Antillas Francesas: Gustavo Torres, Serge Letchimy, Jack Sainsily, Bruno Carrer
Argentina: Ramón Gutiérrez, Fernando Diez, Mario Sabugo, Cayetana Mercé
Bahamas: Diane Phillips
Bolivia: Javier Bedoya, Gustavo Medeiros
Brasil: Ruth Verde Zein, Hugo Segawa, Leonardo Finotti
Chile: Humberto Eliash, Andrés Téllez, Sebastián Irarrázabal, Horacio Torrent, María de Lourdes Muñoz
Colombia: Silvia Arango, Carlos Niño Murcia, Alberto Saldarriaga Roa, Sergio Trujillo, Claudia Fadul, Daniel Bermúdez, Lorenzo Fonseca, Gilberto Martínez, Ricardo Vives
Costa Rica: Bruno Stagno, Luis Diego Barahona
Cuba: Eduardo Luis Rodríguez, José Antonio Choy, Omar López
Curazao: Ronald Gill, Sofía Saavedra, Ronny Lobo, Michael Newton
Ecuador: Sebastián Ordóñez
El Salvador: Francisco Rodríguez
Guatemala: Blanca Niño Norton, Ana Ingrid Padilla, Cristian Vela, Raúl Monterroso
Jamaica: Patricia Green, Jaquiann Lawson, Patrick Stanigar, Mark Taylor, Robert Woodstock
México: Louise Noelle, Fernando Winfeld, Jaime García, Eliana Martínez. Juan Bernardo Dolores
Panamá: Silvia Vega, Sebastián Paniza, Carlos Morales
Paraguay: Jorge Rubiani, Oscar Centurión
Perú: Pedro Belaúnde
Puerto Rico: Manuel Bermúdez, Segundo Cardona, Emilio Martínez, Ricardo Medina, Jorge Rigau, Enrique Vivoni
Rep. Dominicana: Eugenio Pérez Montás, Esteban Prieto Vicioso, Mauricia Domínguez, Omar Rancier, José Enrique Delmonte, Lowell Whipple, George Latour, Marianne de Tolentino
Suriname: Jacqueline Woei A. Sioe
Trinidad y Tobago: Mark Raymond, Jenifer Smith
Uruguay: Sebastián Schelotto, Conrado Pintos, Nelson Inda
Venezuela: Carola Barrios, Francisco Feaugás, Ramón Paolini, Enrique Larrañaga, Martín Padrón, David Gouverneur, Federico Vegas
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
Honolulu: William Chapman
Miami: Roberto Behar, Andrés Duany, Elizabeth Plater-Zyberk, Rafael Fornés, Carmen Guerrero, Luis Trelles, Teófilo Victoria, José Gelabert Navia, Jean François Lejeune
New York: Joaquín Collado, Rafael Albert, Germán Pérez, Rafael Álvarez
Washington D.C.: Aurelio Grisanti, Francisco Ruiz
COMUNIDAD EUROPEA
Austria: Mayra Winter
España: Antonio Vélez, Lluis Hortet, Oswaldo Román, Juan Herreros, Juan Antonio Zapata
Francia: Kyra Ogando
Italia: Carmen Amelia Corsani, Stefano Topuntoli, Julia Vicioso
Para envío de colaboraciones, cartas o informaciones favor contactar al editor en: Gustavo Luis Moré / AAA, E.P.S. P-4777, 8260 NW 14th st. Miami, Florida 33191 USA.
Dirección oficinas de redacción: Calle Benigno Filomeno Rojas #6, Penthouse 7 Norte, Torre San Francisco. Santo Domingo, República Dominicana.
Esta es nuestra séptima edición dedicada al mundo de la arquitectura de interiores en la República Dominicana y en el Gran Caribe. Las anteriores ( AAA026, AAA037, AAA073, AAAA080, AA083/84, y AAA088 ), han sido recibidas exitosamente en el mercado y la cultura del diseño de calidad nacional e internacional. Lo que se inició como un acercamiento intuitivo a ese universo entonces poco profesionalizado, se ha convertido en un ámbito de continua curiosidad y asombro.
Las obras de carácter doméstico y las escasas comerciales o institucionales de años atrás se han multiplicado y enriquecido, tanto en su cantidad como en el profesionalismo con el que estos apasionados autores enfrentan sus encargos y dibujan sus espacios con excelencia, creatividad y belleza.
Con mayor énfasis, hoy los proyectos de todo tipo han crecido y se evidencian en las ciudades principales (Santo Domingo y Santiago de los Caballeros sobre todo) y en los enclaves vacacionales y turísticos cada vez más poblados del país. Punta Cana, Bávaro, Cap Cana, el pionero y tradicional Casa de Campo, las zonas privilegiadas de Samaná y de la Costa norte, y los desarrollos playeros en proceso como Los Corbanitos y Punta Arenas, o el novedoso en Pedernales, impulsado por el Estado Dominicano y bajo la gestión del Grupo Rainieri, son los más destacados entre muchos otros. Al interior del país, en las zonas montañosas, se observan desde hace años nuevos conjuntos habitacionales y hoteleros de gran atractivo, que serán objeto de una publicación posterior.
Un caso particular que merece atención es el de instalaciones hoteleras para el turismo de alta gama. Hace pocas semanas ha sido inaugurado en la pujante iniciativa de Cap Cana el espectacular Hotel St. Regis, desarrollado por la empresa Campagna Ricart y Asociados, bajo un asombroso proyecto del Arq. Alejandro Acebal, mexicano naturalizado dominicano. Este hotel reúne no solo una arquitectura radicalmente diferente a lo que ha ofrecido la cultura hotelera previa en el país, sino una visión integral entre arquitectura, interiores, ingeniería y naturaleza. Esperemos que este patrón se siga produciendo cada vez nas en la RD.
Estas han sido las premisas de esta edición:
1. El universo del diseño de interiores en la República Dominicana ha evolucionado positivamente, siguiendo un trayecto de más de 3 décadas, desde que se instauró el programa de Diseño y Decoración de Interiores en la UNPHU, en los tempranos años 70.
2. En las últimas décadas hemos observado la irrupción de nuevos autores y equipos de gran profesionalidad y cada vez más prestigio, tanto dominicanos como extranjeros radicados en la RD.
3. Las opciones de elección en mobiliario, terminaciones y acabados ha aumentado vertiginosamente. El mercado de bienes y servicios se ha redimensionado a una realidad cada vez más diversa y rica.
4. Se observa una paleta de tendencias muy amplia, que camina entre el minimalismo moderno, la experimentación y la abundancia matérica y objetual. Esta edición muestra casos ejemplares de este tema.
5. Las tipologías se han multiplicado; restaurantes, oficinas, comercios, residencias vacacionales y urbanas, apartamentos, hoteles, hospitales y muchas otras combinaciones de usos se presentan, cada cual con su identidad propia.
Abrimos una convocatoria a la comunidad profesional de interioristas y diseñadores en el país, a la que respondieron los profesionales aqui presentados. AAA094 se propone presentar a la comunidad regional un panorama actualizado y crítico de estas rutas en el interiorismo dominicano.
Participemos juntos en la construcción de este espacio colectivo de actualidad…
Con semblanzas personales y profesionales redactadas para AAA por Georgia Reid Baquero, Fabiola Herrera y Sandy Ehlert, dedicamos esta edición a la memoria de nuestra querida amiga y extraordinaria diseñadora dominicana Patricia Reid Baquero.
La huella de Patricia en la cultura dominicana es honda y múltiple. Su obra fué publicada en diversas ocasiones en AAA y uno de nuestros Pro_Files fue editado junto al trabajo de su padre, William Reid Cabral y su hermano Carlos Reid Baquero. Maestra de generaciones, reflexiva, talentosa, de alto vuelo artístico, Patricia merece un espacio sagrado en el panteón del arte dominicano. A ella nuestra reverencia y gratitud eternas.
La edición incluye la colaboración del buen amigo Nicolás Rigadeau, quien desde Guadalupe nos remite una reseña de los proyectos galardonados en la última versión del Premio de Arquitectura de la Guadalupe, manteniendo así el interés de AAA en el ámbito del Gran Caribe.
Señalamos en particular el inspirado texto sobre la identidad cultural del Gran Caribe, del escritor mexicano Juan Villoro. El mismo obedece a una cátedra dictada en Santo Domingo, que reproducimos cortesía de la Lic. Minerva del Risco, anfitriona del evento.
Seguimos atentos. Muchas sorpresas viene en camino...
01 Caribbeana
Obituario:
Georgia Reid
Fabiola Herrera
Sandra Ehlert
Cartas desde América Latina
Leonardo Finotti
Reseña: Nicolás Rigadeau
Ensayo: Juan Villoro
Evento Nota de Prensa
Evento Nota de Prensa
Reseña
Mizoocky Mota
Reseña
Gustavo Luis Moré
Patricia Reid Baquero: El arte como esencia y servicio
Ricardo Daza: Museo escultórico monumental 180 metros, Zipaquirá, Colombia
PAG: Premio de Arquitectura de Guadalupe
Reloj de arena: los tiempos del Caribe
Un nuevo ícono del lujo abre sus puertas en Cap Cana: The St. Regis Cap Cana Resort
Sin límites, sin fronteras: UNOX Casa presenta SuperOven y su nueva app en cuatro nuevos países de América Latina.
Del duelo a la acción: debate sobre la seguridad de las edificaciones en RD
1ra. Jornada del DoCoMoMo Dominicano
SD 2025: Casos de Estudio
Georgia Reid / Fabiola Herrera / Sandy Ehlert
Patricia Reid Baquero: El arte como esencia y servicio
Dedicamos este número de AAA a la memoria de la enorme interiorista dominicana Patricia Reid Baquero, (1953-2025) quien engalanó en varias ocasiones nuestras páginas con sus exquisitos proyectos y nos regaló la maravilla de su contagiosa personalidad. Agradecemos a su hermana Georgia, a su antigua colaboradora Sandy Ehlert y a su amiga Fabiola Herrera por las líneas que han escrito para acompañar su obituario.
Georgia Reid
Patricia nació en Santo Domingo el 2 de septiembre de 1953. Fue la mayor de seis hijos, casó con Kevin Egan y tuvo dos hijas y un nieto. Diversas influencias la marcaron. Hija y hermana de arquitectos, en el hogar donde creció se respiraba el arte en muchas vertientes, dejando una huella indeleble y trascendental en su vida. Entre planos de arquitectura, esculturas, obras de teatro y estudios de diseño de interiores y museografía —tanto en Santo Domingo como en España y México—, su exposición a todo tipo de creación artística germinó. Recordaba con especial cariño esta época de estudiante, aprendiendo de veteranos maestros en Santo Domingo mientras trabajaba en el taller de su padre, y luego instalando exposiciones en México y conociendo la artesanía de primera mano en diferentes regiones de España.
El interés por la artesanía, la sociología, la escultura del Pacífico y por las artes decorativas alimentarían su obra. Otras influencias serían el profundo amor por su país, la luz del trópico y los colores, materiales y obra de mano caribe.
Patricia fue ferviente amante de la naturaleza, pasión heredada de su padre y que era palpable en sus obras a gran escala, pero también en sus piezas más íntimas, como sus pinturas y libros.
Comenzó su vida laboral como directora del Departamento de Diseño de Interiores en la firma William J. Reid Cabral, y pronto fundaría la firma Patricia Reid Baquero, Diseño de Interiores. Juntas, las empresas buscaban lograr el diseño integral en sus proyectos. En la Ciudad Colonial de Santo Domingo estaba su hogar y su oasis, pero también muchos de sus proyectos icónicos más recientes. Le apasionaba la restauración y regresar antiguas edificaciones a su gloria original, al mismo tiempo que las hacía tanto acogedoras como prácticas para la vida moderna.
Sus proyectos abarcaban un sinnúmero de tipologías: hoteles, residencias urbanas y de playa o montaña, bancos, museos, tiendas, oficinas, hospitales… y el estilo podía variar dependiendo de las necesidades y gustos del cliente. Podían ser modernos, artesanales o clásicos. Sin embargo, la búsqueda de lo perdurable en el tiempo, de lo original, de un diseño auténtico, permea su obra; es el sello distintivo de sus creaciones. Es esa conjugación de materiales, de texturas, de lo exótico y lo cercano la que hace que en sus proyectos se
sienta una energía singular, no siempre explicable con palabras, pero que fue producto de la combinación de rigurosa labor y estudio con una amplia dosis de inspiración.
Fabiola Herrera
Puedo decir que conocí a Patricia desde siempre y, aunque compartía más con sus hermanas por temas de los hijos y profesionales, ella siempre flotaba en el aire en cada conversación, como si fuera omnipresente. Sentíamos que ella vivía una vida apasionante, cosmopolita. Era la personificación del arte vibrante, del buen gusto, de la búsqueda insaciable de la belleza en todas sus expresiones. ¡Y cómo encontraba esa belleza!
Donde ponía el ojo, lo transformaba, lo iluminaba, lo dotaba de su energía, de colores y de música en la armonía de los objetos. Por donde pasaba, nunca volvía a ser lo mismo. Desde espacios inmensos hasta el más mínimo detalle de terminación, nada escapaba a su influjo. Era una maga. Nuestra maga. La maga de la Ciudad Colonial.
Diseñadora de interiores de profesión, el arte era ella. Nunca antes conocí a alguien que fuera una artista tan talentosa y lo ejerciera de una forma tan natural y fluida como Patricia, en todo lo que hacía: en su vida diaria, en sus proyectos, en los proyectos de otros, en un almuerzo, en su jardín de Vermont, en un hospital.
Además, tenía otra característica difícil de encontrar: su generosidad y desprendimiento. Patricia siempre decía sí a la colaboración que se le solicitaba, por extraordinaria que fuera. Y lo hacía de corazón, dando mucho más de lo que se pidió. Fue generosa con su arte, su tiempo, sus afectos, con su calidez humana. Apoyó y enseñó. Fue mecenas, maestra y madrina de tantos artistas jóvenes… ¡De su particular corte virreinal!
A su arte y generosidad, sumémosle su temperamento afable, alegre, acogedor. Una mujer brillante y culta. Era una puerta abierta a la amistad, al cariño sincero, a compartir la buena mesa. ¡Y qué mesa! En sus domingos nunca hubo dos mesas iguales. La creatividad la movía a que cada una fuera una obra de arte.
Un rasgo que la caracterizaba era cómo sabía sacar lo mejor de cualquier material u objeto que se le cruzara en el camino. Una tinaja, una rama de trinitaria, un
pedazo de tronco, una silla vieja, unas piedras… todo, todo se convertía en algo bello a su toque. No escatimaba a la hora de poner en práctica el eclecticismo, obteniendo resultados sorprendentes y armónicos, contra todo pronóstico.
“¿Y tú vas a usar ese baúl?”,
“¿Cogiste la alfombra de tu casa para ponerla en la pared?”, “Cállate, que Kevin me mata si se da cuenta”.
Y así iba, como hada madrina sin varita mágica, haciendo magia de armonía y colores, creando ambientes nuevos que parecían haber estado siempre ahí.
Cuando llegó al dream team que la Virgen de Altagracia formó para montar la exposición “María, Madre de Alta Gracia” en el entonces inexistente Museo de la Catedral, ella, mujer de gran fe en la Virgen, fue el impulso que movió a todos, la argamasa que nos unió en una sola voluntad para que esa exposición única, en un lugar improbable, fuera un éxito rotundo. Recuerdo la primera reunión de todos juntos para coordinar, en la iglesia Regina Angelorum. Entró al salón ligera y alegre, sonrisas e ideas, papel y lápiz en mano: “Miren, esta es la idea de la exposición, ¿qué les parece?”, y al describirla, los trazos cobraban vida y color, y se nos iluminaban los ojos.
En ese breve espacio, desde ese día hasta que nos dejó, recuperé a esa prima sabia y valiente. Creativa y dinámica. Cariñosa y chistosa. Elegante y pausada. Poseedora de una intuición fuera de serie. La que siempre veía el vaso medio lleno. La que tenía solución para todo. La que me decía que rezara por ella porque sentía que la Virgen me escuchaba… La que nos enseñó cómo se sobrelleva una vida de mala salud sin darle importancia. La que predicó con el ejemplo. La que me enseñó las múltiples caras del servicio, y que el arte es una forma muy válida de servir.
Y hablando de ejemplo, ¡Cómo nos enseñó a valorar lo nuestro, el patrimonio que heredamos! ¡Cómo nos demostró qué es vivir y amar la Ciudad Colonial, que hoy llora su ausencia y no es igual sin verla caminar por sus calles con sus coloridos caftanes! La maga de la zona. La gran dama del Santo Domingo histórico. Asumió sus raíces, las plantó en la Nouel 110, y ahí creó su mundo personal, su casa del realismo mágico, de puertas abiertas para quien quisiera disfrutarla con ella.
Y si nos detenemos a pensar un momento, podemos decir que sí, fue realismo mágico lo que creó en sus espacios, pues sin lugar a dudas los dotó de alma, de vida propia, y hoy susurran su nombre, se iluminan cuando los miramos y mencionamos a Patricia, su artista, su creadora.
¿Qué más nos dejó? Nos dejó una manera de ver y vivir que es inspiración para los que queremos creer que sí: el arte y la sensibilidad son lícitos y necesarios, y con ellos se puede servir a la sociedad. Que la belleza es importante, que no es un lujo sino un derecho de todos, y poder crearla es un don que hay que ejercer con urgencia, en armonía con el entorno y la historia, para hacer del mundo un lugar mejor, más amable, más completo, más feliz.
Sandra Ehlert
Patricia, para mí, es el inicio... fue el génesis. Ella abrió el camino y marcó una era en el diseño de interiores dominicano. Con su mirada fresca y profundamente intuitiva, tuvo una nueva manera de sentir el diseño interior, creando una propuesta ecléctica y tropical íntegra, profundamente nuestra. Supo poner en valor nuestras raíces, nuestra esencia, la cultura, la arquitectura vernácula y victoriana. Con originalidad y sensibilidad, creó un estilo único, capaz de expandir las semillas de su creatividad en cada espacio que tocaba.
Su especialidad era elevar lo nuestro. Con una naturalidad asombrosa que sólo poseen los verdaderos artistas, mezclaba texturas, colores, telas, objetos, y los convertía en poesía visual. Era su manera de rendir tributo a esta tierra. Nos deja como legado un diseño simple y elegante, siempre inspirador para nuestra generación y —estoy segura— para las que vendrán. Algo que siempre me llamó la atención era su manera de diseñar espontánea, funcional y descomplicada.
Patricia entraba a un espacio y, en cuestión de segundos, ya lo visualizaba completo: sabía qué piezas utilizar, qué texturas aplicar, qué telas darían vida a ese lugar. Su visión era clara, certera e inconfundible.
Amaba el arte en todas sus dimensiones. Se sentía atraída por los santos, los armarios antiguos, las tinajas, y cualquier objeto que, por su rareza o belleza, captara su atención, y estos, cuando los integraba a sus proyectos, cobraban nueva vida, una nueva dimensión. Todo se transformaba bajo su mirada, todo
aquello que la conmovía pasaba a formar parte de sus mundos, llenando los espacios de una magia particular.
Atesoro profundamente aquellos años en la casita del patio de la familia Reid Cabral, con su piso de ladrillo, grandes ventanales y techo de madera inclinado. Ese fue el taller de Patricia: un laboratorio creativo donde Lise Bolonotto y yo comenzamos a construir sueños para muchas familias, y más adelante se integraría a su equipo Noris Briones y Patricia Brito, entre otras.
Siempre me he sentido orgullosa del privilegio de haber dado mis primeros pasos junto a un ser extraordinario. Diría que único en su especie: auténtica, desprendida y muy solidaria.
Ser y sentirme una de sus discípulas es, sin lugar a duda, uno de los regalos más hermosos que he recibido. Gratitud eterna, anhelo profundo y un sueño consumado: son las palabras que, desde siempre, resonarán en nuestras almas por toda la eternidad.
Ella vive en cada espacio que tocó, en cada discípulo que formó, en cada alma que inspiró. Más que una diseñadora: fue un alma generosa que supo hacer del arte un acto de amor. Su legado no es solo estético: ella es inspiración, memoria viva y un sueño cumplido que florecerá por siempre en quienes tuvimos la dicha de conocerla y trabajar junto a ella. Y así seguirá habitando entre nosotros: como inspiración, como luz y como semilla que no dejará de crecer.
¡Misión cumplida, Pa, ve en paz!
Georgia Reid Baquero, hermana menor de Patricia, nace en Santo Domingo y realiza su maestría en el London School of Economics. Se integra a las firmas William Reid Cabral Ingenieros-Arquitectos y Patricia Reid Baquero Diseño de Interiores. Ha participado en diversos proyectos en el país y en el exterior, abarcando residencias, complejos turísticos, culturales e institucionales.
Fabiola Herrera cuenta con más de treinta años de experiencia en el sector financiero y tecnológico de la República Dominicana. Desde el Banco Central, ha liderado proyectos estratégicos de alto impacto. Es directora (voluntaria) de la Unidad de Patrimonio Religioso, Artístico y Cultural de la Arquidiócesis de Santo Domingo, y tuvo a su cargo la dirección del Museo de la Catedral, contribuyendo así al fortalecimiento de la educación cultural y patrimonial, y desarrollando estrategias de difusión y preservación del legado religioso e histórico del país. Se relacionó muy estrechamente con Patricia durante el proceso de creación del Museo de la Catedral.
Sandra Ehlert es diseñadora de interiores con una trayectoria de más de 35 años. Combina sus raíces dominico-alemanas con una sólida formación académica. Ha desarrollado un enfoque creativo y profundamente humanista, nutrido por una perspectiva multicultural. Ha colaborado en proyectos con diseñadores internacionales. Fue colaboradora temprana en el Estudio de Interiores de Patricia.
