PIEDRA CHINTAMANI

UNA PIEDRA EXTRATERRESTRE CON PODERES. ¿QUÉ SABES DE LA FAMOSA PIEDRA CHINTAMANI? SE DICE QUE LA PIEDRA CHINTAMANI HACE QUE TODOS LOS DESEOS DEL PORTADOR SE CUMPLAN. VINCULADA CON LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL, LA PIEDRA NEGRA DEL ISLAM, LA PIEDRA FILOSOFAL Y EPISODIOS DESCONOCIDOS.

La piedra Chintamani no es de este mundo, ya que en realidad procede de otro planeta. Es un fragmento de meteorito que habría caído en la Tierra hace miles de años. Esta piedra también recibió el nombre de Gran Magneto, La Piedra Negra o Lapis Exillis. De hecho, la creencia esotérica afirma que los extraterrestres de Sirio, quizás embajadores del sistema, trajeron la Piedra Chintamani a la Tierra buscando establecer su propio orden unificado en nuestro planeta. Dentro del marco que conforman las tradiciones budista e hinduista, Chintamani es una piedra legendaria provista de la capacidad de otorgar y conceder los deseos de aquel que la porta. En lengua sánscrita, ‘chinta’ significa ‘pensamiento’ y ‘mani’, ‘piedra preciosa o joya’; o sea, ‘gema del pensamiento’, y está asociada con los dioses Vishnú y Ganesha. La creencia arraigada en el Tibet es que, durante el reinado del Rey Lha Thothori Nyantsen, en torno al 331 d.C, cayó de los cielos un cofre en el que había cuatro objetos sagrados, uno de los cuales era esta prodigiosa piedra.

También, se teoriza que la Piedra Filosofal, el Santo Grial y la Piedra Chintamani son una y la misma. Es así que dichas piedras han sido protagonistas de muchas sagas de aventuras, tanto en la literatura como en el cine.

APOLONIO DE TIANA Según cuenta la historia, Apolonio de Tiana (4 a.C – 97 d.C), tenía en su poder un mapa que le indicaba con exactitud dónde se encontraba un lugar denominado ‘La Morada de los Sabios’ o ‘Shambala’. Siguiendo los pasos indicados por el mapa, a medida que se acercaba a su destino, comenzaron a producirse hechos anormales y misteriosos, como por ejemplo, tener la sensación de que el camino por el que marchaba, desaparecía a su paso, una sensación de paisaje móvil que no permitía establecer un punto de referencia fijo. Al seguir por el camino, apareció de la nada misma, un joven de piel morena pronunciando en griego las siguientes palabras: «Su camino deben detener aquí, pero ustedes han de seguirme, ya que los Maestros Sabios me han dado la orden en tal sentido». Así pues, toda la comitiva tuvo que detenerse, solamente Apolonio y su compañero Damis, pudieron proseguir. Al llegar al lugar prometido, Apolonio fue presentado ante el Rey de los Sabios, quien recibía el nombre de Iarchas o Hiarchas. Apolonio permaneció varios meses junto al Rey Iarchas, y durante este tiempo presencio cosas increíbles. Observo profundos túneles en la tierra que proyectaban una luz brillante azulada, esta luz emanaba de la Torre de Shambala, y procedía de una piedra en forma de hacha que brillaba con fulgor diamantino. Esta piedra lleva el nombre de Chintamani. Según sus testimonios, los habitantes de la ciudad podían usar la gravitación para elevarse por los aires e incluso planear por varios metros. Apolonio estaba totalmente fascinado con aquel lugar, y prometió permanecer unido a él como si estuviera siempre presente. Antes de marcharse, recibió un encargo de los Maestros Sabios: debía esconder ciertos talismanes en lugares determinados, que en un futuro, adquirirían un significado histórico. Estos eran fragmentos de la Piedra de Chintamani.

NICOLAS ROERICH Testimonios similares a los de Apolonio se han repetido a lo largo del tiempo. En el siglo XX, el ruso Nicolás Roerich, en su viaje de 1923 al Tíbet, vivió

una experiencia similar a la de Apolonio, unos casi dos mil años después. Los lamas aseguraron a Roerich que la materia de la que está compuesta la Piedra de Chintamani no es de este mundo, ya que en realidad procede de otro planeta, un planeta que orbita la constelación estelar de Sirio. También le aseguraron que dicha piedra fue traída a la Tierra por un grupo de seres en una época remota con el fin de ayudar a la colonización y creación de una nueva civilización. Los lamas le contaron a Nicolás Roerich, que la mayor parte de esta piedra se trasladó y fue conservada hasta nuestros días en la Torre de Shambala, mientras que una serie de pequeños fragmentos desprendidos de la misma, fueron repartidos en ciertos puntos del planeta por una serie de custodios elegidos.

