Xsumarte 24 noviembre 2013

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Revista cultural linqueña

Revista mensual. P. V. P. $ 5,00. Año 2. Número 24. Lincoln. B. A. Noviembre 2013.

*Por Fernando Signorini

Un viaje inolvidable

*Por Ramiro Segovia

«Otacuma»

*Por Agustín Lódola

Centenario de mi escuela primaria

Pintan para esta edición

«Pury» Ponce y Rubén Báez


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Editorial

legamos a XsumArte 24, una edición anterior a nuestro segundo aniversario, no poca cosa por la intensidad con la que vivimos este quehacer gráfico, que nos invita a desandar nuestra gran pasión por la cultura con mucha libertad y sin condicionamientos de ningún tipo, cosa que tratamos de evidenciar en cada contenido que publicamos. En esta ocasión decidimos ir a entrevistar a un poeta y músico muy original, hombre de convicciones, estamos hablando de Joaquín «chirico» Costa, el líder de la mítica banda linqueña Hannibal el Caníbal, que nos otorgó una intensa entrevista en donde habló de su vida, del arte, de su agrupación, de su rol como docente y de muchas otras cosas. Una nota imperdible por su contenido, que abarca 5 páginas. Una muestra de arte con más de 50 autores en escena realizada en el Mubal es otra de las propuestas que te ofrecemos. En este rico lugar, varios plásticos del Distrito se mancomunaron junto a los jóvenes de dos talleres que se realizan en nuestro medio: el de «Manos del Fonavi» y el de «Pinceles del Playón», una interacción cultural que deja a las claras la riqueza detrás de lo colectivo y también el nutrido número de autores que hay en nuestro Partido. Una pretenciosa muestra y una rica charla otorgada por el escultor Alejandro Barisone en la Escuela Media de Educación «Carlos Pellegrini» de Martínez de Hoz conforman también el cuerpo de XsumArte 24. Una iniciativa que apuntó a que los chicos entiendan un poco más el esfuerzo que conlleva la gestación de un trabajo artístico, a la vez que pudieron disfrutar de las invenciones de este mago de la vecina localidad. Para esta edición, los que se pusieron el traje de columnistas fueron Fernando Signorini y Agustín Lódola. Y ambas notas son de una carga emotiva muy fuerte. En el mes del cumpleaños de Diego Maradona, Fernando nos cuenta una anécdota que vivió junto a él en el año ´87, en donde viajaron a Cuba para visitar nada más y nada menos que al mismísimo Fidel Castro. ¡Imperdible! Por su parte, Agustín nos propone un viaje de sensaciones riquísimas mediante las cuales rememora magistralmente su paso por el primario de la Escuela N° 1 de Lincoln, que el 13 de julio de este año llegó a su centenario. En nuestra sección «Escritores Linqueños» ostentamos la primera parte de un gran cuento de Ramiro Segovia: «Otacuma», que recibió una Mención en el concurso de la editorial «El Escriba» este año. «Somos Latinoamérica», un gran festival de música que se realizó en Lincoln; el festejo por los 30 años de vida del Conservatorio de Música «Aldo Quadraccia»; la materialización de dos interesantes obras de teatro; y el arranque del evento «Creador@s y Criaturas», son los protagonistas de la sección «Actualidad», que mes a mes vamos plasmando en una de nuestras páginas para darle rodaje y propagación al acontecer artístico linqueño. Son protagonistas esta vez en nuestras dos páginas fijas abocadas a difundir los trabajos del Taller «Pinceles del Playón», «Pury» Ponce y Rubén Báez. Bienvenidos a XsumArte edición 24, esperamos que la disfruten.

EL LUZNAUTA A DiegoArmando Maradona. Una cadencia de viento encarnado esculpe un instante del vuelo con un diamante de piernas gemelas. Cruza la luz y emerge en su danza de esferas dirigidas y geométrico azar. Satélite de su cerebro, la pelota revela el cinético pacto del instinto y el pensamiento. Un relámpago simultáneo de células y fémures dispara y prepara el destino de la mirada. Ráfaga que estalla y celebra, centella que nombra y alumbra, cometa que engendra y ofrenda, sistema que integra y expande. Su intensa inocencia sostiene el ardiente equilibrio de un pájaro grabado en las pupilas. Tensa guitarra de once cuerdas, pulsada por un solista zorzal, morena bandera forjada en los metales del delirio, puma que se apaloma en la levedad del misterio.

Aroma del vértigo, imago de la infancia, calígrafo de amanuenses empeines, alquimista de prodigios, luznauta del sol invicto, espejo de potrero y meteoro, epifanía de cíclica maravilla, dínamo de medida inefable, vorágine del sortilegio, sinfonía de adagio y aplauso. Un hombre que sueña una semilla arrojada al vientre del delirio, un arduo niño suspendido entre la gracia y el asombro. Un hombre nacido para ser el demiurgo de la alegría o el atleta de la esperanza. La Pasión, según nosotros. Bosco Ortega, poeta chaqueño

Staff Editores propietarios: Santiago Zambianchi y Paula García / Diseño y diagramación: Paula García y Santiago Zambianchi / Redacción: Caseros 52 dpto. 7, Lincoln, Bs. As. / Arte de tapa: Agustín Luisi/ Columnistas: Fernando Signorini y Agustín Lódola / Agradecimientos: J. G. Paoletti / Impresión: La Posta del Noroeste, Andrade 746, Lincoln, Bs. As. / Contacto: xsumarte@hotmail.com (e-mail), Xsum Arte Lincoln (facebook), tel: 02355-15536795 / 15696907 * Número de propiedad intelectual en trámite.

TEATRO PORTA PIA

Sala climatizada 2


Actualidad Música Música yy teatro teatro

Celebración Celebración

El conservatorio celebró su trigésimo aniversario

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l viernes 25 de octubre, el Conservatorio de Música «Aldo A. Quadraccia» festejó su trigésimo aniversario con un acto oficial realmente emotivo y sentido. La celebración contó con la presencia de directivos, ex directivos, alumnos, egresados, docentes y miembros partícipes de la creación y el funcionamiento de esta importante institución local. Luego de la entrada de la bandera de ceremonias y de la entonación del Himno Nacional -interpretado por el Ensamble Vocal, dirigido por Gerardo Marchessi- se dio paso al discurso conmemorativo, que estuvo a cargo de Viviana Castronuovo, quien brindó

palabras de agradecimiento a los presentes y realizó un recorrido intenso y muy emotivo por la historia de la institución. Luego se realizó la proyección de un video en el cual cada una de las autoridades que encabezaron la dirección en estos treinta años reflexionó sobre la historia del

conservatorio y sobre los logros obtenidos a lo largo de toda esta carrera. El momento más sentido de la celebración se vivió cuando la voz de la conducción anunció que el auditorio llevaría el nombre «Mariano Guezamburo», en homenaje a su profesor, quien realizó el descubri-

miento de la placa con su nombre junto a otros directivos y familiares. En este contexto, Guezamburo agradeció el reconocimiento y recordó anécdotas de sus comienzos, a la vez que reflexionó sobre la lucha que había protagonizado para el nacimiento de la escuela. El cierre de la jornada se llevó a cabo con un concierto a cargo de profesores de la institución, del grupo musical Tengo Pa’ l Truco y mediante la interpretación del Ensamble Vocal, quienes luego dieron espacio a la visita de la muestra de pintura «Petela Quadraccia», emplazada en el ingreso de la entidad.

