Akakiloko 10

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O NÚMERO ESPECIAL NARRATIVA

O UNA FORTUNA INESPERADA

O SONRÍA, POR FAVOR

O PREGÚNTALE A AKAKILOKO

O MATARRATOS O LAS MÁQUINAS DE AKAKILOKO

O Etc. Etc.

COLABORA A.M.P.A

10

Diciembre 2010


Fotomatón

¿Tendrá muchos deberes!

Sin mocos

Coleccionando Akakilokos

Aguantando !!!!

Conectado a la Escuela 2.0 : )

Castañá: Otra de las muchas utilidades de Akakiloko

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Nº 10 Diciembre 2010 akakiloko@gmail.com

Ke Tal?

REDACCIÓN Y MONTAJE Bartolomé Mesa Rafael Morales CONSEJO DE REDACCIÓN Javier Bellón Paula Mateos José A. de la Rosa Alba Zamora COLABORAN EN ESTE NÚMERO Juanmi Bellido Carmen Blázquez Sergio Bravo Frank Camacho Raúl Casado María J. Córdoba Rafi Córdoba Miriam Cintas Cloe Díaz Salvador Espejo Irene Fernández Juan Fernández Claudia Farfán Paco Florido Borja Fortes Nydia Frías Adrián Gallardo Lidia Gallego Victoria García David García Mirian Hijano Aramea Hurtado Clara Jiménez José Luís Cano Marina Martín Ilde Mateo Paula Mateos Salvador Mesa Claudia Montecatine Carlos Morante Aimar Picabea Esther Picabea Álvaro Puche Marta Real Laura Repiso José Antonio de la Rosa Andrés de la Rosa Tomás Rueda Alejandro Sotomayor DIBUJO PORTADA Salvador Espejo Adrián Gallardo

Álvaro Puche (Infantil 5 años)

Aquí estamos de nuevo y esta vez con un número para nosotros bastante especial. Porque pasamos a las dos cifras y cumplimos 10 números. En otra parte de la revista recordamos lo que han sido estos cinco años de Akakiloko, cómo nacimos de forma casi fortuita y cómo hemos ido creciendo en páginas, en participación y en ganas de hacerla mejor. También os hemos preguntado qué significa para vosotros y vuestras respuestas nos han llenado de alegría, al comprobar cuántos seguidores entusiastas tiene Akakiloko. Pero desde aquí queremos agradecer a todos vuestros esfuerzos y colaboraciones a lo largo de estos años. Cuando miramos atrás y vemos esas portadas bellísimas creadas por vosotros o releemos vuestras reflexiones en algunos de los temas, la mayoría controvertidos y de actualidad palpitante todavía, nos sentimos orgullosos de todo ese trabajo realizado. Pero no vamos a dormirnos en los laureles. Así que, gracias y felicidades a todos, y a planear el número 11 para que salga aún mejor que el que tenéis en las manos.

Sumario Fotomatón

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Akakiloko o el bambú japonés Akakiloko: de ayer a hoy

Sonría, por favor

Bely digital color

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8

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Las máquinas de Akakiloko Pregúntale a Akakiloko Matarratos

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7

Una fortuna inesperada Poesías

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10 12

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15

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16

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Los lectores opinan

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Ratón de biblioteca

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Feliz cumplenúmeros IMPRESIÓN

………....... …………………………………………………………………...………………….…...

Las tribulaciones de Akakiloko Auxilio merecido

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Contraportada: Los Picapiedra 3

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Salvador Espejo (6º)

Akakiloko o el bambú japonés No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere semilla apropiada, abono y riego. Pero algo muy curioso sucede con el bambú japonés, que lo hace no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles. Sin embargo, durante el séptimo año, en solo seis semanas la planta crece ¡más de 30metros! ¿Tardó solo seis semanas en crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Porque, durante esos años de aparente inactividad, el bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener su crecimiento a partir de entonces. Algo parecido sucede con Akakiloko. Nuestro bambú japonés. Durante seis meses trabajamos en darle forma, de manera paciente, creciendo poco a poco para que en los meses de junio y diciembre (los dos números que publicamos al año) ya esté maduro. Y esta vez, hemos conseguido que crezca ya nuestro décimo bambú. Gracias a todos los que, con vuestro esfuerzo habéis hecho posible que exista Akakiloko y cumpla diez números (y los que quedan…). En especial a Bartolomé Mesa y a Rafael Morales, responsables de la redacción y el montaje de la revista, así como al profesorado, alumnado y familias que habéis ayudado a crecer a este maravilloso bambú. Y recuerda: si no consigues lo que anhelas, no desesperes... quizá solo esté echando raíces. Tomás Rueda Director del CEIP José Moreno Villa

