Descolonizar el Pensamiento





Reformar el pensamiento, descolonizar el saber
A diferencia del deber ser, que sólo corre en un sentido de exigencia, la utopía es ambidiestra: surge del imaginario --la médula humana de la cultura-para plantear nuevas posibilidades sociales y volver a nosotros, para cuestionarnos.
¿Pueden la cosmovisión de los pueblos y las luchas sociales abrevar a la política, al derecho, al pensamiento crítico?
Ramiro Ávila Santamaría
Para estar y habítar de nuevo el mundo, hay que enlazarlo con todo aquello que nos ha precedido, con la historia y memoria para volvernos a humanizar y abrir nuestros pensamientos y sentimientos a la diversidad colonizada, sometida y expulzada de la historia y pueda emerjer ese Otro, al cual le quitaron sus derechos, lenguaje, deidades y cultura, ese Otro que es un nosOtros.
Reformar el pensamiento es la premisa para construir una sociedad pensante, la cual asume que el conocimiento es poli céntrico; un instrumento para reinventarse y reexisir en este mundo posmoderno y globalizado y hacer posible maneras otras de ser, estar, pensar, saber, sentir, existir y vivir en la diversidad; incorporar otras epis temes para una interculturalidad emancipadora, un dialogo y eco logia de saberes que se traduzcan en un horizonte descolonizador.
Estas reflexiones abordan y pro blematizan las formas de como se produce el conocimiento y cómo se piensa o se está pensando la realidad. ¿Cómo aprehendemos e interpretamos el mundo? Un primer acercamiento es a traves de los sentidos. El mundo de la percepción, es decir, aquel que nos revelan nues tros sentidos y la vida que hacemos, a
Florentino Pérez Pérez
primera vista parece el que mejor conocemos (…) Sin embargo, esto no es más que una falsa apariencia.
Para aprender a ver el mundo, hay que situarse en el ámbito de una sabiduria, abandonar los conceptos que intentan atrapar el mundo en categorias y aprender o re/aprendera a pensar.
El afan por comprender los fenómenos naturales y los hechos sociales, se remonta a los confínes del tiempo. En ese tiempo de tránsitar por el mundo se han formulado diversas propuestas (epistemologías), para la aprehención de los acontecimientos, su conocimiento e interpretación.
Las epistemologias son instrumentos del pensar filosófico. Son herramientas de las ciencias sociales y humanas para generar conocimiento que oriente las acciones del andar por la vida, pero tambien pueden ser dispositivos de dominación, subordinación o negación de
las cosmovisiones y cosmogonias de las diversas culturas y civilizaciones que habitan o habitaron el planeta tierra.
Su etimología proviene del griego epistéme que abarca los conceptos de inteligencia, conocimiento, saber, ciencia, destreza, pericia y logía que significa estudio de.
¿Cómo se produce el conocimiento? ¿Quíen lo válida y legitima?
Hay diversos corpus teóricos de los hechos sociales sustentados en epistemologías que devienen en matrices del conocimiento que distinguen a las creencias, la fé, el dogma y el sentido común, del conocimiento cientifico o teórico. En la construcción del conocimiento de realidades sociales y humanas --según la noción occidental-- es el resultado de la interacción del sujeto que conoce y el objeto conocido. Esta mirada dualista pone de manifiesto la intención etnocéntrica y universalista, mediante la cual se conoce e interpreta el mundo.

El Occidente es una región del mundo que, por razones varias y sobre todo a partir de la colonización y ocupación de territorios, consiguió imponer sus concepciones de pasado y futuro, tiempo y espacio, postulando la idea de totalidad, pensamiento único y universal. Para esta visión de dominación hegemónica, todo lo que no está en esa lógica necesita civilizarse. La percepción eténtrica del Otro tiene la certeza de la supuesta superioridad que aniquila con toda intención las culturas colonizadas. Todorov (2008) sostiene que el colonizador de América nunca logró descubrir a los americanos.