Cartas desde América Latina
Leonardo Finotti
Museo Escultórico Monumental 180 metros
Zipaquirá, Colombia
Ricardo Daza, arquitecto
El Museo Subterráneo Monumental se encuentra ubicado en dos cámaras al interior de la Catedral de Sal de Zipaquirá a 180 metros bajo tierra y a unos cuantos metros de la iglesia subterránea. La importancia de todo el complejo de la Catedral radica no solo en su valor religioso sino también en su valor patrimonial, cultural, ambiental y social.
Con la intención de conservar y dinamizar los valores históricos de este extraordinario lugar se plantea realizar un Museo de Escultura Monumental que vuelva a recuperar sus cualidades arquitectónicas, espaciales y simbólicas con una intervención que respete la autenticidad de la Catedral y de la mina desde la magistral actuación del arquitecto Roswell Garavito Pearl en 1990.
Concebido para albergar una serie de obras realizadas por 22 escultores de 19 países destacados a nivel mundial y que fueron invitados a Colombia para que trabajasen directamente en este sitio,1 el Museo busca en esencia recobrar el sentido profundo de la Catedral de Sal y vincularlo con la experiencia del Arte contemporáneo.
Ocupando dos cámaras contiguas e intercomunicadas por un túnel, el museo contiene una serie de bajo-relieves tallados en los muros laterales de las cámaras, un área para exhibición de las esculturas en mármol, un área para exposiciones temporales y un anfiteatro circular para la realización de eventos culturales; además, el museo está complementado por un café temático y una tienda para la venta de objetos artísticos relacionados con el propio museo.
Se propone así un gran escenario de esculturas de arte moderno monumental, activado con eventos singulares y pausas en el recorrido. Las obras se han dispuesto sobre dos plataformas que permiten resaltar las esculturas y que –como las piezas esenciales de una obra de arte mayor– se apoyan, se rehúnden o sobrevuelan los podios y se inscriben en los muros para ser contempladas por los visitantes desde diversos e inesperados ángulos y puntos de vista.
Obras y eventos ocupan estratégicamente el espacio de las dos cámaras bajo el efecto de una constelación de luminarias que –sin alterar el genius loci de la mina–, lo potencian y le confieren un sentido renovado al conjuntar el espacio logrado por el trabajo de los mineros al excavar la mina, con las obras alcanzadas por el preciso trabajo de los escultores, sumado al trabajo logrado
con el hormigón por los constructores y a la precisa ordenación de todos los elementos concebida por los arquitectos.
La irregularidad orgánica de las cámaras yace en tensión con el recorte preciso de la piedra, la fundición y el modelado geométrico del hormigón, el ensamble de la madera, la disposición cuidadosa de los eventos. El Museo Subterráneo Monumental persigue el equilibrio entre las fuerzas orgánicas del subsuelo con las fuerzas geométricas de la creación artística y arquitectónica instalada en lo más profundo de la mayor obra de carácter Patrimonial de Colombia: la Catedral de Sal.
1Primer Simposio de Escultura Monumental Catedral de Sal, Zipaquirá, Colombia, 13 de febrero del 2023.
Leonardo Finotti Fotógrafo de Arquitectura, Sao Paulo
CIEM S.A.S – Obra eléctrica - José Ignacio Murillo
Rusbel Rodríguez – Carpintería metálica
Residente de obra:
Oscar Fernando Parga Quevedo -
Nicolás Rigadeau
Premio de Arquitectura de Guadalupe
El Premio de Arquitectura de Guadalupe - PAG 2020, creado por la Casa de la Arquitectura de Guadalupe en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Guadalupe y el Memorial ACTe, el “Centro Caribeño de expresiones y de memoria de la trata y de la Esclavitud”, fue una primicia en nuestro archipiélago por su magnitud y duración.
Este evento presentó durante un período de cinco meses, 60 proyectos participantes de la producción arquitectónica de los últimos 10 años en el Caribe francés, tanto en Guadalupe como en San Bartolomé.
Permitió al público descubrir la riqueza, la calidad y la diversidad de los enfoques prácticos y conceptuales de los arquitectos en sus respectivos territorios. A menudo, estos diseñadores han combinado con éxito la arquitectura tradicional, como una poderosa fuente de inspiración y conocimiento, con adaptaciones al mundo de la innovación tecnológica en el sector de la construcción, la organización espacial basadas en los usos específicos de nuestra identidad caribeña, respetando al mismo tiempo las crecientes normativas y estándares franceses y europeos a los que deben adherirse.
El reto también consiste en respetar mejor nuestro planeta mediante un enfoque cada vez más respetuoso con la gestión de los recursos y las materias primas utilizadas, como la madera de origen controlado, la piedra, la toba triturada, los techos verdes, el aislamiento de fibras naturales, las tejas de madera, materiales cada vez más bioprocesados y una mayor eficiencia energética en los edificios que serán el patrimonio del futuro. Estamos solo al principio, pero el camino está abierto.
Tras la ceremonia de entrega de premios, el 17 de diciembre de 2021, los proyectos se presentaron al público en el Memorial ACTe en una gran exposición.
El MACTe está ubicado en el puerto de Pointe-à-Pitre. Dada su sólida conexión con la Casa de la Arquitectura de Guadalupe y la estrecha relación entre el patrimonio histórico y el diseño arquitectónico contemporáneo, su dirección se mostró dispuesta a colaborar estrechamente con el MAG para apoyar y dar a conocer este premio como se merece.
Además de su apoyo financiero, diplomático (a través de la invitación a Guadalupe de Olivier Guyonvarch, Embajador de Francia en Jamaica, para
desarrollar un proyecto de intercambio estudiantil con el CSA), logístico y de recursos humanos.
La institución estuvo a cargo de la dirección artística de la exposición, desde la escenografía como la selección de los artistas expuestos en la exposición: Chantaléa Commin y Antonwé, y posteriormente, a una segunda exposición de trabajos de estudiantes del CSA con los artistas Antonwé, Anaïs Verspan, François Piquet y Reid Van Renesse. La exposición PAG, que combina proyectos de arquitectura, arte y diseño (bancos ajustables Tiban Pou de Damalia, diseñados por Emile Romney), se celebró del 18 de diciembre de 2021 al 25 de mayo de 2022. Esta presentación estuvo acompañada de intervenciones los sábados en la mañana, de los invitados premiados para hablar de su experiencia en diseño, del seguimiento de la construcción del edificio, de sus sueños, de sus ocasionales decepciones y, sobre todo, de la extraordinaria pasión que ponen al servicio de la profesión de arquitecto.
Los miembros del jurado, en su gran mayoría arquitectos caribeños de renombre internacional, ofrecieron conferencias y debates sobre su trabajo e investigación: María Samaniego (Ecuador) (Presidenta del Jurado), Jacquiann Lawton (Jamaica), Edwin González (Costa Rica), José Antonio Choy (Cuba) y Philippe Madec (Francia), con la excepción de Mark Raymond (Trinidad y Tobago), quien lamentablemente no pudo viajar a Guadalupe debido a la crisis internacional causada por la COVID-19.
También tuvimos la extraordinaria oportunidad de combinar este PAG 2020 con la exposición internacional de arquitectura de la FPAA (Federación Panamericana de Colegios de Arquitectos), que se celebró en noviembre de 2020 en Lima y Cusco, Perú, en el marco de la celebración de su centenario.
Nuestro jurado internacional seleccionó 10 proyectos entre los 60 participantes, representaron con orgullo al país sede del evento. Se organizaron dos importantes exposiciones en el Memorial ACTe. Una se realizó para el PAG (Arquitectura Profesional y Arquitectura) entre diciembre de 2021 y mayo de 2022, y la segunda mostró la vitalidad de la enseñanza y la creación arquitectónica caribeña en Jamaica. La exposición presentó una veintena de proyectos de estudiantes de la CSA (Escuela de Arquitectura del Caribe) de la Universidad de Kingston (UTECH), que tuvo lugar del 14 de enero al 25 de mayo de 2022.
Para esta ocasión, se invitó a una delegación de estudiantes y profesores supervisores, y se elaboraron trabajos analíticos y proyectos en diversos barrios del área metropolitana de Pointe-à-Pitre, con una presentación final ante los representantes electos de Cap Excellence, la comunidad de comunas, que en conjunto representan a más de la mitad de la población de Guadalupe.
Esta experiencia nos ha enseñado varias cosas:
- Primero, la absoluta necesidad de mostrar la arquitectura actual a través de una lista de logros, para que pueda ser compartida, explicada y criticada, y sobre todo, para que el público en general tome conciencia del valor del patrimonio que representa, no solo la arquitectura del pasado, sino también la producción contemporánea que se sumará a nuestro patrimonio en el futuro;
- Segundo, la riqueza de los intercambios entre colegas del Caribe, América, Europa y el resto del mundo. Esta confrontación de diferentes visiones culturales de la arquitectura para aprender de ellas, compartir descubrimientos, adquirir conocimiento y madurez. Proponer espacios más apropiados y eficientes, acordes con nuestra identidad criolla, con una mejor comprensión de nuestro clima, nuestras incertidumbres, costumbres y nuestra poesía interior.
Con toda la experiencia adquirida, el entusiasmo y la riqueza compartida generado por la primera edición, esperamos con ilusión la segunda edición de este Premio de Arquitectura de Guadalupe, que comenzará a finales de 2025, y quién sabe, ¿quizás con el placer de encontrarnos con usted en Guadalupe para esta ocasión en 2026?
Villa Archipel
Laurent Darviot
El terreno es en pendiente, servido al fondo por una carretera secundaria, orientada al sur. El objetivo era construir en la parte superior del sitio para lograr una vista panorámica al mar y estar libre de todo vis-à-vis. Por tanto, los módulos son paralelos a las curvas de nivel, con desviaciones de altitud para reducir los costos y los impactos visuales de las adaptaciones al suelo en mampostería reforzada.
La construcción con madera surgió de inmediato para cumplir con los objetivos climáticos y ambientales. En lugar de ceder a las sirenas de la arquitectura cúbica de estilo internacional, evitando lo ostentoso, revisamos la arquitectura criolla, los techos de hierro corrugado simples y pronunciados, los pasajes y voladizos omnipresentes, las aberturas verticales y los espacios de amortiguación cubiertos no cerrados.
Los colores naturales del revestimiento de madera y la carpintería de aluminio antracita completan el aspecto sobrio y facilitan la integración en el paisaje. La piscina, a modo de carril de nado, está cubierta con un revestimiento tipo roca de río y bordeada por playas y pasarelas de cubierta; un jardín extraordinario sublima el sitio.
Algunos elementos del vocabulario arquitectónico de la agencia como los postes inclinados, los ojos de buey o el guardaespaldas de cristal dan un toque contemporáneo y completan el efecto “wow” ordenado por el propietario del proyecto.
En la parte superior de la casa principal, se encuentran la cocina abierta, sala de estar, terraza comedor, mini salón multimedia, dormitorio principal en suite. Al este, el dormitorio y garaje, la conexión de pérgolas y la terraza panorámica. En el centro, carril de nado y cubiertas. Abajo, dos dormitorios, suites independientes. En la parte baja del jardín, el estanque natural y la caseta de relajación.
La Isla
Nicolas Gessat
La singularidad de este proyecto radica en el aspecto poco atractivo que ofrece la parcela para albergar el proyecto ab initio: se trata de un área pequeña, ubicada debajo de las parcelas circundantes, al borde de una carretera concurrida y fuera del centro. en comparación con la vista a la bahía. Tantas peculiaridades que no la convertían a priori en una punta de lanza a pesar de la firme intención de su propietario de conseguir, de la mano de su arquitecto, una vivienda atractiva, espaciosa y confortable. Naturalmente se decidió desde el principio que “La Isla” se cerraría al exterior con el fin de preservar la construcción de ruidos y perturbaciones visuales de todo tipo y se abriría sobre sí misma.
Este sesgo inicial permitió encontrar un eje de visión abierto a la bahía desde los espacios habitables interiores y exteriores de la casa (terraza, piscina), preservando así la privacidad de sus habitantes. Las salas de estar y el dormitorio principal se han colocado arriba para disfrutar de una mejor altura de vista abierta sobre la bahía. La planta baja tiene tres dormitorios, cada uno con una pequeña terraza ajardinada. En el lado de la calle, una rejilla vertical viste la fachada de madera, a modo de muralla protectora. Este mismo marco vertical se encuentra en la cerca de la casa que está decorada con muchas plantas para darle un aspecto cálido.
Residencia Petit & Viens
Marc Jalet
En el cruce de dos bulevares estructurantes de la ciudad de Pontoise, las residencias Pierre Antonius y Loïc Petit son dos edificios de apartamentos que se encuentran frente a la nueva Place des Dissidents.
Estos colectivos intermedios visibles desde el mar, se diseñaron entrelazando volúmenes para dibujar formas menos repetitivas que las que han marcado la vivienda social durante demasiado tiempo.
A través de este enfoque, los edificios muestran un equilibrio entre urbanidad y naturaleza, entre urbanidad y privacidad, y establecen diversidad en la homogeneidad. La mezcla formal, social y funcional ha permitido mostrar un producto de vivienda social menos marcado.
Por cambios de ritmo (tanto horizontales como verticales), y por yuxtaposiciones inesperadas de diferentes materiales, la volumetría de los bloques evoca una cierta sedimentación de lo urbano.
Así, la arquitectura de estas dos residencias restaura una concentración de la ciudad en todos sus componentes. Las plantas bajas son principalmente comerciales y las fachadas muestran una arquitectura secuenciada por una pluralidad de vocabulario, como los viejos tejidos que se han construido a lo largo del tiempo.
A excepción de la residencia Pierre Antonius ocupada íntegramente por un local comercial en la planta baja, los otros bloques de este distrito son abiertos y se inspiran en la morfogénesis de los diferentes tejidos del casco antiguo para ofrecer espacios dentro de ellos. arboles
Para asegurar una buena ventilación de las celdas, las salas de estar son pasantes y las terrazas también sirven como áreas de recepción en el alojamiento, con una vista doble del lado cuadrado y el lado del jardín. Las celdas son un 15-20% más grandes que las áreas normalmente construidas.
Dugommier - 30 Alojamientos
Doré Marton
Situado en el municipio de Trois -Rivières en el tramo Dugommier, en las parcelas de relevamiento catastral: AV 1397, AV 1414 y AV 1415, la operación de construcción de 30LLs+1 LCR (área residencial común), es parte de una operación de desarrollo del GIS que consta de 4 operaciones de aproximadamente treinta unidades habitacionales.
Situada en las laderas características del terreno de Trois-Rivières, la operación ubicada aguas arriba de la colina, al noreste del proyecto de desarrollo general, aprovecha su exposición para ofrecer viviendas que cruzan este / oeste, optimizando así su ventilación.
Situados en un entorno periurbano, la tipología elegida es la de viviendas apiladas individuales, cada una con acceso individual, a las viviendas de planta baja se les asigna un jardín privado.
Desarrollado en ático R+1 +, la vivienda se adapta a la topografía del sitio y luego ofrece una extensión que permite encontrar una escala de vivienda individual.
Sede del Parque Nacional de Guadeloupe
Atelier 13
La Sede del Parque Nacional es un edificio ejemplar en todos los niveles: ejemplar en su integración en el sitio, en su control del consumo energético y en su balance de CO2; en su comodidad, en la convivencia de sus espacios de trabajo y reunión, en la imagen de la institución que transmite, respetando el medio ambiente.
Es un edificio que surge delicadamente del suelo, respetando el lugar, el caudal de agua superficial, la permeabilidad del suelo, los notables árboles, la topografía de los lugares, los ambientes… Un edificio que se abre a vientos dominantes para crear un aire acondicionado natural optimizado. Un lugar por donde entras como en un sotobosque, donde el sonido del agua corriendo entre las rocas te dá la bienvenida y donde la naturaleza entra para traer frescura y tranquilidad.
Para un balance de CO2 controlado y una buena integración en el sitio natural, se prefirió un edificio de madera. Como la industria de la madera no existe en Guadalupe, primero optamos por especies de madera de bosques explotados de manera sostenible, luego cubrimos las fachadas de ventilación con los troncos crudos de árboles jóvenes del bosque de Guadalupe.
Habiendo obtenido, gracias a la calidad de la envolvente, el equipamiento y el entorno, un edificio de gran eficiencia energética, el enfoque Négawat (sobriedad, eficiencia, renovables) tuvo éxito al instalar sobre el patio y la sala de reuniones, un campo fotovoltaico de 36 kw en autoconsumo calculado para cubrir más del 100% de las necesidades energéticas del edificio. Es el primer edificio terciario de energía positiva con autoconsumo fotovoltaico en Guadalupe.
Edificio de Oficinas Le Papillon
Perrichon MPH
Le Papillon está destinado a una actividad de servicio terciario, reuniendo la nueva sede de la CGRR - AG2R - AGIRC.
Este edificio con ambiciosas prestaciones HQE y características decididamente contemporáneas se reinventa con las estaciones detrás de su elegante fachada de aluminio cincelado, y con el contorno de espacios de oficinas modulares cuyo universo está muy alejado de la oficina tradicional.
Se han creado espacios innovadores, conectados a las pulsaciones del Parque Empresarial Providence, en los que se privilegia la comodidad individual de los usuarios.
Este edificio también está diseñado para proporcionar los espacios necesarios para reuniones.
La forma y el diseño del edificio maximizan la luz y optimizan así la ganancia solar.
El proyecto tiene una fuerte ambición en términos de urbanismo circundante y ofrece una inserción paisajística cualitativa.
Centro Guadelupeño para la Cultura India
Marc Jalet
Un paralelepípedo envuelto en una malla de aluminio se levanta del suelo. En referencia al moucharabieh, este azote que actúa como filtro pone en suspenso nuestro mestizaje y los vínculos inquebrantables entre las diferentes comunidades que han poblado las islas del Caribe.
Esta piel, compuesta por octágonos, filtra la luz para dosificar los colores brillantes de una segunda capa de fachada de policarbonato celular. Se proyectan sobre el suelo del pasillo y sobre las paredes interiores, deformándose con el curso del sol.
Este enfoque permitió animar la circulación de la estructura como segunda fachada rechazándolas en la periferia para liberar un espacio central amplio, versátil y flexible.
Este monolito ubicado en el borde del manglar en el territorio del municipio de Petit-Canal se beneficia de una ventilación completamente natural. El piso de concreto y la estructura de metal permanecen en su estado crudo, pero los colores brillantes de las particiones interiores se refieren a la policromía de madras, una tela coloreada originaria de la ciudad de Madrás en el sur de la India, e introducida en Guadalupe por la Los primeros indios llegaron en 1854.
Antes de su inauguración en 2018, el Centro Guadalupe de Cultura India honró a su primer visitante, Mahatma Gandhi, congelado en los pasos de su simbólica marcha de la sal hacia el Océano Índico. Esta estatua de bronce, donada por la Embajada de la India en París, se alza sobre la gran plaza donde se realiza la obra, para recordar uno de los movimientos de protesta pacífica más importantes que ha marcado la historia de la humanidad.
Repensar todo para... ir a la Universidad
Emile Romney
El colegio original nació de la emergencia del volcán de 1976, un conjunto de casas prefabricadas colocadas rápidamente sobre una superficie de asfalto, sin relación, expuestas a los elementos y sin naturaleza.
La dureza del espacio impresionó gradualmente a los individuos, estudiantes, profesores y supervisores, poniendo cada capa de sus relaciones bajo tensión. El programa de refuerzo antisísmico y la ruina del sistema existente se presentaron como una oportunidad para repensar todo, para preservar lo que podría ser y sobre todo para traer ese sentimiento de “estar juntos” donde enseñar debe ser sinónimo de compartir.
El nuevo colegio desdibuja los límites y afloja las jerarquías; se ha convertido en un lugar de intercambio bajo los callejones verdes protegidos o alrededor de los patios sombreados de las unidades de enseñanza.
En su primer sentido, un colegio es “un grupo de personas que tienen la misma dignidad, la misma función...”, es un noble valor social simbólico al que hemos asociado la vegetación como constitutiva del todo para hacer colegio también con la naturaleza.
Guardería Eugène Alexis du Gosier
Ark architecture
Se concibe visualmente como dos cuerpos de edificios curvados a lo largo de los límites divisorios norte y sur, con la idea de crear un patio lo más espacioso posible, dándole un aspecto “protector” para los niños. Los edificios están orientados de tal manera que se produzca ventilación cruzada en todos los salones. El uso de carpintería como persianas de seguridad y lamas en Z, permiten la ventilación natural de los espacios incluso fuera del horario escolar.
Este diseño bioclimático limita el uso de aire acondicionado, en particular gracias a los dispositivos de protección solar y el uso de ventilación natural.
Las formas curvas de los pasillos, las formas orgánicas de las marcas del suelo del patio, las pequeñas aberturas en la sala de actividades se combinan con diversas texturas y diferentes materiales como madera, metal y hormigón para atraer a la atención de los más pequeños.
Los colores de los edificios tienen propósitos distintos y complementarios. Desde un punto de vista funcional, ayudan a resaltar información útil, a organizar el espacio; una actividad separada por color. Desde un punto de vista estético, crean un ambiente de color agradable y armonioso ideal para aprender los colores primarios. Así, el niño podrá identificarse fácilmente con estos espacios según sus formas, colores o texturas.
Biblioteca Municipal Baie Mahault: Paul Mado
Atelier 13
Se trata de una nueva construcción y de la rehabilitación / reutilización del antiguo colegio, para la creación de la biblioteca municipal de Baie Mahault; programa “colmena”: biblioteca, multimedia, servicio municipal local, salón de usos múltiples, talleres de dibujo y música, administración, restaurante.
Enfoque de calidad ambiental tropical: ventilación, materiales optimizados y luz natural (tipo HQE).