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Akakiloko: de ayer a hoy Se aproximaba la navidad del 2005 cuando la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio tuvo la idea de promover lo que llamaron simplemente Revista Escolar C.E.I.P. José Moreno Villa. Se distribuyó la primera –y únicaen diciembre, un cuadernillo tamaño cuartilla de 16 páginas de

textos

y

dibujos

fotocopiados

directamente

de

los

cuadernos escolares, con una simple cubierta de color amarillo pálido. En su espartana sencillez, para los más mayores, recordaba la propaganda clandestina de la dictadura. Era un intento muy loable, pero claramente mejorable, que tuvo la virtud de retarnos a producir una revista de la calidad y contenido que –pensábamos- se merecía nuestro colegio. Así que inmediatamente nos pusimos manos a la obra. Creamos un Consejo de Redacción, con participación de los alumnos, buscamos un nombre llamativo, diseñamos una plantilla de portada, barajamos contenidos y su distribución… Fue un laborioso embarazo de 6 meses, hasta que en junio de 2006 nació el primer número de Akakiloko, celebrando en su portada el 250 cumpleaños de Mozart y en su contraportada la poesía de nuestro José Moreno Villa. Eran solo 16 páginas –dos en color- tamaño folio, pero con

intenciones ya claras

de ser “una plataforma libre, responsable pero revoltosa, de creación, opinión y participación para todos los miembros de la comunidad escolar”, como se decía en el primer Ke tal? Siempre con dibujos y textos enteramente originales, desde entonces nos hemos ido superando número a número. Ahora tenemos 24 páginas, cuatro de ellas en color, y una cubierta de mayor grosor y calidad de impresión. Hemos publicado centenares de creaciones, grandes y pequeñas, de nuestros niños y niñas y también de sus familias. Y hemos abordado temas de gran calado como el abuso escolar, la violencia de género, otros modelos de familia, etc. Además una versión digital en http://issuu.com/akakiloko, accesible también desde la página web del colegio, permite su difusión global. Porque, como ya asegurábamos en el primer número, queremos “ser algo más que la revista escolar al uso”. A sus lectores les corresponde valorar si lo estamos consiguiendo. Pero nosotros, desde luego, nos sentimos muy orgullosos de ella.

B. Mesa

Arriba:

Primer boceto de la plantilla de portada.

Abajo:

Portada y páginas del único número publicado de la revista escolar CEIP José Moreno Villa

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Las tribulaciones de Akakiloko o diálogo de estresaos Un día cualquiera en la redacción de Akakiloko (cualquier rincón del cole donde nos dejen), Tolo recopila, corrige y redacta, mientas Rafa escanea, limpia dibujos y monta (páginas, se entiende, je, je). Se nos ve alterados, pero es nuestro estado natural ligeramente acentuado. Rafa ha traído de casa las últimas páginas montadas. Tolo las mira sin compasión. Rafa: ¡Todo perfecto! Tolo: No sé, ¿podríamos subir este dibujo un poco hacia la izquierda? R: Claro digo, no hay problema. T: Y este titular más grande, ¿no? Y este párrafo con más interlineado. Rafa: Hecho. ¡Pero se desconfigura la página! Y así, dale que te pego, hasta que las clases nos reclaman. Se saca tiempo de donde no hay. Andando por los pasillos, barajamos primeras pruebas. T: La portada no funciona. ¿Cambiamos el color de esta esquina? R: No se puede, el GIF es transparente. Durante el fin de semana Rafa (después de planchar y realizar otras tareas domésticas, porque para eso tenemos programa de igualdad en el cole), se dedica a seguir montando. Mientras, Tolo le da vueltas a nuevas ideas. Llega el último lunes, el del borrador impreso de la revista. Quedan tres días de frenéticas correcciones. Por fin, la inaplazable entrega a la imprenta. Hasta el último minuto siempre hay un pero, porque en Akakiloko somos exigentes. Pero ya todo está grabado en el disco, no puede cambiarse nada, y Rafa suspira aliviado. R: ¡Uff, qué pechá! T: ¡Rafa, se nos ha pasado una coma!