Latinoamérica musical para Lincoln

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uestra ciudad fue sede de un gran festival artístico denominado «Sonamos Latinoamérica». Esta gran iniciativa, que fue organizada por la secretaría de Cultural local, tuvo como protagonistas a músicos de Argentina, Venezuela, Colombia, México y de nuestra ciudad. Fueron tres jornadas que se desarrollaron entre el jueves 17 de octubre y el sábado 19 en los escenarios del teatro GIDI y «Porta Pía», la entrada fue libre y gratuita. El jueves fue la primera jornada y la apertura estuvo a cargo de la Orquesta Escuela de Lincoln, luego se presentó Esteban Ojeda Grupo, de Venezuela y, para cerrar, estuvieron Na Morales y Los Benditos, de Colombia. En tanto, el viernes fue el turno de Richard Rodríguez, de Venezuela, y también de La Guachafita, de Colombia. El cierre contó con un variado espectáculo que se desarrolló en el «Porta Pía». En esta oportunidad, se presentaron Ensamble Canobo, de Venezuela; Cler Cuarteto, de Capital Federal; Teclas, cuerdas y capachos, de Venezuela; y Tengo Pa’l Truco, de nuestra ciudad.

«Sepultadas», en GIDI

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l 26 de octubre, la obra de teatro «Sepultadas» se presentó en la mítica sala de la casa de GIDI, ubicada en la avenida 9 de Julio 348. Esta obra de arte marca en su contenido un nítido y comprometido mensaje y un gran compromiso social: luchar contra el femicidio. Esta puesta en escena fue llevada a cabo por Silvina Petralía y Belén Solera, y la dirección estuvo a cargo de Mateo Potes. La entrada fue a la gorra.

Arrancó «Creador@s»

«Venecia» subió a las tablas del «Enrique Urcola»

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a obra teatral «Venecia» se presentó el sábado 2 y domingo 3 de noviembre en el Ateneo Cultural «Enrique Urcola». Las funciones fueron con entrada libre y gratuita. La puesta en escena de esta obra se pudo materializar gracias al trabajo en conjunto del Centro de Investigación Artística Linqueña

(CIAL) y del grupo de teatro La Fragua. La obra está basada en la historia de una madama ciega y achacada, que quiere cumplir su viejo sueño de viajar a Venecia para disculparse ante Giacomo, el amor de su vida, a quien no correspondió en su momento. Sus ‘chicas’ y el cliente inventan un

ingenioso viaje para que sus deseos se cumplan. Conforman el elenco de este trabajo artístico Mariela Sanín, Nancy Roseti, Damián Fernández, Melisa Rodríguez, Rocío Bolzán y Martín Roldán. La asistencia de dirección está a cargo de Aixa Ferro y la iluminación en manos de Marcos Ottoboni. La dirección general es de Hugo Barbieri.

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Creador@s y criaturas 2013» se puso en marcha. El domingo 3 de noviembre, en el Conservatorio «Aldo Quadraccia», se llevó a cabo el primer taller denominado «Instrumentación y arreglos de músicas sudamericanas», que estuvo a cargo de la profesora Nora Sarmoria. Asimismo, el 9 y 10, se desarrollará en el Centro Cultural «Pantalones Cortos», el taller de danza «El cuerpo que camina», a cargo de Manuela Sansot. Luego, los días 16 y 17 se pondrá en marcha el taller de fotografía, a cargo de Kaloian Santos Cabrera, en el restaurante Éccole Qua; y el de teatro, que será dictado por Eleonora Valdez en el ex Club Independiente (Cooperadora del hospital).

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¡MÚSICA, MAESTRO! R

eal, desnudo, con un nivel de coherencia respecto al sostén de sus convicciones digno de admirar. Fabián Joaquín «chirico» Costa es un personaje de nuestra música y de nuestras letras muy particular, que denota arriba del escenario y abajo un halo de originalidad existencial muy particular. Puede uno encontrarse con estos aspectos en una charla cualquiera con él y también cuando está sobre las tablas. Él no especula ni simula nada, muestra el brebaje de su espontaneidad y potencia artística en todo momento, punto focal muy difícil para cualquier ser humano que pretenda emprender un camino de equilibrio y coherencia. También es el talento el que lo denota. Mucho de barro urbano, lírica y conjugación de metáforas increíbles y duras son parte de sus composiciones, que han trascendido y marcado a la mayoría de los que han podido escuchar su banda, Hannibal el Caníbal, que tiene a esta altura un rodaje y un camino hecho de más de 20 años. No poca cosa para una agrupación de nuestro medio. Es más, podría decir que el Caníbal es una de las bandas de rock más importantes de nuestra historia musical local. Eso se lo discuto a cualquiera. Y no es por alabanza superflua y vacía, no es para inflarla porque es en esta nota su cantante centralidad y núcleo. No. Hannibal es la inteligencia, sagacidad, militancia y crudo paisaje de letras geniales que le supo impostar Chirico, también la enriquecida maestría que le estamparon aquellos que fueron parte de ella hasta hoy, entre ellos, Guillermo Lorna, Santiago «guly» Leva, Damián Cosentino, «Tony» Petruccelli, Bruno Bezzi, Matías Podestá, Jorge Hinojosa, Andrés Piluso y Fede Bársena. Pero esto no es todo dentro del cúmulo de rasgos que recubren la originalidad de Chirico, también él es maestro desde hace muchos años, ejercicio laboral que emprende con mucho compromiso y crítica, y que empezó en el ´94 en el Bolsón, Río Negro, y que lo continuó a partir del ´98 en la Pcia. de Buenos Aires, y que lleva adelante con la convicción y certeza de que la educación no es una cues-

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Joaquín Costa es sin duda uno de los personajes más importantes de nuestra música linqueña. 20 años tocando en la mítica banda Hannibal el Caníbal conforman y proponen el talento de este artista genial, que a la vez es un gran compositor y se dedica a la docencia desde hace tiempo. Cinco páginas con Chirico al desnudo es la propuesta central de esta edición número 24. A ponerse el cinturón de seguridad. tión individual, sino un hecho colectivo y, por consiguiente, político y social. Lo cierto es que desde XsumArte nos tomamos el atrevimiento de ir a entrevistar a este gran personaje de nuestra cultura, y en la conformación de la nota a priori pensamos que podíamos dividirla en dos partes para hablar con un poco más de rigurosidad sobre las cosas que lo movilizan: la vida, la música y la docencia. Aquí te presentamos a un artista genial, que nació en San Martín en 1965 y que llegó a Lincoln en el ´80, para conformar aquí su carrera melódica, que la emprendió en el ´84 junto a «Nacho» Arrizabalaga haciendo un dúo denominado Otilia, la pitonisa, luego siendo parte en el ´85 de La ballena que for-

mó junto a Guillermo Lorna y Javier Galli, para finalmente aplomarse en los ´90 en Hannibal el Caníbal, banda fundante de un estilo muy personal, que tiene en su haber innumerables presentaciones magistrales y dos discos: «Homo Pampasicus» y «Malos esclavos».

Chirico Costa está en XsumArte, y nos regala a continuación 5 páginas de su potencia intelectual.

1- Naciste en San Martín, allí viviste hasta los doce años y luego viniste para Lincoln, pues así lo decidieron tus padres, ¿qué fue lo que los llevó a tomar esa decisión de venir para aquí? ¿Cómo recordás aquellos años de tu infancia? No, nací en el hospital de San Martín, pero después viví en varios lugares del Gran Buenos Aires. En el lugar que estuve más tiempo y que más recuerdo es la zona de Munro y Carapachay. Mi viejo tra-

bajaba en una metalúrgica, y me crié en barrios de inmigrantes que trabajaban en fábricas, con casas construidas entre las fábricas, paredones, cortadas, campitos que se transformaban en potreros, diagonales y lo más importante: gente que había llegado en algún momento desde todas partes. Del interior del país como mis viejos, de todas las provincias, de los países limítrofes y muchos europeos que durante la segunda guerra mundial habían aprendido oficios relacionados, torneros, mecánicos, soldadores... Así que, imaginate, era lo que hoy se llamaría una comunidad pluricultural, era, ahora me doy cuenta, un descubrimiento constante, todos éramos bien distintos y compartíamos ese lugar del mundo aprendiendo los unos de los otros. Tuve la suerte de escuchar de primera mano relatos sobre la vida de esa gente y, de alguna manera, ir armando mi mapa del mundo con esos colores, historias sobre la segunda guerra, la guerra civil española, el monte santiagueño, los ríos del Paraguay, los puertos de Lisboa y Nápoli, el frío de Polonia, el sitio de Stalingrado, el calor del Chaco, los peces del Volga, los olivares de Andalucía, el holocausto, las murgas uruguayas, los soldados del IRA, el muro de los lamentos, el arte japonés, las alfombras armenias; era un lugar apasionante para un chico, a eso sumale todo el proceso político que se daba por esa época, las luchas obreras, el retorno de Perón, todos los movimientos y partidos revolucionarios que aparecieron, la militancia de los jóvenes hijos de aquellos inmigrantes. Todo esto duró hasta fines del ´75, y ahí la cosa se puso fea, pero fea en serio. Primero los secuestros y asesinatos de la triple A, los grupos de tareas; y después directamente la militarización del barrio y las fábricas. Empezaron a desaparecer los padres y los hermanos de mis amigos del barrio, comisiones internas enteras de las fábricas, maestras, monjas, pibes, todo se transformó en tiros y sirenas. Ya las cosas no volvieron a ser como eran, pasamos de andar por el barrio a estar encerrados en casa o en la escuela.


