Por: Ethelberto Zapata Gil, Representante
de SINTRAIM .
No podemos decir que la pandemia del covid-19 nos abrió los ojos en Colombia y solo ahora descubrimos el porcentaje tan exagerado que somos. Estudios hechos por organizaciones como la Escuela Nacional Sindical, que posee mejores estadísticas que el Dane, reportaba desde antes de esta pandemia, cifras alarmantes sobre el tamaño de la informalidad. Con la pandemia en pleno desarrollo no es un secreto que ese porcentaje crecerá de manera exponencial gracias a otro tipo de masacres como la laboral, en unos casos como resultado de la quiebra de muchas pequeñas y medianas empresas y, en otros, por la aplicación, por parte de algunos empresarios, de nuevas normas como el Decreto 1174, que el gobierno de Duque ha expedido en detrimento de los trabajadores. Ante esa cruda realidad, queda demostrada la necesidad de organizar a esa inmensa mayoría de los colombianos que somos los llamados informales. Como respuesta a esa necesidad hemos conformado un nodo de causa social dentro de la Colombia Humana al que hemos llamado “Nuevo Despertar” al que aspiramos vincular muchos más trabajadores y trabajadoras informales. Pero debemos aprender de las experiencias del pasado cuando distintas administraciones municipales se valieron de organismos institucionales dizque para “mantenernos a raya”. Nuestro deber es organizarnos nosotros mismos para plantear todos nuestros reclamos, pues el sector privado y la delincuencia aprovecharán para tomarse el espacio público y explotarlo. Si no nos organizamos volveremos a ser carne de cañón de estos dos sectores que se confabulan para su
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exclusivo benecio. Solo organizados podremos llegar a instancias municipales e incidir en políticas públicas como lo venimos haciendo, cuando dimos la pelea para que a los trabajadores venteros informales se le respetara el derecho al trabajo. Pero la crisis económica y social que se avecina por cuenta de la pandemia nos obliga a mejorar ese nivel de organización y mantener en alto nuestro derecho a la protesta social. En el plan de desarrollo municipal de Medellín, hay programas de infraestructura como la remodelación del Estadio en el que exigimos ser tenidos en cuenta, lo mismo que en el sector “Ciudad del Río” y en el Proyecto Metro de la 80. Si no nos sienten organizados, se implementará la misma política del anterior alcalde llamada recuperación del Centro y si prevalece la desorganización de este sector, podría ser igual la represión. Preparémonos políticamente, porque para este cuatrienio están hablando de una política de seguridad alimentaria en los corregimientos, sin tenernos en cuenta. Allí podemos hacer nuestra mejor labor con ese gremio del trabajo en el campo, informalizado como nosotros. La pandemia profundizó la crisis que ya vivíamos antes del Covid y la situación puede empeorar. La única opción que nos queda es organizarnos y exigir a las autoridades locales el respeto a nuestro derecho de ejercer el trabajo en el espacio público como única condición para poder reunir unos pocos ingresos que nos permitan sostener a nuestras familias. Y debemos coordinar nuestras acciones con el resto de trabajadores colombianos.
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Medellín, 30 de octubre de 2020 NODO CAUSA SOCIAL “NUEVO DESPERTAR” 5