Revista NUBES Edición fin de semestre 2024 URL-GT-502

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Revista NUBES

*Taller de escritura CREARTE-ARTES LANDÍVAR *03-2024

Presentación

Se comparten obras de los integrantes del taller de escritura de CREARTE-ARTES LANDÍVAR de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala. Poesía y narrativa que se trabajó durante el primer semestre académico del 2024. Tenemos invitados de honor: la pintora Daniela María

Pérez Arriaza nos presenta cinco de sus obras y el destacado filósofo y académico, Amilcar Dávila, comparte dos de sus creaciones.

EXHORTACIÓN

Aprende a estimar en mucho tus fértiles tierras, a explorar animosamente y a investigar con paciente mirada las riquezas del campo y los excelentes dones del cielo. Sea otro el que vaya por las campiñas, doradas por el sol, con desapercibidos ojos, como los animales, y dilapide indolente todo el tiempo en juegos.

VATICINIO

Más tú, que posees gran agudeza de entendimiento, despojándote, de las antiguas ideas, vístete ahora con las nuevas y resuelto a descubrir sagazmente los arcanos de la naturaleza, ejercita en la búsqueda todas las energías de tu ingenio, y con gustoso trabajo descubre tus riquezas.

*Estrofas finales de la obra Canto a Guatemala

Canto a Guatemala de Rafael Landívar

digo “¿cómo son los días sin dientes?” por todo eso del calor y la necesidad de andar desde las seis de la mañana meditando

¿qué tiene que ver la mañana con el silencio que mi cuerpo atesora y consiente?

La hartura cansa de tarde pero sobre todo de mediodía sin radio con camisa doble con televisión mexicana y la mujer gorda sobre la cama…

Sentimiento trágico de la vida

Y así sucesivamente.

¿Cómo son los días sin dientes?

anoche lo tuve, sí, otra vez, entero hasta incluso hoy hace un rato por la mañana

también hasta poco después del mediodía

Mi constante

Déjame drogarme con las malditas melodías de aquellos que comparten el mismo dolor, déjame elevar mis ojos de sangre al cielo Índigo y beber el néctar de mi desgracia, con ello tendré para ser quien debe danzar en fuego y levantar el arco a la frente del blasfemo.

AnaCristinaMunrayosReyes

Artistas cósmicos I

EL COLOR DEL ORIGEN

Camina la abuela luna, con su chal oscuro, al regazo de la noche y el descanso, mientras el sol despierta tocando la tierra. El amanecer es un lienzo vivo: claroscuro, rojizo, palpitante, chispeante. Triunfa la vida, en el surco rebelde, Aunque la sequía la ahorque. Despierta la vida, con el peón y el esclavo

Amanece la justicia, moribunda, casi herida de muerte, El universo renace, en el amanecer del joven y su protesta

Nace la canción y hecha raíz, En la ternura de un puño

Al liberar la flor, el río Y la sonrisa secuestrada por el patrón. Amante minucioso,

Besa el sol, los murales de San Pedro La Laguna, Rebotan en gotas de color, Arcoíris y alfabeto que estalla en mis ojos.

Nace la canción y hecha raíz: al trinar de los azacuanes, En la sinfonía de los pericos huyendo por su vida.

Nace la canción

En el humus de mi cuna. Melodía que se columpia en mi oído Y se graba en mi memoria.

Nace el artista y echa raíz, en el amanecer cotidiano,

en la fuerza y el espíritu humano,

Nace el artista y echa raíz, para amar, caminar, resistir, creer, revolucionar y transformar.

En este amanecer, el arte no es cosa. Es rojiza pasión, sabia humana, sangre vegetal, Si se estanca, explota. Si se le calla, canta.

Al secuestrarlo, se multiplica, si se le asesina, resucita.

Calma y torrente es el arte, Río que lleva y trae vida.

EL COLOR DEL DESCANSO

Llegada la noche, tatuajes de luz aparecen

En el chal de la abuela luna.

Luciérnagas son, casi eternas

En el oscuro firmamento,

No son puntos: es un cazador llamado Orión.

La Osa Mayor se alimenta de estrellas fugaces, mientras la Osa Menor, con su fulgurante cola, atrapa y sostiene la estrella polar.

Juegan, mientras todos duermen, Hasta que un vigiliante nocturno, llamado Venus, Avisa la llegada del sol.

