Suplemento Al Faro #4

Al faro

SUPLEMENTO

Editores: Daniela Alfaro y Enrique Alfaro F.

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Viernes 16 de febrero de 2024

No. 4

L O S R E C U E R D O S D E L O LV I D O

Primera época

“El olorcito a corte” Raúl Vera

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R

LOS RECUERDOS DEL OLVIDO: “El olorcito a corte” / Raúl Vera

ecorrer a su lado las viejas calles de Chiapa de Corzo o Napiniaca

es encontrar vestigios de nuestra

Viernes 16 de febrero de 2024

Carlos Navarrete formó parte de la generación intermedia de exiliados guatemaltecos que llegaron a Chiapas, miembro del grupo político cultural de izquierda Sakertie, Amanecer en maya Kiche.

memoria en cada saludo. Lo mis-

mo en una puerta de madera, teja- tral de Chiapas y nutre el imag- como Jorge Ubico, Idígoras Fuen- exiliado Justo Rufino Barrido, casa de adobe, que a la sombra inario colectivo de los pueblos tes, Romero Lucas o el último de os en 1867. Una nota publicada de la vieja pochota, en la misma ribereños, tiene su lejano origen triste memoria Efraín Ríos Mont. que colgaron al caudillo indíge- en Guatemala y ha sido derrote-

en La Brújula, el 6 de agosto de

Carlos Navarrete formó parte 1869, periódico de San Cristóbal

na Sanguieme. Para los cercanos ro para los chapines, cachucos o de la generación intermedia de ex- de Las Casas, daba cuenta que es Carlitos Navarrete arriero del guatemaltecos, quienes por sus iliados guatemaltecos que llega- fuerzas chapinas violaron la so-

agua, que nos llegó desde Xela- ideas han dejado la antigua Capi- ron a Chiapas, miembro del grupo beranía mexicana y entraron a la jú, junto con su extensa palabra, tanía de Guatemala, que después político cultural de izquierda Sa- finca Malacate, en el Soconusco, por el río Grande de Chiapa en la de la independencia de España y kertie, Amanecer en maya Kiche. residencia de Rufino Barrios, para década de los cincuenta del siglo hasta el siglo XX ha sido territo- Llegó a Chiapas a mediados de intentar asesinarlo. pasado.

rio fértil para caudillos como Ra- los cincuenta a consecuencia di-

Al exilio de Rufino Barrios,

El río Grande, vena hídrica fael Carrera, Estrada Cabrera y recta de la caída de Juan Jacobo le siguió su compañero

liber-

que mitiga la sed del valle cen- después para dictadores militares Árbenz. Antes que él ya se había al; Manuel García Granados, en

Editores: Daniela Alfaro y Enrique Alfaro F.

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1869. El general Miguel Ángel García Granados, organizaba desde Chiapas una rebelión que no era bien vista por los grupos coletos que lo criticaban en el periódico La Brújula, El General Miguel Ángel García Granados pasó a la historia como el padre de María García Granados Saborío, a quien el poeta cubano José Martí dedicara La Niña de Guatemala, la que se murió de amor.

La llamada revolución de 1944, generó varios exilios, entre ellos el de Carlos Navarrete, militante del grupo político cultural Sakertie, muchos de ellos con militancia en el Partido Comunista de Guaal arte y la cultura y que fueron otros los apresaron o asesinaron. después de la caída de Juan Jacota 1958 cuando llegó a Chiapas, rememora entre risas “sentí la arqueología y el calor de mi país huele, como dicen, a corte” en

Gamboa.

cuando llegué aquí en 1958, aquí

do Castanón órico Fernan

bo Árbenz en 1954, pero fue has-

. Archivo Hist

Carlos Navarrete salió de su país

Brújula, 1869

perseguidos; algunos huyeron, a

Portada de La

temala, jóvenes que se dedicaban

do”. Con estás sencillas palabras

referencia a la enagua de las mu- tancia en la Capitanía General de Leopoldo Ramírez Anleu, Antonio plasmadas en una carta, su amigo jeres indígenas de Guatemala y Guatemala por varios siglos.