había que hacer covers y a lo sumo hacer algún tema propio disimulado entre ellos. Como no estaba de acuerdo subía solo con mi guitarra a tocar lo mío. Después aparecieron el «Negro» y «Guille», armamos La Ballena y entre los tres salimos a tocar lo que armábamos, fue una experiencia importante. Por primera vez aparecía en el pueblo una banda que no imitaba a nadie y tocaba y decía lo que se le antojaba. De alguna manera quedó demostrado para nosotros que para que la gente escuchara y moviera la patita no hacía falta hablar por boca de ganso.

Mi padre, en el ´77, decide venirse a Lincoln, acá vivía mi abuela y nosotros veníamos periódicamente de visita, no llegué a hablar con mi viejo de los motivos concretos por los cuales él decide venirse, supe después por mi vieja que cuando militarizaron la fábrica habían empezado los problemas, y mi viejo termina yéndose. Más adelante, a mediados del ´78, llegó el resto de la familia.

2- ¿Qué pasó cuando llegaste a Lincoln? ¿Qué fue lo que cambió? Mi recuerdo de la llegada a Lincoln, en realidad cuando me di cuenta que estaba en otro lugar, fue mi primer día en la escuela normal. Creo que fue un adelanto de lo que iba a ser mi adolescencia en este pueblo. Llegué un lunes a la mañana de blazer, como iba yo a mi escuela secundaria. Estuve toda la mañana intentando entender qué pasaba ahí adentro, cerca de las doce me informaron que se habían confundido y tenía que cursar a la tarde. Ya no tenía que tomar colectivos para ir y volver de la escuela, de a poco fui descubriendo que podía caminar sin riesgos por la calle, no había operativos ni armas largas en todos lados, no necesitaba llevar documentos encima; todo eso que formaba parte de la normalidad para mí iba quedando cada vez más lejos. Aunque no tanto, descubrí que había otras formas de violencia y control, no tan bestiales ni tan explícitas, aunque no por eso menos efectivas y funcionales. Nadie hablaba de dictadura, se referían al gobierno militar o al proceso, en realidad creo que la mayoría apoyaba, de hecho, ya en democracia votaron como intendente a alguien que lo había sido durante esos años. Todo me era extraño, recuerdo que una vez, charlando con un par de compañeros, les conté de los campos de concentración, de las torturas, de los presos políticos y me miraron con cara de qué está inventando este porteño mentiroso, de ahí en más empecé a tener cuidado con lo que decía y a quién. Era la sensación de que nadie entendía lo que estaba pasando y yo no lo podía creer. Tuve que aprender a relacionarme, así comencé a compartir con mis compañeros salidas de noche, idas a cazar y a pescar, y guardar para mí por algunos años la lectura de los diarios, la literatura no recomendada desde la escuela, la música y

5- ¿Qué significó el nacimiento de Hannibal? der a tocar la guitarra escuchando ¿Cómo se armó todo? ¿Qué esas cositas que me habían legaa Hendrix, Clapton, Page, Mick buscaban cuando se iniciado los amigos más grandes de mi hasta aprender a escribir para que Taylor, Mudy Waters, Manal, el ron? barrio. me tomaran en un conservatorio que dirigía una violinista checa que se ganaba la vida entre sus actuaciones y lo que aportábamos

«Flaco», «Pappo» y todo ese mundo de sonidos que por aquel entonces no se escuchaba en la radio o en la tele. Con mi primo no estudiaba, disfrutaba de la música muy lejos del tedio y el ejercicio. Creo que me enlugar señó lo más importante sobre la música.

de seis años con ganas de apren-

Tocaba solo porque por aquel entonces todos los que hacían música en el pueblo pensaban que

3- Según alguna data que tenemos, fue tu madre la que te contó que ya a los 5 años querías tocar la guitarra. Y tu tío baterista -con quien «Nos dedicamos a fundar un ibas a estudiar- el que donde te acercó a Led Zepla anarquía funcionara en todo su esplendor» pelin y a Hendrix, ¿fue 4- Empezaste topor estas cosas que cando solo, luego empezaste a entrar en lo hiciste en la contacto con la músibanda Ballena los pibes del barrio. Mi primo Raca? fael, baterista y profe de música, del lugar y en los ´90 ya se La música siempre estuvo presen- me hizo escuchar y disfrutar muarmó Hannibal el Caníbal, te, desde las reuniones familiares, chas cosas que tenían que ver con ¿como recordás este pasalas fiestas del barrio, las murgas los sonidos de la generación de él de carnaval y los tíos y primos mú- y la nuestra, imaginate un chico je de tu vida? sicos. Fui yo quien le informé a mi madre que iba a estudiar guitarra a los cinco años, tuve que esperar

Con esta certeza ya lo del Caníbal fue más sencillo, había cosas que ya no hacía falta discutir, nos dedicamos a fundar un lugar donde la anarquía funcionara en todo su esplendor. Fue duro, la realidad nos golpeaba como golpeó a la mayoría, no había un mango, no había trabajo, no había futuro, nos hicimos fuertes en la necesidad y con el rejunte de cables propios y prestados salimos a los lugares que nosotros inventábamos para tocar. Veníamos de los ´80, noches brillantes y días terribles, se venía perfilando la pesadilla y la idea de sobrevivir, era la que nos juntaba, todo era un vacío insoportable. Desde un japonés pelotudo anunciando el fin de la historia hasta el sogueo cotidiano como forma de vida. De alguna forma había que rebelarse y mantenerse despierto, ya era una rebelión. Recuerdo a un amigo citando a Napoleón cuando la retirada de Rusia: «... nadie se siente, porque el que se sienta se duerme y el que se duerme se muere.»

6- El Caníbal nació en el inicio de una etapa política (la menemista) que luego sería fatídica para la Argentina, ¿qué mirada le impusieron a este proceso? ¿Fueron críticos desde el principio o la fiebre del electrodoméstico también los sedujo? Las canciones de aquella época, algunas menos, son las que están en el álbum «Homo Pampásicus», que recién grabamos en el año 2000, las letras son bastante claras al respecto, y no creo que haya

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sido sólo por lucidez dudosa que nos opusimos con tanta ferocidad, éramos plenamente conscientes de ser parte de los sacrificios humanos que requiere el dios mercado cuando se pone nervioso. No había tiempo para pensar en electrodomésticos, los que formábamos por aquel entonces esa comunidad que sostiene una banda, teníamos la soga cortita, no perdíamos algún privilegio, se trataba de carne picada de vez en cuando y cigarros armados, el Caníbal y los afectos eran lo único de dónde agarrarse, lo único que valía la pena.