En occidente, la noche da miedo. En nuestros pueblos, cobija la alegría, la reconstrucción y el descanso.

Ser comunidad y un surco vivo, Es cobijarnos con el chal oscuro de la abuela luna.

Para amar, reir, crear y formar,

II

Debemos soñar y hablar con nuestros muertos. Descansar es hacer un tejido con cada segundo vivido: Con el color de la angustia y la alegría,

Con el color del fracaso y la esperanza.

La noche será testiga de nuestras múltiples resurrecciones: El tiempo y el espacio para danzar, El convivir, coexistir, El fallecer y el soñar.

III

EL COLOR DE LA MEMORIA

La sangre y el sol, emanados del oriente despiertan la sed en el camino.

Caminantes artistas, recorren surcos vivos, trenzan y tejen canciones, poemas y pinturas, atrapan destellos: el aleteo rítmico del colibrí, la infancia de la milpa, el niño en el vientre, La comadrona y sus manos.

Descansan todos, al llegar al occidente, entre el chal oscuro de la abuela luna, cobijan sus sueños, miedos y utopías.

Mueren durante un rato y al amanecer, vuelven a la vida. Del norte, reciben el viento, el aire, el espíritu que los acompaña.

El aire blanco,

Nos trae la memoria colectiva, Sin los huesos de nuestros muertos, no hay arte,

ni verdad, ni sabiduría.

Sin el beso de los abuelos, caminantes artistas se pierden, el arte no fluye, el río se seca,

La belleza se marchita, y enmudece la canción. IV

El COLOR DE LA PRIMAVERA

Las guitarras en su parto, Nos entregan

Notas verdes y azules, Rojas y negras, Blancas y amarillas.

En las barrigas de las marimbas, resuena la voz del árbol

Le secunda la voz del azacuán, Y el aleteo del colibrí, Marca el ritmo.

Bailan las plumas del quetzal, Rezan una oración salvaje, a la montaña, a la milpa, al árbol y el río.

Todas las voces confluyen

En una sinfonía amarilla: dientes de elote, alas de las mariposas, flores del güicoy y el chipilín…

¡La comunidad de la vida! ¡Celebrando la primavera!

Por un segundo,

Asistimos al velorio de la semilla. Resurge una cabellera castaña y dulce. Un solitario maíz no produce atol. La vida no viene solo de una mazorca, de un puñado de dispersos elotes.

Resurge la vida en:

¡La organizada y amarillenta comunidad de granos! ¡Enraizados en el abdomen de la tierra y abundantes mazorcas nuevas!

¡Del silencio nocturno a la fiesta del maíz!

El estómago vacío, se nutre mejor ¡De la tortilla compartida! Milagro es: ocuparnos del hambre ajena. de la nada, por la magia, ¡El pan no aparece!

Por el caos solidaridario, Sobran hasta siete canastos. En la primavera de la vida, Los y las artistas comparten el atol de la utopía Arte que celebra y nutre para resistir en el camino.

Aquellaluz

Una luz apareció a la distancia, tenue y sospechosa

¿por qué apareces ahora?

¿qué anhelas de mi corazón que no he podido darte antes? quería gritar en voz alta, el rencor que sentí, la ira que surgió, y el llanto que no paró.

¿es que deseas burlarte de mi desgracia? en susurros pregunté, ¿tanto es que me desprecias? la luz tenue, que en distancia se encontraba, con dulzura y armonía se acercó un día y con amargura su calidad compartía.

¿por qué no puedo amarte?

es que en mí no confías, respondió.

Frustrantefantasía

Nathalie Georgina Juárez Trujillo

Me siento confundida en mi sentir

Sin embargo, al hablarte, esa condición desvanece

Pero luego te vas

Pero luego regresas

Sé que te da igual mi presencia

Podría apostar a que te alegra mi ausencia.

Y

¿Qué me duele más?

¿Qué me duele menos?

¿Preferir estar en los alrededores de tu presencia, antes que ser víctima de tu frívola indiferencia?

No pienso arriesgar las pocas veces que me miras

Por únicamente comunicar el sentir, que sin intención avivas

Olvidarte… ¿cómo es que lo hago?

¿Cómo olvidar algo que nunca aconteció?

Algo que únicamente sucedió en fantasía

Algo que nunca nos involucró

Duele que ni siquiera puedo extrañar las memorias de algo, que nunca pasó.

