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Una donación de Cecilia de Madrazo y una exposición de reproducciones de obras de Fortuny (1925)

Federico de MADRAZO

«Retrato de Cecilia de Madrazo, esposa de Marià Fortuny»

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París, 1869 Óleo sobre tela, 59,5 x 49,5 cm Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC 045963-000)

El 28 de julio de 1922 se celebró la conferencia «Fortuny y sus obras», organizada por el Ayuntamiento en el Teatro Fortuny, con motivo de la exposición de La Vicaría. Estuvo a cargo de Joaquim Ciervo autor del libro El arte y el vivir de Fortuny, recién publicado. En el escenario, entre plantas, sobresalía la escultura de Fortuny, de Josep Reynés, cedida por El Círcol. Se proyectaron en la pantalla de cine obras de Fortuny, recibidas con fuertes aplausos. Se leyó un telegrama de la viuda y sus hijos, «emocionados y agradecidos» que enviaban «saludos cariñosos». El teatro estaba atestado, con autoridades, representantes y socios de sociedades, periódicos y partidos. El concejal Ramon Pallejà abrió el acto y a continuación habló Ciervo, en catalán, que acabó exhortando al Ayuntamiento a adquirir la Boella y convertirla, bajo el nombre de «Casa de Fortuny», en un museo del pintor, exponiendo reproducciones de sus grandes obras, y en una escuela de arte gratuita. Según la crónica, muy crítica, firmada por Lluch, en el diario nacionalista republicano Foment, el acto fue «un homenatge d’envelat amb parlaments de papagai», y el público acogió sin entusiasmo el espectáculo, «sens dubte perquè comprèn que Fortuny deu honrarse’l d’una manera més noble i seriosa».176

Cecilia de Madrazo, viuda de Fortuny, hizo una primera donación de material de su marido, compuesta de reproducciones de aguafuertes y de dibujos a la pluma, al Ayuntamiento de Reus, a fines de 1924, que fueron expuestas en el Centre de Lectura, en enero de 1925. El artista y crítico de arte Cèsar Ferrater Pons (Reus, 1891–1965) hizo una interesante crónica, donde se alegra de la reivindicación de su «potent i diversa personalitat, una mica discutida per les modes estètiques dels darrers temps». Afirma afinadamente que a Fortuny había que verlo como «el primer revolucionari del vuit-cents i com a indirecte fundador del impressionisme», ya que sabió «sacudir-se el jou dels cànons de l’Acadèmia [...] i trobà un art nou, un ambient nou, en la llum del paisatge assolellat», a pesar que no pudo librarse totalmente del «provincialisme corrosiu» de la época. Alaba al Fortuny grabador

175. TORRELL: Boira. Fulla de Pan-Tarragonisme que Salvador Torrell i Eulàlia fa estampar a Reus ciutat del Camp de Tarragona (1922). 176. Foment, 29-VII-1922. Diario de Reus, 27, 28 y 30-VII-1922; Las Circunstancias, 28 y 29-VII y 2-VIII-1922; y legajo «Conferencia Fortuny y sus obras. 1922». La Esquella de la Torratxa, Barcelona, 11-VIII-1922 publicó una crónica y afirma que La Vicaría «fou visitada en peregrinació per la població en pes». Lo cierto es que el libro de Ciervo contiene errores de peso como afirmar que la casa natal de Fortuny era «un inmueble ya desaparecido». CIERVO: El arte y el vivir de Fortuny [1921], p. 21. ARBÓ: «Reus i en Fortuny. El Terno de Sant Valeri», L’Esquella de la Torratxa, 11-VIII-1922, hace una crónica de los actos y explica que La Vicaria «fou visitada en peregrinació per la població en pes, bona part de la qual es recorda perfectament del net del senyor Mariano de les figures». KIMET, en la revista barcelonesa Nou Ambient, XII-1924, lo resumía así: «Reus, París i Londres, això fou en Fortuny». Según La Publicidad, Barcelona, 21 y 22-VII-1922, en una nota firmada por T.O., se estaban catalogando las obras de Fortuny en colecciones reusenses, para una futura publicación. Extrañamente, no se publicó ninguna noticia del tema en la prensa local y no hay rastro de la obra, si es que se publicó.