Revista Tayel #3 / ITEM Instituto tecnológico de música y artes integradas

del mapudungun: canto sagrado

diciembre/2018

Somos instrumentos de viento Por Agustina Vidal

Magdalena Matthey:

Por Lino Borbolla Ugando

Queridos E amigos,

n esta ocasión quiero manifestarles mis agradecimientos a todo el equipo que ayudó, apoyó, y colaboró con este proyecto ITEM. He sentido el cariño y la disposición que han mostrado en el proceso de éste. A través de mi mente y corazón, les reitero mi cariño y gratitud.

Las puertas de esta casa, siempre estarán abiertas para ustedes, y todo aquel que manifieste su intención de desarrollar su conciencia a través de las artes integradas y colaborar así con el despertar de tantos que aún se encuentran dormidos.

Les deseo a todos un muy feliz encuentro con sus familias a través del sentimiento sublime que nos une en estas fechas.

Perdón Comprensión Caridad Amor Misericordia Conciencia Tolerancia

Sabiduría

Generosidad Navidad

Gracias, saludos Vladimir Groppas K

diciembre/2018 Director General: Vladimir Groppas K. Editora: Mary Rogers G. Diseño: Alejandro Fuentes Soporte Web: Daniel Gutiérrez Colaboradores: Agustina Vidal, Lino Borbolla.

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Una producción del Instituto tecnológico de música y artes integradas ITEM. Condell 456, Providencia, Santiago de Chile.

Teléfono+ 562 29184502 www.itemchile.cl

Por Agustina Vidal

L

a metodología “El Cuerpo y El movimiento del aire La Voz” integra elementos de en el cuerpo, el ritmo la danza, el teatro, feldenkrais, respiratorio, el estado y enfatiza en la memoria muscular del cuerpo, a nivel físico y emocional. de asombro, la apertura Desde este contacto profundo con el de los huesos…, cuerpo, se accede de una manera mucho devienen en vibración más natural y amable al estudio de sonora. El canto la Técnica Vocal, reconociendo lugares de resonancia diferentes es un proceso que y descubriendo nuevos recursos sucede a partir de un expresivos.

deseo: el de liberar Asi, en mi experiencia, creo el propio sonido. El que el canto es, además cuerpo es entonces de una actividad física, un el que “canta”, es importante canal expresivo y una poderosa herramienta de el vehículo por el autoconocimiento. cual el aire se transforma Como actividad física, el en estudio del canto requiere de un entrenamiento muscular interno sonido. donde el cuerpo abre paso a los flujos de aire, encontrando su resonancia en la estructura ósea del cuerpo humano. Así entonces, se aprender a adoptar posturas internas que facilitan la respiración costo-diafragmática, fuente donde nace el sonido que, en tanto aire, es vehiculizado y dosificado a través del cuerpo como instrumento de viento.

Como herramienta de autoconocimiento, requiere de una apertura mental para romper con viejos prejuicios, ya que existen muchos mitos acerca del

canto. Hay quienes creen que para poder cantar, se debe nacer con talento o un don especial. La verdad es que a través del entrenamiento vocal y corporal, toda persona que puede hablar, puede cantar.

Aún así, cantar supone una entrega y una desnudez mental y emocional, a la que es mejor estar dispuestas y dispuestos. Es un camino liberador el de “soltar el control de la voz” para reconocerla y encauzarla.

El objetivo entonces es conocer y liberar el propio sonido, a través de ejercicios de respiración y ejercitación que permitan adquirir consciencia del cuerpo, acallando las voces mentales que perturban la concentración. Sólo así se puede llegar a un estado de calma y quietud al momento de cantar o ejercitar la voz. En este estado desarrollamos la capacidad de escucha que a su vez ayuda a desarrollar el oído interno y externo, transformándonos en un instrumento sonoro que, como resultado, dará lugar a la voz cantada.

El sonido de cada persona es único y auténtico, porque cada cual tiene una biografía y anatomía física distintiva que, en definitiva, constituyen la anatomía de su voz. Por eso, es fundamental trabajar con y desde el cuerpo para comprender con mayor facilidad el funcionamiento de la maquinaria corporal interna.

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Magdalena Matthey:

H

ablar de ella es referirse a una de las artistas más completas de su generación.

Comprometida con la sociedad y el ser humano, Magdalena busca, a través de su canto, la forma de “estremecer el corazón de las personas para lograr un cambio permanente y significativo”, como señala en su sitio web.

Hablar de Magdalena Matthey es hablar de belleza y profundidad; lenguaje poético y trascendencia; intensidad y entrega.