KarymeMontufar-A.Montgor

Dossegundos

La vi

Frente a mis ojos, Plasmada en la pantalla de un celular, Se veía feliz, Era muy bonita, ¿Quién era ella?

Dos segundos me bastaron Para caer en cuenta de que era yo ¿Acaso podemos desconocernos con fotos del pasado y sentimientos del presente?

Ahora estoy segura que sí.

DalmaGretelGonzálezEscalante

Fragmento

El dolor era tan intenso que la dominó, otra vez cayó de rodillas en un llanto ferviente y justo su rostro se quedó atrapado en el reflejo de un charco y la criatura aterradora le sonrió desde el otro lado. No sabía por qué razón siempre se paralizaba con esos encuentros poco agradables, pero le helaban la sangre, hacía que se sintiera sin fuerzas, sin la capacidad de poder realizarmovimiento alguno. Por supuesto, que la monstruosidad aprovechó como solía hacerlo, y la agarró del cuello, con fuerza la empujó hacía adentro del charco e intentó ahogarla mientras le rasguñaba el pecho hasta abrirlo e introducir una mano para extraerle lo que sería el corazón.

Elencuentro

ElSusurrodeLosCuchumatanes

La cafetería un refugio de la lluvia persistente, estaba casi vacía, salvo por el sonido del agua azotando contra los ventanales. Me encontré con Carlos, un Auxiliar de un catedrático de la facultad de la universidad. Era un hombre cuyos ojos parecían guardar más historias que años. Mientras esperábamos que la lluvia pasara, sin que yo le dijera algo su voz se convirtió en un puente hacia el pasado. ¿Alguna vez has sentido que el mundo esconde más secretos de los que estamos dispuestos a admitir? comenzó Carlos, mirando a través de la ventana empañada. Nebaj era un lugar diferente. La guerra había terminado, pero había una batalla contra el nuevo temor que comenzaba a despertar en las montañas de Los Cuchumatanes por las noches, cuando el cielo se llenaba de estrellas y la luna colgaba baja, algo extraño sucedía. Déjame contarte bien sobre Ana María y las luces que cambiaron Nebaj para siempre. Ana María llegó con su título de psicóloga y una curiosidad que rayaba en la obsesión. No era solo su mente científica la que la empujaba; era algo más profundo, una necesidad de entender lo incomprensible, de encontrar orden en el caos. Desde niña, había buscado patrones en las estrellas, respuestas en los libros, pero aquí, en Los Cuchumatanes, encontró preguntas que no podían ser respondidas.

Yo era un chavillo en ese entonces, pero recuerdo como si fuera ayer. Las luces, las luces danzantes... no eran como nada que hayas visto. Bailaban en el cielo, rojas, verdes, azules, como si el arcoíris se hubiera roto en mil pedazos y cada uno cobrara vida propia. Se movían al ritmo de una música que solo ellas podían oír, girando, subiendo y bajando, como mariposas hechas de fuego.

Fue entonces cuando llegó la doctora Ana María Xitumul, una psicóloga con más títulos que un periódico. Empezó a grabar

a la gente del pueblo que decía haber visto cosas, hablado con seres de otro mundo. Yo mismo le conté lo de las luces, cómo mi abuelo me llevaba a verlas y me decía que eran señales de los dioses mayas, que había un portal en las montañas.

Ana María llegó como una promesa de comprensión, una psicóloga con una mente tan clara como el agua de manantial, había llegado al pueblo con la intención de desentrañar una serie de fenómenos inexplicables. Pero lo que encontró fue un misterio que desafiaría su realidad. No era solo su sed de conocimiento lo que la empujaba; era una conexión profunda, casiespiritual, con las luces que nadie más podía sentir. Desde pequeña, había sentido el llamado de lo oculto, una atracción hacia los misterios que la ciencia no podía explicar.

Las luces danzantes eran su obsesión. No simples destellos en el cielo, sino entidades vivas, pulsantes, que se retorcían y giraban con una gracia perturbadora. Rojas, verdes y azules. Las luces danzantes eran su enigma favorito. Rojas, verdes, azules. Brillaban con una intensidad que desafiaba la lógica. Bailaban en el cielo nocturno, hermosas pero aterradoras, como si fueran fragmentos de un sueño o una pesadilla. Aunque su belleza era indiscutible, había algo en ellas que helaba la sangre, que hacía que tu corazón latiera más rápido, no de emoción, sino de un miedo primordial. Su danza era una invitación y una amenaza, un canto de sirena que prometía conocimiento y consumía la cordura.

