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CRISIS DEL SECTOR CALZADO, ¿POR INEFICIENCIA DE QUIÉN?
Representación Gremial
David Rodríguez, coordinador de Desarrollo Sectorialde Acopi Bogotá-Cundinamarca
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En agosto pasado los empresarios agremiados en la Cámara Colombiana de las Confecciones, con el apoyo de Acopi Bogotá Cundinamarca, anunciaron una gran movilización nacional en defensa de la industria de la moda, a la que invitaban a unirse al sector calzado. Dicha movilización estaba motivada por la grave crisis que viven los productores nacionales y por la demanda interpuesta por el mismo Gobierno Nacional a los Artículos 274 y 275 del Plan Nacional de Desarrollo que suben los aranceles a las importaciones de confecciones, medida que le serviría a la industria nacional.
Luego del anuncio de la movilización, el presidente Iván Duque, junto al Ministro de Comercio, Industria y Turismo, y el alcalde Enrique Peñalosa, fueron al barrio El Restrepo en Bogotá, conocido por localizar a fabricantes y comerciantes de zapatos, a reunirse con los empresarios del sector de calzado, cuero y marroquinería. En la reunión, los gobernantes persuadieron con la tesis de que la crisis de la industria nacional radica al interior de las empresas dada la “falta de productividad y competitividad”, desconociendo el efecto de los TLC, el contrabando y el alto costo país.
Finalmente, la movilización no ocurrió, entre otras, porque a los empresarios del calzado el Gobierno les garantizó la instalación de una mesa técnica especializada para el sector, en la cual se buscaría una solución a la difícil situación económica. La primera sesión de dicha mesa técnica se llevó a cabo nuevamente en El Restrepo y consistió en la presentación de más de diez programas del Gobierno que ya existían.
Los anteriores, tuvieron tres ejes: talleres de asesorías y consultorías, programas para aumentar las exportaciones y líneas de crédito para algunos emprendimientos. Ante lo anterior, caben dos preguntas, ¿la tesis promovida por el Gobierno corresponde con la realidad? ¿Sus programas solucionarán la profunda crisis de la industria nacional del calzado?
Como lo han señalado los empresarios del sector en múltiples sondeos de opinión y como la situación económica lo indica, el principal problema es la falta de demanda: los colombianos no tienen ingresos que les permitan tener una capacidad de consumo digna, el gasto promedio en calzado por persona perceptora de ingresos es de $144.000 al año.
La productividad no puede aumentar sustancialmente si no aumenta la capacidad de consumo de la población, si esto no mejora, las empresas seguirán viendo restringidos sus ingresos y por ende su capacidad de reinvertir en tecnología, desarrollos productivos y más empleos. Debe haber una demanda garantizada.
No solo porque es baja la demanda las empresas ven en picada sus ingresos. La estructura del mercado nacional de calzado se compone de la siguiente manera: el gasto anual de los colombianos en calzado es de $4 billones, de ese gasto, las importaciones representan $1 billón, la producción nacional $1 billón y los restantes $2 billones provienen de todas las modalidades de contrabando.
Si a lo anterior se le suma que tenemos el costo más alto de acceso al capital en el mundo, el costo más alto de trabajo, el costo más alto de energía, nos enfrentamos a dumping laboral y ambiental, y un esquema tributario regresivo que no es capaz de distribuir la riqueza, obtenemos un grave problema estructural de la economía colombiana que no se resuelve con talleres de capacitación para fomentar la productividad y la eficiencia, como lo plantea el Gobierno.
Una forma de medir la eficiencia de una industria es mediante el coeficiente técnico que medie la relación insumo-producto. Para la industria del calzado, cuero y marroquinería es de 55,6 este indicador, luego no se puede decir que es una industria ineficiente. En contraste con la tesis gubernamental, el panorama es que hay eficiencia al interior de las empresas y un elevado costo país al exterior de ellas.
Por otro lado, en la mesa técnica el Gobierno vende a los empresarios del sector la idea de que lo perdido en el mercado interno se puede recuperar con
las exportaciones y así justifica los Tratados de Libre Comercio, sin embargo, los hechos indican que no es cierto y que estos sólo han profundizado el déficit comercial del país.
Las exportaciones de calzado y marroquinería llegaron a su punto más alto en 2013 cuando llegaron a US$ 121 millones, sin embargo vienen cayendo desde 2014 y para 2018 fueron de US$ 83 millones, mientras tanto, desde 2016 vienen subiendo las importaciones, que para 2018 significaron US$ 406 millones, dejando un déficit comercial de US$ 323 millones para 2018, el cual incrementó 12,63% respecto al año anterior.
Las medidas que ha brindado el Gobierno han sido insuficientes y llenas de desaciertos porque culpan a los empresarios de la crisis y actúan contra las decisiones que sí le sirven a la industria colombiana. Los hechos seguirán haciendo más evidente la ineficacia del mal llamado libre mercado y señalarán a sus responsables, también llevarán, de nuevo, a los industriales a convocar masivas movilizaciones en defensa de la producción nacional.

En Colombia, el gasto promedio en calzado por persona perceptora de ingresos es de $144.000 al año