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La conmemoración franquista del Centenario de Fortuny, en 1939

Acto en honor a Fortuny presidido por el entonces falangista Eugenio d’Ors con otras autoridades, en el Teatro Fortuny, el 2 de julio de 1939

Fotografía Marimón Coca Centre de la Imatge Mas Iglesias de Reus (IMRC 31577)

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Cartel del Centenario de Fortuny, el primer acto cultural del régimen franquista, en 1939

Arxiu Municipal de Reus/Arxiu Comarcal del Baix Camp (AMR-ACBC)

La conmemoración franquista del Centenario de Fortuny (1939)

Finalizada la Guerra Civil, en junio de 1939 «Año de la Victoria», el nuevo régimen franquista promovió con especial interés la conmemoración del centenario del nacimiento de Fortuny, dentro de los actos de la Fiesta Mayor de Reus, de carácter propagandístico y con unas connotaciones abiertamente proselitistas. Fue el primer acto público de relevancia del franquismo. La figura de Fortuny, decían, tenía que ser conmemorada de acuerdo «a su elevada significación española y universal» y dado que en 1938 «al estar sometida nuestra ciudad a la tiranía de los rojos, carentes de toda sensibilidad estética y sin el menor atisbo de orgullo por los valores espirituales de la nación, impidieron que se conmemorase con el esplendor que el hecho requería» era necesario hacerlo entonces, ya que Fortuny era considerado «el primer pintor hispano del siglo XIX, valor auténtico y genuino de nuestra raza».213

213. Véanse los legajos «Centenari de Fortuny, 1939», y «Personatges. Fortuny. Centenari». AMR-ACBC

Inauguración del primer monumento a Fortuny, de Josep Viladomat, el 2 de julio de 1939

Fotografía Marimón Coca Centre de la Imatge Mas Iglesias de Reus (IMRC 31863)

El Comité ejecutivo de los actos era integrado por el Ayuntamiento, la dirección de propaganda de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas (FET y de las JONS)–el partido único– con el apoyo de la Jefatura Nacional del Servicio de Bellas Artes y las autoridades civiles y militares de la provincia.214 A falta de prensa local, organizaron una activa propaganda radiofónica. La alocución del Ayuntamiento al pueblo de Reus contendía barbaridades como que «el alma de Fortuny desde el cielo bendice a los que han luchado y han sufrido por la civilización cristiana creadora del Arte y la Cultura, de la España de los Reyes Católicos y de Franco». Se emitieron textos sobre el pintor a cargo de Salvador Sedó, Jaume Fort y Antoni Escolà Argilaga (Barcelona, 1871–Reus, 1961). Sedó, en el «El homenaje de la España Imperial al gran Fortuny, hijo de Reus», afirma chapuceramente que hubiera sido una ofensa a la memoria de Fortuny intentar la celebración, como correspondía, en 1938, «rodeados de aquellas hordas salvajes y canallas […] chusma embrutecida y vil […] vergüenza de la civilización». Fort se mantiene en el terreno histórico y Escolà afirmó que «palpitará de gozo el corazón de Fortuny dentro de su hornacina», terminando amb un «¡¡Arriba, Reus!!, que es lo mismo que decir: ¡¡¡Arriba España!!!». El 24 se celebraron actos falangistas y religiosos y el 26 visitó la ciudad y las exposiciones la jerarca falangista Pilar Primo de Rivera, delegada de la Sección Femenina. El 30 se inauguró en el Ayuntamiento la Galería de Reusenses Ilustres –confiscada al clausurado Centre de Lectura–, presidida por el retrato de Fortuny, con orlas de laureles y la bandera española.

Por la tarde del 1 de julio las autoridades e invitados precedidos por la Banda de Música se dirigieron desde el Ayuntamiento a la casa natal de Fortuny. Desde el balcón el alcalde descubrió una lápida de homenaje en la fachada, con el texto «Reus a Fortuny en el Centenario de su Nacimiento» en medio de las ovaciones forzadas del público. El alcalde glosó «la vida humilde y laboriosa que llevó Fortuny desde que nació hasta el fin de su vida», y sonaron los himnos del Movimiento Nacional, el Oriamendi, el Cara al Sol, y el himno de España. Aquella noche se representó en el Teatro Fortuny la zarzuela La Vicaria (1924) en dos actos y seis cuadros en verso, original de Lluís Planas de Taverne (1865-1926) con música del maestro Ramon Ferrés Musolas (Valls, 1878–Barcelona, 1962), inspirada en el célebre cuadro de Fortuny.215