R.Morales y B. Mesa

Alberto Ruíz (4º)

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Auxilio merecido Érase una vez un conejo llamado Nejo, que vivía en un bosque y era muy bueno y amable, ayudando siempre a todos sus vecinos. Como cuando dejó que la canguro Cangu, que se había lastimado su pata derecha, se apoyara en él para poder andar o cuando le construyó rápidamente a la hormiga Miga un nuevo hormiguero, después de que el anterior se lo pisara sin querer un oso. En el bosque de Nejo había una bonita charca, donde vivía un pez llamado Melo. Nejo fue un día a la charca para lavarse la cara y Melo lo saludó alegremente. Nejo no sabía de donde había salido esa vocecita y miró sorprendido a su alrededor. Melo lo saludó de nuevo diciendo: ¡Hola! ¡Estoy aquí abajo! Melo se presentó y pronto estaban jugando en la charca como amigos de toda la vida. Pero de pronto se escucharon unos aullidos y luego unos pasos, cada vez más cerca. Hasta que apareció un enorme lobo, que se llevó a Nejo entre sus dientes. Melo, muy asustado, empezó a pedir auxilio con toda las fuerzas de sus branquias y a gritar el lobo, el lobo. Todos los animales vecinos se asustaron, pero cuando supieron que Nejo estaba en peligro y necesitaba ayuda, todos corrieron a buscarlo. Todos unidos encontraron al lobo tras unas rocas, dispuesto ya a merendarse a Nejo, y se lanzaron contra él, con picotazos, patadas y pellizcos. Nejo aprovechó para liberarse de los dientes de la bestia hambrienta. Pero, como era muy bueno, gritó a todos los animales que pararan su ataque. El lobo salvó así su vida y, arrepentido de haberse querido comer a un conejo tan amable, se hizo vegetariano. Y Nejo, agradecido, iba todos los días a visitar a Melo en su charca.

Dibujos y texto: Juan Fernández (4º)

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Sonría, por favor Era un hombre muy, muy famoso, de esos que todos conocen y quieren hacerle una foto sonriendo. Su nombre, Alexander Hainz y tan talentoso que era bueno en casi todo. No le faltaba ni una profesión ni un premio. Había ganado un óscar, un grammy, un emi… y hasta el balón de oro. Ahora acababa de hacer una película, titulada “Derroche de sangre”, y estaba realizando ruedas de prensa para promocionarla. Un reportero le hizo varias preguntas que le parecieron buenas y salió muy satisfecho de esta aparición ante los medios de comunicación. Se tomó un vaso de leche antes de acostarse y se durmió con un buen sabor de boca.

Pero a la mañana siguiente se despertó con una sorprendente noticia en la primera página del New York Times. Hainz: De derroche de sangre a derroche de dólares, decía el titular, junto a una foto de Hainz abriendo su cartera y soltando dinero a diestro y siniestro en un club de muy mala fama. Y en época de crisis. La foto estaba trucada y habían utilizado photoshop para colocar la cara de Hainz sobre otra persona. Pero la noticia fue el comienzo de la caída de un héroe. Hainz se alarmó y comprendió que aquel reportero había sido el 8


culpable de esa situación tan embarazosa. Por la calle Hainz se ganaba los silbidos de la gente. Acudió enseguida a todas las cadenas –ABC, NBC, Fox, CNN…- a rebatir el falso titular y en la siguiente rueda de prensa no respondió a ninguna de las preguntas de ese reportero. Pero lo peor estaba por llegar.