Fracturar y desmontar las falacias de la historia de los vencedores, abre una ruta del pensamiento epistemico para la comprensión de la diversidad de culturas y saberes Otros, de otras formas de producir conocimientos sobre el mundo y la vida, y la posibilidad de su intercambio y diálogo de saberes (ecología de saberes), entre las diferentes grupos sociales y culturas que comparten y habítan un territorio común y construyen, re/ construyen sus identidades.
Viernes


Descolonización del pensamiento para reinventar el saber
Suzuki del Pilar CaStillejoS
Es un enorme gusto estar el día de hoy con ustedes, con amigos amantes de la academia.
Quiero expresarles como me siento, me siento como cuando vas a la fiesta de cumpleaños de alguien que lo tiene todo y se te dificulta comprar el regalo, porque lo tiene todo y que piensas, ¿Qué le puedo regalar?, ¿Quizá no sea suficiente?
Haciendo una analogía de lo dicho, así me siento ante quien tiene una gran trayectoria académica, quien ha conducido la educación de nuestro estado en diferentes momentos, desde diferentes espacios educativos, todos espacios de gran relevancia, me siento chiquita, en verdad, pero me siento honrada por esta distinción, hoy, solo le puedo regalar al Dr. Florentino Pérez mis palabras.
Doctor, usted construye discursos en el aire y genera tanta producción literaria. Le agradecemos por ello.
El libro “Reformar el pensamiento, descolonizar el saber. Memoria e historia”, un libro de 115 páginas que se lee tan rápido, por la sencillez y claridad de sus palabras, reúne una variedad de temas críticos y nos hace un recorrido por los aportes de autores como Enrique Dussel, Aníbal Quijano, Boaventura de Souza, Edgar Morin, Walter Mignolo, Hugo Zemelman, Zygmunt Baumant, Karol Kosikentre otros. El Dr.
Florentino Pérez nos brinda un rico despliegue teórico y nos los hace más digerible a través de la reflexión que nos revela en la que entrelaza su sentir con fundamento crítico. Desde el pensamiento complejo hasta las epistemologías del sur que promueven la urgencia de la descolonización del pensamiento para reinventar el saber, donde hay lugar para todos.
Reformar el pensamiento, descolonizar el saber nos invita a revalorar aquellos saberes que han sido olvidados por la ciencia, negados por la historia, invisibilizados por los grupos hegemónicos que han contado una historia única determinada por occidente que la hemos hecho propia a golpe de una colonización cognitiva que ha modificado nuestras formas de ver el mundo, nuestras costumbres, nuestros hábitos y que la aceptamos como propia.
¿Por qué hay que descolonizar el pensamiento?, Es uno de los ejes centrales de este libro.
Porque hemos sido sometidos social, cultural, económica y cognitivamente desde que la modernidad o mundialización comenzó con los viajes de exploración y la idea de los europeos de hacerse dueños de todo lo que encontraran y el descubrimiento del nuevo continente, al que renombraron como América, pero que en realidad ya tenía nombre “Abya Yala” por los pueblos originarios.
Hemos sido dominados por el cientificismo utilitario que cosifica las cosas y al hombre mismo. Hemos de deconstruir discursos, visiones y verdades que se nos han impuesto, por una visión eurocéntrica, colonial y patriarcal. Vivimos en un sistema mundo colonizado que ha parcializado la visión de la historia y que la ha contado a favor de los poderosos.
Es necesario cuestionar el eurocentrismo que nos ha tenido controlados de todas las formas posibles, incluida la forma de como pensamos, no permitiendo que nos creamos capaces de crear, de proponer, de alzar la voz.
