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Opiniones
Guatemala, martes 24 de diciembre de 2013
Trazos y retazos
DIEU ET MON DROIT
Navidad sin miedos
Una verdadera prueba de fuego
Marco Vinicio Mejía marvinmedavila@yahoo.es
Pongamos al Niño Dios en nuestro corazón. A las puertas de la Navidad de 1926, Miguel Ángel Asturias se preguntaba sobre los recuerdos de la niñez, que afloran al observar los juguetes en la vitrina. El escritor registró la admiración por toda clase de figuras y la “derrota de los juguetes bélicos” ante la ausencia de los soldados de plomo, después de los horrores de la gran guerra de 1914-1918. Después de esta visión esperanzada sobrevino un ciclo interminable de confrontaciones cuya cúspide fue la posibilidad de una conflagración atómica. Al concluir la Guerra Fría y, con ella, el fin de la “amenaza comunista”, hubo un cambio de miedo planetario. Los riesgos de una nueva hecatombe, que implica el indetenible deterioro ambiental, expresaría la esencia de la crisis contemporánea, ya que sentimos que el mundo va rumbo a la destrucción. Si estamos dominados por el miedo, la respuesta es realizar un esfuerzo común para construir la civilización del amor. De ahí proviene el ofrecimiento de la paz, si aceptamos, en palabras de Primo Ma-
zzolari, que “el cristiano es un hombre de paz, no un hombre en paz: construir la paz es su vocación”. Seguiremos con miedo si no escuchamos el anuncio proclamado hace veintiún siglos con el nacimiento del Salvador. Para que en el mundo por venir florezca el espíritu humano, en un clima de auténtica cultura de libertad, la humanidad necesita aprender a vencer el miedo. El desafío es recuperar la esperanza, la cual no es un optimismo superficial nacido de la ingenua confianza de que el futuro tiene que ser mejor a cualquier pasado. La esperanza y la confianza se encuentran en el lugar íntimo en que nos encontramos solos con Dios. Si no sabemos esperar es porque no vivimos en plenitud el hoy, despreocupados de la fuerza del amor que nos fue ofrecida como buena nueva hace más de dos mil años. Nos llaman a vivir el “espíritu de la Navidad”, pero muchas veces hacemos lo contrario de lo que nos pidió Jesucristo. La Navidad tendrá sentido si no nos dejamos atrapar por el consumismo. Más allá de artificios y repeticiones vacías, se abre el camino para volver a poner a Jesucristo en el centro de la espiritualidad. El mejor rito es poner al Niño Dios en el pesebre de nuestro corazón, convencidos de que no estamos solos, pues Jesús es el Emmanuel, el “Dios con nosotros”. Mis labios impuros invitan desde este pequeño espacio a centrar nuestra atención en Jesús, en cuyas huellas todos podemos encontrar el camino, la verdad y la vida.