Hainz se percató de que el reportero le estaba espiando y quiso saber quien era. Se llamaba Fernand Bler y, gracias a un detective, descubrió que él accidentalmente le había arruinado su carrera de futbolista. Resulta que Heinz y Bler habían sido compañeros de universidad y jugadores de su equipo de fútbol. Y durante un partido Hainz le hizo una mala entrada a Bler, causándole una grave lesión. Así se esfumaron todas sus esperanzas de jugar profesionalmente al fútbol, la gran ilusión de su vida. Bler se hundía cada día más en la desesperación, mientras Hainz ganaba aplausos y premios en todo lo que hacía. Tenía que vengarse y se hizo reportero y experto en photoshop solo para eso.

Cuando Hainz supo todo esto fue a hacer las paces, pidiéndole perdón a Bler. Pero este se revolvió conta él y, en un ataque de locura, le partió un brazo y una pierna. Hainz, con medio cuerpo escayolado, presentó una denuncia contra Bler, que al parecer había perdido la cabeza y terminó ingresado en un manicomio. Pero durante

su

convalecencia

Hainz

tuvo

tiempo

de

reflexionar sobre esa vida de fama que había llevado y que ahora ya le angustiaba. Tenía que escapar de los focos y los micrófonos para poder respirar y vivir tranquilo. Así que tuvo la idea de fingirse él también loco. Y terminó ingresado en la misma clínica que Bler, donde volvieron a hacerse muy amigos jugando partidos de fútbol en el jardín. No sabemos si Bler recuperó la salud mental o si Hainz acabó por perder la suya. Pero ellos siguen felices, jugando al fútbol, lejos del otro manicomio de cámaras y luces. Dibujos y texto: Salvador Mesa (6º)

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Una fortuna inesperada Pablo Rodríguez García era un niño tan normal como sus apellidos; con ocupaciones normales, padres normales, vivía en un pueblo normal llamado Villachica y, por la crisis, con una ruina normal. Un día su hermana Irene llegó corriendo a la plaza del pueblo, donde Pablo jugaba a la pelota con su amigo Alfonso, trayendo dos noticias. -¡Pablo, Pablo! Tengo dos noticias. Una mala y otra buena. ¿Cuál te cuento primero? -Díme la mala. -Que la peluquería de papá y la panadería de mamá han quebrado, han tenido que cerrarla y se han quedado en paro. Encima, por si esto fuera poco, dentro de una semana el banco nos expropiará la casa por no poder pagar la hipoteca. -¿Y la bu… bue… buena? –balbuceó Pablo, mientras empezaban a temblarle las piernas. -Pues mira lo que he encontrado en el desván, cuando recogíamos muebles para venderlos. Era un papel enrollado amarillento de viejo, que decía: Si el tesoro quieres encontrar, al oráculo chino consultarás, 1901. -Mmmmm… esos números…. mmm -empezó a decir Alfonso, que siempre creía tener respuestas para todo- ¡Ya está! Ese tesoro debe estar en la casa abandonada de la calle 19 y que está en el número uno. Además tiene chinos en los escalones. Allí corrieron los tres y buscaron y buscaron sin parar, y sin encontrar nada, hasta las nueve de la noche. Hasta que a Pablo se le ocurrió otra idea.

