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MOMIAS EN LA CIUDAD DE MÉXICO
from ZANDYREPORTAJES 6
by Zandy Benet
POR SUPUESTO QUE TODOS CONOCEMOS A LAS MOMIAS DE GUANAJUATO, PERO, ¿SABÍAS QUE EN LA CIUDAD DE MÉXICO TAMBIÉN EXISTEN UNAS MOMIAS? SI NO HAS VISITADO EL MUSEO DEL CARMEN Y NO CONOCES ESTAS MOMIAS, TE INVITO SINCERAMENTE A HACERLO.
EL MUSEO DEL CARMEN
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El Museo del Carmen, ubicado en el bello barrio de San Ángel, es famoso por los doce cuerpos no identificados de finales del siglo XIX y principios del XX, exhibidos en el ex convento/colegio de varones carmelitas, construido entre 1615 y 1617. A diferencia de otras momias, como las egipcias, en las que el proceso de conservación ha requerido de la intervención del hombre, las encontradas en México son, por lo general, producto de fenómenos naturales. Los cuerpos preservados como resultado de complejos procesos ambientales, se convierten en testimonios materiales de personas y culturas; y brindan información científica y valores culturales. Si lo que te gusta es descubrir, conocer y pasar en verdad un rato agradable, y qué mejor que conociendo la historia, no te puedes perder la visita al Museo del Carmen. ¿A que no sabías que en la Ciudad de México hay momias? Así es, no sólo en Guanajuato podrás encontrar algo que pareciera que se encuentra varado en la época colonial y que tanto gusta a los mexicanos: las momias y esa burla-miedo a la muerte. Por eso, te recomiendo que vayas a este increíble museo.
RETROCEDIENDO EN EL TIEMPO Cerca de la Plaza de San Jacinto, en San Ángel, con calles empedradas, parques aledaños muy apacibles y negocios locales que dan especial ambiente al lugar, se encuentra el Museo del Carmen. Tiene un sabor y olor pueblerino, de época. Solamente lo conservan esas calles dignas de nuestra historia. Es sorprendente el Museo del Carmen, entras y sigues retrocediendo en el tiempo.
UN POCO DE HISTORIA En 1615, la orden los carmelitas descalzos construyeron el Colegio de San Angelo Mártir en una comunidad llamada Tenanitla. Este colegio llegó a tener hasta 51 alumnos que estudiaban teología escolástica; además, su gran biblioteca se conformó por más de doce mil volúmenes. El colegio se convirtió en uno de los puntos más representativos de la comunidad, razón por la cual, con el tiempo, se cambió el nombre de la zona por el de San Ángel. En 1858, tras la Reforma, el convento fue clausurado y pasó a manos del ayuntamiento, quien vendió gran parte de la construcción y los jardines, utilizando el resto como cárcel y cuartel, entre otras funciones. Pero para 1929, cuando el barrio de San Ángel empezó a adquirir mucho protagonismo, debido al asesinato de Álvaro Obregón en «La Bombilla», un restaurante que se encontraba muy cercano, la Secretaría de Educación Pública (SEP) decidió que ese inmueble debería convertirse en el Museo del Carmen.
CÓMO ENCONTRARON A LAS MOMIAS La calma se rompió cuando, entre 1847 y 1848, las tropas norteamericanas llevaron a cabo la ocupación de San Ángel, motivo por el cual varias partes del edificio fueron destruidas y sus bienes saqueados. Incluso fueron talados y quemados los árboles de los jardines y de la huerta. Tras la ocupación estadounidense, el convento volvió a la calma por unos años. Para 1861, las Leyes de Reforma obligaron a los frailes a abandonar definitivamente el convento. El Ayuntamiento de San Ángel estableció una cárcel en el colegio, otras partes fueron vendidas a particulares o abandonadas.
Con el inicio de la Revolución Mexicana, el edificio nuevamente fue ocupado y saqueado en busca de tesoros escondidos. Durante estas excavaciones no apareció ningún tesoro, pero sí varios cuerpos momificados. Doce cuerpos conservados y momificados de manera natural entre 1916 y 1917. La noticia de este descubrimiento corrió como pólvora por todo el barrio de San Ángel. El origen de los cuerpos es incierto, aunque se cree que en vida fueron pobladores del rumbo que, al morir, fueron enterrados por sus familiares en la zona de criptas del convento, que está justo debajo de la nave principal de la Iglesia del Carmen, quienes aprovecharon que el recinto estuvo abandonado tras la exclaustración de los monjes a causa de las leyes de reforma. Saber la identidad de estas doce momias fue imposible, pues los ataúdes en los que originalmente se encontraban fueron destruidos durante el saqueo en la Revolución. En este caso, la momificación se debió a que el terreno donde fueron enterrados está compuesto de tepetate, lo que contribuyó a que el proceso de deshidratación de los cuerpos se acelerara y se inhibiera la proliferación de bacterias, enzimas y hongos que descomponen los tejidos y producen la descomposición de los cadáveres.
QUÉ MÁS ENCONTRARÁS EN EL MUSEO DEL CARMEN La mayoría de las piezas que verás pertenecen al arte sacro virreinal, herencia de los monjes carmelitas entre las que se encuentran obras de artistas sobresalientes de esa época, como Miguel Cabrera, Cristóbal de Villalpando o Juan Correa. Aunque hayas visitado otros monasterios y colegios virreinales, ninguno te va a parecer tan impresionante. Los vestigios de la forma de vida que llevaban los monjes y que está implícito en muchos de los rincones te transportarán siglos atrás. Subes escaleras, sales a un patio, descubres esculturas, ves paredes con pinturas al óleo, y en el camino sigues encontrando más y más salas increíbles. Te encuentras con un claustro con increíbles juegos de luz y sombra, una impresionante sacristía y un jardín que te recuerda los antiguos huertos de los frailes. Es entonces cuando el cielo comienza a tronar, y el aire a oler a lluvia.