La biblioteca Baie Mahault, una mediateca local, es un verdadero centro, “rótula”, de animación, transmisión y transición en el que el municipio puede confiar para desarrollar la reconquista de su casco urbano y la apertura de la ciudad. en el mar. Para ello, se han desarrollado los siguientes ejes:
• La integración del edificio antiguo, una historia sensible de muchos BaieMahautiens, como un elemento importante de la nueva biblioteca. Su fachada fue confiada a un colectivo de artistas.
• La apertura de la Plaza del Ayuntamiento al mar y el desarrollo de un atractivo eje para futuros desarrollos costeros.
• La apertura y transparencia del edificio.
• La transición arquitectónica entre la ciudad, el área urbana (lenguaje arquitectónico urbano) y el área natural del litoral (lenguaje arquitectónico natural)
• La apertura y fluidez de los distintos espacios funcionales.
Universidad Jacob Camp
L’Agence Alain Nicolas
La rehabilitación del Campamento Jacob como parte de la implantación del campus universitario es una obra imprescindible de reconquista urbana y una oportunidad de reconciliación entre el rico pasado histórico y militar de este municipio y las necesidades actuales de su evolución social y cultural.
Apoyándose en gran medida en un análisis detallado de esta génesis y en el marco del plan Terrier de la época, (fundación de la ciudad), el concepto urbanístico y arquitectónico consistió en distribuir con la mayor discreción volumétrica los elementos del programa, con el fin de respetar esta naturaleza boscosa, también histórica, y preservar en la medida de lo posible la identidad de los edificios antiguos y su singular aparición sobre los paisajes.
Una reflexión sostenida constantemente por la búsqueda de la apertura a la ciudad y la ósmosis esencial con su universidad.
Este momento marca el final de esta historia militar introvertida y el comienzo de una nueva era para una vida urbana de intercambios y comunicaciones.
La rue Couverte, su tejado así como el tratamiento paisajístico del cruce de la Nationale son los símbolos esenciales; es también el nexo entre los dos parques verdes, el de la casa Darrack y el del teatro al aire libre, siendo el espacio museográfico de este conjunto.
Excluyendo rehabilitación, los edificios de ampliación son en parte semisubterráneos (biblioteca / deportes / catering) o enterrados como el anfiteatro bajo la renovada plaza de este equipamiento militar.
Se distinguen por su cono volcánico que emerge de terrazas plantadas y representan tantos valores contemporáneos agrupados en torno a la fuerte belleza de la historia y el paisaje.
Rehabilitación de la Residencia Prefectoral
Atelier 13
La operación consiste en la rehabilitación de la residencia de la prefectura, un edificio catalogado como monumento histórico, así como el refuerzo sísmico y la demolición del edificio de hormigón adyacente que alberga las cocinas, el lavadero y las habitaciones.
La opción propuesta por el equipo de arquitectos fue la realización de una nueva ala sur simétrica al ala norte, la demolición total del edificio de hormigón de la década de 1960 y el acondicionamiento de los edificios anexos de la planta baja para acomodar la cocina, lavadero y vestuarios.
Todo el piso ha sido rediseñado para volver a la distribución original y permitir que las habitaciones tengan su propia entrada. Esta circulación recreada responde a la antigua organización de la casa, que contaba con una galería exterior al servicio de estas estancias.
Las obras han permitido devolver a la residencia de la prefectura todo el confort necesario para las recepciones oficiales y para el alojamiento de los prefectos y sus invitados VIP, pero también restaurar en esta magnífica residencia la armonía y el carácter de un monumento histórico.
Cabina Lugar de Libertad Abymes
Max Sophiyair Landais
El quiosco ubicado en la plaza del ayuntamiento de Abymes exhibe elegantemente sus formas contemporáneas y deliberadamente refinadas.
Desde el inicio del estudio, el equipo de diseño se propuso realizar un estudio histórico sobre la evolución de los stands de banda en todo el mundo. Parece que los edificios que decoran nuestros parques combinan ahora la belleza y el papel de la música viva.
El reto para el diseñador de este nuevo quiosco era atreverse y diseñar una estructura teniendo en cuenta las limitaciones actuales de sonido e iluminación artificial.
Las excelentes características del “alucobond”, (un material compuesto ligero formado por dos láminas de aluminio y un núcleo de plástico), apoyan la inspiración y permiten soluciones innovadoras en todos los ámbitos de la arquitectura. La forma, una nota musical real, captura el sonido y lo envía de vuelta a los espectadores.
Entre la estructura de acero galvanizado y el revestimiento de fachada de alucobond, el diseñador ha colocado materiales impermeables y el aislamiento térmico asociado.
A pesar de la ausencia de aislamiento acústico desde el exterior, la percepción de las fuentes de sonido dentro del quiosco sigue siendo de alta calidad.
Ajoupa Pergola
Nicolas Gessat
En un proyecto realizado en 2010, el ciclón Irma dañó gravemente una ajoupa junto a la piscina.
El cliente pidió volver a hacerlo, dejando claro que este no debería volar.
Siendo exactamente el mismo plano y forma, la solución propuesta y aceptada por el cliente fue cubrir este espacio de la misma forma que los muros verticales con listones de madera.
Por tanto, es un techo de pérgola de 4 lados, a 4 aguas. Este espacio es un lugar vital muy querido por el propietario; va todas las noches con su esposa y también es un espacio donde le gusta recibir visitas, a la orilla del agua y lo más cerca posible de la vista al mar.
La estructura se estudió con un ingeniero de estructuras de madera con una estructura de madera del norte y accesorios de gran tamaño para el arriostramiento, todo completamente revestido de madera exótica.
La brisa atraviesa este espacio así como el sol filtrado por las lamas de madera, haciendo este espacio muy agradable y relajante.
Proyecto casa bioclimática
Nicolas Gessat
Este proyecto consistió en la creación de una casa “bioclimática” de dos dormitorios.
Por tanto, el planteamiento consistió en primer lugar en analizar:
• La orientación de los vientos para permitir la ventilación natural del proyecto,
• El relieve y los posibles movimientos del suelo para evitar movimientos de tierra importantes, costosos y prolongados en el la duración,
• La insolación del sitio y la provisión de soluciones para protegerse del sol.
Así se acordó que la ventilación natural pase por todos los espacios habitables completamente abiertos y que los espacios nocturnos se beneficien de esta ventilación; que los habitantes de la casa estén protegidos del sol mediante voladizos y contraventanas removibles en el lado sur; que se conserven las piedras presentes en el sitio para espesar y adornar los muros; que se preserve la vegetación presente en la parcela, no importar sujetos no endémicos y favorecer la plantación de especies autóctonas del tipo plumeria alba, cocothrinax barbadensis, agave karatto, bursera, flamboyant, courbarils, gaïacs, etc.; utilizar un marco de madera en la perspectiva de un sitio más ecológico (menos agua, menos energía, menos desperdicio, menos ruido y molestias), más económico y más rápido (sin tiempo de secado).
Iglesia de Guava: Una oración dirigida al cielo
Emile Romney
Desde la ciudad o desde el mar, la Iglesia es como una oración, una invocación dirigida al cielo.
Esta oración comienza desde las profundidades del suelo, desde nuestros intestinos y en su totalidad nos transporta a nuestras esperanzas, nuestras esperanzas y nuestros sueños.
Esta oración se ofrece y está destinada a todos, para todos; es una expresión universal y atemporal de todos aquellos que, con humildad, llaman a lo que está más allá de ellos y llaman más allá de sí mismos para traer el bien y hacer del mundo un lugar mejor.
La Iglesia está unida: cada uno de los impulsos que forman esta iglesia es el soporte de una palabra que viene de todas partes, de todos los pensamientos y viene de las profundidades de las almas, es esto “hacer un cuerpo”: hacer Iglesia para nuestra humanidad.
Su fachada es gruesa pero porosa, calma este paso de las abundantes respiraciones del mundo a las aspiraciones de un mejor intercambio... su interior evoca este “todo unido”, a través de la continuidad de las superficies y este dulce recuerdo de envoltura.
Villa Lamby
Marc Jalet
En proporciones de contenedor, este proyecto de villa surgió durante un tiempo de compartir, durante el cual logramos plasmar los espacios en los que Josy quería vivir. Ella los quería ordinarios y originales, tal como eran.
Esta obra, archivada desde marzo de 2004, refleja la inusual libertad que se le había dejado al arquitecto para delinear un espacio vital provocativo, pero respetuoso con el paisaje en el que iba a inscribirse.
Es en un paralelepípedo extruido, estructurado por una estructura metálica y ventilado por estantes de madera que los espacios de la villa se superponen, dejando generosos vacíos en el salón y en la terraza.
Este loft bioclimático, cuya forma no indica su función, nunca se construirá. Más que un simple arrepentimiento, su imagen también expresa una hermosa colusión entre un arquitecto y un cliente que desapareció repentinamente antes del inicio de la obra.
El pueblo de contenedores felices de Raizet
Emile Romney
En este monótono distrito de viviendas, el Container Village, recuperado y renovado, se presenta como un espacio vital colorido y animado que bordea una plaza pública. Esta plaza se extiende desde un bulevar a lo largo de un canal con paseos peatonales y paisajísticos.
Este conjunto pretende ser un nexo, su finalidad es unir las distintas viviendas y las poblaciones que componen esta periferia urbana.
Más allá de su función principal de dar la bienvenida a los food trucks, este desarrollo urbano espera hacer este distrito más verde, más humano y más vivo al anticipar su apertura futura a la dinámica de la ciudad cercana.
La muy libre… alegre… combinación de contenedores, el canal restaurado a la naturaleza, a su biodiversidad de tortugas, pollas de agua, peces y aves, y los espacios de encuentro son signos del optimismo de un otra forma de vivir la ciudad juntos.
Pointe a Pitre: renovación urbana
Marc Jalet
Iniciado en 2006, el proyecto de renovación urbana de Pointe-à-Pitre está reposicionando la ciudad en la escala del territorio de Guadalupe, aunque solo sea por el potencial de su litoral, por sus flujos turísticos y por la calidad del patrimonio indudable de su casco antiguo.
Es a través del prisma de las cuestiones sociales, espaciales, económicas y ambientales que los distritos de Bergevin, Chanzy y Henri IV, a los que los grandes complejos resultantes del movimiento funcionalista de la década de 1960, están dando paso a espacios nuevos, más cualitativos.
A partir de finales de la década de 1950, y como Francia hexagonal, los primeros grandes conjuntos de viviendas sociales tuvieron lugar en la periferia de Pointoise, subestimando la inadecuación de ciertos modelos en el contexto de Guadalupe e instalando un sistema urbano ajeno. con los cimientos de la ciudad tropical.
Este gran proyecto, en marcha desde hace 14 años, ha vuelto a tejer el tejido urbano de toda la ciudad para eliminar los estigmas del pasado y abrir barrios que alguna vez se vivieron como una periferia aislada del resto.
A través de una nueva oferta de equipamientos y espacios públicos de calidad, se han reinventado los vínculos viales más lógicos entre el casco antiguo y la periferia para reconectar con tamaños e interiores de manzanas más acordes con usos históricos.
Hoy ya se han demolido 443 nuevas viviendas sociales y 385 desaparecerán antes de 2022. El terreno recuperado ya ha permitido construir 9 nuevas residencias, un grupo escolar, un largo centro comercial y numerosos espacios públicos y jardines. Se entregaron alrededor de 500 viviendas nuevas con 13.000 m2 de locales comerciales y de actividad.
Con el “macroloto” de Chanzy en primer plano, un frente de edificios de alto rendimiento le dará al Boulevard Faidherbe una nueva imagen. Las estructuras que emergen de un largo corredor que proporcionan aberturas visuales a otros espacios verdes en el distrito conectarán los nuevos bloques entre sí, dando a la ciudad una nueva identidad.
Juan Villoro
Grabado histórico sobre el momento del encuentro entre Cristóbal Colón y los indígenas del Caribe, una de las escenas más frecuentes en la imaginería europea. Getty Images. (Derechos Reservados).
de arena: los tiempos del Caribe
Agradecemos a la Lic. Minerva del Risco la cortesía de cedernos el texto de esta extraordinaria conferencia magistral, dictada por el intelectual mexicano Juan Villoro en el marco de la Cátedra de Literatura Caribeña organizada por la Fundación René del Risco Bermúdez, celebrada en la PUCMM el 6 de noviembre del 2024.
La huella de Carpentier En 2023, una tarde de sol, el Caribe desfiló ante mis ojos en plena Ciudad de México. Comía en un restaurante ante un ventanal que de pronto fue dominado por un espectáculo peculiar: treinta o cuarenta atletas negros caminaban con cadencia majestuosa. Vestidos con camisetas y pantalones de colores, parecían dirigirse a una competencia. Un impulso indescifrable me hizo salir a la acera. Volví a sentir el entusiasmo que tuve en mi ciudad a los doce años, durante las Olimpiadas de 1968. ¿Adónde se dirigía esa delegación de cuerpos portentosos?, ¿Qué medalla de oro estaba en juego? Desvié la vista hacia los rezagados del contingente y encontré la respuesta: niños y mujeres cargaban bolsas y bultos. La selección deportiva que había creído ver en realidad estaba formada por los desplazados de la Historia. Un mesero que también había salido al exterior me explicó que cerca de ahí había un albergue para refugiados haitianos. La tarde alteró su dramaturgia: la aparente muestra de esplendor atlético era un ejemplo de la devastación latinoamericana.
Recordé la pasión con que mi maestro haitiano, el historiador Guy Pierre, hablaba de Toussaint Louverture cuando yo estudiaba la carrera de Sociología. La primera rebelión de Independencia y la abolición de la esclavitud se habían fraguado en una isla del Caribe.
¿Cómo no pensar, también, en el valor fundacional que Alejo Carpentier asignó a Haití y la isla de Santo Domingo en El reino de este mundo? Acaso lo más singular de esa novela breve, publicada en 1948, sea el prólogo que anuncia las condiciones de lo real maravilloso. Al pisar la tierra de Louverture y oír la religión secreta de los tambores, Carpentier entendió el fracaso del surrealismo europeo. Consultó archivos muy poco frecuentados y halló datos que comprobaban hechos de apariencia irreal. Lo que ahí sucedía pertenecía a la norma y la costumbre. Formado en Cuba y Francia, Carpentier recibió en ese viaje la sacudida necesaria para despojarse de prenociones europeas y advertir las limitaciones del propósito de André Breton, que se esforzaba en desordenar artificialmente la realidad.
Siguiendo el ideal de belleza de Lautréamont (el encuentro fortuito de un paraguas y una máquina de coser en una mesa de disección), Breton apeló al uso deliberado del azar para llegar a lo irracional. En su recorrido por las islas, Carpentier comprendió que ahí la sorpresa era materia viva, alimentada
por la “presencia fáustica del indio y el negro”. Un territorio no codificado por mitologías, que exigía un nuevo tratamiento.
Si los cronistas de Indias debían su asombro al desconocimiento de lo que veían, el del novelista cubano se basaba en algo distinto: el ejercicio de una nueva objetividad, capaz de entender la verdad de la magia.
Con el afán de deslumbrar a sus lectores, en el siglo XVI Antonio Pigafetta aseguró haber visto en América cerdos con el ombligo en el lomo y gigantes asustados por el reflejo de su propia imagen. Carpentier no necesitaba falsear el entorno porque atestiguó el hechizo generado por los hechos mismos: la desconcertante imaginación de la realidad. Para llevar a cabo este propósito, debía ponerse en situación, entrar en personaje: “La sensación de lo maravilloso presupone una fe”, advierte en su prólogo, y agrega: “Los que no creen en santos no pueden curarse con milagros de santos”.
Las certezas de Carpentier se expresan en tensión con la cultura europea. Conoce las numerosas representaciones que exotizaron el “nuevo mundo” y se propone disolverlas. En este sentido, no actúa como quien mira por primera vez, sino como quien vuelve a un continente malinterpretado. Lo real maravilloso rasga el velo de las prenociones europeas. No es casual que se presente como lo que no pudo lograr el surrealismo.
El movimiento liderado por Breton exploró las energías del inconsciente y del sueño en un entorno aletargado, donde la cultura languidecía en los archivos y los museos. Apeló a recursos como la escritura automática para suprimir el papel censor de la conciencia y a la resignificación de los objetos comunes para recuperar el misterio de lo cotidiano (Marcel Duchamp remató está tendencia al convertir un urinario en pieza de galería). En México, Breton advirtió que el provechoso desarreglo de la norma podía pertenecer a la vida diaria (lo que en Europa debía ser fabricado, ahí prosperaba en fecundo caos); sin embargo, no pudo permanecer en un país que le era ajeno y volvió a Europa para proseguir el empeñó lúdico de descomponer la realidad.
Los postulados del surrealismo tuvieron mayor fortuna en la plástica que en la escritura. Los pintores ejercieron la eficaz paradoja de indagar el inconsciente con sugerentes dosis de realismo. En las ciudades metafísicas de Giorgio de
Chirico los edificios pertenecen a una arquitectura reconocible, pero la lógica que los reúne es insólita, y en los cuadros de René Magritte las escenas fantásticas surgen de la inesperada combinación de elementos reales: un hombre se asoma a un espejo, pero no ve reflejado su rostro sino su nuca.
Ciertos pintores caribeños buscaron, por el contrario, fórmulas más abstractas para retratar su exuberante entorno. Tanto Édouard Glissant como Alejo Carpentier elogiaron la gramática visual de Wifredo Lam, creador de geometrías orgánicas —flechas, rayas, curvas, ojos y hojas—, que integran el mapa simbólico del Caribe. Al respecto, Glissant escribe en El discurso antillano: “Con Wifredo Lam, la poética del paisaje americano (acumulación, dilatación, carga del pasado, conexión africana, presencia de los tótems) se dibuja. Desde la multiplicación tupida de la jungla hasta los espacios aireados apenas rozados por algún color, donde se posan tantos pájaros míticos. Pintura del arraigamiento y pintura del vuelo”. Estas palabras traen a la memoria un endecasílabo de Octavio Paz: “horas de luz que pican ya los pájaros”. Estamos ante un amanecer tanto del mundo como de la mirada, hecho de líneas en fuga y trazos rápidos, señales para emprender el vuelo. No es casual que a esa luminosidad lleguen los pájaros. Volvamos a Carpentier. En su opinión, el desafío estético caribeño estriba en encontrar un lenguaje propio para captar lo que en primera instancia desconcierta como fantasmagoría pero que es tangible y verdadero.
De manera similar, José Lezama Lima advirtió que, si el barroco europeo fue un arte de contrarreforma, concebido para combatir la austeridad luterana, el barroco americano es un arte de contraconquista que trafica con elementos ajenos a la tradición europea. Ya en esta misma cátedra Leonardo Padura señaló que el sello distintivo del Caribe es la mezcla.
El reino de este mundo se basa en lo que Emir Rodríguez Monegal llamó “estilo nominativo”: “una prosa en que los verbos casi no cuentan y los sustantivos y adjetivos cumplen la función narrativa”. La narración depende menos de la trama y los personajes que del suntuoso despliegue de datos que no logra dotar de nueva vida a los hechos históricos. El reparo carece de importancia si se considera que El reino de este mundo anticipó una estética transformadora y representó el entrenamiento necesario para escribir una de las mayores novelas del idioma: El siglo de las luces, saga de aventuras entre América y Europa, donde el excepcional Víctor Hughes es, a un tiempo, mercader, filibustero, revolucionario, negrero, tirano y libertador, personaje múltiple que trae a las islas caribeñas una modernidad de doble rostro, revolucionaria y cruel, portadora de las ideas de la Ilustración y la guillotina.
El desafío de entender la realidad caribe llevó a Carpentier a buscar sus raíces en la cultura popular, la religión y la música (leía partituras como si se tratara de novelas de peripecias). Gracias a ese asedio múltiple, pudo interpretar el “Mediterráneo de mil islas”, como llama al Caribe en El siglo de las luce s, región donde confluyen las numerosas culturas difuminadas por el discurso colonial.
Hablar de Haití es hablar de Santo Domingo, Guadalupe, Cuba y otras islas. En El discurso antillano, Édouard Glissant comenta que los espacios insulares se entienden a partir de la noción de archipiélago.
Lugar de destierro o salvamento, la isla es un sitio de excepción. En su Biografía del Caribe, Germán Arciniegas dedica un hermoso pasaje a las Antillas Menores, las patrias dispersas que integran “puntos suspensivos” en el mapa. Quienes llegaban a esas costas solían ser prófugos que huían de la tempestad, los piratas, las deudas imperiales o la persecución religiosa. En consecuencia, bautizaron con imaginativa gratitud esas tierras de salvamento:
Las islas tienen nombres de novelas, de santos, de ilusiones, de anécdotas. Se los han dado los navegantes con algo de superstición. El descubridor piensa que un golpe de magia, un nombre bien puesto, puede tornar la isla favorable. En
Los estudios literarios permiten atrevimientos que, a la distancia, no ofenden a nadie. No es muy osado decir que, en El reino de este mundo, Carpentier fue superior al pensar su propósito que al ejecutarlo. La novela narra, entre otros sucesos reales, la rebelión de François Mackandal, esclavo de origen africano condenado a la hoguera y resucitado por la leyenda, y culmina con la historia del primer rey de Haití. Lo ya sucedido regresa con la respiración artificial de un lenguaje voraz en el que cada descripción amerita tres adjetivos (“era un mundo blanco, frío, inmóvil”). La indudable pasión con que Carpentier creó ese retablo verbal no siempre cautiva al lector, más atento al esfuerzo y la erudición que significó desplegar esos recursos que al placer de degustarlos. En cierta forma, este método del exceso, marcado por el “horror al vacío”, anticipa la parodia que Guillermo Cabrera Infante le dedicó en la novela Tres tristes tigres
una cadena de islas bautizadas por Colón, dejó él su propio romance, para que lo entendiera quien supiera de cábalas. Y así todos. Leer el catálogo de las islas del Caribe es leer una novela de misterio: detrás de cada palabra está escondida una ilusión, un ruego, una desventura, una gracia: Barbuda, San Cristóbal, Monserrat, Sombrerero, La Tortuga, Marigalante, La Deseada, Granada, Bonaire, La Margarita, La Mona, Los Frailes, El Gran Caimán, El Caimancito, Cayo de Roncador, Cayo de Quitasueño… Hasta los grupos de las islas tienen lindos nombres: Las islas de Barlovento, las islas de Sotavento, que parecen moverse con sus vientos: Las Islas Vírgenes, con toda la leyenda medieval.