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-¡Ya sé! –gritó con excitación- . El número debe ser el del año 1901, hace más de un siglo. He leído que los chinos tienen un animal para cada año en su horóscopo. Vamos a ver a Lao Ching, el de la tienda de Todo a 1 €, que seguro que él nos puede ayudar a descifrar lo demás. -¡Ajá! –dijo Lao Ching, ajustándose las gafas de leer en español-, este año es el del dragón en nuestro calendario… Espera –dijo ahora poniéndose el gorro de la memoria-. No, es el de la serpiente. -Un momento –dijo Alfonso-, aquí los únicos animales que hay son ratas, conejos y serpientes. Y serpientes solo hay en la montaña. Así que debe de estar escondido allí. Allí corrieron y buscaron durante cinco días sin descanso, los tres niños y Lao, con sus gafas de explorador, que había cerrado la tienda porque quería también su parte. Pero no encontraron nada. Hasta que Irene, mirando hacia el valle, en un momento de descanso (porque algo descansaron) dijo de repente: -¡Mirad cómo serpentea el río! ¡Qué bonito! -¡Oh, oh, oh! – gritó Pablo entusiasmado- Eso es, el río serpentea. Ahí está la solución del enigma. Debe estar en alguna parte del río. Corrieron hasta el garaje de Lao, que cogió el coche y sus gafas de conducir, y se fueron hacia el mar. Cuatro kilómetros de curvas no eran nada comparado con el tesoro que les aguardaba. Llegaron al delta y excavaron y excavaron… hasta que finalmente encontraron un cofre. Y cuando lo abrieron vieron un papel tan viejo como el anterior que decía: Bajo este papel encontraréis la escritura de la casa de los Rodríguez, que es propiedad de la familia desde hace diez generaciones. Que ningún banco la pueda hipotecar, porque es nuestra propiedad. Además, por este servicio, encontraréis para vosotros mucho oro aquí. Y efectivamente. Allí encontraron escritura y oro. Los Rodríguez ya podían dormir bajo techo de nuevo y hasta ampliaron la casa, ya mansión, con parte del oro. Lao Chin se compró dos gafas que le faltaban y guardó el resto del oro para sus descendientes y sus gafas. Alfonso se lo gastó todo en chuches y todavía le duele la barriga.

Dibujos y texto: José Antonio de la Rosa (6º)

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Flotando en el cielo Flotando en el viento, ha llegado el momento, el viento ya está aquí.

La brisa se mueve, el aire remueve del este al oeste, del norte al sur.

Los pájaros vuelven, revoloteando con la brisa. Se mueven, se mueven. En el viento flotando.

Dibujos y texto: Miriam Cintas y Juan Fernández (4º)

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La serpiente Serpentina Mira, mira, la serpiente Serpentina en el mar se baña. Mira, mira, luego al sol se secará la serpiente Serpentina.

Mira, mira, la serpiente Serpentina la mochila prepara. Mete libros y plastilina, para estudiar en la escuela de la tortuga Doña Clementina.

Mira, mira, la serpiente Clementina, cansada ya, se va a acostar, pero antes se despide, con un beso, de su mamá.

Dibujo y texto: José Luís Cano (4º)

Nariz larga Había una vez un señor de nariz larga, muy larga. Con esa nariz tan larga era imposible comerse ni un bocadillo. Lo destrozaba antes de que llegara a la boca. Él pensaba que era mala suerte, esto de la nariz tan larga. Pero es que era muy mentiroso. Todos los días decía mentiras. Hasta que un día dijo solo la verdad y de pronto la nariz se le encogió. Ya es feliz y puede comer bocadillos.

Dibujo y texto: Carlos Morante (2º B)

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Abre tus alas Abre tus alas,

Lo que ves en ese horizonte

siente la libertad de ser.

estrellado,

Despierta,

será lo que sientas.

observa las estrellas,

No tengas miedo.

siente su luz.

Abre tus alas.

Irene Fernández (5º) Dibujo: Esther Picabea y Cloe Díaz (4º)

Las vocales La a vamos a cantar. La i te vas a reir. La e toma un café. La o el caballo trotó. La u ahora sigues tú. Dibujos y texto: Ilde Mateo y Aimar Picabea (2º A)

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EL AUMENTASENTIDOS

¿Quieres ver como un lince? ¿Oler como un perro? Aquí está lo que esperabas. Solo entras el ADN de la especie cuyo sentido deseas y listo.

Claudia Farfan (4º)

Las máquinas de Akakiloko A JUGUETE POR DIBUJO

Se acabó esperar a los Reyes Magos. Para conseguir el juguete que deseas, solo introduce su dibujo en nuestra máquina y te sale en un periquete.

Alejandro Sotomayor (3ºB)

GEOHISTOTRANSPORTADOR

El mundo al alcance de tu dedo. Tocas en una parte de la tierra y te lleva en un momento. Además en la época que quieras.

