Discriminación laboral femenina en el sector de la construcción Andrés Devia-Gutiérrez a, Fernanda Hoyos-Triviño & Andrea Revelo-Rojas c a
Facultad de Ingeniería, Pontificia Universidad Javeriana Cali, Cali, Colombia. andresdevia@javerianacali.edu.co
b Facultad de Ingeniería, Pontificia Universidad Javeriana Cali, Cali, Colombia. fernanda30@javerianacali.edu.co b Facultad de Ingeniería, Pontificia Universidad Javeriana Cali, Cali, Colombia. andrearv07@javerianacali.edu.co
Resumen La discriminación femenina ha sido una segregación presentada a lo largo del tiempo en distintas esferas. En este artículo se aborda la discriminación laboral femenina con una vista desde el sector de la construcción, el cual es un sector conformado en su mayoría por el género masculino, que factores inciden en que ocurra esta discriminación y qué medidas se pueden tomar para reducir la brecha de genero laboral. Palabras clave: discriminación, femenina, construcción, laboral
1 la discriminación de las mujeres en el ámbito laboral La división sexual del trabajo, y por supuesto la delimitación de las mujeres al trabajo doméstico y de cuidado, ha dificultado históricamente el acceso y la permanencia de las mujeres en el mercado laboral en condiciones de equidad con los hombres [1] En Estados Unidos, la discriminación laboral contra las mujeres se agravó a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando la industrialización y el crecimiento económico generaron la necesidad de más trabajadores. Las mujeres comenzaron a trabajar en fábricas y otras industrias, pero a menudo se les pagaba menos que a los hombres por el mismo trabajo y se les negaba el acceso a puestos de liderazgo. En la década de 1960, la lucha por los derechos civiles y la igualdad de género comenzó a cobrar fuerza en los Estados Unidos. En 1963, se aprobó la Ley de Igualdad Salarial, que prohibía la discriminación salarial basada en el género. A pesar de que en las últimas décadas las mujeres han incrementado su participación dentro del ámbito laboral donde se han alcanzado niveles educativos más elevados, esta no ha venido acompañada de mejores y mayores condiciones de permanencia y de calidad del empleo, debido a que siguen ejerciendo dos roles importantes dentro de la sociedad: el rol reproductivo y el rol productivo. Lo anterior hace que deban enfrentarse a las formas desiguales de insertarse en el mercado de trabajo remunerado [2] Teniendo en consideración que cuentan con las mismas competencias productivas, las mujeres reciben un trato inferior en cuanto a las posibilidades de obtener empleo o mejores condiciones de trabajo, tal y como sucede con otras poblaciones discriminadas por raza, religión, preferencia sexual, etc. [3] En términos de género, la segregación profesional de género se observa en variadas situaciones, en primer lugar, cuando un gran número de mujeres se desempeña en ocupaciones calificadas socioculturalmente como femeninas; segundo, cuando en una misma industria o profesión los hombres se ubican en niveles
superiores y las mujeres en las categorías más bajas de la jerarquía profesional, segmentación que incide negativamente en la aplicación efectiva del principio de salarios equivalentes para trabajos de igual valor. [4] Al estudiar el reducido segmento profesional de las funciones de ingeniería y planeación en la frontera norte del país, Alfredo Hualde [5] mostró que las mujeres constituyen una minoría dentro de esa minoría. El caso de las ingenieras no es solamente una muestra de lo que ocurre con una profesión masculina, por el contrario, se relaciona estrechamente con las dificultades que las mujeres tienen para acceder y conservar determinadas posiciones jerárquicas de alto nivel, con la excepción de recursos humanos o relaciones públicas. [5]. 2 factores que inciden en la discriminación de las mujeres en el ámbito laboral La situación que viven las mujeres en el ámbito laboral es un tema de gran interés en las últimas décadas debido a su gran incorporación al mercado de trabajo. Se han realizado estudios en donde se determinan factores claves que contribuyen a la discriminación laboral de las mujeres. En nuestra cultura, los estereotipos de género – las creencias generalizadas acerca de los rasgos que supuestamente poseen hombres y mujeres y que distinguen a un género del otro siguen siendo vigentes. Por ejemplo, en nuestra cultura se asume que los hombres poseen rasgos deseables como la decisión o la fortaleza, mientras que los correspondientes a las mujeres, menos deseables, incluyen la pasividad o la sumisión [6] Los estereotipos de género han llevado a una segregación del trabajo en la sociedad, donde ciertos empleos son considerados tradicionalmente como masculinos o femeninos. Así las mujeres están concentradas en ciertas profesiones feminizadas que no les permiten ocupar puestos directivos tanto en la administración pública como privada. A esta barrera invisible, difícil de traspasar se le conoce como techo de cristal. [7]
© The authors; licensee Pontificia Universidad Javeriana Cali Ética y Humanismo, mayo 2023