Es urgente cuestionar el eurocentrismo (eso es descolonizar el saber), ese eurocentrismo dictado por el hombre blanco occidentalizado que ha olvidado las otras visiones de mundo y que incluso las ha enterrado, porque las ha hecho desaparecer (epistemicidio). Nos ha subyugado, nos ha cosificado, enajenado y obligado a aceptar una falsa realidad y conciencia de la historia. Vivimos en un mundo pseudoconcreto (falso), fetichizado, unilateral, en el que el hombre y las cosas son objeto de manipulación.
Reformar el pensamiento
Este libro toca el tema de reformar el pensamiento, pensar desde otro lugar reconociendo que existen otros saberes que merecen ser revalora-

dos, porque la historia los ha invisibilizado, olvidado, incluso obligados a no existir. Es urgente dar cabida a los otros conocimientos, a las otras costumbres, ideas, formas de pensar y concebir la vida que incluso son más armónicas con la naturaleza, como es el caso de los saberes de los pueblos originarios, que realmente son nuestros también, nos han sido heredados y de los cuales a veces no nos sentimos parte, porque la europeización nos colonizó, nos implantó ideas que se arraigaron en nuestro ser.
Debemos reflexionar que hemos negado nuestras raíces por la herencia colonial que descartó formas de vida con gran valor, con capacidad creadora de majestuosas estructuras arquitectónicas, armoniosas ciudades mejor planeadas que las europeas, esculturas monumentales, conocimiento de los astros, creación de un alfabeto, un sistema numérico que creó el cero, con técnicas milenarias de agricultura, del uso medicinal de las plantas, con concepción propia de un mundo armónico con la naturaleza. El eurocentrismo lo descartó y nos impuso nuevos hábitos, costumbres y religión, formas de pensar que reproducimos y naturalizamos a través de narrativas que no nos son propias. Cuando hacemos todo ello, contribuimos a esa invisibilización.
Estamos frente a un velo, no es sencillo de identificarlo, a menos que hagamos reflexión de nuestra realidad histórica como la que nos invita a hacer este libro. Es preciso reestablecer un diálogo de saberes, no desde la ciencia, si no un diálogo entre iguales, con otras culturas, con otras cosmogonías sin imponerse una sobre otra.
Los diálogos constructivos con otros proyectos son necesarios, deben coexistir unos con otros, dialogar sur-sur, sur-norte, sur-occidente, donde nos respetemos y sobre todo despertemos a no reproducir conocimientos y a creer en nuestra capacidad creadora que nos ayude a construir un mundo más justo.
El Dr. Florentino Pérez considera que la educación es el dispositivo capaz de contribuir a tomar conciencia de nuestra realidad y coincido con él, nuestra capacidad pensante nos debe ayudar a despojarnos de los paradigmas dominantes y pensar siempre que existimos junto con otros, que también piensan y sienten y que podemos ser capaces de construir un mundo mejor y más justo en el que haya cabida para todos.
Glosas sobre el libro Reformar el pensamiento, descolonizar el saber.
Memoria e historia
NérviNsoN
Machado
1. Sí, empecemos por donde no deberíamos empezar. En parte –como dice Jorge Peña Vidal, en su libro La poética del tiempo: ética y estética de la narración–, porque el “comienzo no hipoteca el desenlace; pero en cambio, lo inaugura, pone unas reglas sobre las que se funda la misma contingencia”, ya que no existe libro sin nacer desde la crisis o el cuestionamiento; tampoco realidades que no deban ponerse en duda. Y si tenemos que adentrarnos al pensamiento dominante (el que nos trae hoy a este diálogo) y las grietas en su envoltura, asumamos que vamos adentrarnos a una larga oscuridad y que hay que aprender a hacer fuego, aunque no sepamos, posiblemente, que contemos con una caja de cerrillos en el pantalón. Pero qué digo pantalón, también podría ser una falta, un vestido, un shorts. Da lo mismo, las palabras construyen realidades y ahora mismo cada quién tiene que decidir cómo quiere ingresar a esta larga noche del pasado. Y en el caso de la obra del autor Florentino Pérez Pérez, Reformar el pensamiento, descolonizar el saber. Memoria e historia se trata de que el lector, aún sin desearlo, se convierta hipotéticamente en esa figura mitológica griega llamada Argos Panoptes, de quien nos dice Ovidio: tenía cien ojos para contemplar la noche. También destruía barcos. Sí, eso. Que no se nos pase. Quizás ahora también a nosotros nos toque, como lectores de Pérez Pérez, quemar algunas naves que han permanecido demasiadas decoradas y estáticas en el pensamiento occidental. Ya veremos.