Las luces danzantes no eran meros fenómenos naturales, sino manifestaciones de algo antiguo y vivo. Colores que bailaban en el cielo nocturno, cada uno contando su propia historia de pasión, envidia y frío terror. Ana María se obsesionó con ellas, grabó cada testimonio, cada detalle, cada relato, cada susurro de los lugareños, hasta que una noche, la oscuridad la reclamó.

Una noche, el generador de electricidad falló, y la oficina de Ana María quedó a oscuras. Solo una vela iluminaba su cara mientras revisaba las cintas. Cuando la luz de una vela era su

única compañía, este haz temblaba proyectando monstruos en las paredes, mientras una sombra se cruzó la habitación deslizándose y una voz susurró palabras en un idioma antiguo, La cámara captó todo. Su rostro, pálido y aterrorizado, mientras una luz blanca la envolvía y la consumía llena de miedo en una habitación desgarrada entre su mundo y otro.

Después de esa noche, algo se rompió dentro de Ana María. Se volvió loca reclusa hablando sola, se perdió en el laberinto de su mente. Las cintas se convirtieron en su única realidad, repitiendo las grabaciones una y otra vez. La gente del pueblo empezó a evitarla y murmuraba, los ancianos advertían decían que había despertado a los espíritus de las montañas. Solo yo me quedé a su lado, intentando entender; acompañándola en su investigación., pero yo... yo no podía dejarla

sola ni abandonarla. Vi su tormento, la lucha entre su razón y la locura que la acechaba. En su semblante observaba el conflicto entre su formación científica y la realidad que desafiaba toda explicación. Quería ayudarla, entender lo que ella entendía, ver lo que ella veía.

Carlos pausó, su mirada perdida en el recuerdo. Después de un rato en silencio continuó. Le propuse a Ana María que subiéramos a los Cuchumatanes, buscando respuestas, y que nos enfrentemos a las luces. Al subir la niebla nos tragaba, era un manto que nos envolvía, y el viento cortaba como un cuchillo, aullaba llevando consigo lamentos de almas perdidas. Llegamos a un círculo de piedras antiguas, ahí las luces nos rodearon, más intensas que nunca, más vivas, sus colores destellando con una ferocidad que quemaba los ojos. Ana María gritó, un grito que se mezcló con el viento, y el mundo conocido bajo nosotros se desvaneció partiéndose y sentí cómo la realidad misma se desgarraba. Cuando desperté, como si se tratara de un sueño desperté solo, con el frío del suelo en mi espalda y Ana María había desaparecido. Nadie me creyó ni sabe qué le pasó. Algunos

dicen que se convirtió en una lechuza, otros que se unió al vuelo de los seres de las luces, buscando respuestas en la eternidad. Yo sigo aquí, esperando, mirando al cielo, sabiendo que de vez en cuando las luces siguen llamando bellas y terroríficas, prometiendo conocimiento y entregando desesperación.

Algún día, cruzaré ese portal. Algún día, encontraré a Ana María. Y tal vez, solo tal vez, entenderé el terror y la maravilla que ella enfrentó, el susurro de Los Cuchumatanes que nunca cesa.

La historia de Carlos terminó con la lluvia. Nos levantamos, salimos de la cafetería y nos perdimos en el gentío de la cotidianidad. Yo lo volví a ver de vez en cuando en la facultad, pero su relato se quedó conmigo, un eco de la insignificancia humana frente a la vastedad del cosmos, y el susurro de los Cuchumatanes que nunca cesa.

JuanMarcosPinedaDaniels

MICROCUENTO

ELVIEJOYLARUTINA

Ya no soportaba las quejas, los gritos y los reclamos. Desde el día en que se casó con Dolores la misma rutina se repetía todos los días. Su compañera se quejaba de la cocina sucia, la bañera tapada y el jardín descuidado. El pobre Eugenio ya no podía más.

— ¡Ya cállate! ¡Si tanto quieres que esté limpio, hazlo tú! —le reclamó él ya desesperado.

— ¿Ni siquiera eso puedes hacer? ¡Hazlo por tu esposa!

¿Acaso no recuerdas lo de la salud y en la enfermedad? — replicó ella con furia.

— hasta que la muerte nos separe. Entonces, ¿¡por qué no te has ido!?

