. Revista de Didáctica Ambiental. (10):62-80.

Pérez, et al. (2006). Evolución de la ganadería bovina en países de América Central: Costa Rica, Guatemala, Honduras y Nicaragua (en línea). Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). Consultado 23 oct. 2021. http://ciat-library.ciat.cgiar.org/Articulos_ CIAT/tropileche/books/Evolucion_Ganaderia_Bovina_Paises_America_Central.pdf

Pineda y Ortiz (2015). Evaluación del efecto insecticida de los extractos vegetales de Sambucus nigra Caprifoliácea en el control de Collaria scenica Hemiptera: Miridae en condiciones de laboratorio (en línea). Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad de La Salle. Consultado el 25 set. 2021. Disponible en https://ciencia.lasalle.edu.co/zootecnia/178

Puentes (2018). Bacterias marinas como fuente de compuestos con actividad insecticida contra Collaria scenica. Facultad de Ciencias. Universidad Nacional de Colombia. Consultado el 26 set. 2021. Disponible en https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/ handle/unal/69405/Tesis%20Maestria%20Carlos%20Puentes.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Roca et al (2012). Los recursos forrajeros en las explotaciones de vacuno de leche (en línea). Portal Veterinaria Albeitar. Consultado el 25 set. 2021. Disponible en https://www.adiveter.com/ftp_public/A3141212.pdf Roa et al (2019). Efecto de la variabilidad climática sobre Collaria scenica (Hemiptera: Miridae) en la Sabana de Bogotá. Agronomía Colombiana. 37(1):47-61 Sánchez y Quesada (1988). Calidad nutricional de los forrajes en una zona con potencial alto para la producción de Leciie, en el Trópico Húmedo de la zona norte de Costa Rica. Agronomía Costarricense. 22(1): 61-68. Costa Rica. Tapias y Dussán (2000). Evaluación del grado de seguridad del hongo Beauveria bassiana utilizado para el control biológico de insectos plaga. Actual Biol. 22(72):17-27.

Torres (2021). Evolución del control de las plagas de artrópodos (en línea). Impacto de la lucha química en los enemigos naturales. Universidad de Jaén. Facultad de Ciencias Experimentales. Consultado el 26 set. 2021. Disponible en http://tauja.ujaen.es/ bitstream/10953.1/14436/1/TFGB%20TORRES%20AYBAR%2c%20PEDRO%20JAVIER.pdf

Valencia (2014). Control del chinche de los pastos, Collaria scenica stal., en Funza, Cundinamarca: impacto económico y productivo. Universidad de la Salle (en línea). Facultad de Ciencias Agropecuarias. Bogotá. Consultado el 24 set. 2021. Disponible en https:// ciencia.lasalle.edu.co/cgi/viewcontent.cgi?article=1014&context=zootecnia

Vargas (s.f.). Uso aparente de plaguicidas en la agricultura de Costa Rica. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Costa Rica. Consultado el 26 jul. 2021. Disponible en https://d1qqtien6gys07.cloudfront.net/wp-content/uploads/2022/05/USOAPARENTE-DE-PLAGUICIDAS_MAY22_VF_PRINT.pdf Vargas, et al. (1987). Contenido proteico y mineral en los forrajes de las regiones Huetar Norte y Atlántica de Costa Rica. Efecto de la época, el clima y el estado vegetativo. Agronomía Costarricense. 12(1): 33-43. Costa Rica.

Vélez (2018). Dósis y épocas de aplicación de silicio sobre la incidencia de insectos-plaga en el cultivo de arroz (Oryza sativa L.) (en línea). Universidad de Guayaquil. Facultad de Ciencias Agrarias. Ecuador. Consultado el 26 de set. 2021. Disponible en http:// repositorio.ug.edu.ec/bitstream/redug/29479/1/V%c3%a9lez%20Navarrete%20Joselyn%20Esther.pdf

Vergara (1996). Principales insectos plagas en pasturas tropicales: aspectos sobre bioecología y manejo. Corporación colombiana de investigación agropecuaria.

Villalobos y Sánchez (2010). Evaluación agronómica y nutricional del pasto Ryegrass Perenne Tetraploide (Lolium perenne) producido en lecherías de las zonas altas de Costa Rica. Producción de biomasa y fenología. Agronomía Costarricense. 34(1):31-42.

Villalobos, L. y WingChing, R. (2013). Producción de biomasa y costos de produccióN de pastos estrella africana (Cynodon nlemfuensis), kikuyo (Kikuyuocloa clandestina) y ryegrass perenne (Lolium perenne) en lecherías de Costa Rica. Agronomía Costarricense. 37(2): 91-103.