2. Si digo que empezaré, no me crean, ya hay un punto previo que toma sentido con un par de anécdotas personales que quiero compartir y tiene que ver con los que me vieron leer este pequeño libro (apenas 116 páginas), sin saber que el libro en cuestión es más grande que sus páginas. Tampoco fue muy alto Fray Cervando Teresa de Miel, por si acaso. Pero el fraile dominico, adelantándose a su tiempo, se escabulló varias veces de su presidio, incluyendo el de San Juan de Ulúa, después de que lo apresaran por
contradecir el argumento teológico de la corona española para colonizar América. Ok. No fue un ninja, está claro. Terminó en España exhibido como si fuera un espécimen extraño en un zoológico. Lo curioso fue la conclusión a la que llegó: “¿esto es lo que queremos imitar?”, refiriéndose al viejo continente. Fray Cervando no solo volteó a ver las raíces prehispánicas para el discurso que lo llevó a caer de la gracia de la corono, también comprendió que había un pensamiento distinto al impuesto en su época y el cual, para nuestra desgracia, aún sobrevive. Otra anécdota similar tiene que ver con otro latinoamericano llamado Simón Rodríguez, maestro casualmente de Simón Bolívar y con quien compartió páginas Fray Cervando en un periódico proindependentista en Inglaterra. Los dos fueron cuestionados, perseguidos y no sólo desde el poder, sino desde aquellos que aceptan el poder sin cuestionarlo. A mí nadie me persiguió por leer este libro, por fortuna, pero fue llamativo cómo la frase “descolonizar el saber” hizo que más de uno cuestionara, sin leer el libro, lo que había dentro de sus páginas. “La colonia ya pasó, eso es no superar el pasado”, me dijeron algunos, sin imaginar que lo que se cuestionaba era la realidad y que, si bien, no es España la que tiene el control sobre el pensamiento global, sí hay muchas otras fuentes que determinan nuestra forma de comportarnos, pensar y aceptar la realidad, si no pregúntenle a la academia; a eso le llamamos occidente, el cual es un sitio difícil de clasificar en un mapa geográfico. Así que es difícil escaparnos, como lo hizo Fray Cervando y Rodríguez, de la occidentalización. Sin embargo, nuestro sino es cuestionar y buscar dentro de la memoria colectiva y los puntos no visibles –por la aculturación–, porque permanecen latente a pesar del velo.