Raúl Casado (3ºB)

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Pregúntale a Akakiloko Borja Fortes (6º)

¿Por qué vivimos si luego nos morimos? Carmen Blázquez (4º)

Esa pregunta, que el hombre se viene haciendo desde hace muchos miles de años, no es fácil de responder, ni siquiera para Akakiloko, pero lo vamos a intentar. Para empezar, recordarte que una de las pocas cosas que diferencia al hombre de los otros seres vivos es nuestra conciencia de la muerte. Los demás animales no saben que han de morirse. Solo el hombre tiene en la muerte su única certeza. Algún día llegará el fin de su existencia. Esta realidad los hombres y mujeres la han afrontado de diversas maneras. Para los que tienen fe religiosa –porque prácticamente todas las grandes religiones predican una vida eterna-, la muerte terrenal no es el final. Aquí no se acaba la película, sino que habría como un programa doble en el cine de nuestra vida. Tras nuestro paso por la Tierra, comienza otra vida para siempre, en un paraíso o en otro lugar menos agradable, dependiendo de nuestra conducta en la vida terrenal. Y esa es una película –de risa o de terror- que no acaba nunca. Estamos simplificando, pero tú ya me entiendes. Por supuesto, los que no tienen una creencia religiosa ven en la muerte un puro hecho biológico. Toda vida, por envejecimiento de nuestros órganos o por enfermedad, se extingue. Y ese es el final. No hay más. Esta realidad, la de nuestra muerte inevitable, llevó a ciertos pensadores –por ejemplo, los llamados existencialistas de la segunda mitad del siglo XX- a la angustia del ser enfrentado a la nada. ¿Qué sentido tiene la vida si nos tenemos que morir? Y eso es lo que en esencia nos preguntas tú. ¿Para qué vivir si hay que morir? Y en Akakiloko, sin apuntarnos a ninguna creencia en particular, te daremos una respuesta sencilla. Hay que vivir porque no tenemos otra cosa y porque la vida no por más o menos corta tiene que dejar de ser hermosa. ¿No vamos a disfrutar de un rico pastel de cumpleaños porque sabemos que se va a terminar? Pues la vida es un poco igual. Un enorme pastel, con más o menos guindas, según la suerte que tengamos. Pero un pastel al fin y al cabo que deberíamos saborear con tiempo y gusto, digiriéndolo bien. Disfrutándolo. Sin que el hecho de que se vaya a acabar tenga porqué amargarnos la dulce experiencia.

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Crucigrama.

Aramea Hurtado (1ºA)

Adivina, adivinanza Su color imposible es,

Cuando yo subo, tú bajas;

pero tiene cuatro pies.

si tú subes, bajo yo.

Una mitad sirve para dormir,

Si no nos movemos,

a la otra oirás rugir.

a igual altura estaremos.

Sergio Bravo (4º)

Claudia Farfán (4º)

Solución: El camaleón

Solución: el balancín

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Jeroglíficos ¿A dónde llegaremos en 2030?

Claudia Farfán (4º)

¿Qué es el novio de Lucía?

Laura Repiso (4º)

¿Qué tienes en esa caja?

un

Carmen Blázquez (4º)

Soluciones: Marte, Soldado, Un caracol.

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BUSCA LAS 7 DIFERENCIAS

Marina Martín (5 años)

SOPA DE LETRAS Nueves temas de portada de Akakiloko (sin separación de palabras).

Marta Real y Paula Mateos (5º)

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Los lectores opinan… … akakiloko@gmail.com

¿Qué es para mí Akakiloko? Para mí la revista es diversión y poder expresar lo que quieres decir con un dibujo y unas cuantas letras. Rafi Córdoba (5º)

Es una revista fantástica a la que quiero felicitar por llegar a su primer número de dos cifras. Este tiene que ser un número muy especial, lleno de muchas cosas: más historias, más poemas, más dibujos…, más de todo. A mi me encanta ver las fotos del Fotomatón, porque son muy graciosas, y esta vez en vez de seis, debería haber siete.

