Reportajes
Puro arte por
Javier Jiménez
Habrá gente, los de siempre, que nos dirá que Secret no es circo. ¿Qué más nos da? Le Guillerm va más allá. No es circo, no. Es puro arte. Es arte, trabajo, imaginación, viaje, investigación, creación… ¿Qué más nos da que sea circo o no? Su motor ha sido el circo, su inspiración, también, su habitáculo son las cuerdas, las lonas y las caravanas, ¿qué más nos da que no sea circo? ¿A alguien le interesa ese debate después de ver su espectáculo? Yo creo que no. Quieren que entremos en un debate que no nos interesa. Como el de los animales. ¿A nosotros qué más nos da? Si es una cuestión de tiempo… que se peleen ellos. No es circo, no. Es un tornado de imaginación y de arte que tiene como punto de partida el círculo en su expresión más mínima: el punto. Johann Le Guillerm es un dinosaurio, uno de los supervivientes heroicos de la primera promoción de la escuela de Chalons en Francia. Después de trabajar con Archaos, participa en la creación de la Volière Dromesko y del Cirque O, y en 1994 crea finalmente su propio circo, el Cirque Ici. Un circo de autor, un circo de uno, singular, un circo de arte, un poco narcisista, a mi entender, pero puro arte. Hace más de una década, tuvimos la oportunidad de ver su primer espectáculo Ou ça, y ya nos deslumbró con su imaginación, su juventud y su osadía al enfrentarse él sólo con una pista minimalista presidida, si mal no recuerdo, por un gran mástil central de madera. En esa ocasión Johann Le Guillerm recreó un ejercicio que solamente había visto en los libros: el payaso Auriol caminando sobre botellas. Le Guillerm atravesó la pista andando en zuecos sobre botellas de cristal, trasladando las botellas a medida que iba haciendo el camino. La imagen resultaba de una belleza plástica y emocional muy impactante. Parecía una metáfora del camino de investigación de este joven artista, cuyas inquietudes van más allá de perfeccionar una técnica acrobática. Hoy, quince años más tarde y después de una vuelta al mundo, nada más y nada menos que el Parc de la Villette de París dedica todo un mes (del 6 de marzo al 11 de abril) a Johann Le Guillerm, artista asociado al complejo de arte, y le permite presentar su gran proyecto Attraction, del cual Secret es solamente la punta del iceberg. Attraction es una obra en movimiento sobre el movimiento y, además de Secret, que sigue teniendo una fuerza inusitada y resulta de una actualidad
apabullante seis años después de su estreno, completa el proyecto La Motte y Monstration: dos propuestas de este joven creador en las que lleva trabajando desde 2001, cuando presentó el prototype I de La Motte en el Grand Halle de la Villette. La Motte, definido por él mismo como “un monstruo de circo mineral y vegetal en movimiento perpetuo”, busca la creación de un universo de tablones que recrea el devenir del planeta. Es el número final de Secret, pero a lo bestia. Curiosamente es una de las pocas cosas que se pueden encontrar en vídeo sobre Le Guillerm en internet. En la Villette, presentará el prototype IV que ya estrenó en el Cirque Théâtre d’Elbeuf en 2007. La versión final deberá tener doce metros de diámetro como la pista de un circo. Monstration es una instalación del laboratorio de investigación que ha llevado a Johan Le Guillerm a crear este universo tan personal. Instalación artística, herramientas de trabajo y de inspiración que nos muestran con rotundidad el mundo creativo de Le Guillerm, su compromiso con la investigación, su falta de prejuicios y su capacidad comunicadora. En esta ocasión se presenta la cuarta versión, pues como hemos dicho se trata de un proceso en evolución que se completará más adelante con una película en la que se mostrará todo el camino de investigación y búsqueda de este artista singular. La editorial francesa Actes Sud publicó en 2009 Johann Le Guillerm à 360°, escrito por Catherine Blondeau y Anne Quentin y con fotografías espectaculares, por cierto de Philippe Cibille. El grueso volumen es como un catálogo del trabajo de Le Guillerm, y las imágenes de Cibille componen un collage de puntos de vista
que confluyen en un círculo donde todo es posible, sobre todo si Le Guillerm es el maestro de ceremonias. Más parecido a un libro de arte que a uno sobre un artista de circo, el artista francés nos sorprende con una colección de imágenes que nos muestran su esfuerzo y su entorno imaginario, haciéndonos comprender un poco más su trabajo en la pista del Cirque Ici. Anne Quentin es una especialista en la materia, pues ya en el año 2007 dedicó a Le Guillerm un pequeño libro que editó Magellan & Cie. en el que se desgrana la personalidad y la filosofía de este solitario artista de circo y donde se explican las premisas intelectuales y vitales de este macroproyecto.