3. Con la aparición del pensamiento nace también la crisis sobre la realidad y lo dicho, componente importante para entender esa misma realidad. Si damos un paseo por la historia de las ideas, desde Platón, pasando por Hegel, Kant, Nietzsche y saltándome una docena más de pensadores


hasta llegar a Adorno –con su sentencia: “No se puede escribir poesía después de Auschwitz”– la idea de que algo está muriendo, está inconcluso o falto de cuestionar no nos ha abandonado. Pero he ahí donde radica la filosofía, que más que dar conclusiones cerradas y entregarnos todo como si fuera una discusión de borrachos, donde el mundo se traduce en un par de frase tajantes, trata de llevarnos a nuestra eterna infancia. Total, tampoco se trata de ser un crítico literario que alaba solo a sus compatriotas por chauvinismo y no cuestiona nada. Esa curiosidad inicial, a veces descarrilada, es nuestra llave para ingresar a la vida: el “¿Y por qué?” infantil que luego dejamos a un lado, regresa, y regresa con más dolores de cabeza, porque nos enteramos de que a pesar de llevarnos toda una vida preguntándonos cosas, no hemos avanzado tanto como creíamos. Y sí, en apariencia es más cómodo –pero también vergonzoso– aceptar el mundo tal cual está. De ahí el pensamiento único, el autoritarismo, la renuncia a lo humano en nombre de un tipo de civilidad que atenta contra nuestra propia especia. El pensamiento dominante no acepta otra visión. Pero supongo que yo no soy muy bueno para explicarlo, así que dejaré estas palabras del anarquista Rudolf Rocker, otro perseguido por el nazismo, quien en su libro Nacionalismo y cultura planteó la idea de que a mayor avance del poder menor sería la cultura: “Todo poder está inspirado por el deseo de ser único, pues, según su esencia, se siente absoluto y se opone a toda barrera que le recuerde las limitaciones”. Descolonizar el pensamiento, por tanto, es pensar un poco anarquista; es cuestionar ese poder y volver
a la pregunta inicial del por qué. El mismo Florentino (y disculpen ustedes que pasé del usted a tutearlo) escribe: “Cuando nos planteamos la relación entre conocimiento y poder, enfrentamos la vida como un desafío de libertad; pero de una libertad que se construye desde la capacidad de autonomía del pensamiento, para romper los muros de lo inevitable”.
4. Según la UNESCO cada año desaparecen 26 lenguas en el mundo. Si es cierto que cada lengua es una filosofía por sí misma, ¿cuánto no estamos matando? Parte del problema de la globalización es atentar contra la identidad y la memoria. Lo hace contra las lenguas inicialmente. Luego sigue la cultura (o el resto de la cultura). Tampoco es nuevo. Tampoco es natural. Desde la creación de la escritura siempre ha existido el monopolio gráfico como forma de imponer las ideas. En la remota Mesopotamia los acadios impusieron la escritura que robaron de los sumerios para expandir su cosmovisión. A pesar de que muchas civilizaciones tuvieron su propia forma de escribir en esa región (toda cuneiforme, por cierto) el sumerio siguió siendo la escritura oficial para muchas ciudades estado. Lo mismo hizo China sobre una gran extensión de lo que hoy conocemos como Asia, los romanos con el latín (y, “Oh, salve César” que Dante rompió el molde al escribir La divina comedia en lengua vernácula), los franceses en Europa y América en tratados políticos o actualmente el inglés, porque el poder, hasta la II Guerra Mundial, se trasladó de Inglaterra a Estados Unidos. Pensemos ahora en el propio español y el sometimiento a
las lenguas originarias, que poco a poco vamos orillando a desaparecer. Descolonizar, según el autor del libro ahora citado, es también ver las realidades desde una noción transdisciplinaria que no atente contra la memoria.
5. ¿De qué habla Florentino Pérez Pérez cuando habla de descolonizar?, que la colonización no es un asunto meramente territorial o económico, sino que se expande más allá del tiempo y la geografía, incluso de una forma más peligrosa, imponiendo un pensamiento único y remplazando una serie de saberes ancestrales. Podríamos, por ejemplo, cuestionar la veracidad del mito frente al pensamiento racional para igual llegar a una misma conclusión. Algo que por siglos se ha criticado y que trata de poner a la academia por encima de comunidades ancestrales. Pero si algo tiene el mito es que es una forma alegórica de comprender al mundo y, como bien dijo Joseph Campbell, encontrar una relación con la muerte; entenderla. El propio Heidegger comprendía a la muerte como un fenómeno de la vida. Organizamos al mundo según la visión que tengamos sobre este hecho. Sin embargo, desde Gilgamesh, pasando por la Odisea, la Eneida o recorriendo las páginas del Popol Vuh la muerte siempre ha sido un constante diálogo con la vida. Si no, pregúntenles a los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. Reformar el pensamiento, descolonizar el saber. Memoria e historia es un libro de esos que resiste, que pelea y es inquieto y vuelve inquieto a los lectores, porque no está para responder, sino para generar más preguntas de las que nos adentramos a sus páginas.


