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Cofradía de N.P. Jesús Nazareno

Nuestro Padre Jesús Nazareno

José Marín González

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Queridos lectores de la revista miserere, otro año más me dirijo a todos vosotros aprovechando la oportunidad que nos da para contar las vivencias de este 2021.

Si el 2020 fue muy duro, yo pienso que nos pillo con la cuaresma ya empezada y la noticia de la pandemia nos cogió por sorpresa y fue como un jarro de agua fría, pero con la ilusión que empezamos y las ganas que teníamos hizo persistir en nosotros y aunque cambió todo continuamos miserere tras miserere haciendo cosas desde el confinamiento. Aunque no se pudo celebrar la Semana Santa si sonaron todos los viernes y días señalados de cada hermandad tambores y cornetas y las saetas que Cori grababa para nosotros que sonaba en todo el pueblo.

Pero en el 2021 como ya había información de la pandemia, con antelación ya sabíamos lo que iba a pasar. Las noticias decían que se suspende la Semana Santa y nuestros sentimientos e ilusiones se desmoronaban. No se podían celebrar ninguno de los acontecimientos propios de estas fechas. Las autoridades civiles y eclesiásticas prohibían procesiones y toda clase de actos en la vía pública.

En el poco margen que nos quedaba tuvimos la gran idea de endurecerlo más. Se podía ir a misa, a los misereres y a los actos religiosos de Semana Santa con medidas de seguridad pero no se podía escuchar un tambor ni una corneta en la Iglesia cuándo el párroco no nos lo había prohibido. No solamente esto tampoco se podía llevar ropa cofrade en el día en que tu hermandad celebraba su acto. Para mí un poco incomprensible desde mi punto de vista, pero así fue nuestra cuaresma y así lo cuento.

Aunque los que somos creyentes la fe va por dentro, pero creo que a muchas personas le quitamos su ilusión y el sentimiento de esos días y el poder vestirse en el acto de su hermandad. En un tiempo duro y oscuro que cuesta ver muchas veces luz al final del túnel, que a veces se acerca y otras se aleja como si fuera interminable.

Para mí la cuarentena de 2021 ha sido muy dura a pesar de que podíamos salir y asistir a los actos eclesiásticos y acercarnos más a Ntro. Padre Jesús Nazareno para rezar y pedir que esta maldita pandemia se acabe. Nos faltaba algo, siempre éramos los mismos en todos los actos; nos faltaba el poder compartir con la familia, amigos y compañeros cofrades esos momentos tan emotivos, esos ratos de convivencia y la salida de nuestras imágenes por nuestras calles.

Bueno al final de todo nos queda el conformismo y la esperanza de que el año que viene sea mejor que este. Que desaparezca esta maldita pandemia y que no falte nadie a esa cita que tenemos cada año, aunque es imposible por que la vida continua y por desgracia habrá personas que no estarán en la próxima lista entre nosotros.

Espero que todo lo que nos está pasando nos sirva para ser más fuertes, valorar las cosas de otra manera y aprender de los errores que sin querer cometemos, para seguir mejorando y que nuestra Semana Santa brille con más esplendor.

A pesar de todo lo duro que ha sido este año, nos dio un respiro este verano. Mejoraron un poco las cosas y las restricciones bajaban y también los niveles de contagio; las autoridades y la iglesia volvían a dejar procesionar a las imágenes por la vía pública.

Y llego septiembre y nos pusimos manos a la obra para poder sacar a Ntro. Padre Jesús Nazareno. Fueron unos días un poco movidos, había que pedir permiso a la alcaldía , mandar protocolo de los actos y medidas de seguridad a seguir. Reuniones con la alcaldía, policía local y la iglesia y luego esperar que llegara la autorización para poder salir.

El día 8 de septiembre la hermandad de Nuestra patrona obtuvo la autorización y pudo salir a procesionar y eso nos dio ánimos. Al final todo salió bien y obtuvimos ese permiso, pero con todo preparado, el día 14 día de Jesús se vio truncado por la previsión de lluvia y tuvimos que suspender la salida de Ntro. Padre Jesús Nazareno.

Nuestras ganas e ilusiones por los suelos, fue una decisión que tuvimos que tomar y comunicar a nuestros hermanos y devotos un poco amarga.

Pero eran tantas las ganas que pensamos que porque no sacarlo el 18 sábado sabiendo que era muy complicado por la situación, teníamos que volver a pedir permiso para una nueva salida y solo eran 4 días lo que teníamos. Pero se intentó y a última hora nos llego ese deseado permiso. Quedaba esa oportunidad de poder sacar nuestra imagen después de dos años sin salir.

Era tanta la fe y la ilusión y el sentimiento cofrade que nos envolvió a todos los que estábamos allí ese día que es para mí difícil de describir esa sensación.

Pero cuál fue mi sorpresa cuando salgo a la calle para ver salir a Ntro. Padre Jesús Nazareno y veo esa plaza con tanta gente esperando ese momento, comprendí que había merecido la pena tanto esfuerzo. Había unas ganas inmensas de poder ver a su Nazareno un poquito más cerca para pedir su bendición y su protección en este tiempo tan difícil.

Quedará en mi recuerdo ese momentos tan emotivo que viví ese día. Padres, hijos, nietos llevando a Jesús en hombros, padres e hijos y hermanos cofrades con lágrimas en los ojos y abrazándose, son cosas que el ser humano necesita en algunos momentos ver hecho realidad un sueño. En un tiempo tan difícil solo le pido a Ntro. Padre Jesús Nazareno que nos siga cuidando y dándonos fuerzas para soportar esta pandemia y que no nos falte la fe, la ilusión, las ganas de seguir luchando y trabajando. Si con nuestro esfuerzo podemos hacer felices a mucha gente mucho mejor porque hay momentos en la vida inolvidables que llenan nuestro corazón.

Desde aquí quiero mandar un saludo a mi junta directiva, a todos mis hermanos/as de la cofradía Ntro. Padre Jesús Nazareno. Que nos de fuerzas y salud muchos para seguir con lo que nos gusta y nos libre de esta pandemia.

Un abrazo a todos y que 2022 sea misericordioso.