rutzijol qamaq’
El Oxlajuj B’aqtun en 2013 demetrio cojtí tijonel@gmail.com
La retoma del calendario de la cuenta larga de parte de los Aj Q’ija’ es un indicador de la revitalización de la cultura maya. El 16 de diciembre se cumplió el primer año Tun del primer Katún del primer Baktun de la nueva era maya, o sea 360 días después del 21 de diciembre 2012. En esta fecha, se conmemoró el fin del Oxlajuj Baktun, en la que coincidió el fin de varios ciclos del sistema calendárico maya (el Tun, el solar o agrícola y el Baktun), con el solsticio de invierno. Un Tun está conformado por 18 meses de 20 días. El apelativo de los ciclos de tiempo maya está en idioma maya-yucateco, por lo que difieren de los utilizados en los idiomas mayas de Guatemala. Pero el 21 de diciembre fue el solsticio de invierno, por tener la noche más larga y el día más corto. A partir de entonces, el día será cada vez más largo, quitándole horas a la noche. Este evento astronómico ha sido registrado y celebrado por varias culturas y civilizaciones del mundo, entre ellas, la maya. Es-
te día fue también el fin del calendario agrícola o Ab, pues totalizó 365 días después de dicha fecha. Aquí, en Guatemala, ambas fechas fueron reconocidas con eventos conmemorativos, pero fue más reconocida esta segunda fecha que la primera. La explicación de esta situación es que, en la tradición calendárica y cultural maya, el manejo de los solsticios, eclipses y equinoccios, era y es más conocido en la cultura popular, que el manejo de la cuenta larga o calendario de los baktunes. Con el conocimiento de este calendario el año pasado, gracias a los aportes del sector académico, gran parte de los “maestros del tiempo” o Aj Q’ija’, tomaron y asumieron este calendario como uno adicional a los que ya manejaban. Un municipio privilegiado en este plano es Chuwila’ (Chichicastenango), pues la festividad de su santo patrono, Santo Tomás, acaece el 21 de diciembre de cada año. Hace gala de una multiplicidad de expresiones culturales mayas que no tienen otros municipios: El palo para volar, la cofradía y alcaldía indígena, la espiritualidad maya y sus lugares sagrados. Se considera que Chuwila’ ha guardado gran parte de la importancia ancestral de dicha fecha, a pesar de la invasión española y el etnocidio consecuente. La retoma o asunción del calendario de la cuenta larga o ciclo de los baktunes de parte de los Aj Q’ija’ actuales, que combinado con los eventos astronómicos solares es un indicador de la revitalización progresiva de la cultura maya.
Martín Arévalo mceadel@yahoo.es
¿Cómo lograr expresarnos sin caer en el derroche, pero también sin rayar en la mezquindad? La tradición indica que esta temporada es de recogimiento, evaluación espiritual y meditación acerca del perdón, sacrificio, solidaridad y hermandad. La esencia de la celebración cristiana de la Navidad. Sin embargo, el afán de que la celebración generase alegría y felicidad en aquellos que no pueden todavía dimensionar el significado y relación de estos cuatro pilares en la filosofía y fundamento de vida cristiana originó (probablemente) la dinámica de obsequiarles un presente para que fueran desarrollando el sentimiento de alegría con algo tangible, que después pudieran referir al sentido religioso. Definitivamente esta práctica fue acertada en su momento. Pero el desarrollo del comercio, la propaganda y el empeño de lucro desmedido ha llevado a que la época, lejos de ser lo señalado anteriormente, se convierta en una de despilfarro, consumismo y superficialidad, en la mayoría de los casos. En muchas ocasiones, el interés de agradar a familiares y amigos (según los preceptos de la propaganda comercial),
genera una situación de utilización de recursos exagerada, llegando en algunos casos a provocar endeudamientos que provocarán más angustia y zozobra que felicidad. Tan materiales nos hemos vuelto, que no sabemos demostrar perdón, sacrificio, solidaridad y hermandad sino es por medio de un objeto, lo que implica realmente que nuestros conceptos están totalmente trastocados. En la medida en que el objeto se desgasta, en el mejor de los casos, así va desapareciendo nuestro sentimiento, porque otros, con el solo hecho de ya no verlo, pierde o se olvida la intención. Pero substraerse de la dinámica general es siempre mucho más complicado de lo que se predica, y al final paramos sucumbiendo en alguna medida a las expectativas o cánones comerciales. ¿Cómo lograr entonces realmente expresarnos sin caer en el derroche, pero también sin rayar en la mezquindad? La generosidad es parte también de los valores exaltados. Imaginación, sencillez y autenticidad creo que son parte de la fórmula para lograr no caer en extremos. Solo falta que estas sean comprendidas también por las y los recipiendarios. Ojalá podamos ir entendiendo esta tensión para solucionarla adecuadamente. Esto nos permitirá comprender lo que en conjunto, como país y sociedad, nos hace falta realmente para mejorar. ¡Feliz Navidad, y que la fuerza nos acompañe!
La frase “El porvenir pertenece a aquellos que no están desilusionados.” Georges Sorel