
7 minute read
Soluciones biológicas para el control de garrapatas
ING. LISSET VALVERDE
La ganadería bovina en América constituye un rubro estratégico para las economías, el bienestar rural y el suministro de proteína de calidad para territorios rurales y urbanos. Sin embargo, en los últimos años ésta actividad se ha visto afectada por el cambio climático, ya que ha ido modificando el hábitat en el que se desarrolla la actividad productiva y la provisión de pasturas (Benavides, Romero y Villamil, 2016). Además, el cambio climático ha alterado el manejo de los sistemas de producción, así como el comportamiento de las enfermedades y de las plagas, en especial las garrapatas. Ya que se han modificado los patrones y la distribución de las garrapatas, trasladándose hacia otras latitudes donde anteriormente no se encontraba esta plaga En relación a lo anterior, se dice que el 80% de la ganadería bovina mundial es afectada por la presencia de garrapatas, siendo esta plaga el principal problema veterinario de la actividad ganadera; encontrándose en casi todos los países del trópico y subtrópico. No obstante, el manejo convencional efectuado para el control de esta plaga se ha basado en el uso irracional e indiscriminado de acaricidas químicos, lo cual ha desencadenado la resistencia hacia las principales moléculas de ixodicidas presentes en el mercadeo. Por tanto, el manejo de esta plaga es una limitante de gran impacto para el sector ganadero. .

Cabe indicar que, las garrapatas son ectoparásitos obligados, ya que se alimentan exclusivamente de sangre (hematófagos), ocasionan daños directos e indirectos de graves perjuicios a los bovinos. En cuanto a los directos, éstos ejercen una acción traumática, tóxica e infecciosa en los animales. Mientras que los daños indirectos, están representados por las afecciones que ocasionan en la piel, disminución en la producción de carne, mermas en la producción de leche, atraso en el crecimiento, dificultad en la adaptación de razas seleccionadas y predisposición a contraer enfermedades como la babesiosis y la anaplasmosis.
Conjuntamente, las dos familias de garrapatas de mayor importancia son: las Argasidae o garrapatas blandas, caracterizándose por ser menos abundantes y problemáticas para el ganado bovino, equino y mascotas que las garrapatas duras. Sin embargo, pueden causar daños notables al ganado aviar. Mientras que las Ixodidae o garrapatas duras, son las más problemáticas para el ganado bovino, equino y mascotas, siendo las de mayor interés para la ganadería.
Dentro de la familia Ixodidae o de garrapatas duras se encuentran albergados 14 géneros de garrapatas, destacándose la garrapata Rhipicephalus (Boophilus) microplus, conocida comúnmente como garrapata del ganado por ser la de mayor interés económico en el sector ganadero. Su control se ha basado principal e históricamente en la utilización de garrapaticidas químicos, los cuales tienen un alto costo, conllevan riesgos de contaminación ambiental, generan residuos en los productos de origen animal e intoxicaciones tanto en el personal que los aplica como en los mismos animales. Por ende, BioEco ha desarrollado nuevas alternativas de control, mediante el uso de productos biológicos y 100% naturales.
Aunado a las garrapatas duras, la Figura 1 hace mención a dos garrapatas pertenecientes a esta familia, sin embargo; ambas tienen características diferentes para poder completar su ciclo de vida. Primeramente, la garrapata común del ganado (Rhipicephalus microplus) necesita de sólo un hospedador (animal) para completar su ciclo de vida, es decir, todas las fases de crecimiento las realiza sobre un mismo animal. Por el contrario, la garrapata Amblyomma cajennense requiere tres diferentes animales para poder completar su ciclo de vida.
Figura 1. Huéspedes requeridos para completar el ciclo de vida según tipo de garrapata. Fuente: Elaboración propia..


En referencia al ciclo de vida de la garrapata R. microplus, éste comprende cuatros estadíos o fases de desarrollo: huevo, larva, ninfa y adultos (Figura 2). Tal como se aprecia en la imagen, las teleóginas o las garrapatas repletas hembras se desprenden del animal y colocan sus huevos en el suelo (periodo de eclosión va de 7 a 13 días), especialmente cerca de las raíces de las plantas o también ovipositan debajo de las piedras y grietas. Luego las larvas infestantes emergen y suben hacia los ápices de las pasturas en horas frescas, una vez que se trasladan al animal inician a alimentarse de su sangre. Cabe mencionar que, las larvas pueden durar entre 60 a 200 días sin alimentarse esperando a su hospedador. Posteriormente, en el animal las larvas mudan y transitan a su etapa de desarrollo de ninfa, pasando de tener 3 pares de patas a tener 4 pares. Subsiguientemente, continúa alimentándose de sangre sobre el animal y vuelven a mudar, convirtiéndose de ninfa a adultos. Cuando se vuelven adultos las garrapatas copulan y las hembras repletas caen al suelo para ovipositar sus huevos, esta fase parasitaria puede tardar alrededor de 20 a 41 días dependiendo de las condiciones ambientales imperantes.
Además, los autores Benavides y Romero (2001) citados por Benavides et al. (2016) indican que cada garrapata hembra adulta puede llegar a producir hasta 3000 huevos, por lo cual sus poblaciones llegan a ser tan elevadas.