Positivismo cientificista VS las epistemologías del Sur
Una idea central del libro “Reformar el Pensamiento, Descolonizar el Saber; Memoria e Historia”, es que las promesas de la modernidad han fracasado, que estamos atravesando una crisis civilizatoria de la que a veces no nos damos cuenta o pretendemos ignorar, pero que está ahí, profundizándose cada día, lo que puede conducirnos a la extinción de la vida humana; para salir de esta crisis, sentencia Pérez Pérez, necesitamos transformar la sociedad, pasando por la reforma del pensamiento, la descolonización de los saberes y la reinvención de la educación.
En el desarrollo de esta propuesta epistémica es identificable la filiación del Dr. Florentino Pérez Pérez al pensamiento crítico latinoamericano, con pensadores como Boaventura Soussa Santos, Anibal Quijano, Ramón Grosfogel, Walter Mignolo, Enrique Dussel, Frans Hinkelammer, Hugo Zemelman, entre otros; es identificable también la línea que busca entroncar el pensamiento emancipador y liberador latinoamericano con el de los críticos del pensamiento de la modernidad, entre los cuales hallamos a Castoriadis, Levinas, Derrida, Bauman, Touraine y Edgar Morín, fundador de la teoría de la complejidad.
Coincidiendo con los autores referenciados, el Dr. Florentino Pérez cuestiona la racionalidad instrumental de la modernidad capitalista neoliberal por conducir a la imposición de un pensamiento eurocentrista, único, reduccionista y excluyente, basado en la disyunción, en lo compartimentado y en la infalibilidad del método, lo que ha conducido a un positivismo científico incapaz de reflexionar sobre sí mismo.
rené rodríguez Hidalgo
Plantea el Dr. Florentino la reforma del pensamiento y de la acción desde la aceptación del desafío del pensamiento crítico, de la deconstrucción y desestructuración del pensamiento occidental positivista, desde la recuperación del sujeto que se instala en la perspectiva de la incertidumbre y del pensamiento complejo.
En este libro, su autor problematiza dos paradigmas de investigación y acceso al conocimiento, el positivismo cientificista VS las epistemologías del Sur, poniéndose de lado de estas últimas por considerar que desde estas epistemologías del Sur es posible abrir la posibilidad de establecer un diálogo intercultural de saberes, una ecología de saberes para poder acceder a los saberes otros, a los saberes que han sido negados por el ciencismo de la modernidad; para inscribirnos en estos nuevos paradigmas se hace necesario reformar el pensamiento, ejercitarse en el pensamiento decolonizador, liberador y atento al enfoque de la complejidad, lo cual únicamente puede lograrse reinventando la educación para que ésta sea una práctica de la libertad y no una estrategia de control y dominación.
El pensamiento de Florentino Pérez es enriquecedor y problematizante, pues coincidiendo con Edgar Morín nos invita a asumir el desafío de superar el pensamiento débil y unidimensional, el pensamiento simplificador, compartimentado y reduccionista, llevando a cabo una transición paradigmática hacia el pensamiento complejo, enriquecido desde una ecología de saberes y miradas otras; nos convoca a aceptar el desafío de formarnos desde la libertad de pensamiento, no dogmático ni cerrado. La propuesta es que hombres y mujeres nos asumamos como
sujetos históricos, constructores de sociedades sociohistóricas y no meros espectadores en el complejo escenario del mundo.