7- Hannibal se mantuvo durante largos años imponiendo un estilo siempre propio, sin covers, con letras originales, que abarcan el rock, las bagualas, la milonga, entre otros, ¿cómo ves vos esta heterogeneidad de géneros, esta propuesta a la apertura de la música en todos los sentidos? ¿Por qué nunca hicieron covers? Lo que vos llamás estilo era el resultado de esa anarquía, y de la convicción de que cualquier impedimento para decir debía ser anulado, si pintaba blues era blues, si pintaba cumbia era cumbia; lo importante pasa por otro lado. La libertad absoluta con que nos manejamos siempre incluye también esto, no dependemos de nadie, ni siquiera vivimos de esto, así que nos podemos dar el lujo de decir lo que sea y como sea, sin restricciones de ningún tipo, y, en consecuencia, el que escucha puede estar de acuerdo o no, pero puede estar seguro que no lo estamos jodiendo. Lo de los covers estaba descartado de entrada, de última, si lo que se dice es una boludez, está bueno poder hacerse cargo.

8- ¿Cuáles son las palabras que definen a la banda durante tantos años de rodaje? No hay palabras para tanto.

9- ¿Qué te ha dejado Hannibal? ¿Dejarme? Nada. Yo soy parte de eso y eso es parte de mí. Es uno de los que soy.

10- ¿Cuál es el momento más grato que recordás con el grupo? ¿Cuál el disco que

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nes, comprábamos y nos quedábamos esperando. Cuando ya estábamos los siete u ocho que íbamos todos los días, la mujer le decía al marido: -¡Ála, Miguel, que los niños necesitan copla! Y cantaban los dos alguna para nosotros, después nos regalaban un churro o una vainilla. Aplaudíamos, agradecíamos y nos mandaban para la casa. Para mí desde siempre las palabras y la música están unidas entre sí y a las panaderías.

más te ha gustado de los que hicieron? El momento más grato que vivimos como banda fue más o menos por el 2001/02, cuando empezamos a ver que a los recitales entraban pibes de todas partes, ya no sólo los jóvenes de clase media que son el público clásico de rock de este pueblo, sino pibes de los barrios que traían a sus amigos para que conocieran eso y compartieran con nosotros esa noche. Habíamos conseguido llegar a lugares donde muchas bandas no llegan y eso se notaba mucho cuando terminábamos de tocar y charlábamos con todo el mundo. A pesar que nos instalaban un patrullero en la puerta cada vez que tocábamos, que decían estupideces malintencionadas todo el tiempo, que nos borraban sistemáticamente de cualquier cosa que tuviera un corte cultural, seguíamos tocando y convocando, y disfrutando porque sabíamos que esa era la mejor de las venganzas. Los discos no son algo a lo que yo le de demasiada importancia, estuvo la oportunidad de grabar y lo hicimos, lo que quedó, quedó. No tengo preferencia, todo forma parte de un todo más grande.

11- No escuchamos a Hannibal por ningún lado hoy, ¿están en un parate o ya no tocarán más? Estamos haciendo una siesta y no pusimos el reloj porque nunca lo hicimos. Cuando sea el momento nos despertamos y volvemos.

12- ¿Cómo ves las bandas de Lincoln en la actualidad? Son pocos los escenarios y caros los costos para hacer un disco, ¿esto significa para ellas una limitación artística o hay otros caminos para plasmar la invención? Confieso que no he escuchado demasiado. Conozco a la gente de Jornal, me gusta cómo suena, pero sería injusto opinar sobre lo que otros hacen, para eso están los que los van a escuchar y comparten esa historia. Sobre los impedimentos, siempre fueron y serán muchos cuando tengas algo para decir, todos intentamos y seguimos intentando encontrar el agujero en el alambre.

16- ¿Cuál es la canción que más te gusta de todas las que has compuesto?

13- Y el arte en general de nuestra ciudad, ¿cómo lo ves?

tud? ¿Es natural o fue perfeccionándose con la lectu- 15- ¿Qué significa la música para vos? ¿Y la escritura y con la vida? Nada es natural. En realidad he ra? ¿Pensás a ésta siempre escrito muy poco, de hecho, en pos y acompañada de la muchas letras no están escri- melodía, o tus composiciotas y, cuando me las olvido, nes tienen cierta independencia?

Me gusta ver todo lo que se hace por acá, pero voy, veo y arranco, porque la gente culta me pone nervioso. Ahora estoy descubriendo un Hay gente que recuerda poco lo del teatro a través lugares, otras caras, olode mi hija y realmente me «Me gusta ver todo lo que se hace res, números, texturas, y sorprende ese mundo que por acá, pero voy, veo y arranco, eso les dispara otros resiempre me fue extraño, porque la gente culta me pone cuerdos y otras sensaporque no me bancaba la nervioso» ciones. Bueno, eso a mí pedantería de los actores me pasa con los sonidos de otras épocas. Por suery, sobre todo, con las te, los pibes están en otra voces. frecuencia, por lo menos Cuando tenía unos 8 los que yo conozco. años pasaba a buscar a dos amifuiste. Puede ser de haragán, gos para ir a la panadería que quepero si me olvido es que tamdaba a cuatro cuadras de mi casa 14- Sos un compositor con poco era tan importante, mey que era de una pareja de espauna escritura extremada- jor que se vaya por donde ñoles republicanos. Allá nos envino. mente original, ¿cómo fuis- No creo que eso de la escritu- contrábamos con otros pibes dete construyendo esta vir- ra mejore o empeore, solamen- signados para las mismas funciote cambia y va siendo lo que tenga que ser.

En realidad, toda es una sola canción que empecé a componer hace tiempo y sigo en eso.

17- ¿Cuáles son tus músicos y cuáles tus escritores favoritos? Todos los que se me vienen a la cabeza en este momento tienen cosas que me gustan y cosas que no. Elijo escuchar y seguir escuchando. Creo que no hay que quedarse con lo que conocemos, hay que salir a cazar. Siempre es bueno volver a escuchar o leer, pero lo maravilloso es descubrir otras cosas o encontrar en lo conocido alguna cosa que la primera vez se nos escapó. Tengo la suerte de tener un hijo que me acercó a sonidos que yo no hubiera podido llegar solo, me propone algunos laberintos que me gusta encontrar.

EL MAESTRO

1- ¿Por qué elegiste ser maestro? La verdad, no sé. Empecé el profesorado en primaria como para ver de qué se trataba, me interesó desde la cuestión intelectual todo el planteo que circulaba entre los estudiantes, pero igual no terminaba de convencerme. Después me mandan a observar a una escuela y ahí casi abandono, vi a esos pobres pibes todos quietos, repitiendo estupideces y unas viejas bravas que se decían maestras ejemplares, disputándose a ver cuál de ellas era capaz de asustar más a un pibe. Pero aguanté y seguí estudiando, sospechaba que había más. Por suerte, cuando me tocó practicar, conocí a otros compañeros con otras miradas y pude ver a través de ellos otra forma de hacer las cosas. Después empecé un par de carreras más y ahí me terminé de dar cuenta

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que lo que en realidad quería era ser maestro.

2- ¿Cómo ejercés esta vocación? No creo que esto sea una vocación, es un trabajo. El problema es que si se cree que es una vocación, con eso alcanza y no hace falta aprender nada. Sin embargo, se aprende todo el tiempo y si te das cuenta que tenés la oportunidad de charlar con el futuro todos los días, se transforma en el trabajo más envidiable que pueda existir. También el saber que esto es un trabajo da un sentido de pertenencia, ni profesional, ni misionero por vocación, soy un trabajador cuyo destino está atado al del resto de los trabajadores. Y si algo aprendimos en los años más duros fue que nadie se salva solo, que no hay que comprar los espejitos que ofrecen los mismos vendedores que nos estafaron una y otra vez. Siempre que se hable de educación se está hablando de futuro, de preparar a las siguientes generaciones para algo que indefectiblemente no conocemos, casi como enseñar lo que no se sabe. Esto, que a primera vista parece un sacrilegio pedagógico, es lo más parecido a lo que ocurre en la realidad. Así como las maestras de principios del siglo pasado educaron ciudadanos sin ser ellas ciudadanas, para no entrar en detalle ni siquiera podían votar; tal vez a nosotros nos toque educar a personas libres, justas y democráticas, concientes de la pertenencia a un colectivo que va más allá de su entorno, sin que nosotros todavía hayamos entendido del todo estas cuestiones.