Figura 2. Ciclo de vida de la garrapata R. microplus. Fuente: Rosario-Cruz, Domínguez-García y Rojas (2009).
Consecutivamente, el manejo integrado de garrapatas radica en tres principales enfoques: el químico mediante el uso de garrapaticidas químicos, el cultural a través de cruces de ganado resistentes a la garrapata (Bos indicus o Cebú), vacunas, así como la rotación y manejo de las pasturas. Y el enfoque biológico mediante la utilización de microorganismos benéficos, entre los que se destacan hongos biocontroladores y depredadores naturales.
Por tanto, la empresa BioEco ha desarrollado cepas altamente específicas para el control de garrapatas. Es así, como se formuló el producto Biogap, el cual es un producto orgánico (Figura 3), contiene la combinación de los hongos benéficos Metarhizium anisopliae cepa Mt-34 y Beauveria bassiana cepa Bv18, ambas cepas de rápida acción y alta efectividad en el control de esta plaga. Entre los beneficios del uso de este producto están: permite un control integrado de garrapatas, ataca todos los estadíos de la plaga que los garrapaticidas convencionales no controlan tan eficientemente, como huevos, larvas y ninfas, además de adultos, reduce la carga química, favorece el equilibrio del agroecosistema y es un producto de 0 días de retiro y sin riesgos de intoxicación y contaminación ambiental.

Figura 3 .Producto Biogap, garrapaticida orgánico. Fuente: BioEco (2022).
A continuación, se describe el modo de acción de estos hongos benéficos (Figura 4). Primero, se da la adhesión de la espora a la cutícula de la garrapata y la respectiva germinación de la espora. Luego el hongo penetra la cutícula de la garrapata mediante la segregación de enzimas y micotoxinas, y se da la colonización del hongo, este proceso ocurre alrededor de 24 horas. Posterior a este proceso, el hongo comienza a infectar los órganos de la garrapata hasta que muere; lo que puede iniciar a los 3 días de efectuada la aplicación del hongo. Si las condiciones de humedad y temperatura son ideales, se da la emergencia del hongo sobre el cadáver de la garrapata. Seguidamente, las esporas se pueden dispersar por el aire y el agua, y controlar otras garrapatas.

Figura 4 .Etapas de la infección por M. anisopliae y B. bassiana. Fuente: Moncada et al. (2015).
Tras años de investigación, BioEco recomienda la aplicación del Biogap en repastos infestados por garrapatas que es donde se encuentra el 95% de esta plaga (Figura 5). Es decir, realizar un manejo preventivo, enfocar la aplicación del hongo antes de que las larvas de garrapatas suban al ganado, se alimenten de su sangre y causen los daños en la merma de la producción y en la salud de animal. Se recomienda realizar la aplicación del hongo Biogap en horas frescas (1 a 2 Kg/ha) y de manera foliar entre los 10 a 5 días antes que los animales ingresen al potrero. Con el objetivo principal de que cuando los animales tengan contacto con la pastura, la población de garrapatas se haya controlado o disminuido considerablemente. La cantidad de aplicaciones dependerá de la época del año y del nivel de infestación de garrapatas en cada finca.
Figura 5 .Prueba de Biogap en pasturas. Fuente: BioEco (2022).

Literatura Citada
Benavides, E., Romero, J., Villamil, L. (2016). Las garrapatas del ganado bovino y los agentes de enfermedad que transmiten en escenarios epidemiológicos de cambio climático: Guía para el manejo de garrapatas y adaptación al cambio climático. IICA, Costa Rica. 96 p.
Moncada, A., Villar, D., Chaparro, J., Angulo, J., Mahecha, L. (2015). Aproximación al uso de hongos entomopatógenos y vacunas para el control sostenible de garrapatas en sistemas ganaderos: revisión. Avances en Investigación Agropecuaria.19(3): 55-71
Rosario-Cruz, R., Domínguez-García, D., Rojas, E. (2009). Estrategias para el control de la garrapata Boophilus microplus y la mitigación de la resistencia. Folleto Técnico No. 6, Diciembre de 2009. Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Parasitología Veterinaria. 23 p..