214. Con nombres como el alcalde Enric Aguadé Parés, Ramon Rodon Constantí, Salvador Sedó Llagostera, Josep Ornosa Soler, Carles Giró Puig, Jaume Fort Prats y Ramon Cuadrada Gibert. La comisión de Exposiciones era compuesta por el alcalde Aguadé, Joan Bofarull, Salvador Vilaseca, Joan Basora, Ferran Casajuana, Cèsar Ferrater y Pere Vidiella; y la de la exposición de Fortuny por Josep Ornosa, Juan Fatta y Salvador Vilaseca. Para ayudar a pagar los actos se abrió una suscripción pública, iniciada por el nuevo alcalde José Ramon de Amézaga que donó 1.000 pesetas seguido de los principales empresarios de la localidad, como Bertran, Coca, Vilella, Ferrater, Jaumà, Urgellés, Boqué, Magrané, Sabater, Alimbau, Llopis, Querol, Cochs, Salvat, Serra, Sanromà, etc. 215. La pintura inspiró otras obras teatrales, como la revista Que grande es Barcelona, representada en el Teatro Fortuny en septiembre de 1944 por la compañía de zarzuela de Luis Calvo, con un cuadro escénico titulado La Vicaria de Fortuny. Josep Francesc Ràfols i Fontanals (Vilanova i la Geltrú, 1889–Barcelona,1965) con motivo del homenaje a Fortuny en Reus, publicó una visión biográfica en la revista Destino, 1-VII-1939.

Arreglos en el pedestal y enjardinado del monumento «El Condesito», en julio de 1939

Fotografía Josep Brangulí Arxiu Nacional de Catalunya (ANC1-42-N-34623)

Por la mañana del 2 de julio –después de cantar un responsorio ante el cenotafio que guarda el corazón de Fortuny en la iglesia de San Pedro– se celebró la sesión académica en honor del pintor en el Teatro Fortuny, bajo un gran retrato del generalisimo Franco, con la jerarquía político-militar del momento. La presidió Eugenio d’Ors, entonces Jefe del Servicio Nacional de Bellas Artes,216 que hizo un discurso fascista y españolista, que empieza con el conocido párrafo de indigna renuncia a la lengua catalana:

«No es solamente imperativo de elemental cortesía y comunidad nacional el que yo os hable hoy con otra habla diferente a la que lo hubiera empleado en otros años; es convicción plena e íntima de que el habla nuestra, momentáneamente al menos, se ha vuelto inepta para todos los menesteres de cultura. Como el templo profanado, es inepto para que en él celebre el sacerdote sus ritos litúrgicos».217

Después habló de Reus y Fortuny, en un discurso plagado de tópicos:

«Vuestro célebre ‘Reus, París y Londres’ marca el impulso que sentís de lanzaros al mundo, como se lanzó este pintor hijo de Reus. La calidad alegre, el carácter gozoso, la sensualidad acabada de las obras de Fortuny quitan ocasión de hacer comentarios. En Fortuny es juego todo, es íntima sensualidad, es gozoso. Cuando pinta batallas las pinta con ese carácter jocoso. Para él el siglo XVIII no es el de la Revolución sino el siglo del Rococó. La personalidad del pintor subraya fuertemente el carácter de universalidad. Su sola presencia gana audiencias y conquista aplausos. No en vano, aunque su corazón esté aquí, su cuerpo yace en otra parte. En el corazón guardamos los recuerdos de la infancia, pero la individualidad la hemos de dar al mundo. Y Fortuny sólo podía reposar en la capital del mundo... Fortuny está en todos los museos del mundo: París, Venecia, Roma, Madrid... La realidad se alza ante nosotros como una lección perenne».218

Ors acabó el florido discurso afirmando que era un honor para el participar en el homenaje, «el primer acto de unción con el que inauguramos la purificación de nuestros instrumentos espirituales». Entre las adhesiones se leyó la del hijo de Fortuny que desde Venecia envió una carta al Ayuntamiento informando de haber enviado varias obras y recuerdos personales de su padre para contribuir al homenaje reusense, a pesar de que no podría asistir.219

216. Llegó vestido de falangista –pero con botas del modelo fascista italiano–, y fue recibido por las autoridades entre las que se encontraba el destacado bibliófilo y político Pau Font de Rubinat (Reus 1860-1948), en calidad de académico. Fue entonces cuando se produjo, según la tradición oral, la famosa anécdota al saludar Ors a Pau Font: «Don Pau, que no em coneixeu...? Sóc l’Ors, l’Eugeni d’Ors, el Xènius...», dicen que decía. Font, contestó: «Perdona xiquet, però, així, vestit de bombero, no t’havia conegut». El hecho corrió como la pólvora por la ciudad. 217. AYUNTAMIENTO DE REUS: Centenario de Fortuny y Fiesta Mayor de Reus. 24 Junio-2 Julio (1939), p. 18. 218. AYUNTAMIENTO DE REUS: Centenario..., p. 18.