Toda isla prefigura su posible pertenencia a un archipiélago, pero también remite a lo que ahí ocurre de modo único. No es casual que el pensamiento insular vuelva sobre sí mismo como las mareas y su “motor de espumas”. Para referirse a Cuba, Antonio Benítez Rojo dio con un título elocuente: La isla que se repite. Circundado por el agua, el territorio que nos ocupa se encuentra contenido; por eso mismo, no deja de anhelar lo Otro. A un tiempo iguales y distintas, las playas dispersas apelan a una interpretación que las articule y las incorpore a una tradición común.
Para Carpentier, en un sitio sin historia ni mitología, este proceso integrador depende de una reinterpretación del tiempo. En el momento en que toma la pluma, la tradición no es algo que pesa sobre sus hombros, sino que se improvisa en el papel.
Escribir altera los relojes. En El siglo de las luces, Víctor Hughes es descrito como “un hombre sin años” y la novela funde diversas épocas. América se presenta como el territorio de lo inacabado, pero también como el entorno donde todo se reproduce y deteriora con presteza. Alfa y omega, principio y fin: tierra virgen que pide ser bautizada —sede de la fuente de la eterna juventud— y caldero de la descomposición y el deterioro.
Carpentier se suele remontar a un origen remoto para entender a sus personajes. El cuento “Viaje a la semilla” y la novela Los pasos perdidos son mecanismos para retroceder en el tiempo; el pasado es un sustrato nutricio, abierto, todavía vivo; los personajes no regresan a algo conocido sino a una zona de desconcierto que otorga nuevo sentido al presente.
Jaime Colson, Merengue, c. 1938. Óleo sobre cartón, 52 x 68 cm. Coleccion Museo Bellapart. (Derechos Reservados)
Lam: Tu propia vida 1942 (Derechos Reservados)
En su libro de ensayos Tientos y diferencias, el autor cubano encomia el uso de “ciertos sincronismos posibles, por encima del tiempo, relacionando esto con aquello, el ayer con el presente”. Esta articulación anacrónica también determina El Siglo de las Luces. La novela desemboca en la fuga liberadora de su principal protagonista: Sofía. El escape físico y existencial de la mujer es una refutación de la época: “Se había salido de lo cotidiano para penetrar en un presente intemporal”.
La literatura de Carpentier mezcla arenas de muchos tiempos en un mismo reloj. También las culturas se funden en un ámbito común. Lo único se alimenta de lo múltiple. Nada más lógico que esto ocurra en una región donde el mar revela las incesantes posibilidades de un solo color: sus muchas maneras de ser azul.
Lo que el viento une
Nuestra lengua, forjada en las travesías marinas, resolvió que las palabras “clima” y “tiempo” fueran sinónimos. Las tempestades no sólo alteran la vida material sino el calendario y el estado de ánimo.
Durante tres años, el sacerdote Gabriel Téllez, mejor conocido como Tirso de Molina, dio clases en Santo Domingo. Cuando la Iglesia cuestionó sus actividades como dramaturgo, se defendió, describiéndose en tercera persona: “Tempestades y persecuciones invidiosas procuraron malograr los honestos recreos de sus ocios”. Al hablar de “tempestades”, no aludía a una circunstancia atmosférica, sino moral. El restrictivo siglo XVII juzgaba que el mal clima no sólo afectaba la navegación, sino también las conciencias.
En el Caribe, tanto la vida diaria como la psicología han estado expuestas a los trabajos del viento. En un artículo de 1952, Carpentier describió los efectos de un ciclón como una alteración del espacio y de la lógica: “Una casa de campo trasladada intacta, a varios metros de sus cimientos; goletas sacadas del agua, y dejadas en la esquina de una calle; estatuas de granito, decapitadas de un tajo”.
¿Es posible mantener la estabilidad en esas circunstancias?
El tramo que une al Golfo de México con el Caribe y las Antillas integra la llamada “cuenca de los huracanes”. La expresión se refiere a la meteorología, pero también se puede aplicar a la atmósfera cultural y política de la región. En La conjura de los necios, novela de John Kennedy Toole ubicada en Nuevo
Wilfredo
Giorgio da Chirico, Piazza di Italia, 1913 (Derechos Reservados)
Mapa histórico de la zona hoy conocida como el Gran Caribe (Derechos Reservados)
Orleans, el epígrafe señala que los puertos que van del Golfo de México a las Antillas se parecen más entre sí de lo que se parecen a las capitales de sus respectivos países. Esa semejanza no alude a una tradición estable, sino a una vida incierta y de acelerados cambios (de manera emblemática, Virgilio Piñera y José Rodríguez Feo editaron en Cuba una revista heterodoxa llamada Ciclón).
En su extenso recorrido por el continente americano, Alexander von Humboldt recabó datos científicos, pero también quiso ser fiel a la propuesta de Goethe de “romantizar la naturaleza”. Midió el territorio y, al mismo tiempo, procuró verlo como paisaje, incorporándolo a la perspectiva europea. En forma inevitable, sus decisivas aportaciones se sometieron a un criterio de clasificación que provenía de otra realidad. En su ensayo “Qué nuevo era el Nuevo Mundo”, Italo Calvino se refiere a “la necesidad que tiene Europa de pensar América a través de sus propios esquemas, de hacer conceptualmente definible aquello que era y sigue siendo la diferencia”.
La literatura ha buscado entender de otro modo las huracanadas turbulencias de la región y sus propuestas han variado tanto como el clima. A orillas del Mississippi, William Faulkner expresó en un título la fascinación de lo inmóvil agitado por el viento: Palmeras salvajes. Por su parte, José Balza, nacido en el Delta del Orinoco, buscó una visión fragmentaria de la realidad; en vez de la proliferación barroca de Lezama Lima, optó por la condensación. El título de una de sus novelas anuncia esta estética: Setecientas palmeras plantadas en el mismo lugar
En su novela La guaracha del Macho Camacho, el puertorriqueño Luis Rafael Sánchez convirtió el paisaje en un espacio implícito; no era necesario describirlo porque tenía su espejo en la fronda de palabras. Desde el título, la novela derrocha eufonía, rima y rumba: “radio bemba”. La fertilidad caribeña se expresa de modo oral: es un exceso para los oídos; surge de la música callejera, los altavoces de la publicidad, las radionovelas, las interminables tertulias de los cafés. ¿Dónde se encuentra el mar?, ¿dónde la playa? En el oleaje de palabras. En esta novela no hay espacio para los turistas y nadie tiene ganas de broncearse. Los lugareños buscan la sombra donde se puede conversar.
Con frecuencia, el Caribe ha sido recreado como un sitio primigenio, donde el comienzo no termina nunca (baste pensar en dos títulos de autores cubanos:
Mapa histórico de las Antilla Mayores. (Derechos Reservados)
Vista del amanecer en el trópico, de Guillermo Cabrera Infante, y Las iniciales de la tierra, de Jesús Díaz).
También ha sido objeto de epopeyas del acabamiento, como el Cuaderno de un retorno al país natal, de Aimé Césaire, visión crítica de la pobreza, el colonialismo, la corrupción y el desprecio a la negritud en Martinica. En clave poética, Césaire narró en 1939 una contra- Odisea, el decepcionante regreso a casa. Cito un pasaje traducido por el poeta veracruzano José Luis Rivas: “A la vuelta del alba, esta ciudad inerte y sus extramuros de lepras, de consunción, de hambre, de miedos agazapados en los barrancos, de miedos encaramados en los árboles, de miedos ahondados en el suelo, de miedos al garete en el cielo, de miedos agolpados y sus fumarolas de angustia”. La frase “a la vuelta del alba” se repite varias veces; el poeta se ocupa de la otra cara del amanecer.
Cuatro décadas más tarde, en 1981, Édouard Glissant publicó El discurso antillano, compleja y a veces abstrusa reunión de ensayos destinados, no a refutar la visión desencantada de Cuaderno de un retorno al país natal, sino el método que utiliza. Heredero del surrealismo, Aimé Césaire asoció el Caribe con la Polinesia para sugerir que ambas regiones formaban parte de un archipiélago unido por la imaginación y el inconsciente. Al respecto comenta Michael J. Dash: “No se olvide que André Breton, en su construcción de lo ‘otro’ exótico, elevaba la condición del arte de Oceanía por encima de todos los demás”. Para huir del costumbrismo y el color local, la vanguardia surrealista inventó su propio folklor. Por ello, la primera frase de El discurso antillano es una aclaración que desconcierta al lector desprevenido: “Martinica no es una isla de la Polinesia”. A pesar de que el poeta Césaire extrajo sus palabras de la tierra del origen, en opinión de Glissant asumió una postura generalizadora, pensada para la mirada ajena; en consecuencia, su idea de la negritud caló más hondo en África que en las Antillas. Ese desvío repetía la ruta de la esclavitud. Para Glissant, el regreso debía practicarse de otro modo; el proceso de descolonización debía captar lo “real antillano”. Las imposiciones europeas, de la evangelización a la piratería, no impidieron el surgimiento de voces y expresiones culturales imposibles de localizar en otros sitios: “La colonización no ha resultado entonces tan exitosa como parecía a primera vista”, señala. La prueba más evidente de esta riqueza está en la oralidad; por ello, el ensayista concluye su extenso libro con el deseo de ser, ante todo, oído.
Guillermo Cabrera Infante: Tres tristes tigres
Seix Barral, 1967
Germán Arciniegas: Biografía del Caribe Editorial Sudamericana, 1945
Alejo Carpentier: El reino de este mundo
Alfred A. Knopf, 1949
Editorial
John Kennedy Toole: La conjura de los necios
Louisiana State University Press, 1980
William Faulkner: Las palmeras salvajes Penguin, 1939
Alejo Carpentier: Tientos y diferencias Arca, 1967
Esta petición auditiva permite recordar que el agua es una expresión acústica. Octavio Paz solicita a su amada: “Óyeme como quien oye llover: ni atenta ni distraída”. La llovizna llega como una presencia intermedia; con énfasis suave, se suma al entorno sin interrumpirlo. Al referirse a Maimónides, Borges señala que, cerca del estudio del erudito, una fuente transmite “la constancia del agua”. En este caso, lo que se escucha es un ritmo acompasado que favorece la meditación. James Joyce buscó esa complicidad en el río Sena. Vivía en París cuando escribía Finnegans Wake; para cerciorarse de que el tono de su prosa era correcto, se acercó a escuchar la voz del río.
La lluvia, la fuente y el río aportan a la literatura cadencias diferentes. A ellas se agregan las turbulencias que sólo produce el mar Caribe.
Las corrientes sumergidas
En 1941, el poeta nicaragüense Salomón de la Selva escribió un ensayo en el que festejaba la aportación de Rubén Darío a principios del siglo XX, tan poderosa que equivalía a un compendio de la literatura entera: “Esto es posible: no conocer más letras que las de Rubén Darío y ser dueño, sin embargo, de una cultura suficiente; tener, es decir, una visión anchurosa del mundo, capaz de ensanchamiento constante; poseer un entendimiento de los hombres cada vez más hondo; contar para cada emergencia de la vida con un sentido cada vez más elevado de lo que hay por encima de los hombres y del mundo”.
A un tiempo vernáculo y cosmopolita, Darío se apropió en forma voraz de todas las posibilidades de la métrica castellana. El 16 de febrero de 1916, a diez días de la muerte del poeta, Pedro Henríquez Ureña había resumido esos logros. Vale la pena detenernos en un pasaje de ese obituario, dedicado al virtuosismo técnico del poeta. No me parece abusivo encontrar ahí una lección profunda sobre la cultura caribe.
El ensayista dominicano describe las variantes de la métrica dariana con la prodigalidad con que Carpentier describió los olores y sabores de las Antillas: “En el orden de la versificación, Rubén Darío es único; es el poeta que dominó mayor variedad de metros. Los poetas castellanos de los cuatro siglos, en España y América, aun cuando ensayaron formas diversas, dominaban de hecho muy pocas; eran, los más, poetas de endecasílabos y de octosílabos. Otras formas que alcanzaron popularidad, como el alejandrino en la época
Luis Rafael Sánchez: La guaracha del Macho Camacho Cátedra, 1976
Aimé Cesaire
Return to my native land. Wesleyan University Press, 1939
romántica, padecían por la monótona rigidez de la acentuación. Darío puso de nuevo en circulación multitud de formas métricas: ya versos que habían caído en desuso, como el eneasílabo y los dodecasílabos (de tres tipos); ya versos cuya acentuación libertó, y cuya virtud musical enriqueció, como el alejandrino. Aun el endecasílabo ganó en flexibilidad, al devolverle Darío dos formas de acentuación usadas por los poetas clásicos, pero olvidadas a partir de 1800”.
Toda lección de estilo entraña una moral: permite pensar de otra manera. Al hablar de la métrica en Darío, Henríquez Ureña definía, sin mencionarla, la cultura que la hacía posible. Los modos de escandir versos apostaban por una variedad similar a la de los numerosos objetos de carga y descarga que llegaban a los puertos del Caribe. De manera significativa, Henríquez Ureña subraya la importancia de que las variadas entonaciones de la lengua entren en circulación. Darío anhelaba los recintos celestes del Parnaso, pero provenía de un atrasado rincón que, por eso mismo, estaba dispuesto a recibir lejanas novedades. Su provechosa glotonería se alimentó de carencias: en la pobreza, concibió joyas y piedras preciosas con la pasión de quien las sabe intangibles; cuando dispuso de dinero, lo derrochó en banquetes señoriales, ejerciendo el refinado e insaciable apetito que tenía por las palabras.
Umberto Eco se refirió al acervo bibliográfico como “la memoria vegetal”. Hechos con plantas y sus derivados, los libros se convirtieron en una segunda naturaleza que conservaba los conocimientos de la especie. En el caso de Darío, sus libros atesoraron los brotes de una selva infinita que él bautizó con pasión adánica. Salomón de la Selva encomió su sentido universal y totalizador y Pedro Henríquez Ureña su enciclopédico empleo del ritmo. Esos hallazgos sólo se explican por una cultura de intercambios, el “Mediterráneo de mil islas” que Carpentier encontró en el Caribe.
De la Selva y Henríquez Ureña pertenecieron a la diáspora de intelectuales caribeños. Cosmopolitas por necesidad y vocación, frecuentaron las más diversas literaturas y dieron clases en Estados Unidos y otros países. De acuerdo con José Emilio Pacheco, ambos fundaron las corrientes del prosaísmo y la poesía conversacional, afluentes decisivos de la modernidad hispanoamericana.
Henríquez Ureña se ocupó con novedad a los clásicos griegos mientras leía a Matthew Arnold y Walter Pater. Su magisterio dejó honda huella en México y Argentina. Alfonso
Alejo Carpentier: Los pasos perdidos
Habana, Cuba, 1953
Edouard Glissant: El discurso antillano Gallimard, 1981
José Balza: Setecientas palmeras plantadas en el mismo lugar Tierra Firme, 1974
Alejo Carpentier: El siglo de las luces Compañía General de Ediciones S.A. de México, 1962
James Joyce: Finnegan’s wake Faber and Faber, 1939
Reyes y Jorge Luis Borges encontraron en él al eficaz corrector que les permitió liberarse del exceso retórico que lastraba la literatura castellana.
El autor de La utopía de América tuvo la “visión anchurosa del mundo”, que De la Selva atribuía al poeta de Azul. Ese propósito, que asimilaba lo nuevo y lo clásico, lo local y lo global, partía de una circunstancia precisa. América Latina se fracturó con las guerras de Independencia y Henríquez Ureña procuró que la cultura fuera un recurso integrador. En 1925 pronunció en la Universidad de La Plata la conferencia que daría título a La utopía de América. Ahí dijo: “El hombre universal con que soñamos, a que aspira nuestra América, no será descastado: sabrá gustar de todo, pero será de su tierra”.
Este universalismo basado en las raíces provenía de su experiencia viva. En su ensayo “Pedro Henríquez Ureña y las tradiciones intelectuales caribeñas”, Arcadio Díaz Quiñones se propuso “restituirlo en su territorio insular”. Este texto es un acto de pasión crítica, pues el autor comparte destino con su objeto de estudio: Díaz Quiñones nació en Puerto Rico (no en balde se considera “ciudadano de un Estado débil”) y se mudó a Estados Unidos, donde dio clases en la Universidad de Princeton. En su opinión, la modernidad incluyente de Henríquez Ureña anticipa al Borges de “El escritor argentino y la tradición”. La renovación de la lengua tuvo un afluente decisivo en el Caribe.
“¿Cómo construir el archivo de esa memoria tan plural?”, se pregunta Díaz Quiñones y agrega que el ensayista dominicano cultivó la “variedad dentro de la unidad”: conoció lo ajeno para entender lo propio. Violentada por la política, Hispanoamérica podía reintegrarse a través de la cultura. Henríquez Ureña padeció la persecución política y el exilo, y su biblioteca se desmembró en travesías que lo llevaron a Cuba, México, Estados Unidos y Argentina. Ese destino incierto reforzó su afán integrador: “Se empeñó en ensanchar al máximo la continuidad, que para él estaba en la ‘alta cultura’ hispánica, aunque con exclusión de casi todas las culturas afrocaribeñas”, escribe Díaz Quiñones.
Al releer la tradición, el maestro dominicano buscó las “corrientes sumergidas” que de manera casi secreta articulaban las voces hispanoamericanas. En 1928 publicó Seis ensayos en busca de nuestra expresión. El título es un programa de trabajo: la especificidad hispanoamericana no es un dato analizable; es una tarea pendiente.
Pedro Henríquez Ureña: La utopia de América Universidad Autónoma Latinoamericana, 1925
Pedro Henríquez Ureña: Seis ensayos en busca de nuestra expresión Editorial Babel, 1928
Aunque el propósito abarcador de Henríquez Ureña no cubrió aspectos de la cultura popular que estarían presentes en Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, Luis Rafael Sánchez y tantos otros, se puede decir que cumplió, con otros medios, el sueño de Darío. Los muchos registros que la métrica alcanzó en el nicaragüense tienen un correlato en el intrincado tapiz de asociaciones y reflexiones del ensayista dominicano.
La utopía es, por definición, un sitio inalcanzable. Por ello, Alfonso Reyes proponía que la palabra se tradujera como “no hay tal lugar”. Sin embargo, la pulsión utópica permite llegar a metas certeras. Al avanzar hacia un horizonte que se repliega, el caminante encuentra otras cosas: “La búsqueda de la expresión mediante la literatura fue para Henríquez Ureña el intento de realizar la naturaleza utópica no sólo de América sino del ser humano”, escribió José Emilio Pacheco.
Ese empeño tuvo como punto de partida una isla. Nada más lógico que un sitio rodeado de agua produjera cartas de navegación. De manera inmejorable, Díaz Quiñones remata su ensayo aludiendo a Las corrientes literarias en la América hispana, obra capital de Henríquez Ureña: “Esta utopía se fundaba en una búsqueda constante en el legado de las corrientes sumergidas que se insinuaban en la imagen marina propuesta en el título de su gran libro. El Mar Caribe seguía ahí”.
La estética de la isla y la estética de la orilla
¿Cómo es visto el Caribe en los países sin islas? Los territorios continentales ignoran las incesantes transformaciones que se producen en los espacios rodeados de agua.
Mi abuela nació en Progreso, puerto de la Península de Yucatán. En su infancia, se entretenía viendo el resplandor luminoso que en las noches emanaba de Cuba, y en su juventud, asistiendo a las óperas de las compañías que hacían la ruta de La Habana a Nueva Orleans, pasando por Progreso. Esa forma de vida era ignorada en el México de tierra adentro. Nuestro Caribe es más limitado, en gran medida por la falta del elemento afroamericano, pero sobre todo porque no representa una totalidad, una vida encapsulada en sí misma, sino una orilla. Las islas están circundadas por lo Otro. Aunque la marea trae noticias y desechos lejanos, todo sucede en un marco definido. Tanto el náufrago en la isla desierta como el dictador tropical actúan en un espacio que puede ser dominado de punta a punta. El escritor mexicano José Revueltas, que estuvo preso en las
Adolfo Bioy casares: lLa invención de Morel Losada, 1940
Luis Arturo Ramos: Intramuros Editorial Veracruzana, 1983
José Luis Rivas: Tierra nativa Fondo de Cultura Económica, 1982
Gabriel García Márquez: Cien años de soledad Editorial Sudamericana, 1967
Islas Marías, escribió una novela cuyo título alude a la condición infranqueable de ese espacio: Los muros de agua
Las islas han sido sitios de encierro, pero también lugares de escape, no sólo físicos sino mentales. La insularidad ha brindado notables escenarios a la literatura fantástica, de Los viajes de Gulliver a La isla misteriosa. Siguiendo ese linaje, Adolfo Bioy Casares ubicó el acceso a la vida eterna en una isla. En su novela La invención de Morel las mareas activan máquinas que proyectan hologramas de las personas que vivieron ahí: la resurrección de las almas depende del clima. La verosimilitud de esta trama fantástica depende de rasgos realistas; no es casual que el narrador sea venezolano, alguien más familiarizado con el sentido cultural de las islas que un argentino como el propio Bioy.
