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El enfoque Neo-Estructuralista

“para los neoliberales una exitosa descentralización es el resultado de procesos de negociación entre élites interesadas dentro de instituciones adecuadas”. Se niega así la importancia de estructuras y relaciones sociales y de los esquemas de dominación, así como los mecanismos de regulación de conflictos dentro de la élite”.

El enfoque Neo-Estructuralista

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Este enfoque teórico descansa, en principio, sobre las contribuciones hechas por la Comisión para América Latina y el Caribe (CEPAL) y las tesis de la polarización socioeconómica de las regiones (F. Perroux, J.Boudeville A., Hirschmam, G Myrdal, Friedman)29 .

La concepción o corriente neo-estructuralista identifica dos dimensiones la una de orden internacional y la otra nacional para explicar la crisis del Estado. En el plano internacional, de acuerdo a esta visión a partir de los niveles de endeudamiento externo alcanzados por los países de América Latina se ha limitado los espacios políticos para dar respuestas a una serie de compromisos generados a partir del endeudamiento, lo cual condujo al establecimiento de procesos de

cional y municipal, en Venezuela a la descentralización se desarrolló básicamente hasta el nivel subnacional en las materias mencionadas, parar ampliar en el caso colombiano Véase Blanquer Jean Michel y Dario Fajardo Montaña, Darío (1991). La Descentralización en Colombia. Institut français d’études andines, Universidad nacional de Colombia. Disponible en http://books.openedition.org/ifea/1956. (Fecha de consulta 15/05/2016). 29 Boudeville, J.R. (1966) Problems of Regional Economic Planning, Edinburgh U.P.; Hirschman, A.O. (1958) The Strategy of Economic Development, Yale University Press. Hirschman, A.O. (1963) The strategy of economic development, Yale University Press (La strategia dello sviluppo economico, La Nuova Italia) (EC, XLIV, 53A); Hirschman, A.O. (1983) Ascesa e declino dell’economia dello sviluppo (curato da A. Ginzburg), Rosenberg & Sellier, Torino. (EC, XLIV, 238); Myrdal, G. (1957) Economic theory and underdeveloped regions, London, G. Duckworth. (EC, XLIV, 54): Perroux, F. (1950) “Economic space: theory and applications”, Quarterly Journal of Economics, Perroux, F. (1955) La notion de pole de croissance, Economie Appliquèe, n. 1-2.

ISBN: 978-958-8553-37-5 ajuste económico. Es decir que el endeudamiento con agentes internacionales condujo a ajustes por factores externos convirtiéndose en un círculo vicioso que terminó por afectar la gobernabilidad.

En el plano nacional o interno, se hace referencia los países de América Latina vivíanuna crisis de distribución y pérdida de legitimidad, lo cual se manifiesta en una creciente polarización socioeconómica, que afecta a unas regiones más que a otras, Este estado de cosas disminuye la capacidad de ajuste social del Estado, empeorando la capacidad de distribución y estableciendo una mayor centralización de recursos. Políticamente ello condujo al establecimiento de modelos gubernamentales autoritarios, en una primera fase de derecha para luego da paso a propuestas alternativas formalmente democráticas, pero de sesgos autoritarios, como el avance de una izquierda desde finales de la década de los años ochenta hasta bien entrado la segunda década de los años 2000.30

Todo ello, según la perspectiva neo-estructuralista, genera una aceleración y profundización de la crisis de legitimidad del Estado, por el aumento de presiones y demandas provenientes de la periferia, regiones etc. Una característica señalada como central, para que se genere esa crisis, es la centralización como principio de organización administrativa del Estado en la época de la construcción del Estado

30 Aún en 16 años del siglo XXI, los enfoques de desarrollo al que asistimos hoy en la región encontramos que los modelos políticos y jurídicos sobre los que se sostienen nuestros estados no han podido resolver los problemas de desarrollo. “que, Aunque las críticas han llovido sobre distintos aspectos del paradigma dominante, el grueso se ha centrado en la falta de correspondencia entre los modelos económicos, sus prescripciones de política económica y la realidad del funcionamiento de las economías de mercado, sobre todo a la luz de los cambios en el sistema financiero de las últimas tres décadas22. De manera más particular, se critica el excesivo peso de la técnica, de la formalización y de la elegancia matemática en detrimento del realismo y la aplicabilidad de los modelos a las condiciones del mundo real” (Pérez Caldentey, Esteban; 2015:45) en Una coyuntura propicia para reflexionar sobre los espacios para el debate y el diálogo entre el (neo)estructuralismo y las corrientes heterodoxas

de bienestar, lo que produjo un proceso de fragmentación y establecimiento de desigualdades regionales por la falta de control en crecimiento de esas periferias o regiones.

La crisis de endeudamiento limita los espacios hacia fuera y obliga al costoso proceso de ajuste; la crisis de distribución causa polarización socioeconómica que afecta más a algunas regiones que a otras. Por consiguiente, el régimen pierde legitimidad y la presión política de la periferia sube, lo que ocasiona incapacidad de las instituciones tradicionales de encarar los nuevos conflictos sociopolíticos. La incapacidad institucional se debe, en buena parte, a la sobre - centralización del Estado. Las estructuras centralizadas se justificaron en el pasado por la creación del Estado de Bienestar y por el proceso de modernización económica, pero han perdido su vigencia (Haefner, 2000).

La propuesta de los neo-estructuralistas se basa en la racionalización de la regulación del Estado, a diferencia de los planteamientos neo-liberales que plantean el desmontaje de la misma; el criterio es las efectividades aquí donde la descentralización aparece como un mecanismo para lograr este objetivo.

Los neo-estructuralistas definen dos tipos de descentralización; descentralización administrativa y descentralización política (Haldenwang, 1990) desde el plano económico la misma operaría en la superación de las diferencias y/ desigualdades regionales, en el plano administrativo la descentralización lograría la flexibilidad necesaria para lograr la efectividad requerida; en el plano político, facilitaría crear un conjunto de estructuras representativas para la canalización de las demandas generadoras de conflictos, y al mismo tiempo crear una importante capacidad de presión institucional para el logro de una más equitativa distribución.

Para Curbelo (1996 cit. por Haefner 2000) “existen razones prácticas y normativas que justifican la descentralización. Entre las primeras pueden incluirse razones administrativas tendientes a mejorar