¿Cómo va la industria del cuero en 2016? Renglones estratégicos de la economía colombiana han sido permeados y debilitados al punto
de
su
posible
extinción. La
apertura
económica
que
implantó la progresiva reducción a cero de los aranceles a productos importados, medida que fue fortalecida por los Tratados de Libre Comercio que igualaron a la industria nacional con la industria de países que cuentan con gigantescas producciones que son subsidiadas por el Estado. Hechos que marcan claramente la crisis que afronta el sector manufacturero. La industria del cuero, calzado y marroquinería pasó de tener una producción que cubría la demanda interna y generaba excedentes de exportación, a la penosa situación que el 60% de los pares consumidos actualmente son importados. Durante el 2015 se registró que el 45% del calzado extranjero que ingresó al país, lo hizo por debajo de los precios de referencia establecidos por el gobierno, y de estos, 10.5 millones de pares (27%) fueron facturados por debajo de un dólar, lo que constituye un duro golpe al florecimiento de la industria nacional y fomenta la competencia desleal y la pérdida de empleos. Como consecuencia, los paliativos aplicados por el gobierno mediante el decreto 0074 de 2013 y su modificación del decreto 456 del 2014 se fijaron aranceles en un 10% para las importaciones de calzado y confecciones por un plazo de dos años, medida que ya expiró; sin embargo,
durante este periodo se fomentó el dumpin comercial
al
incitar
a
las multinacionales a introducir calzado a través de México y Ecuador, países que no cuentan con esta restricción. Si bien alivió en algo la problemática del sector no fue una medida contundente para favorecer el desarrollo de la economía y la industria nacional.