3- ¿Cómo te llevás con los jóvenes? Jóvenes somos todos, algunos con más antigüedad en el cargo.

4- ¿Cómo fuiste como alumno? ¿Qué es lo que rescatás de tu educación? Como alumno fui de acuerdo a lo que tenía enfrente, a veces era aplicado y ocupado; otras, absolutamente insoportable. Por suerte pude darme maña como para que el sistema no me aplastara, hice la última parte de la primaria y la secundaria entera durante la dictadura, bastante maltrecho, pero llegué vivo al año ´83, egresando del secundario con 18 años. Lo de después ya fue otra historia. De lo que me tocó en mi paso por la escuela tuve la suerte de tener algunos maestros interesantes que de alguna forma me ayudaron a construir algunas herramientas valiosas, tanto en mi relación con el conocimiento como en la forma de utilizarlo. Como decía un francés bastante conocido: «Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros».

5- No te gustan los recitados de memoria ni los loga-

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«Ningún docente por sí solo puede conseguir algún cambio realmente importante. La educación no es una cuestión individual, es un hecho colectivo y, por consiguiente, político y social»

Lo que si quedó claro en este proceso es que ningún docente por sí solo puede conseguir algún cambio realmente importante. La educación no es una cuestión individual, es un hecho colectivo y, por consiguiente, político y social. Y si no lo podemos pensar desde ahí, mejor no hacer ninguna conclusión, porque estamos errando.

6- ¿Cómo ves el futuro de los chicos partiendo del contexto del presente? ritmos, muy impuestos en la educación de hoy, apuntalada a formar a la persona en pos de los intereses del sistema, ¿cómo se logra contrarrestar esta postura? ¿Cómo se hace desde la docencia para ayudar a hacer pensar a la gente de manera más interior y sentida? La educación tiene algo que la asemeja al fútbol, todo el mundo habla al respecto y todos tienen derecho a hacerlo. Y tiene algo que la distingue, en el fútbol, cuando de-

cís penal, todos entienden penal; cuando decís off-side, todos entienden off-side. En educación, todo es un poco más complicado y escuchás a mucho notable diciendo cosas que nadie entiende y a mucho comedido asintiendo sin tener la menor idea de lo que se está diciendo, o entendiendo lo que se dice de alguna manera extraña. Esto pone las cosas en un lugar bastante especial. Yendo a lo concreto, hoy por hoy lo importante es que a partir de 2006/2007, con todo un marco jurídico y político-pedagógico nuevo, el sistema tiene otra visión completamente distinta de la cosa, apunta a otros objetivos respecto a los que perseguía la escuela tradicional. Conseguir todo esto fue una lucha dura y larga de la organización sindical a la que pertenezco, la CTERA, y esa lucha no termina porque ahora falta la concreción de lo que está escrito en toda su dimensión.

Los pibes la tienen clara, y, si no, harán lo necesario para aclararla. Las complicaciones son de los que no saben mirar. PING PONG

1- ¿Qué diferencia hay entre el hombre y el animal? Los animales sueñan solos.

2- ¿Hay verdad en algún lado? Sí.

3- ¿Es hallable la felicidad o es un abstracto que fluctúa invariablemente? No sé qué es hallable, no podría definir abstracción, el verbo fluctuar es complicado y no creo que haya algo invariable.

4- ¿Qué es la política? Todo lo que hacemos todos todo el tiempo.

5- ¿Qué opinás de las religiones? ¿Ayuda la fe? El problema empezó cuando un piola de la tribu se avivó y dijo: «Yo hablo con los dioses y si ustedes no hacen lo que yo digo, acá se pudre todo. Más sofisticado, o no, sigue siendo igual. Pastor de ninguna oveja, oveja de ningún pastor. Como bien dice el Caníbal.

6- ¿Cuál es la diferencia entre un niño y un adulto? La infancia es un invento de los adultos.

7- ¿Cuáles son las cosas que disfrutás y cuáles las que te hacen sufrir? Eso también va cambiando.

8- ¿Cuál es tu peor defecto y cuál tu mejor virtud? Pregunta para los demás.

9- ¿Cómo ves el presente a nivel mundial? Roma está que estrila. Por suerte, en algunas provincias hay algunos rebeldes que esperanzan.

10- ¿Qué nos falta para que la humanidad esté un poco mejor? Por más vueltas que demos, seguimos precisando lo mismo: libertad, igualdad y fraternidad. Más un poco de rocanrol.


«Otacuma» 1

En 1920, Gran Bretaña era la principal potencia. Su salida al mar era, para los especialistas de la época, la principal explicación para que el país europeo haya incrementado sus relaciones comerciales con el resto del mundo. Esa ventaja natural le había permitido crecer económicamente durante décadas. Acá en Sudamérica, el territorio chileno, en 1920, poseía una amplia diversidad en sierras y montañas. En el orden político y social, en aquellos años, el mandato presidencial de Julio Arsaguet iba a quedar marcado en la historia. El 3 de enero de 1920, los presidentes de Chile y Estados Unidos firmaron un convenio ostentoso de explotación minera. En aquel acuerdo político, Chile cedió un importante sector de su territorio a los Estados Unidos para que implemente sus tecnologías. Así comenzaron las excavaciones y las explosiones. La dinamita que aplicó el grupo de especialistas norteamericanos estaba unida por interceptores que se activaban eléctricamente. El sistema de cableado rodeó las minas con importantes cantidades de explosivos. Y un detonador, ubicado a un kilómetro de distancia, se activaba para generar una explosión considerable. Con ese mecanismo, se destruyó el paisaje y se encontraron miles de minerales de incalculable valor. Se sabía que Gran Bretaña no iba a dejar pasar semejante negocio. Ante la eficacia económica que provocó el ingreso de los Estados Unidos en el territorio chileno, la potencia europea decidió unirse al proyecto. De esa manera, Chile, Estados Unidos y Gran Bretaña acrecentaron sus economías de mercado y aumentaron en millones de dólares sus ingresos. A pesar de ser el dueño de las tierras explotadas, Chile fue el país que menos rédito tuvo. No obstante, la explotación minera fue se principal recurso económico durante toda la década del veinte. El 10 de enero de 1921, el presidente norteamericano Ronald Chester visitó Chille por primera vez en la historia. En su discurso inaugural dejó en evidencia sus intenciones. Ante la comitiva del gobierno chileno y de los medios gráficos, el presidente Chester dijo: «La conexión entre tecnología y recursos naturales marcará el crecimiento de los países que pretenden ser potencia.

Este cuento de nuestro escritor local, Ramiro Segovia, ha obtenido una Mención en el Certamen literario nacional «EDICIONES EL ESCRIBA 2013», y pasará a integrar la Antología «Palabras escritas-Palabras dichas», Ediciones El Escriba 2013. Vale destacar que Segovia ya había sido premiado por esta editorial en el año 2011, con un cuento de su autoría titulado «Frases finales», que seguramente publicaremos en ediciones posteriores.