Soltó un fuerte grito en la casa vacía. Desde la muerte de su esposa, el lugar se había quedado abandonado, al igual que él.

Eugenio era ya solo un viejo loco, que vivía atormentado por los recuerdos de una difunta ama de casa.

Pero era mejor vivir así a vivir completamente solo.

Proyecto único e inolvidable:

LECTURA VIRTUAL DEL CANTO A GUATEMALA DE RAFAEL LANDÍVAR

¡Hay que repetirlo!

Enlace:

Videos Canto a Guatemala (url.edu.gt)

ElDiscursodelPresidente

¡La corrupción mata, junto con la indiferencia!

Me cuesta creer el gran fervor de ambición que una persona puede tener para robarse el dinero que no le pertenece, la poca vergüenza ante los graves problemas de salud que están bajo su responsabilidad, la falta de compromiso con el voto de su gente, el silencio ante la falta de oportunidades de quien no pudo estudiar por el poco apoyo de quien tenía que darlo, me cuesta aceptar que sean millones de quetzales en bolsillo ajeno.

¡La corrupción asfixia a quien debe esperar afuera del hospital y no le den respuesta!

La corrupción corrompe a quien no quiere ser corrompido y todo por necesidad, por la pobreza latente con necesidad de sostener un hogar, alimento y entre cuatro paredes para trasladarse a cuadro rejas de cárcel, simplemente porque “así es más fácil”.

Escúchenme posiblemente no tenga la solución a todos los problemas existentes, pero tengo más que voluntad, tengo humildad, conocimiento y compromiso, me iré de este mundo siendo polvo pero trascenderé al recuerdo de ustedes tratando lo mejor de mi, porque estamos despertando, despertando al lado del dinosaurio que sigue ahí, pero sin alimento seguramente se van a extinguir, ¡Es hora de rugir!

-Despierta Manuelito, Despierta mijo, ya es hora de tus exámenes de admisión.

-Mamá ¿Qué no recuerdas que está cerrada la universidad?

-Que pena hijo, está coyuntura pesa hasta en el futuro.

Soñaba mi compañero, que quería ser un guerrero. Soñaba mi compañero que quería ser un caballero.

Soñaba mi compañero que quería ser un marinero. Yo siendo muy sincero no se ni que soñaba, porque no se si soñaba con un velero o si soñaba con ser un gran viajero, pero aun con mucho esmero, no sé con qué sueño.

Sueño con el dinero. ¡No! tampoco es con eso, porque lo mío no es lisonjero, ni es pasajero. No sueño porque lo mío no es un sueño si no que lo más sincero y verdadero.

Y soy el primero en ser curandero, para ser un misionero, que no lleva un sueño si no ser tesorero que guarda con recelo el divino don de ser salubrista.

MarcoRivera(Médicoescritor)

Extraño

Las gotas al caer de repente se cristalizaron y a lo lejos, en el fondo del horizonte se escuchó el grito un sollozo.

El tiempo en un momento no existió y el ser extraño ya débil dejó de existir.

Y sus pupilas al debilitarse Se llenaron de inciertos.

Y todo aquel que un día dijo quererle De él se olvidó

Poco a poco él fue formando parte del viento y el aire y el viento y el aire, formaron parte de él.

De muchos se convirtió en lamento y de otros fue suspiró.

«El que lee y escribe... peca dos veces»

Oteño Joao

DiscursodeDespedida

El sol comenzaba a ocultarse. La camisa cuadriculada azul delicadamente planchada ya estaba colocada en la cama,

junto a ese pantalón negro que siempre usaba para ocasiones especiales. Los zapatos lustrados, y en la mesita de noche ya estaba listo el mejor reloj que había conseguido hasta ese momento.

Muchos pensamientos daban vueltas en su cabeza.

Ese día se cumplían tres años de estar sobrio. Sin embargo, aún se sentía tan vulnerable, que no estaba seguro de presentarse en el grupo de Adictos Anónimos.

Después de divagar un poco se metió a bañar, se vistió, se colocó su reloj y se puso un poco de gelatina en el cabello.

Probablemente sentía más seguridad, así que, salió de casa y caminó esas mismas cuadras que recorría desde hacía ya tres años. Había sido un proceso largo, pero satisfactorio.

Llegó al lugar de reunión del grupo y se sentó en la última fila pretendiendo pasar desapercibido, pero ya lo estaban esperando.