La literatura mexicana pertenece a una geografía en la que el Caribe es un límite; estamos en la orilla de lo Otro, no rodeados por su fuerza. En su novela Intramuros, el escritor veracruzano Luis Arturo Ramos cede la voz a un narrador que recela de las costas que carecen de un país grande que las respalde: “Cuba era una isla y las islas están condenadas por sus propios límites”, señala. Avanzada la trama, da con una clave para entender la fabulación surgida de los archipiélagos: “La prolija consulta del mapa americano le otorgó la imagen de un inmenso reloj de arena, símbolo de la facilidad con que se podía pasar de un extremo al otro del tiempo, de un lado al otro del mundo”. Visto desde México, el Caribe se presenta como un espacio fluido, en tránsito permanente, donde incluso el tiempo carece de contención.
El pensamiento insular se plantea un doble desafío: captar algo circunscrito y algo abarcador: cada isla está completa, es un entorno autocontenido, pero pertenece a un archipiélago. En su condición de orilla, el Caribe mexicano revela otra experiencia de conocimiento.
Los trazos que describen estas diferencias son los de la línea y el círculo. Nuestro Caribe es una demarcación limítrofe; en las Antillas, por el contrario, cada isla, sea cual sea su forma, estimula una redondez conceptual, para entender lo que ahí ocurre y el archipiélago que la engloba.
El sol, sus horarios de trabajo ¿Aún es posible ver el Caribe como una tierra de fecundidad sin freno, donde
Gabriel García Márquez: El otoño del patriarca Plaza & Janés, 1975
Gabriel García Márquez: El olor de la guayaba Oveja Negra, 1982
una energía primigenia renueva sus promesas? La Historia, siempre indecisa, plantea nuevas dudas. Los amaneceres tropicales desembocan en crepúsculos. “Aquí hace sol de sol a sol”, exclama el poeta José Luis Rivas en La tierra nativa En efecto, eso sucede, pero no impide que, tarde o temprano, caiga la noche. Piedad Bonet ha advertido que en García Márquez el Caribe es “representante de un mundo premoderno que se extingue”. Después de analizar el papel de la muerte como generadora de acciones en diversas novelas del autor colombiano, la poeta y ensayista señala a propósito de Cien años de soledad: “La de Macondo es una historia de involución, que empieza en la Arcadia, un paraíso terrenal donde las casas reciben la misma cantidad de sol y están a la misma distancia del río y donde no ha habido nunca una muerte, y termina con un hijo con cola de cerdo y con un viento final que arrasa con Macondo”. Esa sensación de acabamiento encontró continuación en las ciénagas podridas de El otoño del patriarca. El Caribe era para García Márquez el sitio donde nunca llegó la pensión prometida a su abuelo, coronel que participó en la Guerra de los Mil Días, y donde el paraíso se llenó de hoteles de franquicias extranjeras. La explotación salvaje de las compañías bananeras de Estados Unidos fue sustituida por la invasión sutil de los turistas.
Hacia el final de su vida, cuando ya comenzaba a perder la memoria, García Márquez regresó con nostalgia a ese territorio. En los textos que escribió en su juventud para periódicos de Barranquilla y Cartagena de Indias no celebró tanto el Caribe como en sus años finales.
En El olor de la guayaba, libro de conversaciones con Plinio Apuleyo Mendoza, definió su sentido de pertenencia en clave proustiana: nada lo conmovía como el poderoso aroma de una fruta. La frase completa era aún más reveladora, pues se refería a la guayaba que comienza a pudrirse. Ese olor era doblemente nostálgico, remitía a la infancia, ya perdida, y provenía de una futa a punto de morir.
El último lance narrativo de García Márquez fue digno de esa evanescente fragancia. En agosto nos vemos, novela que quedó inconclusa, alude a una paulatina descomposición. Una vez al año, una mujer madura regresa a una isla caribeña en busca de un lance amoroso. En cada visita advierte el progresivo deterioro del entorno, vulgarizado por el turismo y los falsos lujos de los hoteles en los que resulta imposible descifrar cómo funciona la ducha o cómo se enciende la luz. Si el Caribe se celebra por sus amaneceres, García Márquez se despide con una puesta de sol.
Gabriel García Márquez: Memoria de mis putas tristes Mondadori, 2004
Gabriel García Márquez: Crónica de una muerte anunciada
Oveja Negra, 1981
El novelista se había propuesto escribir dos obras sobre el ocaso del deseo. En 2004, alcanzó a publicar Memoria de mis putas tristes, protagonizada por un periodista anciano que duerme con una menor de edad. La muchacha lo cautiva, pero él se abstiene de tocarla porque su cuerpo ya sólo responde a un erotismo mental. Desde el título, la novela alude al dominio heteropatriarcal, y fue criticada en consecuencia. Como tantos autores de su generación, García Márquez no fue ajeno a ciertas convenciones machistas. En Crónica de una muerte anunciada el miembro descomunal de un personaje es descrito como una irrebatible garantía de felicidad, y en ésa y otras obras los burdeles aparecen como una agradecible escuela de erotismo.
Memoria de mis putas tristes narra la prostitución de una menor desde el punto de vista de un hombre viejo, incapaz de ver eso como un abuso. Esta normalización del deseo transgresor se funda en la imposibilidad de llevarlo a cabo, pues se trata de la fantasía de un impotente. De cualquier forma, la novela carece de la perspectiva de género que se espera de un autor contemporáneo. García Márquez lo sabía y preparaba un complemento crítico de esa historia, sobre el deseo otoñal femenino.
En la novela del anciano que padece una excitación sin remedio destaca una frase de Cicerón: “No hay un anciano que olvide donde escondió su tesoro”. Posiblemente, García Márquez pensaba en su propio destino; perdía la memoria, pero aún guardaba algo en ese cofre. Su último tesoro era el Caribe y la luz de un cielo que se apaga. Ese escenario en disolución merecía un tratamiento decantado, austero, diferente a la abundancia barroca de Cien años de soledad En agosto nos vemos conserva la mirada atenta a los detalles que apuntaló la inventiva de García Márquez (el primer cuarto hotel al que entra la protagonista tiene “un olor de insecticida reciente” y en un restaurante se somete a “la humillación de comer sola”), pero también muestra la inevitable simplificación argumental y psicológica a cargo de un narrador que pierde recursos.
La memoria es un asunto eminentemente narrativo, pero también histórico. No siempre se ha recordado del mismo modo. Hoy en día perdemos facultades memoriosas porque las delegamos en las computadoras y los teléfonos celulares. Pero el desvanecimiento de los recursos mnemotécnicos comenzó desde mucho antes. A principios del siglo XX, recitar largos poemas, citar leyes abstrusas o decir rezos de alta complejidad eran actos habituales. Al retratar a su amigo Lezama Lima, Fina García Marruz señaló que poseía “una memoria enorme, una de aquellas que
Juan Villoro: Arrecife
Anagrama, 2012
Juan Luis Guerra / 440
Ojalá que llueva café
Karen Records, 1989
tanto se dieron a principios del siglo”. La poeta y ensayista escribe ese texto en 1970 y la retentiva ya le parece una virtud antigua, digna de personas “victorhuguescas”. Arciniegas, Carpentier, Walcott, Césaire y el propio García Márquez formaron parte esa estirpe. También el olvido es un crepúsculo.
Los novelistas de lo real maravilloso y del neobarroco operaron por acumulación de recursos. Otros narradores hemos procurado enfrentar el trópico por sustracción, destacando lo que ahí se acaba y se disipa.
Concluyo con un repaso de mi propia experiencia. Mi novela Arrecife se ubica en un resort de la Riviera Maya. En tiempos del cambio climático y el turismo en masa quise hacer un irónico desmontaje del paraíso. En la ciudad de Kukulcán, lugar imaginario pero no muy distinto a Cancún, se alza el hotel La Pirámide, construido con símbolos de la cultura maya que garantizan la cuota de exotismo requerida por los extranjeros. En esa costa se extiende el segundo arrecife de coral más grande del mundo, pero la deforestación hace que la tierra, antes contenida por las raíces de los árboles, se deslice hacia el mar e impida que el sol llegue a los corales moribundos. Además, el calentamiento global ha incrementado la intensidad y la constancia de los huracanes. Un destino de sol y playa se encuentra amenazado por la lluvia. En esas condiciones, Mario Müller, gerente del hotel, decide diseñar programas de entretenimiento para que los huéspedes tengan algo que hacer durante el mal clima. Aprovechando el atractivo que el peligro brinda al ser humano, concibe programas de “paranoia recreativa”. Pocas cosas son tan seductoras como el riesgo, según demuestran quienes practican deportes extremos, beben una copa de más, compran arañas venenosas o juegan a la ruleta rusa. Una especie aburrida se entretiene con películas de terror, drogas letales, sexo inseguro, bongee jumping y carreras de Fórmula Uno.
En ocasiones, los viajes decepcionan porque no ofrecen nada diferente. Todo hotel de cadena parece estar en Houston. Para salvar a los visitantes de ese tedio, Mario Müller crea un parque temático donde los desastres de la realidad mexicana se convierten en atracciones. El visitante puede ser secuestrado, entrar en contacto con una guerrilla o participar en una ceremonia salvaje. Después del sobresalto, recibirá un coctel margarita.
Lo que ocurre en el hotel La Pirámide resulta verosímil porque es un espejo del México que aparece en las noticias. Mario Müller aprovecha los problemas sociales para crear un teatro de peligros controlados, pero algo falla y eso genera la trama de la novela.
Arrecife cuestiona la sed de exotismo con que numerosos extranjeros llegan a América Latina y la inmoderada explotación de la naturaleza que transformó playas vírgenes en centros comerciales. En la trama, los ríos subterráneos de la península de Yucatán son utilizados para transportar drogas que desembocan en Miami y los hoteles para llevar la contabilidad fantasma que lava dinero y logra que las ganancias sucias regresen como negocios aparentemente legítimos.
La novela es narrada por Tony Góngora, ex músico de rock que abusó de las drogas y ha perdido parte de la memoria. A diferencia de los relatores memoriosos elogiados por García Marruz, él reconstruye los hechos de manera parcial. Al recuperar fragmentos de su vida, repara su destino.
La novela también es una historia de resistencia. El mar está contaminado, las drogas circulan en las playas, cada día se inventa un nuevo vicio, los pobres son esclavizados para atender a los turistas y las mujeres condenadas a la trata, pero ahí también se fragua algo distinto. Personas irregulares, que estropearon su vida en otro sitio, y miembros de la comunidad local que no se ha dejado vencer por el dinero, integran una red de contactos solidarios. En un albergue para mujeres maltratadas, Tony encuentra el sentido de su nueva vida.
Arrecife pertenece a la visión orillera del Caribe. Esa condición limítrofe se presta para alterar la temporalidad de la novela, que no corresponde a una época precisa; estamos ante una distopía ubicada en un futuro que ya forma parte de nuestro presente.
La transformación del placer en mercancía convirtió al Caribe en un paraíso mancillado, un “Estanque de la Especulación”, como lo llama Derek Walcott. En su extenso poema “Omeros” lamenta que su isla, Santa Lucía, sufra un calvario parecido al de la virgen que le dio nombre y señala a los culpables:
Estos son los traidores que, por mandato público, vieron la tierra como postales
para poner hoteles y promovieron como meseros a los hijos ajenos mientras los suyos aprendían algo diferente.
La visión crítica del Caribe no impide constatar que la región también produce anticuerpos para preservarse. La mayoría de ellos son estrictamente emocionales. En esta misma cátedra, Sergio Ramírez se refirió a la inacabable rumba de Barranquilla, en la que parece que “todo el mundo viviera subido a esos buses pintarrajeados que no van a ninguna parte, y a los que quitan los asientos para bailar dentro, llenos de música y de voces… Siempre habrá una alegría perdida en tu pasado, parecen decirte los tambores… Allí de donde venimos nada se hace en solitario, ni nunca de puertas adentro”.
Regreso al inaudito desfile de falsos atletas que vi en la Ciudad de México. Arrojados por el ciclón de la Historia, los jóvenes haitianos buscaban una tierra de promisión. Provenían de la isla donde ahora me encuentro, el primer sitio avistado por Colón, que bautizó con gratitud como La Española. Los antepasados de esos migrantes habían sido los precursores de la Independencia; ahora, ellos recorrían las calles de mi ciudad con la cadenciosa prestancia de los atletas en asueto. El Caribe, matriz de fecundas mezclas, se había convertido en un sitio de expulsión. Sin embargo, incluso en ese momento era posible percibir algo distinto: el tránsito de la energía humana, la sorpresiva ráfaga de vida que animaba y brindaba color al desleído paisaje urbano. Aun en la situación en la que se encontraban, esos cuerpos no rendían testimonio de un final; aludían a la potencia de lo inacabado que Carpentier describió en El reino de este mundo. Su circunstancia era trágica, pero ahí encarnaba, una vez más, la reserva vital que no deja de llegar del trópico.
La característica más peculiar del placer es que, una vez agotado, se renueva. En un planeta amenazado nada es tan disidente como la dicha y el Caribe no ha renunciado a ejercerla.
El arte corrige los errores de la realidad. Los mayas combatieron mentalmente las sequías concibiendo la leyenda de los bacabs, jinetes imaginarios que rompían los cántaros del cielo. Con la misma inconformidad ante el entorno, las voces caribes reordenan el mundo. Si algo nos une es, precisamente, la convicción de que, en este mar, la ilusión supera a la certeza. No en balde, en Santo Domingo, Juan Luis Guerra aspiró a que lloviera café, y en México, el poeta Carlos Pellicer exclamó: “Trópico, para qué me diste las manos llenas de color. Todo lo que toque se llenará de sol”.
El Lic. Juan Villoro durante su exposición magistral en la Cátedra de Literatura Caribeña organizada por la Fundación René del Risco Bermúdez en la PUCMM.
de Prensa
Un nuevo ícono del lujo abre sus puertas en Cap Cana: The St. Regis Cap Cana Resort
Con la inauguración oficial de The St. Regis Cap Cana Resort, damos la bienvenida a una experiencia sin precedentes en hospitalidad y estilo de vida. St. Regis, sinónimo de elegancia atemporal y servicio impecable, marca su llegada al país con un enclave único frente al mar Caribe y junto al campo de golf Punta Espada. El resort refleja el estándar más alto de la marca: desde su diseño arquitectónico sofisticado hasta su oferta de experiencias exclusivas, pensadas para quienes valoran el lujo verdadero, la privacidad y una atención personalizada que anticipa cada necesidad.
Una inauguración a la altura de lo que representa St. Regis Cap Cana. El acto inaugural contó con la presencia del Presidente de la República, Luis Abinader, y el Ministro de Turismo, David Collado, junto a más de 200 invitados, entre ellos socios, propietarios, accionistas y destacadas personalidades como el magnate del tabaco Carlos Fuente y el reconocido golfista Miguel Ángel Jiménez. Una celebración que reafirma el nivel de exclusividad y prestigio que distingue a St. Regis Cap Cana y a quienes forman parte de esta comunidad extraordinaria.
Sin límites, sin fronteras: UNOX Casa presenta SuperOven
y su nueva app en cuatro nuevos países
de América Latina
La marca italiana escribe un nuevo capítulo en la alta cocina residencial, con el objetivo de transformar el panorama de la excelencia culinaria también en Perú, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana.
Tras el éxito de los eventos exclusivos celebrados en marzo pasado en Colombia y Panamá, UNOX Casa —símbolo de excelencia italiana en el sector de hornos para el residencial de lujo— anuncia su debut en cuatro nuevos países de América Latina.
La innovación disruptiva de SuperOven volverá a ser protagonista en una serie de eventos culinarios inmersivos, realizados en los showrooms de La Cuisine Appliances, líder en la distribución de electrodomésticos de alta gama en Estados Unidos y América Latina.
El 6 de mayo en Lima (Perú), el 9 de mayo en San José (Costa Rica), el 13 de mayo en Ciudad de Guatemala (Guatemala) y el 15 de mayo en Santo Domingo (República Dominicana), un grupo selecto de invitados tuvo la oportunidad de vivir una experiencia única: un viaje culinario de tres tiempos que permitió descubrir el icónico diseño Made in Italy y las avanzadas prestaciones tecnológicas de SuperOven, basadas en inteligencia artificial culinaria.
Además, los invitados probaron en primicia la nueva app de UNOX Casa: la extensión digital del potencial de SuperOven
Estos cuatro lanzamientos representan un paso decisivo en la consolidación del posicionamiento de UNOX Casa como referente del lujo culinario en América Latina, al presentar SuperOven en nuevos mercados que valoran la innovación tecnológica y el diseño refinado.
La colaboración con La Cuisine Appliances también resulta estratégica para introducir el distintivo estilo de vida de la marca —el Starred Living— a una nueva clientela de ultramar. Por primera vez en Perú, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, la tecnología culinaria profesional de UNOX Casa se fusiona con las más altas expresiones de sofisticación en diseño de interiores, estableciendo un nuevo estándar de lujo.
Mizoocky Mota
Del duelo a la acción: debate sobre la seguridad de las edificaciones en RD
Tras el devastador colapso de la discoteca Jet Set, la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) realizó junto a la coalición de medios especializados conformada por las revistas Archivo de Arquitectura Antillana (AAA), Arquitexto, Fundación Fachadas, Perfil Urbano, Urbanistica Podcast, y Visualizaciones Arquitectónicas Dominicanas, una mesa técnica interinstitucional que marcó un punto de inflexión en el debate nacional sobre la seguridad estructural y la cultura de prevención en el país. El evento, titulado “Del duelo a la acción”, reunió a expertos, autoridades, académicos y medios especializados en un ejercicio crítico que puso en evidencia la urgencia de revisar las bases normativas, técnicas y éticas del ecosistema de la construcción en la República Dominicana.
Desde la apertura, la actividad estuvo cargada de simbolismo y compromiso. El decano de la Facultad de Arquitectura y Artes, Arq. Omar Rancier, advirtió que este no era un simple foro conmemorativo, sino un llamado contundente a la acción técnica e institucional, en defensa de la vida y la ética profesional. La lectura del manifiesto “Del duelo a la conciencia”, a cargo del Arq. Jesús Saldaña, apuntó directamente a los males endémicos del sector —la falta de fiscalización, las malas prácticas normalizadas y el vacío normativo que permite que tragedias como la del Jet Set sean no solo posibles, sino previsibles.
Las intervenciones de las arquitectas Carmen Ortega y Michelle Valdez, representantes de la revista Arquitexto y de Urbanística Podcast, respectivamente, ofrecieron un encuadre necesario para comprender la profundidad del momento. Posicionaron al colapso del Jet Set como un punto de quiebre, no solo técnico, sino simbólico, que demanda una revisión integral del modo en que concebimos, construimos y regulamos nuestras ciudades.
Durante las exposiciones, la Lcda. Gabriela Molina, detalló el escosistema normativo y sus inconsistencias legales, técnicas y operativas que aquejan a las instituciones responsables de la seguridad en la construcción. La multiplicidad de actores, la superposición de competencias y la ausencia de un régimen de consecuencias efectivo fueron denunciadas como causas estructurales de la fragmentación legal que repercute en la vulnerabilidad urbana.
El Arq. Luis Alejandro Pérez de la Dirección de Planeamiento Urbano del ADN, expuso la complejidad normativa y las limitaciones legales que enfrentan los ayuntamientos para fiscalizar construcciones ilegales. Destacó que, aunque son la primera instancia en aprobar anteproyectos, no pueden intervenir en propiedades privadas sin autorización judicial. El representante del Cuerpo
de Bomberos, Genaro Rodríguez, subrayó la urgencia de una normativa contextualizada y la creación de inspecciones conjuntas para fortalecer la prevención de riesgos en todo tipo de edificaciones.
La exposición técnica del Ing. Luis Abbot reconoció la imposibilidad de atribuir causas definitivas a través de un único peritaje para la tragedia de Jet Set, sostuvo que la falta de ductilidad estructural y la modificación de la edificación sin estudios serios de evaluación previa configuraron una composición estructural crítica y altamente propensa al colapso súbito del techo. Emerge una advertencia general: la ciudad no puede seguir construyéndose sobre la improvisación ni sobre estructuras cuya fragilidad es visible, pero ignorada.
La arquitecta Iliana Gallardo, en representación de la Dirección de Normas y Reglamentos del MIVED, anunció la elaboración del primer Código de Construcción de la República Dominicana, que consolidará los reglamentos dispersos en un marco integral de cinco volúmenes, por su parte el Ing. Edgar Pellerano director de inspección de obras privadas, expuso que una gran cantidad de profesionales no da continuidad al proceso obligatorio de inspección, lo que deja a numerosas construcciones sin validez oficial ni posibilidad de ser tituladas legalmente. A pesar de que existen dos vías para garantizar la supervisión — una institucional, bajo el MIVED, y otra mediante inspectores técnicos privados acreditados—, muchas obras simplemente omiten este paso.
La intervención del Ing. Leonardo Reyes Madera, director general de ONESVIE, dejó claro que el colapso del Jet Set ha reactivado con urgencia una agenda postergada por años: la necesidad de evaluar, reforzar y regular con seriedad el parque edificado del país. Profesionales, docentes y estudiantes exigieron un cambio estructural, señalando con claridad la descoordinación institucional, la falta de inventarios de riesgo, y la informalidad generalizada como amenazas silenciosas que comprometen la seguridad de miles de ciudadanos. Se pidió, con firmeza, una movilización nacional que identifique y actúe sobre las edificaciones vulnerables antes de que otra tragedia ocurra.
El encuentro concluyó con la intervención del Arq. Marcos Blonda, en representación de la revista AAA, donde apuntó que pasar del duelo a la acción es posible cuando medios especializados y la academia se articulan con un propósito común: ponerse al servicio de la sociedad. Reiterando el valor de la comunicación como herramienta de transformación y compromiso para fomentar una cultura de seguridad en los espacios que habitamos.
Afiche
imagen de los participantes, expositores y miembros de la Coalición de Medios de Arquitectura y Urbanismo.