Claudia Montecatine (4º)

Es una revista que cada vez que la ven en mi clase todo el mundo grita: ¡Bien, bien , bien! Juanmi Bellido (5º)

Para mí Akakiloko es divertirme en los momentos aburridos. Sobre todo me encantan los matarratos: hacer el crucigrama, las sopas de letras, las adivinanzas… Nydia Frías (5º)

Me parece una revista bastante buena, porque la han hecho niños y niñas y la mayoría de ellos tienen imaginación. Yo me lo paso muy bien con las sopas de letras, los dibujos de las 7 diferencias, pero sobre todo con las historias. Me gustan también mucho las portadas, que las puedo ver todos los días colgadas de la pared del colegio, la del futbolista, la del monstruo con un niño debajo… Pero la que me encanta es la del que toca. Andrés de la Rosa (2º A)

La veo una revista genial, en la que participan alumnos, profes, padres y madres que lo deseen, con total libertad de expresión. Al mismo tiempo anima a la lectura y a la reflexión sobre cosas que ocurren en el mundo. He intentado hacer alguna crítica negativa a algún aspecto de la revista, pero lo siento, no encuentro nada malo. Paco Florido (conserje del colegio)

Te comprendemos Paco, nosotros tampoco, je, je… Bueno, gracias a todos por colaborar, leer y. en definitiva, hacer posible una publicación como Akakiloko, que no es nada común entre las publicaciones escolares. Intentaremos que los próximos diez números sean todavía mejores. Seguid dándonos vuestras opiniones y sugerencias. Todas nos sirven para seguir afinando cada nueva edición.

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Querido Akakiloko: Todos los números de Akakiloko están muy bien, pero a mí el que más me gustó fue el 4, porque habla de lo malo que es el tabaco y yo se lo di a mi abuelo, que fuma desde hace muchos años. Cuando nací yo, que fui su primer nieto, prometió que lo dejaría, pero aún no lo ha hecho. Yo siempre le estoy diciendo que deje de fumar, porque el tabaco mata y le pone los pulmones muy sucios. El dice que no se traga el humo, que lo echa todo. Pero yo le digo que no importa, que el 80% se lo traga y solo echa el 20%. Gracias a Akakiloko y al cole aprendemos estas cosas, que son muy importantes. David García (5º)

Querido David: Gracias a ti por leernos y sacar provecho de nuestros contenidos. Coincidimos contigo en que el número que dedicamos a los peligros del tabaquismo fue uno de los más interesantes. En Akakiloko intentamos abordar temas de interés general y de relevancia para nuestras vidas. El tabaco es uno de los mayores enemigos de la salud y nuestra portada lo reflejó muy expresivamente con ese esqueleto fumando que tanto llamó la atención de nuestros lectores. Te animamos a seguir leyéndonos y aprendiendo cosas útiles para tu vida y la de tu abuelo, que esperamos cumpla pronto su promesa, si no lo ha hecho ya.

Querido Akakiloko: Me parece muy triste que tengamos que irnos del colegio, después de estar seis o más años. ¿No podrían poner aquí también un instituto? Todos estos años me los he pasado muy bien, sobre todo con mis compañeros de clase. Y los profesores han sido muy amables. Adrián Gallardo (6º)

Querido Akakiloko:

La verdad es que en este colegio llevo toda mi vida y me da muchísima pena tener que dejarlo. Los profesores son los mejores. Este colegio no es para mí el sitio de hacer deberes, estudiar, etc… Es sobre todo el sitio donde, además de aprender, me río con mis compañeros y los profesores. El instituto va a ser para mí un gran cambio, pero siempre voy a querer decir… ¡soy del José Moreno Villa! Miriam Hijano (6º) Queridos Adrián y Miriam: Vuestro sentimiento es normal. Les pasa a todos los niños y niñas de 6º y ya estamos hartos en Akakiloko de leer vuestras lamentaciones. Es normal que estéis acostumbrados a este colegio, que además es estupendo -¿cómo si no iba a publicar una revista como

Akakiloko?-, y os cueste dejarlo. Pero el Insti será una nueva etapa en la vida, la de vuestra

adolescencia, llena de nuevas experiencias, y seguro que os acabaréis olvidando de nosotros, al menos un poco. Claro, que siempre tendréis los antiguos ejemplares de Akakiloko para recordar esos buenos años de vuestra infancia.