Cuando lo invitaron a pasar al frente, se puso de pie y con paso firme avanzó hasta situarse a la vista de todos. Entonces dijo:

"Buenas noches. Me llamo Raúl y soy adicto compulsivo en proceso de abstinencia. La conocí el día que cumplí veinte años y desde ese día no pude sacarla de mi vida. La sola idea de no tenerla me generaba ansiedad, alejarme significaba el vacío existencial. La necesitaba. Se volvió parte de mí. Y se fue… Aunque quise refugiarme en el alcohol, en las drogas y en el sexo, no pude hacerlo. Nada de eso compensó el ya no tenerla. Entonces me volví loco y la buscaba con desesperación, sin poderla encontrar. Hoy estoy cumpliendo tres años de haber llegado a este grupo, tres años sin ella, sin su presencia en mi vida, sin su calor y sin su luz. Estoy

limpio de ella, ya no forma parte de mí. Ya no la necesito en mi vida. Gracias."

Todos aplaudieron.

Raúl se despidió y muy emocionado por su logro salió del lugar con el pecho erguido.

Caminó de regreso las mismas cuadras y mientras buscaba las llaves de su casa sintió que alguien se acercaba lentamente a él y volteó la mirada. Era ella.

Ana Lucía García

¿Esamoroesdeseo?

Te he encontrado en una noche, donde al conocer tu nombre he encontrado mi camino.

Esa noche tuve un sueño: pude imaginarme hasta la sangre

PeleadeGallos(Fragmento)

«Triunfa el vencedor: la insana turba en torno aplaude con furor inmenso, y él agitando las doradas plumas que tornasolan su pintado pecho, celebra la magnífica victoria con faz erguida y sonoroso acento. Mas si cobarde el vencedor se asombra, al contemplar el palpitante cuerpo de su enemigo y vuelve las espaldas huyendo el espectáculo funesto, indignado el concurso le proscribe, la carga de baldón y vituperio, y la palma triunfal con vano aplauso obtiene al fin el generoso muerto».

Rafael Landívar

que recorren tus venas.

Me he aferrado a una vida contigo donde claramente tú y yo no podemos estar juntos.

Eres la visión que me anima a levantarme por la mañana, con la esperanza de ver tus ojos a mi lado y poder apreciarte, aunque sea de lejos.

Porque no tengo otro lugar solo observarte en la oscuridad donde sé que tú también me ves, pero no te animas a tomar mi mano.

Profundiza dentro de mí, quiero confesarme y entregarme mis más oscuros secretos, sé que no hay otro lugar donde quisieras estar que, entre mis brazos, o tal vez entre mis piernas.

¿Por qué el sexo contigo se vuelve adictivo?

Debe de ser porque nos hemos encontrado o simplemente porque es prohibido.

Dime que está mal, que está mal haberme enamorado de ti. Dímelo con un beso porque no podré tolerarlo al escucharlo de tus labios.

Despiértame en la mañana con un propósito, enséñame que la pequeña vida que uno posee tiene valor.

¿Cuál es el valor si no estás en mi lado?

Sé la respuesta, pero no la acepto.

Me he enamorado de tus entrañas, me he enamorado de tus errores, me he enamorado de tu silencio.

Me he enamorado de la idea de prepararte café cuando

despiertes y del beso de buenas noches que anhelo darte.

¿Existe un límite para el amor?

Como un claro de luna soy débil en el amor. Como en los años 1500, soy esclava de tu merced.

Como sé que no puedo decírtelo y sé que nunca llegará el día para mirarte a los ojos y demostrártelo, solo finalizaré, aunque la verdad no quiero que finalice nada entre los dos.

Porque aún nos queda mucho por tener pero, sobre todo, tenernos.

Obras de Daniela María Pérez Arriaza

¿Qué pasa si se encuentran dos soledades?

Soy el cielo y te miro espiando mis nubes estamos tan cerca que nos convertimos en distancia imaginamos palabras porque esto no pasará otra vez anotas las mías en el tiempo las tuyas ya son el privilegio del silencio lo logramos

aquí está un momento camino contigo el viento lento la sombra de tus alas es una letra me fijé en ti devuelves un espejo.

LuisAlfredoAguilarContreras

*Los autores son los responsables de la originalidad de sus textos.

*Fotos del célebre fotógrafo: Oteño Joao Milodón

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