Chile tiene todo para ser un país del primer mundo. Y nuestra política para los países de Sudamérica, Latinoamérica y América Central es colaborar para que eso ocurra». El apoyo de Chester inició una época de bonanzas para el país sudamericano. Todo funcionó de la mejor forma. Chile creció en la escena mundial y le generó un importante ingreso económico a los Estados Unidos de Norteamérica. El negocio ascendió a la escala mundial cuando en febrero de 1921 el primer ministro de Gran Bretaña, Arnold Champ, envió una circular al gobierno de los Estados Unidos comunicando sus intenciones de adquirir los minerales extraídos sobre suelo chileno. Ante esa propuesta, el presidente Chester viajó al país europeo para concretar el pacto. El acuerdo se firmó el 5 de abril de 1921. Con el ingreso de un nuevo e importante comprador, Estados Unidos aumentó las tareas de explotación. La dinamita comenzó a formar parte del paisaje cotidiano y los sonidos ensordecedores fueron una cos-

tumbre para los pueblerinos de Otacuma, la principal región explotada. La industria minera se transformó en el principal motor para el ascenso social. Más de quinientos mil ciudadanos chilenos fueron contratados por el gobierno norteamericano. Y cada trabajador minero pudo crecer económicamente gracias a la explotación de las tierras. Pero en un tiempo muy breve, el trabajo sobre suelo chileno iba a encontrar su tragedia, que al igual que su crecimiento económico, no iba a encontrar antecedentes en su historia. Ramiro Segovia *Continua en la próxima edición de XsumArte

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Colectivo artístico en el Mubal

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l viernes 25 de octubre, en el Museo de Bellas Artes «Manuel Ballarino», se realizó una increíble muestra colectiva de la que participaron más de 50 artistas plásticos, quienes se conjugaron de manera magistral en este bello lugar denominado Mubal, que siempre es fuente y base de propagación de la cultura local y zonal. De esta muestra fueron protagonistas varios artistas de nuestro Distrito, los jóvenes del taller de Plástica «Manos del Fonavi» (dirigido por Agustín Luisi y Jesús Gorrini) y también los integrantes del taller de Muralismo que se desarrolla en el CIC del barrio San José a través del programa «Envión», y que lleva como nombre «Pinceles del playón» (desde hace varios meses a cargo de Agustín Luisi). La idea de esta iniciativa, aparte de tener como objetivo visualizar varios de los trabajos que hacen todos estos autores, es que estas obras sean donadas luego de la muestra que se extendió hasta los primeros días de noviembre- a distintos centros de nuestra ciudad, entre ellos, el Centro Integrador Comunitario del barrio San José «Presidente Néstor Kirchner», el Centro Integrador Comunitario del barrio Plaza España y el Centro de Salud del Barrio Norte «Dr. Eduardo Audisio». La organización de este evento estuvo a cargo del Municipio de Lincoln a través de su secretaría de Cultura, que está a cargo de Marina Monti. La producción y dirección artística estuvieron en manos de Cecilia Tángaro, quien ejerce el rol de coordinadora del Museo de Bellas Artes «Manuel Ballarino», emplazado en la Terminal de Ómnibus de nuestra ciudad. Los participantes de este evento fueron: Artistas: Roberto C. Agui-

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Joly Giménez: «Mi vida en colores»

Fernando Ginieis.

Manos del Fonabi: «Fuego de Primavera» Trabajo de Agustina Soria, Anabela Muñoz, Luz Caseros, Fátima Deboli, Paola Moris


Martín Luisi: «El mundo sobre el planeta»

Agustín Luisi: «En casa». Manos del Fonavi :«Equilibrio Humano». Hecho por Cristian Clavel, Hernán Coronel, Diego Bustos, Ariel Marín, Nicolás Merlo, Agustín Galeano y Pablo Ramos.

Mariano Crego, «Alineación».

Clarisa Vazquez, «Mi órbita».

Obra de Santiago Murialdo.

Manos del Fonavi: Taller de plástica a cargo de los profesores Agustín Luisi y Jesús Gorrini; Diego «Bebo» Bustos, Luz Cáceres, Cristian Clavel, Hernán Coronel, Agustín Galeano, Fortuna Deboli, Ariel Marín, Nicolás Merlo, Paola Moris, Anabela «Pitu» Muñoz, Pablo «Tati» Ramos, Agustina Soria. Pinceles del Playón: Taller de Muralismo a cargo del profesor Agustín Luisi; José Acuña, Rubén Báez, Jesús Oscar Bustos, Micaela Gonzalez, Brisa Gorosito, Yamila Herrera, Brandon Ludueña, Juan Carlos Merlo, Daniel «Pury» Ponce, Anabella Rosales, Carlos Sassone, Noelia Sonda, Gustavo Gastón Varela.

lar, Damián Aldaz, Natalia Allemand, María José Ardesi, Gladis Blanchet de Bottaro, Ana María Bosque, Beatriz Colmano, Matías Coperchio, Gino Coperchio, Mariano Crego, Susi Díaz, Almudena Esteban, Felicitas Ferrera, Esther Frino, Rosana Gagliardi, Joly Giménez, Fernando Ginieis, Jesús Gorrini, Ana Lacau, Noelia Leiro, Agustín Luisi, Martín Luisi, Elisa Massa, Popa Marcello, María Fernanda Molina, Santiago Murialdo, Dolores Noguer, Noemí Palomino, Zaida Rafful, Rody Sala, Alicia Santos de Souza, Iván Scarcella, Carmelo Stola, Cecilia Tángaro, Sofía Tassi, Clarisa Vázquez, Zulema Villareal. Carmelo Stola: «Todos somos iguales».

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Rubén Rubén Báez Báez

Abrir el juego, darles un espacio permanente a los jóvenes del taller de Muralismo que se dicta en el CIC San José a través del programa Envión. Ésa fue la idea que nos trazamos desde XsumArte, buscando darle lugar a nuestros artistas más jóvenes, que tienen mucho para dar, como se observa a través de estos hermosos dibujos, que en esta quinta entrega fueron realizados por Pury Ponce y Rubén Báez.

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CENTENARIO DE MI ESCUELA PRIMARIA *Por Agustín Lódola

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e siente un inmenso placer festejar 100 años de una institución. Reflejan un ideal de país que pretendemos. Un país de largo plazo, estratégico, planificado, donde queden en un segundo plano las urgencias y la miopía, las miradas cortas y circunstanciales. Un país con actores involucrados y comprometidos, dispuestos a tomar riesgos sabiendo que no necesariamente se beneficiarán con el resultado. Llegar a un siglo de existencia para cualquier institución es siempre motivo de festejo. Un ejemplo de perseverancia, de haberse levantado siempre después de cada caída. Premio a la acción colectiva más que a una persona. Pero hoy cumple 100 años no cualquier institución, hoy cumple 100 años una escuela; no importa, por ahora, el nombre o el número. Destaquemos que una institución educativa es centenaria, y es manifiesto irrefutable que la educación importa, que ha sido preocupación de varias generaciones, que ha permanecido por decisión y esfuerzos de múltiples personas. Si nos ponemos a repasar, casi todas las escuelas en este país cumplen o cumplirán 100 años. Principalmente las primarias y por eso hoy casi no existe el analfabetismo. Eso reconforta, da esperanza. No todo está perdido. Con todo lo que nos gusta autoflagelarnos a los argentinos, podemos estar orgullosos que nuestras escuelas primarias puedan festejar su centenario. ¿O no es la educación un proyecto a largo plazo? ¿O no es la educación el principal factor de progreso

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El 13 de julio de este año, la Escuela Nº 1 de Lincoln llegó a los 100 años de vida. de una sociedad? ¿O no es la educación la gran igualadora de oportunidades, la gran integradora social, la que pudo hacer convivir criollos con extranjeros, españoles e italianos con irlandeses y turcos, la que convirtió un crisol de razas en un proyecto de país, la que definió una nacionalidad como quería Sarmiento? A propósito de Sarmiento, no cumple 100 años cualquier institución educativa, hoy cumple 100 años mi escuela. La Escuela N° 1 de mi ciudad, la que lleva el nombre de un político, de un maestro, de un estadista. La que durante siete años me formó y sin lugar a dudas le debo mucho de lo que soy. Entonces permítanme por un momento ser egoísta y hablar de mi escuela primaria y su tiempo. Comienzo por lo que mis ojos percibieron, tan superficial como necesario: su edificio, también centenario, que por suerte ninguna moda o búsqueda de mayor comodidad han derribado. Cada rincón me trae a la mente un recuerdo, una historia, un momento. Las aulas que secuencialmente hemos

ocupado y cuyo cambio premiaba nuestro esfuerzo: la primera, la cercana al ceibo en la planta baja, hasta las de arriba cuando ya estábamos en los últimos años; las enormes galerías, limpias con aroma a aserrín y kerosene, donde jugamos interminables campeonatos de payana; la gran escalera central que queríamos siempre bajar más rápido de lo recomendado; la Dirección donde pasábamos algunos momentos en penitencia; la Biblioteca ubicada más cerca del jardín de infantes; el imponente mástil de la bandera, siempre ubicado en posición incómoda, pensado más para que la bandera se vea de afuera que de adentro. Y pienso que está bien, ¿o no es la Escuela la mejor y más pura representación del Estado, de nuestra Nación? Sigo: el hall central donde formábamos en prolijas filas y recitábamos firmemente la oración: «bandera de la patria celeste y blanca, símbolo de la unión y de la fuerza»… Uno cree que no se va acordar de nada, que cuando tiene 6, 7 u 11 años todo es pasajero, pero