En este libro, su autor nos convoca a pensar desde el Sur, recuperando la memoria histórica de nuestros pueblos, de sus luchas, superando el colonialismo epistemológico occidentalocéntrico; nos reta a la realización de lecturas disruptivas, subversivas y no dogmáticas de los textos; nos mueve a leer la vida en clave esperanzadora, de renovación, de transformación para salir de esta sensación de vacío creada por el pensamiento de la modernidad deshumanizada en la que imperan la desesperanza, desolación, desilusión, pérdida de identidad y de sentido, donde el capitalismo, el neoliberalismo y el consumismo exacerbado nos ha introducido en una forma banal de vivir la vida, la vida líquida de la que nos habla Sigmun Bauman.
Recapitulando podría decirse de este libro que, nos permite tener conocimiento de que la crisis civilizatoria está entre nosotros aunque no nos demos cuenta, la crisis está instalada aquí y ahora, es económica, es cultural, es ambiental y lo más grave, es una crisis epistemológica, que justamente por las epistemologías con las que hemos aprendido a ver, a conocer y a interpretar el mundo, no nos damos cuenta de ella, de sus dimensiones y gravedad, pero al mismo tiempo nos anuncia la posibilidad de una nueva manera de ver y vivir el mundo bajo miradas otras, para lo cual debemos comprometernos con la transformación de la sociedad, pasando por la reforma del pensamiento, la descolonización de los saberes y la reinvención de la educación.
Reflexiones


Descolonización y emancipación
Lyz sáeNz díaz
EPara sobrevivir en la Frontera debes vivir sin fronteras ser un cruce de caminos.
Gloria Anzaldua
l libro Reformar El Pensamiento, Descolonizar El Saber. Memoria e Historia de Florentino Pérez Pérez, nos ha congregado para reflexionar sobre su contenido convergente e introspectivo, de repensar la existencia en la diversidad de saberes. El horizonte teórico que, en el libro de Pérez, se manifiesta, puede sacudir el lastre de las antiojeras mediáticas que sostienen el pensamiento universal. Una de las vías para liberar el conocimiento unívoco, es mediante la descolonización que se trata ampliamente en el libro.
Ante esto me parece importante decir que en el “sistema-mundo”, categoría abordada por Wallerstein, se ha reproducido un mundo universal, homogéneo, integrado, dirigido a alcanzar el progreso, el desarrollo, la modernidad sostenida de narrativas como la globalización, democracia, derechos humanos a pesar de la crisis civilizatoria de
un mundo que se cae en pedazos. La eficacia de quienes legitiman estas narrativas es tal, que, no se cuestiona el discurso hegemónico imperante.
En esa homogeneidad universalista quedan excluidos quienes no consumen, los que son incomodos o vistos como “feos” por su raza, su color, su condición económica, sus formas de vida, por su cultura y formas de mirar el mundo, sobre todo quienes guardan una relación respetuosa con la naturaleza. Por ellos quienes ven la naturaleza como parte de sí mismos, que los sostiene y provee como una madre. Los llamados “indígenas”, todos ellos no caben en un tipo de “hombre” competente, individualista y masificado.
En tal sentido, la construcción eurocéntrica organiza la totalidad del tiempo y del espacio a partir de la experiencia de occidente, colocando su especificidad histórico- cultural como patrón de referencia superior y universal, a tal grado, que entrecruza nuestras subjetividades, sueños y deseos. Por mencionar, la cultura maya posee un sistema calendárico con una maravillosa precisión respecto a los movimientos astronómicos, sin embargo, en su mayoría se desconoce menos se práctica. En cambio, el calendario gregoriano
rige nuestras vidas y fue establecido por el papa Gregorio XIII en el año 1582 y con un desfase en el tiempo por eso colocaron años bisiestos. Respecto del modelo de racionalidad que rige la ciencia moderna, que también se aborda en el libro Reformar El Pensamiento, Descolonizar El Saber. Memoria e Historia de Pérez, según de Sousa Santos (1987) se constituyó a partir de la revolución científica del siglo XVI, de tal manera que el pensamiento fragmentado entre el hombre y la naturaleza permeo tanto en las ciencias hasta hoy en día. Repensar la génesis de las ciencias naturales y sociales; las dicotomías que cruzan la vida misma; la historia de nuestro pensamiento, estos referentes pueden colocar luz en los contextos que habitamos, como nos invita el libro de Florentino.
