Representación Gremial
Contaminación ambiental en la cuenca alta del río Bogotá: La solución no es cerrar las empresas de curtiembres de la norma: formales e ilegales, siendo el segundo un adjetivo o calificativo que estigmatiza a los empresarios de las curtiembres ante la comunidad del municipio, el departamento y el país, ya que las actividades ilegales son las que están por fuera del control del Estado, emplean la violencia para la gestión y regulación de contratos, generan corrupción y el producto es criminalizado al hacerle daño a la sociedad (Briceño, 2015) .
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Jonny Ricaurte, coordinador de Estudios Económicos de Acopi Bogotá-Cundinamarca
illapinzón se sitúa en el altiplano Cundiboyacense a 87 km de la capital del país en la cuenca alta del río Bogotá, caracterizado como un municipio con vocación agrícola e históricamente reconocido por actividades industriales del curtido de cueros. En el municipio nace el río Bogotá que representa una importante fuente hídrica para el país. No obstante, diversos estudios han evidenciado una disminución en la calidad del agua en la cuenca alta por impactos ambientales como el uso de agua para actividades agropecuarias, uso de agroquímicos en cultivos como el de la papa y contaminación por el sector de procesamiento de cueros (Mejía, 2018). Ante estos impactos ambientales, las autoridades nacionales, departamentales y municipales han orientado estrategias dirigidas a atacar las consecuencias y no las causas de las fuentes de contaminación del río, y en el caso específico del sector de cueros, las autoridades han tomado medidas para sancionar y cerrar las empresas de las personas que realizan esta actividad (Mejía, 2018). Esto ha conllevado a que las empresas de curtiembres se clasifiquen en dos tipos de acuerdo al cumplimiento
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El adjetivo o calificativo para las curtiembres que no cumplen la normatividad debería ser “informal”, ya que el producto que resulta del proceso productivo beneficia al conjunto de la sociedad, no conlleva a actos de corrupción en su proceso productivo y no utiliza la violencia para la gestión y regulación de contratos (Briceño, 2015). La problemática radica en la normatividad ambiental colombiana, ya que las actividades que no la cumplen se denominan ilegales, por ello, así las curtiembres desarrollen una actividad y elaboren un producto lícito, el incumplimiento de las normas ambientales las califica como ilegales (Briceño, 2015), lo que configura un permanente conflicto entre la autoridad ambiental y los empresarios de curtiembres. Con un agravante y es que la normatividad no se ajusta a las condiciones económicas, sociales y culturales de los empresarios de curtiembres, desconociendo la importancia del sector al aporte económico del municipio, el departamento y el país, ni las medidas que han tomado los empresarios para conseguir los estándares ambientales requeridos (Mejía, 2018) (Briceño, 2015), así como las distintas inversiones en proyectos enfocados hacia los empresarios de curtiembres. Respecto del cierre de las empresas de curtiembres, es importante analizar a fondo la relación que tiene este hecho con los mecanismos de con-