Gustavo Luis Moré
1ra. Jornada 2025 del DoCoMoMo Dominicano:
Casos de Estudio en
SD
El pasado sábado 31 de mayo de este año, fue celebrada a casa llena en la Sala Max Henríquex Ureña de la UNPHU, la 1ra. Jornada del DoCoMoMo_ Dominicano, explorando 8 casos de estudio situados dentro de la particular misión que este colectivo de origen internacional, se ha propuesto desarrollar en el país.
El DoCoMoMo_Dominicano fue fundado en RD el 1996 por 10 profesionales dominicanos y dirigido en sus primeros años por quien esto escribe, actualmente de nuevo al frente de la institución. Somos un Grupo de Trabajo comprometido con la Documentación y Conservación de la Arquitectura y los Vecindarios del Movimiento Moderno. En este sentido nos orientamos a producir acciones encaminadas a educar a la comunidad nacional, tanto en el Estado Dominicano como en la sociedad civil, en torno a la importancia de valorizar y preservar este abundante y significativo patrimonio. Durante todo este trayecto el DoCoMoMo_ Do ha publicado numerosas veces sus iniciativas en la revista Archivos de Arquitectura Antillana y en otras publicaciones locales e internacionales.
La Jornada permitió conocer las acciones emprendidas por los respectivos representantes de proyectos y obras ya realizadas, ejemplares en su buena práctica o interesantes por su polémico abordaje actual. El programa consistió en las presentaciones de los siguientes casos:
• Revitalización y conservación del edificio sede de la Superintendencia de Bancos, bajo proyecto redactado por los arquitectos Marcos Barinas y Elsa Taveras. Este singular edificio, detallado en nuestra edición AAA093, fue sometido a un riguroso proceso de estudio, consolidación, ampliación y nuevo diseño, a la vez que mantuvo un criterio de alto respeto por los valores originales de esta bella pieza, obra de uno de los más relevantes arquitectos de la Modernidad dominicana, Edgardo Vega Malagón.
• Intervención a la Casa Munné para el Centro de Alta Tecnología del Banco Central de la República Dominicana. Otra institución pública demostró ser capaz de realizar un proyecto de alto nivel en un ejemplo notable del patrimonio doméstico de Gazcue, dotado de todas las exigencias técnicas imprescindibles para una instalación de este tipo. El proceso fue profundamente descrito por el Arq. Bienvenido Contreras quien estuvo a cargo de su dirección desde el BCRD.
• Revitalización del Centro de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo (Feria de la Paz). Este enclave urbanístico de carácter cívico probablemente represente uno de los espacios públicos de más calidad en todo el panorama moderno del Gran Caribe. El Arq. Moré quien junto con el Arq. Emilio Martínez fue ganador de un concurso internacional en el 2004 para su revaloración, explicó al detalle las premisas del proyecto y los avances en su implementación.
• Instituto Escuela / FLACSO RD: Los arquitectos Zahira Batista y Marcelo Alburquerque son los autores de un inspirado proyecto de rescate y ampliación de esta emblemática estructura, obra del Arq. Tomás Auñón en Gazcue. Su propuesta amplifica las cualidades del sencillo volumen original y lo potencia con nuevos espacios.
• Casa Vapor y el entorno del Palacio Nacional: el Arq. Sergio Cross ha seguido un proceso difícil de manejo instutucional para valorar las edificaciones más importantes de este extraordinario entorno. Su presentación se centró en el autor de la Casa Vapor, el Arq. Henri Gazón Bona.
• Palacio de las Cortes de Justicia en el Centro de los Héroes: la Arq. Yamile Asilis Rodríguez presentó en respresentación de la DNPM este polémico caso en actual curso de acción.
• Edificio Saviñón / Sede del MITUR en la ZCSD: La Arq. Virginia Flores detalló el admirable proceso de restauración y nuevo uso de esta icónica edificación moderna del Centro Histórico de SD.
• Edificio del Royal Bank of Canada en la ZCSD: esta célebre edificación situada en la esquina de los bancos del Centro Histórico, fue objeto de una intervención cuidadosa y bien documentada por el Arq. Esteban Prieto Vicioso.
El evento concluyó con el Foro “Reflexiones sobre la documentación, intervención y preservación del Patrimonio Moderno”, en el que participaron Mauricia Domínguez (DNPM / Do_Do), Oscar Polanco (Fachadas / Do_Do) y Alex Martínez (Do_Do). Fue moderado por el decano de la Facultad de Arquitectura y Artes de la UNPHU, el Arq. Omar Rancier, miembro del DoDo y anfitrión de la 1ra. Jornada. Ya el DoCoMoMo_Dominicano se apresta para la realización de su 2da. Jornada en agosto del 2025 en la ciudad de Santiago.
02 Arquitectura de Interiores en RD / 2025
Rafael Álvarez
Carmen Ariza Prota
Yudelka Checo
Colectivo de Diseño Contin García
Sandra Ehlert Diseño de Interiores, E.I.R.L
Natalia Franch
Yvelisse Hahn
Ramón Emilio Jimenez
Moré Interiores / María del Mar
Liza Ortega
Felipe Rangel
Scampo
Libros de Elena MB 603
Casa Cana, Punta Aguila 57, Casa de Campo
Verde Mare
Apartamento Vistana IV
Restaurante Vuelve a la Vida Plaza Paseo del Prado
El Liberty Hotel en Boston ocupa el histórico edificio de la Charles Street Jail, una prisión icónica construida en 1851. Durante su transformación en hotel, se conservaron y reinterpretaron elementos arquitectónicos originales, como las celdas y las estructuras de hierro, para preservar su historia y darle una nueva identidad.
Scampo, diseñado por el Bureau of Rafael Alvarez Inc., ofrece un ambiente cálido y acogedor que contrasta con la severidad de la antigua cárcel. Alvarez y su equipo integraron formas curvas, una cocina abierta frente al bar y una paleta de colores vibrantes, creando una sensación de libertad y dinamismo que refuerza el concepto de evasión.
Inspirados en las esposas utilizadas por la policía, diseñamos muebles, mesas y sillas con detalles metálicos y formas alusivas a estos elementos, aportando un guiño sutil pero evocador a la historia del lugar.
Como homenaje a la dueña, Lydia Shire y su pasión por los insectos, incorporamos delicados bordados de insectos en las banquetas y los asientos del bar, añadiendo un detalle personal y distintivo que enriquece la experiencia del espacio.
Los proyectos como estos que están totalmente impregnados de la esencia de su propietaria, son de los que más disfruto.
Sus necesidades eran claras y se mantuvieron firmes desde el inicio hasta el final. Era evidente que leer era la principal de su tantas pasiones, pero a lo largo que se fue desarrollando el proyecto, pude conocer muchas otras facetas igualmente interesantes que sumaron siempre a la propuesta.
Cuando el cliente se conoce a si mismo se abre un camino de oportunidades para jugar. Requisitos muy específicos como la necesidad de que los closets fueran abiertos, daban a entender que lo primordial para ella era la funcionalidad, nada que estorbara, tener un hogar que fuera una extensión de su estilo de vida.
El protagonista de este proyecto es el librero que fue diseñado en base a módulos existentes que se adaptaron perfectamente al espacio como si siempre hubieran estado ahí. Así se fue desarrollando todo, cada pieza encontró su lugar de una forma muy natural.
Los libros, lejos de ser decorativos, se convirtieron en la joya de la casa, expuestos con la idea de que en un futuro bastante cercano la colección crecería. Los libros recientemente leídos se colocaron al revés haciendo que este librero cobrara vida transformándose en el tiempo.
Se colocó un piso laminado y se pintaron puertas y cocina para que tanto el envolvente como el mobiliario hablaran el mismo lenguaje.
La mesa de centro fue diseñada a la medida, siendo ese elemento perfecto que genera un momento de silencio entre todos los recuerdos que rodean la sala.
En la entrada colocamos un archivo flotante que permitiría entrar sin zapatos y un mueble auxiliar con una terminación rústica, para colocar el tocadiscos encontrado en una tienda vintage
El balcón se convierte en la casa de su colección de cactus. El bar es una pieza que traía de su antigua casa y que estilizamos para darle una nueva vida.
En la pared hacia las habitaciones instalamos un letrero en neón diseñado por la artista y directora palestina Sarah Bahbah, que da vida también a mucho de los prints que vemos alrededor del espacio.
El espejo fue diseñado para este proyecto y crea el contraste perfecto entre lo vintage y lo contemporáneo, la memoria y los nuevos comienzos.
Este proyecto fue realizado completamente a la medida y es difícil ver estas fotos y no conocer un poco de la magia de quien lo habita.
Planta arquitectónica
Ficha Técnica
Proyecto:
Libros de Elena
Localización:
Los Cacicazgos, Santo Domingo
Año: 2021
Area: 60 m2
Diseño y arquitectura de interiores:
Carmen Ariza / Indoor
Telas: Tessutti
Lámpara:
Crate and Barrell
Butaca: Casa 101
MB 603
Carmen Ariza Prota
Carmen Ariza Prota
En este proyecto se trabajó el concepto de darle valor a la historia, a lo heredado y a lo que significa verdaderamente el confort para cada persona. Para mí combinar la técnica con la emoción es vital para crear ambientes equilibrados donde las personas se sientan cómodas y conseguir que los espacios tengan un sentido de hogar para ellas.
Convertir una caja blanca en una caja de recuerdos donde coexistan elementos antiguos como contemporáneos, fue el eje de este diseño y al mismo tiempo transportar al cliente, solo con pasar de la puerta, a esos momentos cálidos y felices que se atesoran.
El concepto de la continuidad se trabajó manteniendo un mismo lenguaje en los materiales. La madera el material que se convierte en el hilo conductor del recorrido. En la entrada, un gallery wall de cuadros pintados y apreciados por el cliente dan la bienvenida a un ambiente muy íntimo.
Incorporar un sofá interesante que contrastara con una alfombra tradicional, fue el origen del proyecto. A veces el diseño empieza con una idea, otras veces, como fue este caso, inicia por un elemento de mucho valor para el cliente, la alfombra.
La marina fue otra de las piezas rescatadas. Fue enmarcada manteniendo la transparencia y permitiéndole flotar sobre el ritmo de las tablillas en madera.
Los metros habitables de este espacio no limitaron la funcionalidad. Dentro de la sala / comedor creamos 2 micro espacios: uno de trabajo y almacenamiento diseñado y confeccionado a la medida, y un espacio de bar como mueble auxiliar del comedor, con detalles sinuosos que evocan a las formas orgánicas de Gaudí.
La mesa del comedor, por su terminación y diseño, pasa a ser un elemento focal cumpliendo con el requisito de poder tener piezas interesantes que no necesitaran de muchos acompañantes para resaltar. El mueble de TV fue diseñado como un momento de tributo al mobiliario de los años 60 y 70 tan apreciados por el cliente.
Un drink table acompaña la butaca en nogal y una mesa de centro circular, también diseñada para el proyecto, añade movimiento a una distribución totalmente lineal.
La existencia de una columna en la pared de la habitación fue la responsable de la propuesta de este nicho en el espaldar, ayudando a dar profundidad y sirviendo al mismo tiempo de elemento de apoyo.
En este proyecto se conjugan la busca de la comodidad y el valor que le damos a los objetos que nos acompañan en el camino. Demostrando que cuando diseñamos un proyecto residencial ese comfort se traduce al tomar decisiones que permitan al ambiente ser el reflejo de quien lo vive.
Este proyecto de remodelación en Casa de Campo presenta una villa que combina a la perfección la tradición y la modernidad, respetando sus raíces arquitectónicas mientras incorpora elementos contemporáneos que elevan su estética y funcionalidad. La intervención preserva la esencia original de la estructura, destacando sus techos de cana, un elemento emblemático de la región, que aportan autenticidad y calidez al espacio, y que dan origen al nombre de la misma, Casa Cana. Complementariamente, se incorporaron techos en tejas de color tabaco, creando un contraste visual que enriquece la composición y aporta carácter al conjunto.
Desde la entrada, el visitante es recibido por un jardín vibrante, diseñado con plantas exóticas y frutales endémicos de la República Dominicana, que generan un entorno biodiverso y lleno de vida. La vista hacia el patio revela una piscina de diseño lineal, rodeada de vegetación densa, invitando a la relajación y al disfrute del paisaje tropical.
El área social destaca por su amplitud y funcionalidad, con mobiliario contemporáneo que favorece la comodidad y la experiencia de vida. Las paredes, tratadas con graniplast, aportan una textura cálida y un acabado que refuerza el concepto tropical, mientras que el piso en travertino rústico, con patrones y formatos interesantes, complementa la estética natural del espacio. Las columnas de madera en troncos circulares refuerzan la conexión con la naturaleza y aportan soporte estructural, integrando todos los elementos en un diseño armónico.
El diseño arquitectónico se fundamenta en un estilo tropical que respeta y preserva los materiales originales, creando una armonía entre tradición y modernidad. Las habitaciones, con doble altura y la incorporación de mezzanines, transforman cada espacio en una pequeña suite, optimizando la capacidad y versatilidad del diseño. La habitación principal con acceso directo al patio cuenta con un baño en planta libre, donde el módulo central es un mueble lavamanos que aporta un toque vanguardista al mismo teniendo de fondo el gran garden shower .
El comedor, conectado de manera fluida con una gran terraza exterior, facilita la integración entre espacios interiores y exteriores. La decoración incluye troncos secos de gran tamaño, que aportan carácter rústico y cálido, complementando una mesa central diseñada para albergar cómodamente a 20 comensales, ideal para eventos sociales y reuniones familiares.
En los módulos laterales, ubicados a cada lado de la piscina, se diseñaron espacios que armonizan con el entorno natural. El módulo izquierdo alberga un gazebo que funciona como área social, equipado con un bar y una zona de billar, creando un espacio ideal para el entretenimiento y la convivencia. Incluye dos habitaciones amplias y confortables, pensadas para ofrecer privacidad y tranquilidad a los invitados.
El módulo derecho combina dos habitaciones privadas con un gimnasio equipado con tecnología moderna, diseñado para mantener una rutina de ejercicio cómoda y funcional. Adyacente, se encuentra un área de práctica de golf con pantalla de
simulación, que permite perfeccionar el swing en un entorno controlado y privado, promoviendo un estilo de vida activo y saludable.
Todos los elementos constructivos refuerzan la coherencia estética del proyecto: las paredes, tratadas con graniplast, aportan al concepto tropical; los pisos en travertino rústico con patrones interesantes se combinan con jardineras de plantas tropicales, creando un ambiente fresco y natural. La cocina modular, en tonos cálidos, madera clara y mármol blanco, aporta un toque vanguardista que equilibra la tradición con la innovación. La fachada en piezas lienales de travertino, aporta modernidad y simetria a la misma y a la vez proporciona privacidad a las habitaciones y baños exteriores de la villa.
Ficha Técnica
Proyecto:
Casa Cana, Punta Aguila 57
Casa de Campo
Diseño y dibujos arquitectónicos: Altri Tempi Proyectos
Colaboradora:
Arq. Carolina Pujols
Paisajismo:
Arq. Yudelka Checo
Interiorismo y mobiliario: Altri Tempi
Arq. Yudelka Checo
Arq. Carolina Pujols
Compañia constructora: INGARQ SRL
Ing. Robin Reyes
Instalaciones eléctricas y sanitarias: INGARQ SRL
Ing. Robin Reyes
Aire acondicionado
Zeller Ingenieros Asociados
Ing. Julio Zeller
Construcción piscina
Duval & Asoc.
Arq. Héctor Duval
Suplidor travertino: Arte Mármol
Raymond Camacho
Topes lavamanos: Jade Mármol
Ramón Bonilla
Aparatos y accesorios sanitarios:
Baccesory
Puertas y ventanas en aluminio: Gm Industrial
Gustavo Gimundo
Decks y techos en madera sintética:
Terminaciones y Acabados
Marcos Iglesias
Pisos de madera: Contideco
Jacob Levison
Tejas:
Rooftec
Mauricio Haché
Sukabumi piscina: Azulejos del mundo
Pilar Granados
Ebanistería:
Deco design reas
Madecomar
Cocinas y closets: By Altri Tempi
Arq. Yudelka Checo
Cortinas y tapizados: Cortinaje
Angel Cabrera
Verde Mare
Colectivo de Diseño Contín García
Verde
Colectivo de Diseño Contín García
Verde Mare es una torre de apartamentos residenciales que brinda comfort y elegancia a sus usuarios. Cada día más van evolucionando las áreas comunes en el sector residencial y ofrecen espacios trabajados con un concepto tipo hotel como es el caso de este proyecto.
El lobby nos recibe con una importante altura; en el piso grandes piezas de mármol negro y una cenefa perimetral en mármol blanco se convierten en zócalo del mismo material. Las paredes son cubiertas con paneles laminados de madera y espejos color fume. Los muebles combinan un gran sofá central y piezas de estilo contemporáneo como mesas y butacas. Las luminarias colgantes en la esquina de la sala de espera, se convierten en un elemento escultórico, que complementa con ligereza la elegancia de este espacio que nos da la bienvenida.
El counter de información destaca por sus curvas en los laterales, al igual que la pared de fondo nuevamente en mármol blanco Nestor, esta vez instalado tipo libro para realzar sus vetas grises. Sobre el techo un interesante juego de planos seriados curvos en madera laminada le da movimiento y se convierten en punto focal del área.
En el segundo nivel se encuentran las áreas comunes y amenidades que ofrece esta torre residencial, como el área de gimnasio y el área infanti,l la cual se trabajó de manera especial, pues creamos un espacio que permita celebrar actividades y disfrutar de un área de juegos para niños de varias edades. En el piso definimos un área de circulación en porcelanato gris y el resto con grama sintética donde colocamos juegos y toboganes. Esta área la ambienta un árbol abstracto en madera y acrílico. En el lateral diseñamos con motivo de unas casitas de madera varios espacios interactivos.
El Salón Multiusos es un espacio neutral donde trabajamos un diseño de techos que permitiera varios escenarios de iluminación y ofrezca la oportunidad de realizar diferentes actividades y celebraciones. Trabajamos las paredes con molduras de madera y apliques de pared; en el área de bar colocamos luminarias colgantes sobre la barra de mármol y granito negro envejecido.
El Lounge es una gran sala cerrada que se trabajó con una paleta de colores más fuertes y profundos. La barra de bar se realizó en ónyx translúcido con tope en granito negro envejecido. La pared de fondo con azulejos en un verde oscuro le aporta textura, color y brillo a la pared. La pared lateral y techo se trataron con panelerías y molduras de madera color marrón. Todos estos elementos enmarcan la confortable área de descanso para compartir con grandes grupos, que se encuentra justo al lado.
La terraza es un espacio al exterior mayormente techado donde se encuentra el área de piscina y el BBQ. Tiene varios ambientes para descansar y un área de bar que destaca por el color anaranjado en sus piezas cóncavas y techos de madera. Los revestimientos son una combinación de pisos de porcelanato tipo piedra, con mosaicos hexagonales sobre el área del bar y la sala de la piscina. La piscina infinita se eleva en un porcelánico tipo piedra de color azul que ofrece
gran contraste. Las columnas en mármol travertino plateado oscuro, una piedra que destaca por sus líneas sobre todo en este color poco común. Jardineras y diversidad de plantas complementan este espacio convirtiéndolo en un área que invita al disfrute y relajación.
Vistana es sinónimo de entrega apasionada, inspiración constante y un esfuerzo dedicado que desafió algunos límites. Es la búsqueda incansable de soluciones innovadoras, siempre en armonía con el trabajo en equipo, desde el equipo gestor de la solución arquitectónica, con el apoyo incondicional de los promotores, arquitectos, ingenieros de obra, cada colaborador y proveedor que hizo posible convertir un sueño en realidad.
El reto fue transformar una propiedad con un diseño estándar en un espacio completamente personalizado, adaptado a las necesidades muy específicas del cliente. Como interiorista, enfrenté el desafío de reutilizar mobiliario de un espacio anterior, que, a pesar de los años, seguía en excelente estado, gracias a decisiones acertadas, al cuido de su propietaria y a la calidad de los materiales seleccionados en un proyecto previo realizado por nuestra firma hace 11 años. La continuidad de ese mobiliario, tapizados, cortinas y piezas emblemáticas, aportó un carácter de historia y coherencia a la renovación.
Este proyecto fue concebido desde sus cimientos, gestándose día a día en estrecha colaboración con la persona que posteriormente lo habitaría. Cada reunión, cada decisión, cada detalle minucioso fue pensado para reflejar su esencia y crear un ambiente que invitara a la tranquilidad, la inspiración y la convivencia.
Vistana combina magistralmente un estilo oriental con toques contemporáneos, logrando un equilibrio entre tradición y modernidad. La entrada, angosta y a la vez imponente, da la bienvenida con detalles que anticipan la riqueza visual de las áreas sociales: un recorrido que revela un espacio lleno de matices y texturas. El Salón Principal o eje central se conectan con un estudio más tradicional, donde un gran mueble de TV, concebido a partir de la integración de 2 piezas existentes, se convierte en el protagonista. La ebanistería logró recolocar cada elemento, moldura y perfil de luz, creando una obra de arte que parece brotar del piso de nogal, aportando calidez y sofisticación.
En el estudio, el ambiente sobrio invita a la reflexión y al descanso, con un fondo texturizado que aporta profundidad y carácter. Es un espacio pensado para facilitar conversaciones íntimas, momentos de relajación y entretenimiento, donde cada elemento ha sido cuidadosamente seleccionado para ofrecer serenidad y funcionalidad. Al recorrer el pasillo, pasamos por la habitación secundaria quien con su mural floreado hace de esta una habitación fresca, divertida donde todos desean descansar y al final, llegamos a la suite presidencial —a la que cariñosamente llamamos así— que alberga la habitación principal y el estudio de esta. El baño principal, se enfoca en la elegancia minimalista revestido con un piso en mallas y paredes en mármol Thassos de formato (80x120 cms.), colocado en posición vertical para potenciar la sensación de esbeltez y amplitud, es un oasis de tranquilidad. La tina, ubicada en el centro con vistas a la ciudad, crea una experiencia de spa en medio de la urbe, logrando una desconexión total del entorno exterior.
