Con un alcance global, pero de origen británico, Norman Foster goza de una trayectoria tan cuantiosa en obras como en premios, lo que le hace uno de los arquitectos más destacados de las últimas décadas. Su mirada siempre puesta en el futuro, unida a la comprensión de las lecciones del pasado, ha dado lugar a una obra de asombrosa claridad y continuidad que se prolonga desde los años 1960 hasta la actualidad.
En este trabajo se analizarán las reflexiones que hace Foster sobre tres temas: el lugar, la sostenibilidad y la luz, aplicadas a un tipo de construcción que se repite a lo largo de su carrera y que él denomina all-embracing roof, o cubierta omnicomprensiva. Su obra se caracteriza por una sobresaliente continuidad, lo que permitirá definir y trazar una evolución clara este tipo de edificio.