Lidia Gallego (5 años)

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Christine Nöstlinger Diario secreto de Paul / Diario secreto de Susi SM, 1988 Un libro muy especial y original, como dos libros en uno, que se lee por delante y por detrás. En un lado está el diario de Paul y en el otro el de Susi. Cada uno cuenta lo que le pasa en casa, en el cole, en la vida vamos…. Pero cada uno cuenta solo una parte y solo se entiende bien la historia si se leen las dos partes. Los dibujos en blanco y negro son divertidos y un poco raros, pero graciosos, y a veces con texto como una viñeta de cómic. Clara Jiménez (3ºB)

Daniel Nesquens Diecisiete cuentos y dos pingüinos Anaya, 2000 Este libro tiene muchas historias diferentes , unas de risa, otras de misterio, pero todas son muy divertidas, con personas y animales, que se lee con mucho gusto. Las ilustraciones son muy chulas, grandes y a todo color. Frank Camacho (3ºB)

Fina Casalderrey Cuando la Tierra se olvidó de girar SM, 2003 Cuenta cómo la tierra un dia perdió la memoria y dejó de moverse. En un lado del planeta siempre era de día y en el otro eternamente noche. Además en un lado todos eran ricos y en el otro todos pobres. A una niña se le ocurrió una solución, pero nadie la escucha hasta el final de la historia. El libro está muy bien diseñado, con dibujos en color muy buenos y colocados en su sitio. Andrés de la Rosa (2ºA)

Ana Pelegrín (Selección y prólogo) Poesía española para niños Alfaguara, 1997 Gané este libró en un concurso de AKAKILOKO (Gazapos, junio 2008) y me ha gustado mucho. Reúne poemas de varios grandes poetas españoles: Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Federico García Lorca, hasta incluso nuestro José Moreno Villa. Tiene una gran variedad de temas y resulta muy entretenido de leer. Tiene además ilustraciones en blanco y negro muy originales. Victoria García (6º)

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Feliz Cumplenúmeros Akakiloko cumple 10 números,

Lectores muchos,

hay que hacerle un buen regalo.

tantos colaboradores.

Todo el colegio a cantar

Dos revistas al año,

una canción muy especial,

explosión de mil colores.

por un acontecimiento

Akakiloko, Akakiloko,

guay de verdad.

no se lee poco.

Akakiloko, Akakiloko,

Akakiloko, Akakiloko,

¡veinticuatro páginas, veinticuatro!

¡veinticuatro páginas, veinticuatro!

De historias, reportajes, cartas,

De historias, reportajes, cartas,

poemas y matarratos.

poemas y matarratos.

Akakiloko, Akakiloko,

Akakiloko, Akakiloko,

de todo un poco.

de todo un poco. Texto: Claudia Farfán (4º). Dibujo: María J. Córdoba (1º A)

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Copyright: Hanna-Barbera. Todos los derechos reservados

lOS PICAPIEDRA Nacieron en EEUU, hace ahora 50 años, poco después que la televisión en España. Han divertido ya a varias generaciones de niños –y a sus padres y abuelos-, pero ellos siguen en su prehistoria tan jóvenes como siempre. Pablo Picapiedra y su inseparable vecino Pablo Mármol, con sus respectivas esposas, Wilma y Betty, disfrutan una Edad de Piedra con todas las comodidades de la Modernidad. Inventaron el desarrollo sostenible, sustituyendo todas las energías contaminantes por la fuerza animal. Y con sus desdichas domésticas durante años nos partimos de risa cada semana y ahora, cada vez que queremos, gracias al DVD. Con esta pionera serie animada y sus personajes de caricatura, la productora Hanna-Barbera nos ofreció un espejo donde nos vimos todos reflejados, en nuestras desdichas y alegrías. Cuántas veces nos hubiera gustado deslizarnos con Pedro por el lomo de su dinosaurio al grito de Yubadubaduuuuuuuuuuu…

C.E.I.P. José Moreno Villa www.juntadeandalucia.es/averroes/morenovilla (Málaga)

morenovilla@gmail.com

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B. Mesa

Tel-Fax 951 29 87 69-70


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