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Nacida en una familia que valora la tradición, Magdalena aprendió, gracias a la guía de su madre, a mirar más allá de lo externo, buscando la esencia de las cosas y las personas. La observación y el amor unidos dan como resultado una amplia producción musical que incluye seis álbumes , un trabajo audiovisual reciente (Me lo contó mi madre, 2015) y un motor de creación constante.

“Desde agosto me encuentro trabajando en nuevas canciones siempre volviendo al origen y rescatando el lenguaje latinoamericano. Cuando no hay inspiración, trabajo de todos modos, afinando detalles”, cuenta.

Recién celebrados su primeros 25 años en la música, se la percibe como una artista feliz y ella lo confirma al señalar que su mayor logro musical es “estar aquí, en estos tiempos haciendo lo que me mueve y conmueve. Tener el privilegio de expresar lo que pienso y siento a través de la música. Los años me han regalado confianza. Agradezco

lo que he vivido porque esa es mi fuente. Me siento plena con la ruta que he tomado”.

con la belleza del verso , pero creo que debe ser que me estoy poniendo más vieja”.

Y ha sido una buena ruta. Más allá de los premios obtenidos desde el comienzo de su carrera, cuando ganó por primera vez el Festival de Viña del Mar en 1995 con la canción “María Leonor Lucía”, una composición que habla sobre la vida de su hermana; una segunda gaviota de plata como mejor intérprete el año 2003, un Altazor, nominaciones y otros reconocimientos internacionales, la música es una forma de vida para Magdalena Matthey.

A propósito de lo que ha podido escuchar, en medio de su propio movimiento, cree que pueda estar algo desfasada pero destaca:

“La música es para mi un lenguaje, una fuente fundamental y un puente para comunicarme. Me sumerjo en esta lengua para decir lo que pienso, para reflexionar, para movilizar la conciencia. Es una herramienta poderosa y por lo mismo la respeto y la cuido”, dice.

Por lo mismo, por el respeto que le merece la palabra y la creación, admira y mira el crecimiento artístico nacional.

“Chile es un país de músicos. Es asombroso ver cómo las nuevas generaciones vienen con tanto talento y están muy interesados en no olvidar de dónde vienen. Se atreven a explorar y proponer. Me encanta ver su fuerza y compromiso. A veces me preocupa el contenido literario, el cómo dicen los contenidos, siento una desconexión

“Primero me voy a Chile. Benjamín Walker es inquieto y curioso, eso lo hace interesante. Chinoy en su momento me pareció inteligente y provocador. Gepe y su folclor imaginario (aunque sé no es tan nuevo), un gran aporte y acierto, gran trabajo. Paz Mera es magnífica.

Hay instrumentistas también que son tremendos, no sólo se trata de cantantes. Melissa Aldana, Simón González. El mundo de la música es demasiado ancho y me muevo por una vereda muy angosta. De España, Rosalía es interesantísima”

Abrirse al aprendizaje Aunque, desde niña, Magdalena Matthey tuvo un fuerte desarrollo musical debido a su formación familiar, la academia fue un aporte para ella. Considera que sus estudios en la desaparecida escuela de la SCD fueron fundamentales para su equilibrio creativo.

“No olvido mis clases de historia de la música con Luis Advis. Los profesores no sólo enseñan y dan información, sino que también “educan” y entregan

una experiencia de vida que en algunas ocasiones nos puede marcar. Abrirse al aprendizaje es fundamental. Lo importante es el equilibrio. Lo teórico unido a la confianza de una capacidad creativa, atreverse a romper normas, seguir a la intuición entendiendo el universo de la música en todas sus ramas puede darnos un resultado potente. Además desde la academia se generan lazos, conoces a otros que están en lo mismo que tu y te da la posibilidad de hacer proyectos en conjunto.

Mi experiencia fue magnífica, porque en esos tiempos tuvimos la posibilidad de encontrarnos con profesores generosos interesados en el crecimiento integral de nosotros.

La música era un arte y siempre nos hicieron tomar conciencia de la importancia de encontrar una identidad y comprometernos en ella”, dice y se apura en dar una sugerencia a los futuros estudiantes.

“Vayan vacíos, dejen los prejuicios afuera de la sala. Sean curiosos, investiguen más allá de lo que les enseñan. Sean rigurosos, pacientes, perseverantes. Permítanse con frecuencia el error, desde este lugar viene lo nuevo. Acepten las frustraciones, son necesarias. Quieran y admiren el trabajo de los otros, eso nos hace más fuertes. Despeguen para crear, pero no olviden su origen.