Al salir de esta área, volvemos por el pasillo y encontramos el baño de cortesía, que complementa la armonía del espacio con sus piezas únicas. El Salón Principal que acoge en perfecta armonía el área de la sala y el comedor con amplias ventanas que permiten la entrada de la luz natural creando una atmósfera luminosa y aireada, con
mobiliario de líneas simples, combinado con texturas naturales como la madera y el lino, creando un espacio que no sólo sirviera como hogar, sino como un refugio donde a partir de este eje central podemos pasar al recibidor, a la terraza y a la cocina un espacio de tonos suaves y sutiles, que equilibra la estética con la funcionabilidad donde la isla central no solo cumple con la necesidad de un espacio para cocinar, sino que también actúa como un punto de encuentro, promoviendo la interacción social, de la cocina pasamos sutilmente al área de servicio que de igual manera fue diseñado con esmero y dedicación. Regresando al salón principal desde el comedor nos conectamos a una terraza ecléctica, donde la mezcla de elementos, las lámparas decorativas y piezas invita a un viaje de descubrimiento. El mosaico en tono verde del piso, la vegetación abundante, la fuente con una quan yin montada en su «CaballoDragón» en bronce y los adornos de inspiración asiática transportan a quienes lo habitan a un mundo de sensaciones y culturas distintas.
Cada pieza, cada colocación y cada elemento recolocado o encontrado para Vistana fue el resultado de un trabajo en equipo excepcional: desde el equipo gestor de diseño, los ebanistas, pintores, ingenieros, arquitectos y todos los que pusieron su mejor esfuerzo para lograr este especial proyecto.
Mamparas de vidrio y espejos: Pedro S. Geraldo, Plafones: Rancier Castillo Ingenieria y consultoría. Ing. Gabriel Rancier, Ebanisteria: Fabrizio y Peter KozaMaestri del Legno
Piso de madera: Contideco
Accesorios y aparatos sanitarios: Baccessory import srl
Pinturas:Sherwin Williams paints
Aislantes: Cielos Acústicos
Closets y lavanderia: Posto Design
Consultor A/A: Yaryura HVAC , Domótica e iluminación: Spectro
Nedca Solutions, Nedwin Carrasco
Simón Martinez – eléctrico
Inteca – Héctor Soriano – Manuel Piña
Lámparas decorativas: Luminatti
Fuente de agua: Aquatech – Jean Cloude
Desagüe en acero inoxidable especial: Arqa – Carmen Garrido
Ventanas: ALUGAV
Electrodomésticos: La Cuisine
Sistema de filtros de agua y equipos electrodomésticos: Osorio
Arte: Maritza Cabrera
Instalación de piezas y obras de arte: Leopoldo (Onil) Pérez
Instalación de piezas especiales: Emilio José Pérez
Papel y murales: Adrixon Disla (Andy)
Laminado protección solar: Jamasol
Telas Telares, Tissage, Tessuti
Cortinas: Ramonita Ortiz
Blinds y rollers: Herrajes
Decorativos
Instalación: Ignacio Maria
Puertas y cocina: Home Collections
Mobiliario
Altri Tempi, Baker Furniture, Spazio Di Casa, Charo, Ilumel, Residenza
Alta Casa- Horeco
Continental shutters: Javier Félix
Restaurante Vuelve a la Vida
Natalia Franch
Restaurante Vuelve a la Vida
Natalia Franch
Una celebración contemporánea del alma mexicana
Vuelve a la Vida es un restaurante con alma mexicana, concebido como una experiencia multisensorial que celebra la riqueza artesanal de México, reinterpretada con una visión contemporánea. El proyecto toma elementos culturales —formas, colores, materiales, símbolos— y los transforma en una propuesta espacial actual, auténtica y viva.
Concepto
Inspirado en la geometría de los textiles indígenas, las formas escalonadas de las pirámides prehispánicas y los tonos vibrantes del paisaje mexicano, el diseño explora un equilibrio entre lo ancestral y lo moderno. La paleta de colores se construye a partir de tres tonalidades principales: terracotta, azul y verde, evocando tierra, agua y vegetación; una triada que estructura visualmente toda la propuesta.
Materialidad y detalles
Las paredes están revestidas con un patrón en ladrillo y cerámica, desarrollados en dos combinaciones cromáticas: azul cobalto y rojo vino. Se incorporó una amplia variedad de materiales —madera, mármol, cerámica, textiles, fibras naturales— en distintos formatos, colores y texturas. El mármol utilizado, en tonos terracotta, aporta calidez, profundidad a mesas, barra y detalles estructurales.
La barra principal, elaborada completamente en madera, destaca por sus calados decorativos inspirados en patrones de textiles tradicionales mexicanos, funcionando como una pieza escultórica central. El back bar , enmarcado por arcadas pintadas a mano, remite a diferentes regiones del país, con una composición de nichos que aportan ritmo y narrativa visual.
Zonificación y ambientación
• Salón principal: espacio abierto y social que integra el lounge con un gran sofá, mesas de bronce y butacas giratorias.
• Barra: protagonista del espacio, se sitúa frente a un panel calado con diseños geométricos.
• Taquería y pantry: recrean el ambiente de una cocina tradicional mexicana, combinando lo funcional con la estética popular y cálida del interior doméstico rural.
• Cava de Tequila: un volumen acristalado que actúa como vitrina. La iluminación proviene de las propias botellas, cuidadosamente dispuestas sobre una estructura de madera diseñada a medida. Cada nicho en la tramería incorpora una micro luz que acentúa la forma y el color del vidrio, creando un efecto escenográfico que realza la colección y transforma el conjunto en una luminaria en si.
• Terraza-jardín: Un oasis exterior que integra especies como agaves, palmas, cactus y árboles de copey. El interior se funde con el exterior, en un gesto de continuidad natural y relajada.
Iluminación
La iluminación general es cálida e indirecta, diseñada para acentuar las texturas y crear atmósferas íntimas. En el exterior, destacan lámparas tejidas a mano en cabuya —una fibra natural local— inspiradas en los sombreros tradicionales mexicanos como el charro. Estas piezas aportan identidad artesanal y un guiño
cultural distintivo. Además, se realizaron intervenciones artísticas con pinturas murales hechas a mano en la fachada, alrededor de las lámparas de la terraza, en los arcos del back bar y la fachada, retomando los motivos florales y geométricos propios de la cerámica mexicana.
Salón privado – The Draped Room
Un espacio de atmósfera teatral y monocromática, donde predomina el burgundy profundo en cortinas pesadas y sofás capitoneados. Las mesas de mármol rojo intenso generan un juego de contraste con las superficies suaves. Espejos y obras de arte flotan sobre barras de bronce, bajo una iluminación cálida compuesta por candelabros con velas. Piezas rescatadas como sillas bistró antiguas y una credenza con marquetería introducen historia, elegancia y carácter único.
Vuelve a la Vida es un homenaje vivo y contemporáneo a México. Un lugar donde la memoria cultural se expresa a través del diseño, la materialidad y la atmósfera, ofreciendo una experiencia sensorial profunda, auténtica y sofisticada.
Planta arquitectónica
Ficha Técnica
Proyecto:
Restaurante Vuelve a la Vida Obras de artistas:
José María Mijares, Paul Guidicelli, Tete Marella, Martín Simón
Un proyecto de Bosques Urbanos
Fundadora y Directora Creativa –
Natalia Franch
Conceptualización y Diseño
Interior/Arquitectónico:
Natalia Franch
Colaboración en el Diseño
Arquitectónico:
Elisa Ramírez
Colaboración en el Diseño de Iluminación:
Gabriela Grullón
Chef Ejecutivo: Pedro Mota
Chef:
Carlos Romero
Colaboración en la curaduría de arte:
Art Advisory, Michelle Acevedo Bird
Ejecución:
Constructora CVL:
Ing. Jorge Toirac / Ing. Ricardo Carrasquero / Ing. Luis Carrasquero
Textiles:
Telares y La Textil
Objetos Decorativos: La Caravana
Luminarias: Luminatti
Pinturas/Murales: Gabriel Abreu
Parte de Mobiliario: Ilumel y Casa Cuesta Maceteros esmaltados: Palo Verde
Revestimientos: La Carabela / Tejar del Rey Arreglos Florales (deshidratadas): House of Bloom
Plaza Paseo del Prado: el interior de un exterior
Natalia Franch
el interior de un exterior
Natalia Franch
El proyecto de paisajismo para Plaza Paseo del Prado fue concebido como un techo verde integral, desarrollado para aportar valor ambiental y estético al entorno urbano. La propuesta se estructuró mediante un sistema por capas que asegura la sostenibilidad y el óptimo rendimiento del espacio ajardinado, compuesto por:
• Capa de drenaje para la gestión eficiente del agua de lluvia.
• Capa filtrante que protege el sistema de obstrucciones.
• Sustrato de siembra especialmente formulado a base de materiales orgánicos y minerales, diseñado para fomentar un crecimiento saludable de la vegetación en un entorno urbano expuesto.
El diseño arquitectónico fue desarrollado por Pérez Morales Arquitectos, destacándose por el aprovechamiento de la luz natural, la ventilación cruzada y el uso de materiales locales, lo que refuerza la conexión entre la edificación y su contexto natural. La propuesta otorga un papel central a la naturaleza, integrando paisajismo y arquitectura para crear un espacio vibrante y sostenible.
Bosques Urbanos estuvo a cargo del diseño paisajístico, con un enfoque en biodiversidad, adaptación climática y sostenibilidad. La paleta vegetal seleccionada incluye mara, roble, agave, sansevieria, mangle verde y plateado, philodendron congo y diversas especies de palma, todas elegidas por su capacidad de adaptación y su valor ornamental, aportando textura, color y dinamismo al espacio.
Este proyecto representa un compromiso con la sostenibilidad y la regeneración urbana, creando un oasis verde que armoniza con el medio ambiente y mejora la experiencia de los usuarios y la comunidad circundante.
Sección transversal
Planta esquematica de paisaje n3
Planta esquematica de paisaje n -1
Planta esquematica de paisaje n1
Planta esquematica de paisaje n2
Ficha Técnica
Proyecto:
Plaza Paseo del Prado
Arquitectura: Pérez Morales Arquitectos
Diseño de paisaje: Bosques Urbanos
Natalia Franch Colaboración en el diseño de paisaje: Arquitecto Othoniel Vizoso
Casa 30
Yvelisse Hahn
Yvelisse Hahn
El diseño arquitectónico de esta vivienda de dos niveles, ubicada en Los Altos de Samanes, en la ciudad de Santiago, se caracteriza por su enfoque moderno, sobrio y sobre todo elegante. Sus propietarios son una joven pareja con tres niños varones, lo cual influyo en nuestroas decisiones de diseño.
Esta obra la intervinimos en el momento de la construcción, con varias remodelaciones y algunas ampliaciones, tanto en sus fachadas como en el diseño de interiores. Así, adicionamos a petición de los clientes el área de gazebo y la piscina.
Nuestra propuesta fue crear con el diseño ambientes agradables a sus usuarios, con el uso de materiales y colores neutrales y orgánicos, que se sienta ligero y a su vez elegante. Por eso nos enfocamos en el piso de mármol, en el uso de maderas, estuco en sus paredes, revestimientos en piedras y porcelanatos tipo mármol de gran formato.
La entrada se destaca por su puerta principal, de doble altura en madera natural, con un diseño único, que le da majestuosidad a la misma. Además, la entrada cuenta con un hueco diseñado especialmente para la colocación de una palma con la intención de integrar la naturaleza desde su misma entrada.
Al ingresar a la casa, tenemos el espacio de sala y comedor en doble altura, que nos conecta a la cocina y a la terraza; y a la vez nos comunica por sus grandes huecos de puertas y ventanas hacia el jardín. Aquí revestimos la pared de fondo con unas piezas de gran formato de mármol y madera, que nos favorece con la sobriedad de este gran salón central.
En este primer nivel, cuenta con el área de estudio, que para la joven pareja es de mucha importancia por el uso que se le dará, por eso tratamos esta área de forma más cálida e íntima, con el uso muebles y tramerías de madera, en sus paredes con estuco color café cremoso. El mobiliario de esta y todas las áreas de este hogar fueron seleccionados en tonos blancos, cremas, grises y neutrales.
El baño de visita ubicado en este piso, lo diseñamos usando unas piezas de gran formato tipo mármol negro, a petición del cliente, combinados con una tramería de madera decoradas con un toque de piezas; su pequeño jardín de fondo, el espejo flotante, el plafón y la selección de las luminarias, lo hacen un baño que da gusto y placer visitarlo.
La terraza de forma rectangular se dispone con vistas al jardín, a la piscina y al gazebo en el fondo. Es un área de compartir y de disfrute, de doble altura, con louvers de madera en sus huecos y paredes revestidas en porcelanato gris piedra, su techo en paneles de pvc color madera; el mobiliario seleccionado es de un estilo tropical moderno en sus dos áreas de estar.
La cocina italiana, se diseñó con isla / comedor central, los terminados gris y madera, conectada a la terraza y al gran salón. Al igual que se conecta a la escalera trabajada con paredes estucadas en off white con perfilerías cruzadas en dorado, su base en hierro negro y madera, con un gran ventanal de fondo, coronada con una gran lámpara colgante de diseño tejido.
El segundo nivel es el piso de habitaciones -cuatro en total- y el estar familiar. Cuenta con un pasillo para ir a dos de las habitaciones de los niños, el cual pasa por la doble altura del gran salón, que comunica al jardín con sus grandes ventanales. Cada habitación cuenta con su baño y walk-in closet. Los baños de los niños fueron revestidos en porcelanato de coralina y madera color azul vibrante. El baño principal fué revestido de piezas de gran formato en tonos cremas y neutrales, tramos en madera negra en los nichos, con un dominio de perfiles negros; logrando un resultado sereno y sencillo.
La iluminación fue diseñada con plafones para crear luz indirecta e iluminación básica en tonos cálidos. Dos lámparas flotantes bien puntuales, en la entrada y la escalera, sobresalen por su belleza.
Algo muy importante es la armonía y la integridad con la que tratamos todos los espacios, para conseguir comunicar todas las áreas y así tener un buen uso de los espacios en familia y con amigos.
En general, la vivienda fue trabajada de forma integrada a la naturaleza, con un diseño del jardín que la destaca, acompañada de iluminación indirecta que le proporciona calidez. El mobiliario y decoración fueron cuidadosamente seleccionados para crear espacios sencillos, elegantes y vanguardistas con colores neutrales y cálidos, creando así, espacios para el buen vivir y desarrollo de sus usuarios.
Arq. María Alejandra Raposo Moledo, Arq. Nataly Delgado
Diseño sistema A/A: Ferretería Ochoa
Diseño interior / decoración:
Arq. Yvelisse Hahn
Diseño iluminación:
Arq. Yvelisse Hahn
Diseño paisajístico: María Almanzar
Contratista general: Ing. Alberty Sánchez
Supervisión:
Arq. Yvelisse Hahn
Luminarias:
Mary Pily Castillo
Puertas, closets y maderas: Berezowski & Asocs
Ventanas, puertas exteriores: Ventadom
Barandillas / herrería / cristales: Ventadom
Ebanistería: Berezowski & Asocs
Revestimientos / pisos:
Carabela, Cerarte, La Ibérica, Marmotech
Diseño mobiliarios baños: Arq. Yvelisse Hahn
Accesorios baños:
Baccessory
Cocina:
Antlántica, Armony
Diseño plafones:
Arq. Yvelisse Hahn
Mobiliario:
Arte San Ramón, Oskal, Ilumel
Cortinas y telas: Ivad
Tienda Denisse
Yvelisse Hahn
Yvelisse Hahn
Diseñada en una tradicional vivienda de mediados del siglo XX, ubicada en el Reparto Kokette situado en una zona céntrica de Santiago de los Caballeros, esta intervención de diseño arquitectónico e interior convierte una antigua residencia en un espacio comercial de vanguardia, fusionando lo contemporáneo, la sensibilidad estética femenina y la funcionalidad.
Nuestra propuesta de remodelación se centra en reinterpretar la estructura original mediante un diseño moderno y contemporáneo. Bajo el nombre de Tienda Denisse, el proyecto es un ejemplo tangible de cómo el interiorismo puede revitalizar una edificación residencial, transformándola en una experiencia de compra excepcional y sofisticada.
La tienda cuenta en su entrada con una pequeña vitrina para muestra de su mercancía, así, pasamos a su interior al área de recibimiento y de exhibición de piezas de ropa femenina; aquí también nos topamos de frente con el counter y el fondo creado con un círculo recesado e iluminado, diseñado especialmente para colocar el nombre de “Denisse”. Luego de esta área inicial aprovechamos un pasillo para crear una exhibición de piezas cortas con una forma orgánica que es el punto focal y de transición de la tienda a su nueva área diseñada espacialmente para esas clientas de alta exigencia y que puedan perdurar en ella, ya que consta de un pequeño café. Al fondo de esta área, en la parte posterior creamos una terracita con la pared revestida de ladrillos. Un dato importante es el maniquí que colocamos revestido de un drapeado de sarán.
El baño está ubicado al fondo del café, trabajado con un revestimiento floral en su parte inferior, separados con perfiles. Las demás paredes se estucaron en un tono tierra; además, el detalle del nicho con tramos iluminados e iluminación le da un toque femenino que es lo que buscamos para la tienda. La misma, cuenta con dos probadores en un área privada. En sus paredes se usan tapices estampados de hojas y cortinas en color neutral.
La oficina de su propietaria está en el pasillo central y cuenta con su propio almacén de ropa.
El diseño interior se desarrolló a partir de una paleta de tonos neutros como el taupe y rosados suaves, en armonía con formas orgánicas y volúmenes curvos que evocan feminidad y ligereza. Lo que junto a una iluminación suave y estratégica en conjunto con materiales nobles, otorgan fluidez espacial y una atmósfera acogedora, alejándose de las soluciones comerciales convencionales.
Se priorizó el uso de líneas limpias y mobiliario personalizado, diseñado para integrarse de manera fluida con la arquitectura existente. Los plafones curvos y las paredes de transición suave caracterizan la esencia del espacio, mientras que los elementos decorativos y las luminarias fueron seleccionados no solo por su valor estético, sino también por su capacidad de aportar al comfort de quienes visitan la tienda.
Este proyecto ejemplifica cómo una intervención arquitectónica bien planificada puede revalorizar espacios antiguos o patrimoniales y convertirlos en destinos de diseño. La Tienda Denisse no solo representa una boutique de moda femenina, sino de cómo el interiorismo y la arquitectura al convergerse pueden lograr dar vida a espacios de diferentes formas.
Año inicio / término obra: Diciembre 2023 / julio 2024
Área del solar:
400 m2
Área de construcción: 208 m2
Diseño arquitectónico:
Arq. Yvelisse Hahn Jacobo @ arqyhahn
Y Hahn SRL
Colaboradores:
Arq. María Alejandra Raposo Moledo
Dis. María Angélica Polanco López
Consultor:
Ing. Dilque Mayobanex Acosta
Iluminación:
Ilumitec @ilumitec.do
Ebanistería:
Félix Ureña Ebanistería
Revestimientos:
Carabela, La Ibérica, Decology
Plafones:
Manny Taveras
Estuco: Domingo Estuco
Park Place piso 15
Ramón Emilio Jiménez
Ramón Emilio Jiménez
Este proyecto fue diseñado para unos clientes que son coleccionistas de arte y se ha buscado que el apartamento refleje ese estilo de vida. Para lograrlo se ha concebido el área del pasillo como una gran galería de arte que albergue las magníficas piezas que han ido adquiriendo a lo largo de los años.
Las áreas sociales se integraron por completo y de igual forma la cocina y el estudio se unieron a la sala. Sin embargo, se mantiene la opción de cerrarlas a través de un sistema de puertas Rimadesio colgantes. Se buscó tener un espacio integrado tipo loft que permita ver la colección de arte en su totalidad a la vez que la posibilidad de tener recintos divididos si ese fuese el deseo.
La materialidad del apartamento refleja la coherencia estética de todo el proyecto. Todos los muros están revestidos; el pasillo está cubierto en espejos y madera y las áreas sociales en travertino y madera en bandas de diferente ancho que comunican una sensación de movimiento, creando asi un espacio dinámico. El techo es estucado y el piso entero se trabajó en madera preciosa; se trata de un piso de ingeniería Du Chateau importado, que cubre todas las áreas sociales. La materialidad integra la terraza exterior creando un continuum espacial que confiere a esta el mismo carácter que al interior.
El núcleo del ascensor, colocado en el centro del apartamento, ha sido rodeado por el pasillo y se ha integrado al uso mediante el uso del muro ciego de este para crear una cava que colinda con a terraza.
La paleta de colores y texturas que combina con el mobiliario concebido y adquirido en base a muebles de gran tamaño que acentúa la condición de loft y amplitud que se buscaba.
Las obras de arte forman parte integral de la propuesta que busca celebrar la colección y crear un lugar acogedor para exhibirla. Una pieza de Bedia recibe a quien llega al apartamento y un cuadro de Alex Cabrera se integra a todo el espacio de estudio. Las demás paredes reciben las demás obras de manera orgánica.
Detalles variados abundan dentro de todo el apartamento y el mismo televisor se integra a la vista de la ciudad sin competir con esta, más bien reposa de manera discreta, con el paisaje de fondo.
