STEPHEN HAWKING y LA CIENCIA DETRÁS DE LOS AGUJEROS NEGRO
F
ue el último físico cuyo singular perfil traspasó las barreras de la ciencia para llegar a convertirse, como Einstein, en icono de la cultura popular. Su imagen ha quedado vinculada al campo que captó el grueso de su trabajo, los agujeros negros. Los descubrimientos de Stephen Hawking (8 enero 1942–14 marzo 2018) proyectaron luz en la oscuridad de estos misteriosos objetos astronómicos, pero al mismo tiempo abrieron preguntas que
8 | ASTRADEX UN VIAJE SIN RETORNO
continuarán dando trabajo a los científicos durante décadas. En la mente del público, los agujeros negros se imaginan como inmensas aspiradoras cósmicas que absorben todo lo que encuentran en su camino, incluso la luz. Una idea evocadora, pero incorrecta: el agujero negro no es ni crea un vacío, sino todo lo contrario; atrae por efecto de la gravedad, al ser tan descomunal la densidad de su masa. Se entiende así que nada deberíamos temer si el Sol que-
dara sustituido por un agujero negro de su misma masa: aunque nuestro mundo fuera mucho más oscuro, los planetas continuarían orbitando sin inmutarse, precisamente porque la masa del agujero negro sería equivalente a la del Sol.