recorrer cada lugar hace sacar de la memoria aquellos momentos. Los chicos son una esponja, diría una vieja maestra. Son tierra muy fértil, podríamos agregar. El patio, el enorme patio, símbolo de recreo y liberación, en realidad los diversos patios, uno con cemento pegado al Jardín, el otro donde estaba la cancha de vóley y, más al fondo, la canchita, lugar de las clases de educación física; por último, el gran salón de actos, donde, además, teníamos clases de música. Pero cada lugar no es sólo un conjunto de ladrillos y cemento, también está repleto de personas, de maestros, de directivos, de porteros, de cada uno también tenemos recuerdos. Por ejemplo, en las aulas de abajo recuerdo la paciencia infinita de las señoritas «Lele» y «Negra», que me enseñaron a leer y a escribir, completando trabajosamente el libro «Gustavito». En las aulas de arriba me acuerdo de Hilda (Trono de Solana), mi maestra de quinto grado, que con mucho empeño y firmeza me hizo estudiar

en horas extras la historia de Lincoln para un concurso municipal; nos quedábamos después de hora repasando los libros de Allende y del Escribano Rodríguez. Nunca me olvidé de esas horas. «Todos somos pobres porque todos trabajamos para vivir», nos explicó el director Besato, poniendo orden en alguna infantil discusión donde a un compañero se lo «acusaba» de esa situación; una frase que luego de haber leído bastantes libros no logro superar por su claridad y profundidad, porque también eso fue esta escuela, una diversidad social ocultada por homogéneos guardapolvos blancos, producida por padres menos estresados en la elección del colegio de sus hijos. En esos años no se planteaba esa problemática. Cada uno iba a la escuela que le quedaba más cerca, generando así una riqueza que hoy se extraña, que la lotería genética nunca va a poder igualar, y que lograba una especial simbiosis entre escuela y barrio. El barrio de mi escuela: desde la última cuadra de calles de tierra del barrio Plaza España hasta el barrio Luján, pasando por las cuadras céntricas y la estación, ensanchando el rectángulo desde el entonces casi despoblado barrio Rural hasta el Club Lincoln era el radio de influencia, incluyendo el kiosco de Paterno, proveedor habitual de nuestras meriendas. Lamentablemente hoy la situación es diferente. No hay dudas de los enormes avances institucionales (30 años de democracia), tecnológicos y económicos, pero tenemos que reconocer que la


igualdad es una asignatura pendiente. Y la desigualdad no sólo es un problema porque cierta parte de la sociedad no accede a las mismas oportunidades y, por lo tanto, encuentra techo a su desarrollo, sino porque todos nos perdemos del talento de los excluidos. «Lo importante es competir», me repetía el profe Héctor Paterlini cada vez que mis limitaciones para el deporte me hacían mirar siempre los podios desde abajo. Esa frase siempre me motiva a emprender cada proyecto como un desafío, donde ganar es una opción, pero donde competir y compartir un mismo equipo es una constante. Aquí le dije a Mari Pettovello que «quería ser banquero», en alguna indispensable clase de orientación vocacional. Bueno, anduve en el ramo. No hay dudas que en esa edad uno se despierta a su vocación, cuestión que todavía no hemos explotado. Cómo me gustaban las clases de música. No cantábamos, gritábamos, por eso hacíamos doler la cabeza a la señora Zuni. ¡Qué bien tocaba el piano! Nunca se equivocaba, ni siquiera en el intrincado himno nacional que Blas Parera parece haber compuesto para torturar a los maestros de música. Esas clases las teníamos en el salón de actos donde alguna vez tuvimos que probar ser Belgrano o San Martín y aprendernos alguna estrofa de memoria. También me acuerdo del laboratorio, siempre castigado por las palomas. Allí solíamos tener clases de ciencias naturales con la señorita Edith (Hernández de Benito). Allí teníamos el gran desafío de hacer un germinador -frasco+papel, secante+arena+semilla- y tiempo… Qué maravilla, la cosa siempre funcionaba. El ciclo de la vida resumido en un simple frasco, pero representa una metáfora de lo que es la escuela primaria como un lugar don-

de se plantan muchas semillas en cada uno de los alumnos. Qué grandes docentes y también casi todas del barrio… En el marco de una de las infaltables fotos grupales se puede leer una frase como: «En la escuela primaria nace la amistad». Y es así, aquí tuve de compañeros a los que son hoy mis amigos. Es que más allá de los aspectos académicos, que uno seguramente podría aprender en soledad en su casa, la escuela es socialización. Darnos cuenta que somos una parte de algo. Que nuestras preferencias tienen como límite la

de los demás y que juntos se pueden lograr mejores cosas que separados. Nace el famoso trabajo en equipo y cuando esto se profundiza y atraviesan los proyectos, se conforma en amistad. Sin duda que esto es uno de los agregados más importantes que me dio mi escuela primaria. Mi educación primaria, con todas estas alegrías, coincidió con un tiempo triste para los argentinos, que no quiero olvidar. Pasé por esta escuela entre 1976 y 1982. Nunca me olvido las veces que ensayamos en quinto grado unas palabras de bienvenida al gobernador de la dictadura de entonces. Saint Jeam. Teníamos que levantarnos todos a la vez y decir en ritmo militar: «bienvenido excelentísimo señor gobernador»… Por suerte, ese personaje no concurrió a nuestro sa-

lón, creo que ninguno de esos criminales se merecía ningún tipo de reverencia. Fue muy grato recordar mis cosas y mis tiempos, porque sé que cambiando los nombres propios y las fechas, lo que dije representa a muchos. Los lugares que he recorrido, todos lo han hecho, antes o después… Letras, números, germinadores, próceres, torneos, canciones, actos, bandera con sol, amistad: cosas y valores que tuvieron su lugar y sus maestros en esta querida escuela. Demasiadas cosas importan-

tes en una edad de aparente ingenuidad. Hablé demasiado de pasado porque es lo que nuestro recorrido nos permite, lo que nuestra sesgada memoria nos impone; pero una escuela no es Pasado. Todo lo contrario, una escuela es Futuro. Lo que vemos en cada momento, su presente, es sólo un subproducto, algo en elaboración, cuyos frutos se verán muchos años después. De ahí la generosidad que tiene ser maestro y por eso hace grande su rol, porque tiene que trabajar en algo que tal vez no vea su final. Por eso quiero agradecer a las docentes, actuales y pasadas. De las que están hoy y de las que no, mis docentes y las docentes de todos los que estamos presentes. Si me pongo a pensar qué es lo más importante de una escuela, creo que no es su edificio, ni su ubicación, ni su nombre, ni su número. Me parece que una escuela son sus docentes. Sé que corro el riesgo de simplificar demasiado el asunto, pero quiero hoy agradecer a los docentes, ellos son la educación. Da un enorme placer festejar 100 años de una institución porque refleja el privilegio de un proyecto de largo plazo; enorgullece que 100 años cumpla una escuela, porque nos revela que la educación es importante y, por lo tanto, la igualdad de oportunidades todavía forma parte de la agenda pública; emociona que cumpla 100 años mi escuela porque ella no sólo me dio a mí y a miles lo que somos, sino porque acá está el futuro de mi ciudad. Pero insisto, son las maestras el recurso humano que le de vida y sentido a esta institución y a las que hoy quiero agradecer profundamente. Les pido perdón por este agradecimiento tardío, por haber esperado 30 años para decir estas palabras, pero es que, como ya dijimos, las semillas que ustedes plantan tardan tiempo en germinar. Gracias maestras, feliz centenario escuela.