Puede ser peligroso. La observación y la autocrítica nos permite llegar más lejos.”

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INSTANTÁNEAS Tres piezas que todo músico debe escuchar: Prefiero acotar a artistas chilenos que para mi han sido fundamentales: Violeta Parra, Víctor Jara , Luis Advis.

Pero no sólo el conocimiento musical es importante para el futuro artista y Magdalena comparte algo que descubrió, que parece obvio, pero a veces no lo es para la mayoría de las personas.

“Desde que asumí la música como un “trabajo” todo cambió de lugar.

Cuando compongo, cuando ensayo, cuando preparo un disco, cuando hago un proyecto me digo “Estoy trabajando”. Solía interrumpir estos espacios, pero desde que tomé la conciencia el cambio fue magnífico y también voy educando a mi entorno pues se tiende a pensar con frecuencia que la música es un pasatiempo. Cada uno de nosotros debe tener claro que este es un oficio, una profesión que nos encanta si, pero es un trabajo y vivimos de él”.

Con respecto a la educación, la cantautora se extiende sobre el panorama formativo nacional.

“Hablando de la educación en general es eso lo que justamente nos falta. Carecemos de educación, de cariño por lo que somos y tenemos.

No entendemos que la música habita en nuestro entorno y nos hemos vuelto insensibles a lo fundamental.

Hemos perdido la capacidad de admiración y respeto. En cada casa debiera existir un instrumento

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musical, da lo mismo si sabes o no tocar, el instrumento en sí mismo ya nos comunica algo. Si nuestras familias no nos ponen música chilena desde pequeños es muy difícil que más adelante sintamos una cercanía con ella. Es necesario generar un vínculo. La música es un puente que está relacionado con las emociones y la memoria.

Por eso para un músico le resulta difícil dedicarse a un tipo de música que tiene que ver con nuestras raíces. La gente no se reconoce en ella y la rechaza.

Se hace un camino más árido y solitario. Pero todo puede revertirse. Es una cuestión de voluntad y decisión.

Es también una responsabilidad”.

Tres libros que todo músico debe leer: La primera lectura es la vida misma. En sus calles y quienes la habitan. Descifrar su contenido, la experiencia del ser humano en toda su dimensión. La segunda, leer las letras de las canciones de nuestros pares, hay un gran mundo ahí, Elizabeth Morris, Francesca Ancarola, Manuel García, Alexis Venegas, Paz Mera. ¿Que dicen todos ellos?

Esa es una lectura exquisita. Se aprende mucho. La tercera, me enamoré de una poeta polaca, Wislawa Szymborska. con esto quiero decir que la poesía es una gran herramienta para inspirarnos y para contar una nueva historia con nuestros ojos. ¿Algo más que quieras decir?

Todo lo que me falta por decir, espero poder decirlo cantando.

A la caza de

Por Mary Rogers

inspiración A

dmitámoslo, somos procrastinadores. Dejamos todo para después, lo que también incluye nuestros sueños más queridos.

Culpamos a la sociedad, al trabajo diario, a la pareja, a la familia y cuando sorteamos todas esas barreras - que, por supuesto, nosotros hemos construido, gracias a la loca de la casa, como Teresa de Jesús llamaba a la mente- y nos damos el tiempo y el espacio para hacer lo que hemos estado queriendo hacer…¡lo dejamos para después!

Si, también sucede cuando escribimos.

Surge una idea, la atrapamos, la imaginamos escrita, vemos la tapa del libro, visualizamos hasta la firma con la compañía cinematográfica que filmará la adaptación apta para el Oscar y celebramos por adelantado; luego comenzamos con el ímpetu del famoso caballo inglés hasta que se nos acaba el impulso y … el texto queda abandonado a medio camino. Ahora la culpa es de Netflix, la invitación de un amigo o la nunca bien ponderada inspiración ¿Por qué lo hacemos, si teníamos la historia casi lista? ¿Por qué? ¡Por miedo!

Sí, tenemos demasiado miedo a lo que dirán los evaluadores, la crítica, nuestros amigos. El miedo nos paraliza y la motivación decae, el cansancio nos gana y seguimos procrastinando.

Pero no hay creatividad que no pueda recuperarse, por ello es necesario ir a la caza de la inspiración. ¿Cómo? Tomando como herramientas los mismos factores que haz utilizado para dejarla escapar y haciéndolo conscientemente.

Limpia tu mente. Camina, corre o ejercítate. Pasea para desconectarte de la historia.