La cocina es otro gran evento espacial y se concibe como un segundo estudio donde los clientes reciben y a diario realizan sus actividades. La concepción dentro de todo el proceso fue sumamente cuidadosa tanto en la materialidad como en su integración al resto de la casa.
c/ José Amado Soler, entre Manuel de Jesús Troncoso y Federico
Geraldino
Año inicio / término obra: 2022-2023
Área total de construcción: 495 m2
Diseño de interiores:
Arq. Ramón Emilio Jimenez
Empresa: Arquimilio
Colaboradores:
Arq. Roger Espinal
Arq. Andres E. Vargas
Diseño interior / decoración: Arquimilio
Diseño iluminación: Arquimilio
Contratista general: Grupo GHR
Supervisión:
Arquimilio
Puertas y ventanas: Facchada
Cerramiento vidrio: Facchada
Barandillas / herrería:
Ebanistería:
Maestri del Legno
Herraje: Todo Herraje
Revestimientos / pisos: Menicucci
Marmotech
Industrias Aguayo
Terminaciones / pintura: Anthony Acosta
Mobiliario: Ilumel
Batavia
Design Living
Alfombras: Ilumel
Cortinas y telas: Tessutti
Joseco Decoraciones
Papel tapiz: Tissage
Sistemas acústicos: Sonotech
Jardinería: Plantas Tropicales Palo Verde
Caruso
Ramón Emilio Jiménez
Ramón Emilio Jiménez
En este proyecto el reto fue desarrollar tanto el concepto de diseño como el restaurante en un espacio muy pequeño. Caruso fue concebido como una celebración de la vida en un lugar luminoso y alegre. Se trata de un espacio donde la envolvente del mueble se transforma en el techo y el encofrado del techo desciende por el muro en el lado opuesto en una cascada.
Todo está a la vista: una colección de platos decorativos y pequeños detalles traen a la memoria la casa de la nonna. Tomamos los colores y la paleta de Italia para traer al frente la cultura mediterránea en toda su riqueza. Se trata de un trabajo de diseño integral que involucra todos los elementos desde los elementos del espacio a la cubertería.
La iluminación se ha concebido como un elemento central del local. Lámparas que traen al frente la presencia del tomate, fundamental para la pizza, flotan sobre el bar.
Del entramado del techo cuelgan enredaderas que representan los limoneros de Capri y que se combinan con cortinas de checkered pattern en azul. Toda la imaginería italiana puebla este pequeño restaurante de apenas 100 metros cuadrados de superficie, pero de poderosa presencia.
Localización: Gustavo Mejia Ricart #28, Plaza Paseo del Prado
Propietario:
Food investdr
Año inicio / término obra: 2023-2024
Área total de construcción: 100 m2
Diseño de interiores : Arq. Ramón Emilio Jiménez
Empresa: Arquimilio
Colaboradores:
Arq. Roger Espinal
Diseño eléctrico: Instasol srl
Diseño sanitario:
Plomeria especializada RD
Diseño sistema de A/A:
Instasol srl
Diseño interior / decoración : Arquimilio
Diseño iluminación: Arquimilio
Contratista general: Instasol srl
Supervisión: Arquimilio
Instalaciones eléctricas: Instasol srl
Instalaciones A/A: Instasol srl
Puertas y ventanas: Facchada
Cerramiento vidrio: Facchada
Ebanistería: wrf wooden artist
Herraje: Todo Herraje
Revestimientos / pisos : Menicucci
Marmotech
Industrias Aguayo
Cortinas y telas: Tessutti
Joseco Decoraciones
Papel tapiz: Tissage
Sistemas acústicos : Punto Mac
Jardinería : Plantas Tropicales
Palo Verde
Robata
Ramón Emilio Jiménez
Ramón Emilio Jiménez
Robata es un restaurante japonés Nikkei. La premisa de diseño ha sido concebir un espacio que permita disfrutar la materialidad, las texturas y la combinación de elementos los detalles de esta cultura. Para lograrlo hemos elegido materiales que resalten la experiencia gastronómica a partir de los elementos del diseño.
El piso es una combinación de un granito de aglomerados en colores grises, marrones y negros con detalles blancos y negros. Abundan los detalles de color negro, marrón y rojo en los revestimientos de mármol. Los muebles rememoran las estructuras de madera de la arquitectura de Japón. De manera sutil trajimos a escena los colores de la bandera japonesa con las mesas de color rojos brillante combinado con el banco y el negro.
Todo el restaurante está ambientado en un bosque de bambú en un mural concebido de manera especial para el restaurante y pintado por un artista local. El techo se genera a través de unos planos de bambú natural secado y montado en unos marcos de madera. Estos se colocan a diferentes niveles a la vez que se combinan con una iluminación indirecta que los destaca. Las luminarias principales del techo evocan las lámparas de Japón. Son tres lámparas principales de dos metros de diámetro que se sitúan directamente sobre el bus. Este se concibe como una jardinera de bambúes de travertino enjaulada en un encostillado de madera. Alrededor de este elemento central se sitúan las mesas con bases construidas en hierro e inspiradas en el mat de tatami. Las lámparas con forma de sombrero asiático ofrecen iluminación puntual.
El back body wall se crea a partir de un encostillado de madera que permite mostrar todos los utensilios de la cocina para crear una experiencia totalizadora.
En el baño, una combinación de portoro y travertino colocado a manera de malla evoca unos paneles japoneses.
Robata ha sido un proyecto divertido en su diseño, construcción y resultado. Abundan los detalles graciosos, felices, cada uno evoca un compromiso con la celebración de la cultura japonesa y su comida.
Localización: Gustavo Mejia Ricart #28, Plaza Paseo del Prado
Propietario:
Food investdr
Año inicio / término obra: 2023-2024
Área total de construcción: 225 m2
Diseño de interiores : Arq. Ramon Emilio Jiménez
Empresa: Arquimilio
Colaboradores:
Arq. Roger Espinal
Diseño eléctrico: Instasol srl
Diseño sanitario:
Plomeria especializada RD
Diseño sistema de A/A:
Instasol srl
Diseño interior / decoración : Arquimilio
Diseño iluminación: Arquimilio
Contratista general: Instasol srl
Supervisión: Arquimilio
Instalaciones eléctricas: Instasol srl
Instalaciones A/A: Instasol srl
Puertas y ventanas: Facchada
Cerramiento vidrio: Facchada
Ebanistería: Maestri del legno
Herraje: Todo Herraje
Revestimientos / pisos: Menicucci
Marmotech
Industrias Aguayo
Cortinas y telas: Tessutti
Joseco Decoraciones
Papel tapiz: Tissage
Arte:
Maritza Cabrera
Sistemas acústicos: Punto mac
Jardinería:
Plantas Tropicales Palo Verde
Residencia privada en Arroyo Hondo
Moré interiores / María del Mar Moré
Residencia Privada en Arroyo Hondo
Moré interiores / María del Mar Moré
Esta residencia privada, originalmente construida en los años 70, ha sido testigo de múltiples transformaciones a lo largo del tiempo. Su primera remodelación importante fue en los años 90, cuando los actuales propietarios la adquirieron y donde se hicieron varias mejoras como incorporar una terraza, se creó un encantador patio interior y se renovaron los espacios. En esta última intervención —realizada en 2024— el proyecto dio un paso más allá: se llevaron a cabo trabajos de renovación integral en techos, paredes e iluminación, se consideraron los mobiliarios con el objetivo de adecuar la vivienda a las necesidades contemporáneas de la familia.
Más que una simple remodelación, este proyecto fue una experiencia llena de nostalgia; los clientes tenían varias piezas que fueron herencias familiares llenas de recuerdos y valor sentimental que deseaban reutilizar, aunque se les remodelara. Integrar estos elementos al nuevo diseño fue un reto divertido que exigió sensibilidad, creatividad y un enfoque cuidadoso en la elección de acabados, materiales y mobiliario nuevo, para lograr una atmósfera armónica, coherente y funcional.
Desde la entrada se puede apreciar el microcemento utilizado como revestimiento en varias áreas de la casa para crear textura visual de una manera neutral.
En la sala, el desnivel entre dos espacios se trabajó como una unidad visual a través de una paleta neutra, contrastada por detalles en verde olivo. Aunque se emplearon distintas texturas y estampados en las tapicerías, el conjunto mantiene un diálogo fluido y elegante. Originalmente habían dos nichos en caoba con repisas en vidrio, estos se lacaron en verde olivo y las repisas se hicieron en roble con luz integrara para darle un toque más moderno. Bajo la ventana se diseñó un rincón de lectura con banco empotrado e iluminación lateral, añadiendo calidez y funcionalidad al espacio.
El comedor también rinde homenaje al pasado, reutilizando la mesa original a la que se añadió un tope de cuarzo para adaptarse a las nuevas dinámicas familiares. Las credenzas fueron renovadas con un cambio de color y tiradores contemporáneos, logrando una estética fresca sin desvincularse de su legado. El plafón fue diseñado con una retícula simple e iluminación perimetral y central, mejorando la iluminación y aportando un toque arquitectónico al ambiente. Hoy, este comedor es el lugar perfecto para reunir a la familia completa y celebrar momentos especiales.
El estudio, anteriormente un espacio saturado, fue transformado en un rincón moderno, luminoso y acogedor. Con una paleta clara, madera natural, iluminación puntual y mobiliario a medida, se logró integrar funciones como zona de TV, sistema de sonido, almacenamiento, bar y espacio decorativo, aprovechando cada centímetro sin sacrificar confort ni estética.
En el baño de visita se convirtió en una joya decorativa: se revistieron las paredes con boiserie y papel tapiz, y se diseñó un lavamanos en mármol Taj Mahal con tope de lado a lado, ideal para colocar cualquier detalle. Un mallado de distintos mármoles en el piso aporta textura con su tejido de mármoles.
En la terraza, se conservó el mobiliario existente, actualizándolo mediante nuevos tapizados y un cambio de color en la mesa de centro, logrando una renovación visual sin perder la esencia original del espacio. Se incorporó un mueble auxiliar que cumple funciones de almacenamiento y superficie de apoyo para objetos decorativos, aportando practicidad y estilo. Como acento visual, se integraron maceteros con limones amarillos, introduciendo un contraste vibrante y lúdico que enriquece la paleta cromática y aporta frescura al ambiente exterior.
Esta renovación ha logrado equilibrar a la perfección el legado familiar con las necesidades actuales de los propietarios. Al integrar piezas heredadas y elementos contemporáneos, se ha creado un hogar funcional, armonioso y lleno de carácter, donde se celebra tanto la historia como la modernidad.
Ubicado en una esquina tranquila del Polígono Central de Santo Domingo, Acasa nace como una pausa: un restaurant, un café y un concept store que propone una experiencia espacial íntima y sensorial, pensada desde la calidez, la luz y los materiales nobles. El proyecto parte de una premisa simple pero poderosa: diseñar un lugar donde uno quiera quedarse.
El diseño toma referencias del Caribe contemporáneo. La paleta gira en torno a maderas claras, fibras naturales, ladrillos artesanales y textiles neutros, en una búsqueda por crear un ambiente que se sienta ligero, fresco y honesto.
El programa se organiza en tres zonas principales:
1. La barra y área de tienda, donde estanterías abiertas exhiben productos gourmet y bebidas cuidadosamente seleccionadas. Esta área funciona como un eje activo, con una retícula suspendida en madera que aloja luminarias esféricas y genera una escala más íntima dentro del doble volumen.
2. El salón interior, diseñado con una disposición fluida de mesas sueltas y booths semi cerrados. Estas últimas, enmarcadas con arcos de madera y rejilla, ofrecen privacidad visual y acústica sin aislar completamente, y se han convertido en uno de los sellos distintivos del espacio.
3. La terraza ajardinada, concebida como un pequeño oasis urbano. Con vegetación tropical, sombrillas, y mobiliario en cuerda y madera, extiende el carácter cálido del interior hacia el exterior, manteniendo la coherencia del lenguaje.
La iluminación juega un papel clave: durante el día, la luz natural entra de forma generosa por los ventanales que rodean el local; al caer la noche, lámparas de fibras naturales y esferas de vidrio opal suavizan la atmósfera y transforman el espacio en un lugar más íntimo y pausado. La circulación fluye entre zonas, permitiendo al usuario habitar el lugar según el momento: una reunión de trabajo, un desayuno largo o una copa de vino al final del día.
Contratista general obra: Jose Araujo y Paola Bermúdez
Estructuras metálicas: Al Ferro
Mármol:
Menicucci
Ebanistería: Ebanisteria Mavedi
Revestimientos: Rocabert
Vidrios y puertas: ANSA
Equipos de cocina: UTECO
Letreros / murales / señalización: Prosign
Muebles tapizados: Aurora
Oficinas Excel WestPark
Liza Ortega
Liza Ortega
Desde 2002, Excel ha sido una de las firmas protagonistas del sector de banca de inversión en República Dominicana. Como reflejo de su crecimiento sostenido y de su visión institucional, la empresa se propone renovar sus espacios de trabajo con un objetivo claro: consolidar una sede corporativa que represente sus valores de solidez, eficiencia, innovación y cercanía humana.
Ubicado en los niveles 24 y 25 de la torre West Park, el proyecto se articula alrededor de un núcleo operativo de alta demanda técnica y una serie de espacios directivos que promueven el intercambio y la confidencialidad. La distribución favorece recorridos lógicos, jerarquía programática y visibilidad natural sin sacrificar la privacidad.
Una escalera helicoidal revestida en madera conecta ambos niveles y se convierte en un gesto escultórico que simboliza la continuidad institucional. Su trazo orgánico, al tiempo que, fluido y rotundo, marca el corazón del proyecto.
La atmósfera del espacio se construye con una paleta de materiales sobrios y cálidos: mármol veteado en las recepciones, madera natural en muros y plafones, cielorrasos acústicos de listones, vidrio con perfilería negra y mobiliario en tonos neutros cuidadosamente seleccionados. Estos materiales generan una percepción de orden y serenidad, mientras potencian la iluminación natural que inunda los espacios a través de fachadas acristaladas con vistas panorámicas a la ciudad.
La iluminación artificial, diseñada en capas, integra luminarias lineales empotradas, luz indirecta en áreas de transición, y piezas decorativas que refuerzan el carácter distintivo de cada ambiente. En zonas ejecutivas y salas de reunión, la iluminación puntual subraya obras de arte y superficies nobles.
Uno de los elementos más notables del proyecto es la curaduría de arte, que va mucho más allá de lo decorativo para constituirse en hilo conductor del discurso espacial. Cada ambiente dialoga con una obra que lo habita: desde abstracciones geométricas hasta escenas figurativas, desde arte pop hasta piezas cinéticas o ensamblajes textiles.
Estas obras no solo activan visualmente el recorrido, sino que construyen un relato simbólico de innovación, sensibilidad y apertura al pensamiento crítico. En las oficinas ejecutivas, por ejemplo, conviven esculturas, ilustración dominicana y arte internacional en armonía con el mobiliario de diseño. La sala de reuniones principales, enmarcada por un cielo rítmico de madera, acoge piezas gráficas que evocan memoria, ciudad y cartografía.
El comfort ambiental fue una premisa central. Se incorporaron elementos naturales como vegetación interior en divisiones de estaciones de trabajo, superficies cálidas al tacto, visuales abiertas y mobiliario ergonómico. Las áreas comunes como la cafetería, los lounges y zonas de espera fueron concebidas como espacios de pausa con una estética más cálida, sin perder el carácter institucional.
La diversidad de lenguajes permite que cada usuario encuentre su lugar en la experiencia espacial. El diseño apuesta por una arquitectura que respira, ordena y acompaña.
El stand de República Dominicana en FITUR 2025 apostó por una arquitectura efímera cargada de contenido sensorial, capaz de comunicar la identidad cultural, geográfica y emocional del país.
Desde una mirada contemporánea, el pabellón sintetizó paisaje, hospitalidad y tradición en un lenguaje arquitectónico limpio, tecnológico y acogedor. Sobre una superficie de 1,180 m², el diseño planteó como eje central el uso de pantallas LED como lienzo narrativo para mostrar todo lo que la República Dominicana tiene para ofrecer Este contenido audiovisual estuvo a cargo de Claudio Missiego con más de 600 m² de pantallas —distribuidas en piso, muros y techo— que proyectaban imágenes y videos generando una sensación de tridimensionalidad envolvente. Este efecto se logró gracias a un tratamiento audiovisual riguroso que incluyó modelado de video, cajeado digital y recursos técnicos avanzados.
El recorrido iniciaba en un gran atrio central, concebido como espacio de activación, presentaciones institucionales y actividades culturales. Este núcleo estaba completamente envuelto por pantallas, creando una atmósfera inmersiva y dinámica.
Conectadas al atrio se desplegaban distintas zonas especializadas: Una gran barra de degustación, con productos locales como café, cacao y gastronomía típica; cabinas de radio, desde donde se transmitían programas en vivo; un área de co-expositores, la más amplia e integral del stand; salas privadas para reuniones de negocios y rondas de inversión; una zona de artesanos, con una curaduría de piezas representativas del patrimonio material dominicano. En el mezanine, se ubicaban salas privadas adicionales y el despacho del Ministro de Turismo.
La experiencia activaba los cinco sentidos:
Vista: proyecciones de alta definición y un espacio arquitectónico abierto y dinámico.
Oído: paisajes sonoros caribeños y música en vivo en momentos seleccionados.
Olfato y gusto: aromas y degustaciones que evocaban la cultura culinaria dominicana.
Tacto: materiales como larimar y tejidos autóctonos permitían una conexión tangible con la artesanía local.
La ejecución del stand fue realizada por Think Tank , empresa especializada en arquitectura efímera, producción y montaje de experiencias de alto impacto. Su rol fue clave para materializar la compleja integración entre estructura, tecnología y narrativa, bajo un cronograma preciso y desafiante.
El stand fue galardonado como Mejor Pabellón de FITUR 2025, gracias a su propuesta innovadora, su sofisticación tecnológica y su capacidad de transmitir, de manera sensible y contemporánea, la esencia del Caribe dominicano.
Fachada
Planta arquitectónica 1er nivel
Planta
Ficha Técnica
Proyecto:
Fitur 2025
Localización:
IFEMA, Madrid
Propietario:
Ministerio de Turismo de la Republica Dominicana
Año inicio / término obra: Enero 2025
Área total de construcción:
1,193 m2 planta baja 414 m2 mezzanine
Diseño:
Arquitecta Liza Ortega
Diseño de audiovisuales: Claudio Missiego
Dirección de proyecto: Monica Sande
Contratista General: TT by Think Tank
Contratista pantallas: Fluge Audiovisuales
Colaboradores:
Marcos Dominguez
Ana Paredes
Ana Mitoussi
Showroom Vanta
Liza Ortega
Liza Ortega
El renovado showroom de Vanta fue concebido como una plataforma integral para exhibir y experimentar su amplia oferta de cerramientos y soluciones arquitectónicas de alta gama. El diseño, a cargo de Ortega Arquitectos, parte de una visión espacial clara: crear un entorno contemporáneo, funcional y elegante que exprese con nitidez los valores de la marca y la calidad de sus productos.
Ubicado en la Av. De La Vega Real No. 17, en Santo Domingo, el showroom despliega una secuencia de espacios cuidadosamente articulados para permitir a arquitectos, ingenieros y clientes experimentar de manera directa materiales, texturas, sistemas de apertura y acabados. Los ambientes están organizados con un criterio museográfico que pone en primer plano las cualidades de cada producto: puertas y ventanas de aluminio, madera y cristal, elaboradas tanto en fábrica propia como importadas de marcas internacionales de renombre como Loewen, Sierra Pacific, Alugom, Minimal Windows y Acristalia.
El diseño arquitectónico del showroom establece una narrativa sensorial. Ortega Arquitectos opta por una paleta sobria —cemento pulido, madera natural, acero negro y tonos grises— que sirve de marco neutro para destacar las piezas expuestas. El uso estratégico de la iluminación enfatiza texturas, profundidades y transparencias, mientras que el mobiliario y los paneles móviles permiten versatilidad en la disposición de los productos, adaptándose a nuevos lanzamientos y temporadas.
El espacio tiene como punto focal un gran mural, una obra de arte interactiva creada por el colectivo Modafoca, que introduce un componente lúdico y contemporáneo al recorrido. Esta pieza dialoga con la estética industrial del lugar y refuerza la idea de que la arquitectura y el arte pueden convivir como lenguajes complementarios. En el segundo nivel se encuentran las áreas de oficinas, concebidas bajo el mismo enfoque abierto e industrial del showroom. Este piso también alberga un salón multiuso diseñado para acoger eventos, charlas técnicas y encuentros con la comunidad profesional y universitaria, consolidando así el showroom como un centro de innovación, aprendizaje y colaboración.
Más que una sala de exhibición, Vanta ha concebido estas instalaciones como una plataforma de conexión entre la industria, el diseño y el conocimiento.
Este apartamento, ejecutado en la Anacaona, fue estudiado para ser el hogar de una familia. Tuve la oportunidad de dirigir la obra desde un inicio, en el que hubo cambios y nuevos implementos en los acabados de construcción, para luego sobre este fondo, trazar el amoblamiento, acompañado de todos los elementos decorativos necesarios para concluir un trabajo lleno de equilibrio. Este es un proyecto atemporal, ejecutado en tonos pasteles, con muebles y accesorios de líneas ligeras para cumplir así con la tendencia actual del diseño de interiores.
En ocasiones, los clientes tienen sus ideas, y nuestra finalidad en la oficina es orientarlos, dando todo tipo de sugerencias e indicaciones para que el resultado final tenga el sello personal mío y que vaya acorde con la satisfacción del cliente. No podían faltar los plafones, las texturas de las paredes, los revestimientos, la iluminación, las alfombras, las cortinas y los accesorios.
Disfruté mucho la elaboración de este apartamento, creando cada espacio cómodo y confortable, en el que se siente el deseo de disfrutarlo. En la terraza se respira un aire tropical y goza de una maravillosa vista hacia el mar. El resto del apartamento es más sobrio. Los muebles utilizados y los accesorios son de fabricación italiana. Las telas y los papeles son confeccionados en el norte de Europa, sin faltar piezas finamente trabajadas por artesanos.