Chiapas.

Mosquera, Walda Barrios, esta ul- Gilberto Utrilla, abría su corazón

Los pasos del pensamiento tima salió exiliada desde los años al anda solo, militante de izquierda,

Desde esa vez se quedó a vivir liberal chapín por Chiapas, fue se- 50 junto con sus padres que forma- que se encontraba preso en su país.

en la vega del Río Grande y luego guido por miles de campesinos que ron parte del gobierno de Árbenz. en Chinkultik, Chiapas, que es lo llegaron a la frontera de Chiapas,

Gilberto Utrilla no solo le mando

“Carlitos, yo sé que es muy está carta sino le contó a Carlos

más cercano a estar en Guatema- huyendo de la represión militar triste estar en la cárcel, sino tienes Navarrete sus andanzas que dio

la, no solo por el voseo, sino por a principios de la década de los donde ir vente a Chiapa, aquí so- pie a “Los arrieros del agua”, pilar todas nuestras identidades y her- 80. Con ellos otra generación de mos muchos, pero todavía caben de la literatura chiapaneca moder-

mandades compartidas que van intelectuales y académicos como más y si te hace falta dinero yo na, una obra fantástica, en la que desde lo maya, hasta nuestra es- Otto Marroquín, Jaime Quiroa, veo donde consigo y te lo man- el mito, leyenda y cotidiano de los

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hombres del campo de Chiapas se estela tras estela. Desencriptaron cerveza y la plática lo han acomentrelazan en un relato vivo.

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Carlos sabe del cariño que se

el mensaje que las culturas preco- pañado toda su vida. Hoy recorre le tiene en estas vegas del Río

Viajando en tren, camino a lombinas dejaron plasmadas, hasta junto a Lalo Martínez hijo, David Grande, en este derrotero en Palenque con el Dr. Heinrich leerlas como quien lee un periódi- Díaz, las viejas calles del Soctón donde afianzó su peregrina vida, Berlín se topó con el ingeniero co de tiempos remotos.

Lalo Martínez, que se dirigía a

Nandalumí, Napiniaca, Chiapa de su amena plática recuerda: “como

En Chiapa, Carlos Navarrete los Indios o Chiapa de Corzo. En decía mi abuelito, mirálo hijito he

Campeche, entablaron amistad, ese fue amigo, enamorado, parachico estas tierras Carlos Navarrete es un oído que me digan al oído amor en fue el primero de tres encuentros, “no éramos más de 60 parachicos, rock star, referente obligado para francés, en alemán, en inglés, en cuando Navarrete decidió venir a no como ahora que son miles” re- entender y gozar Chiapa, la gen- español, pero ¡ay, ay, ay el olorcito vivir a Chiapas, Lalo Martínez lo cuerda. Cuenta que después de una te se le acerca le pide fotos, baila a corte!” Ese mismo olor a corte convenció de que viviera en Chia- ausencia y sentir flato en Chinkul- con él y festeja la vida. A sus 93 que aromatiza las montañas de pa y no en Tuxtla, ya que en Chiapa tik, regresó a Chiapa y cuando iba años, asiste a la presentación de su Chiapas y Guatemala. trabajaban en la zona arqueológica cruzando la plaza grande camino último texto sobre la fiesta grande, de Dili Calvario, con la fundación a la casa de Lalo Martínez, le di- patrocinado por sus amigos, en Nuevo Mundo, desde entonces jeron que lo invitaban a la canti- especial Enrique Machorro, y su comenzaron a traducir piedra tras na del “Mampo de oro” quien lo nombramiento como hijo distin- Texto y fotografías: piedra, basamento tras basamento, recibió vestido de chiapaneca. La guido de Chiapa.

Raúl Vera.