Una caminata obliga a respirar mejor, a mirar alrededor, a poner tu atención en cosas que no requieren mayor análisis. Si puedes, medita. Haruki Murakamini cuenta en su libro “De qué hablo cuando hablo de

escribir”, que sale a correr una hora diaria entre texto y texto.

Ve por ese café. ¿Hace cuánto tiempo que no te reúnes con amigos a tomar un café o a compartir una buena conversación?

Una de las ventajas de escribir es darse el tiempo para ver el mundo y sus alrededores. Hablar hace bien, te saca del conflicto en el que está tu historia e incluso te permite comentar sobre ella, cosa que también es una puerta para ver el desarrollo de la misma desde otro ángulo.

Lee. Leer ha sido tu principal motivación para comenzar a escribir y jamás será una pérdida de tiempo. No es hora de abandonar el hábito. La lectura te hará viajar por otras latitudes literarias, lo que siempre resulta un aporte para la distracción y para el propio lenguaje. No tengas miedo a dejarte influir por otro estilo.

No hay nada nuevo bajo el sol, salvo el puzzle que cada uno de nosotros puede armar con el lenguaje. ¡Bendita paradoja!

Anda al cine o vuelve a Netflix. Salir de la rutina y entrar en una historia ajena es ideal para vivir otro imaginario que no sea el propio. Volver a sentir, después de haber perdido la inocencia intelectual, es siempre un aporte.

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Por Lino Borbolla Ugando, Profesor de saxofón Cubano.

Q

uiero hablar un poco de la improvisación. Si yo tuviera que resumir qué es para mí, diría que es el momento que tengo o siento la necesidad de expresar con mi instrumento las sensaciones que estoy teniendo a través de la música.

Ahora una de las preguntas que yo me haría o que cada músico se haría es: ¿De dónde se obtienen los recursos para improvisar? ¿La improvisación realmente es algo nuevo, algo salido de la imaginación del músico, algo que de repente uno pueda pensar que está fuera del mundo terrenal como si fuera una inspiración?

La tercera pregunta para poder armar este concepto es saber si para lograr el momento de improvisar ¿es necesario que tengamos que desarrollar un camino antes?.

Como respuesta a la primera pregunta, los recursos se obtienen del estudio, del conocimiento teórico, de las cosas que envuelven el ejecutar y la teoría en el instrumento, pasando por el concepto, la técnica y, obviamente necesario, por la práctica. O sea por el estudio diario del instrumento, en una primera línea, los recursos vienen de ahí. Mucho estudio y disciplina.

Para la segunda pregunta, efectivamente la improvisación viene un poco del término estricto que significa hacer algo que no está planeado, pero de alguna manera, detrás de ese acto, está implícita la respuesta de la primera pregunta: evidentemente para improvisar necesitas todos los conocimientos que tienes sobre el instrumento. Sólo así puedes expresar lo que estás sintiendo en ese momento. Creo que la segunda pregunta se responde en parte con la primera, ya que cuando uno estudia va descubriendo diferentes cosas.

Y para la tercera pregunta -

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=100-150

viéndolo como una propuesta mía- para llegar a una buena improvisación, es necesario el recorrido y el camino, como dije con anterioridad. Nosotros debemos saber cómo parte la improvisación: si vas a partir de lo más simple a lo más complejo, si vas a partir agresivo, muy fuerte y vas a pasar por diferentes rutas , para llegar a algo más tenue, volver a subir y lograr el éxtasis. O sea que uno debe saber que es importante tener trazado un camino y estudiar un poco esa ruta, saber que sale de un lugar y llega a otro, pero a la vez desarrollar varios caminos. Hay que tener muy claro el inicio y el final,

conocer el trayecto y para eso uno debe estudiar muchas formas de improvisar, con distintos recorridos. De esta forma se logra armar o cocinar un poco este caldo de cultivo que nos va a servir para improvisar finalmente. Ahora, es en este punto realmente donde uno comienza a improvisar sobre esos caminos que se ha trazado, que ha practicado y estudiado.

Es ahí es donde surge realmente este momento mágico donde uno comienza a crear. Y le es muy fácil porque uno ya antes estudió y practicó todos los recorridos.

Esta es para mi la improvisación.

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Calendario

Exรกmenes de Admisiรณn 2019 Enero 2019

info@itemchile.cl 229 18 4502 Condell 456, Providencia www.itemchile.cl

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(Todas las Enero 2019 entrevistas se realizarรกn Martes 8, 15, 22 y 29 a las Jueves 3, 10, 17, 24 y 31.

14:00 hrs.)