¿QUÉ ES SHAMBALA? Shambala es un reino mítico, etéreo, escondido en algún lugar más allá de las montañas nevadas del Himalaya. Los budistas, hinduistas y taoístas hablan de él, pero no lo ubican exactamente en el mismo emplazamiento. Tampoco se ponen de acuerdo en si su existencia es real o imaginaria. Algunos sostienen que existe realmente y otros dicen que es un lugar al que sólo se puede acceder mentalmente o mediante un grado elevado de consciencia. En India dicen que está oculto entre el Himalaya, y lo llaman Kalapa, sin embargo hay una localidad llamada Sambhala entre el río Ganges y el río Rathapra. La mitología taoísta china lo ubica en las montañas Kunlun. Sostienen que más allá del Tíbet, entre el imponente Himalaya y los valles de Asia Central, se esconde el paraíso de sabiduría universal en donde está la ‘Morada de los Sabios’, o Shambala.

LA PIEDRA DE CHINTAMANI Y EL SANTO GRIAL La piedra Chintamani se ha relacionado con el Santo Grial a través de la obra medieval «Percival», de Wolfram von Eschenbach. También se relaciona con la piedra que Jacob usó como almohada y de la cual, según dice la Biblia, creció una escalera angelical al cielo. En

el clásico sobre el Santo Grial, Eschenbach menciona la ‘Piedra del cielo de Lucifer’, la cual es verde, al igual que la Chintamani. Otra importante razón por la cual la Piedra de Chintamani se asocia con el Santo Grial, es que está enterrada en el palacio del Rey del Mundo, ubicado en el centro de Shambala. Uno de los más acreditables lugares mencionados por siglos como la auténtica localización del Santo Grial, ha sido el centro del corazón humano, y Shambala es a la Tierra, lo que el chacra del corazón es al humano.

LA PIEDRA DE CHINTAMANI Y EL CORÁN El Corán dice que La Kaaba fue construida por Abraham, Ibrahim, y su hijo Ismael, Ismail, y en una de sus esquinas contiene una reliquia, un meteorito de origen indeterminado o extraterrestre, o una piedra negra. La Piedra Negra es, según la tradición, un aerolito que el arcángel Gabriel, Yibril, entregó a Abraham. De acuerdo a las creencias islámicas, no era de ese color cuando descendió a la tierra, pero los pecados de los hijos de Adán, Adam, lo volvieron negro. Abraham y su hijo Ismael la colocaron en la esquina oriental cuando terminaron de construir la nueva Kaaba. En la Meca, el lugar sagrado y de peregrinación religiosa más importante del islam y la principal ciudad sagrada para los musulmanes, se encuentra la Gran Mezquita Masjid al-Haram. Dentro de ella está la Kaaba o Cubo, en castellano, una construcción cúbica que contiene la famosa Piedra Negra, considerada Piedra Santa por los musulmanes.

Muchos investigadores creen que la piedra Chintamani da la capacidad de conocer el futuro, de permitir a espíritus superiores materializarse en la Tierra, como un portal dimensional. Hay indicios que llevan a pensar que esta piedra sagrada está íntimamente relacionada con el Santo Grial, o que es la piedra sagrada de la Kaaba, ‘Mano derecha de Dios sobre la Tierra’, que reúne en su entorno a millones de musulmanes. Si algún día, decides emprender el viaje en busca de Shambala y de la piedra Chintamani principal, la tradición oriental sitúa la puerta más co-

nocida en el norte del Tíbet y una puerta trasera en pleno desierto de Gobi. Para la civilización occidental, Shambala es aún una quimera. En Oriente supone un puente entre lo terrenal y lo divino.

Se dice que cuando el mundo entre en una era de guerra y odio, y todo esté perdido, el Rey de Shambala saldrá de su ciudad secreta con un gran ejército para eliminar el odio y comenzar una nueva era dorada.