Siguiendo con el libro: contiene un valioso aporte en tanto que reúne las perspectivas de muchos autores, teóricos y filósofos, desde el siglo XVI al XXI. Su contribución radica en que recupera los aportes epistémicos y teóricos sobre la razón y sus formas, así como de los paradigmas del conocimiento. Asu vez se convierte en un libro didáctico al presentar de forma fluida y clara
el pensamiento de cinco siglos.
En su estructura, la obra consta de dos partes, la primera cuyo título es Reformar El Pensamiento, Descolonizar El Saber: La Transición Paradigmática, como el autor lo señala al principio del capítulo, coloca la ruta para repensar y cuestionar los paradigmas hegemónicos de las ciencias desde la visión eurocentrista, término acuñado por Quijano y desde ese lugar invita a desandar, a repensar para transformar el dialogo que se establece con las ciencias.
En la segunda parte de la obra de Florentino Pérez, aborda la historia y memoria. Este apartado me situó en un marco histórico relacionado con la herida colonial o memoria colonial, término abordado por Walter Mignolo y que Gloria Alzaldua. Al respecto dice: “Toda cultura es una cultura colonial, y ello porque su gesto fundador tiene la forma de la herida y el ejercicio de la violencia. Sólo produce el estado su identidad de nación desde una alteridad excluida, desposeída y marginada. Sólo establece el estado el mito de la nación y su pureza desde la frontera y como frontera: (sic) como aniquilación del territorio, como conversión del hábitat en límite que escinde y corta”.
En referencia a lo ocurrido en la masacre
de las naciones de los que se han comenzado a nombrar como los pueblos del Abya Yala y que fueron considerados como pueblos barbaros, aniquilados, clasificados bajo el establecimiento de categorías binarias primitivo-civilizado, irracional-racional, mágico/mítico-científico, tradicional-moderno para justificar la superioridad-inferioridad.
De ahí que la descolonización esté relacionada a la emancipación ya que permite mirar los dispositivos de poder. Asumir esa tarea implica quitar las cadenas de la mente, desaprender lo aprendido para volver a aprender; por lo tanto, implica un trabajo a nivel subjetivo y estructural.
Para finalizar, invito a leer el libro de Pérez para comprender parte de esa historia y memoria qué el resalta en el libro, que para mí significa volver a cuestionar mi historicidad y lo que entrecruza mi cuerpo y pensamientos visto como territorio político, con las que se edifica la identidad individual y la construcción colectiva de identificación grupal que moldea las subjetividades; a partir de esta construcción incluye no solo al género, sino también a la clase y a la etnia. Por tanto, se puede realizar cambios estructurales con estas nociones para reformar el pensamiento.
Yuskoroya

Bibliografía
De Sousa Santos, Boaventura. Epistemología del Sur, 1987.
Disponible en https://secat.unicen.edu.ar/ wp-content/uploads/2020/03/BONAVENTURA-SOUSA-EPISTEMOLOIGIA-DEL-SUR.. pdf
Mignolo, Walter. 2005 a. El pensamiento des-colonial, desprendimiento y apertura: un manifiesto.
Disponible en http://www.tristestopicos.org/ walter%20mignolo_descolonial_ tristestopicos.pdf.
Wallerstein, Immanuel. El moderno sistema mundial. v. I. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía-mundo europea en el siglo XVI. México: Siglo XXI Editores, 2011. (LIBRUNAM: HC45 W3418 2011)
Wallerstein, Immanuel. El moderno sistema mundial. v. I.I El mercantilismo y la consolidación de la economía-mundo europea, 16001750. México: Siglo XXI Editores, 2011. (LIBRUNAM: HC45 W3418 2011)