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Un viaje inolvidable *Por Fernando Signorini

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mediados de julio del ´87, a raíz de una mediación hecha por el querido Carlitos Bonelli, quien por entonces integraba la redacción deportiva del diario Clarín, Diego fue invitado a vacacionar en las fantásticas playas de Varadero, ubicadas en la provincia de Matanzas, 130 km. al este de La Habana. La idea lo entusiasmó, no sólo por la posibilidad de disfrutar de los encantos de ese verdadero paraíso tropical, sino porque la visita incluía una especie de alucinante «bonus-track», un encuentro con el legendario líder de la Revolución, el Comandante Fidel Castro Ruz. Creo que nunca antes (ni después) tuve el sí tan rápido como el que pronuncié al aceptar su propuesta de integrarme al grupo que lo acompañaría en tan fascinante programa. Cuando el vuelo de Cubana de Aviación despegó de Ezeiza, tuve la percepción de estar muy próximo a vivir momentos de indescriptible intensidad emocional, destinados a convertirse en recuerdos tan selectos como inolvidables. Al llegar y luego de cumplir con los trámites migratorios de rutina, fuimos llevados hasta las casas de protocolo en las que nos alojaríamos en medio del deslumbrante paisaje marino. Fueron 9 días (y 9 noches) de ensueño, en que disfrutamos de cada momento (pues era obviamente imposible no disfrutar de cada uno de ellos)… Durante una de las recepciones ofrecidas, tuve el placer de conocer a un verdadero mito del atletismo mundial como lo es Alberto Juantorena, quien en los JJ.OO de Montreal (1976) logró la hazaña (jamás repetida) de ganar el doble oro olímpico al imponerse en las finales de 400 y 800 metros llanos. Los días fueron pasando en medio del bucólico paisaje, con algunas visitas a distintos barrios y atractivos turísticos de la capital acompañados por amigos de la agencia Prensa Latina, entre los que recuerdo una larga caminata por uno de sus máximos íconos, el mítico

malecón habanero. A falta de dos días para el fin de tan inapreciable estadía, Diego fue informado de que era inminente un llamado de Fidel para concretar el encuentro prometido, por ello decidimos permanecer en la cercanía de nuestros alojamientos a la espera de noticias. Hacia el mediodía del 28, un emisario del Gobierno trajo la buena nueva: «Señor Maradona, en una hora debemos salir hacia La Habana, el Comandante lo espera»… Con poca ropa (debido al intenso calor) y mucha excitación (a causa de la cita) abordamos la «guagua» que nos trasladó hacia una casa de protocolo de la capital en la que deberíamos aguardar

la orden para el encuentro. A pesar del penetrante calor, el ánimo del grupo era inmejorable. La espera se hizo prolongada, ya que -según nos explicaron- Fidel tuvo que atender una serie de compromisos fuera de agenda. Yo aproveché para dar una hojeada a los cuatro libros sobre la Revolución que había llevado, y a los que pensaba hacer autografiar por el carismático líder para regalar luego a otros tantos amigos argentinos que simpatizaban con sus ideales. Cuando la ansiedad estaba ya en su punto límite, se hizo presente el jefe de ceremonial para indicarnos que el histórico momento había llegado… Tras un

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viaje de no más de 15 minutos, arribamos a la emblemática Plaza de la Revolución. En el preciso momento en que estábamos ingresando al austero pero magnífico edificio de la casa de Gobierno, pude percatarme de que desde el frente de la misma, un par de inconfundibles ojos «argentinos» nos miraban desde la nobleza de sus inconfundibles rasgos, los mismos que la cámara de Alberto Díaz (Korda) inmortalizó la tarde del 5 de marzo de 1960… La figura imponente de Fidel nos recibió adornada por una cálida sonrisa, pocos segundos después la entera humanidad de Diego desapareció fugaz-


mente dentro del enorme y afectuoso abrazo en que lo estrecharon sus largos brazos. A partir de ese momento, y por más de 5 horas, quedamos prácticamente hipnotizados por su avasallante personalidad, plena de contagioso entusiasmo y fino sentido del humor. Su curiosidad sin límites quedó en evidencia cuando anotó en un cuaderno la «fórmula» que Diego emplea para ejecutar penales: «Antes de patear miro al arquero», le explicó. «Mañana mismo la pruebo», respondió Fidel ante la risa de todos. Su proverbial capacidad de diálogo y la versatilidad de temas que con desbordante entusiasmo recorre, son síntomas inequívocos de una vida plena de grandes libros y experiencias formidables. Pasadas las 03.30 de la madrugada del 29, un asistente trajo una variada gama de presentes con que fuimos obsequiados; por mi parte le entregué al Comandante dos casetes del recital en el que Horacio Guaraní se había lucido recientemente ante un Luna Park repleto. En un momento dado, le pedí una dedicatoria autografiada en cada uno de los cuatro libros comprados para tal fin. «¿Éste para quién es?», me preguntó tomando el primero, «Para César», le respondí. «¿Y quién es César?», insistió. «César Menotti, el entren…». «Lo conozco perfectamente, campeón del mundo en el ´78», se apresuró en responder. «¿Y éste para quién?», inquirió mientras buscaba una página para estampar su firma en el segundo, «Para Caín», le indiqué. Entonces, esbozando una pícara sonrisa, dijo: «No andarían muy bien las relaciones entre su familia y la iglesia católica cuando le eligieron el nombre», para luego agregar: «¿Y quién es Caín?» Con la absoluta seguridad de poder sorprenderlo por primera y única vez en toda la noche, respondí: «Caín Rodríguez Dubra es un doctor en Veterinaria de la ciudad en que nací, Lincoln». «El único yankee que hubiera elegido para jugar en mi equipo», interrumpió. «¿Doctor en Veterinaria has dicho?», «Sí, especialista en genética animal, le dije, una eminencia a nivel mundial en lo referido a trasplante de óvulos por método quirúrgico en bovinos»… Entonces, pensando que lo tenía groggy, decidí ir en busca del definitivo knock-out al agregar con la contundencia de un gan-

cho a la mandíbula: «Fue el primero en abrir una clínica en Latinoamérica especializada en el tema»… «¿Cuándo ha sido eso?», preguntó cerrando el libro sumamente interesado. «No recuerdo con exactitud, pero creo que en el ´78, Comandante». Giró entonces hacia su secretario para ordenarle: «Mañana mismo me buscas en el archivo la fecha en que abrimos la nuestra en Santiago», y a continuación, mirándome fijamente a los ojos -con la grandeza de quienes están seguros de que su interlocutor no tiene ni idea- agregó: «Porque, como tú sabes, existen dos procedimientos para la transferencia de óvulos, el trasplante

quirúrgico -como bien has dicho- y otro no quirúrgico en el que se utiliza anestesia local». Apoyando su mano izquierda en mi hombro continuó: «¿Y cuál es la diferencia entre ellos? Pues que el quirúrgico garantiza un mayor porcentaje de eficacia en cuanto al número de concepciones, pero requiere mucho más tiempo para llevarlo a cabo; en cambio, el no quirúrgico es más simple, no lleva tanto trabajo pero no es tan eficaz, además hay otra serie de»… Por supuesto que a esta altura de su «cátedra» yo ya no escuchaba más nada, si bien mi cuerpo estaba presente, mi mente había volado hacia atrás en el tiempo hasta las selváticas faldas de la Sierra Maestra, desde donde este ser humano excepcional junto a un grupo no menos valioso de insobornables «construc-

tores de utopías» habían lanzado al mundo un mensaje pletórico de irrenunciable esperanza en la noble búsqueda de una sociedad más justa y digna. La inminente salida del sol marcó el final de una noche radiante. Antes de retirarnos de ese mágico ámbito, Diego obtuvo quizás su trofeo más preciado ¡la emblemática gorra de su admirado anfitrión! Quien, luego de despedirlo, se acercó hasta la ventanilla de la «guagua» para preguntarle por última vez con gesto preocupado: «Entonces, ¿antes de patear debo mirar al arquero?»… Septiembre 2013.

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Alejandro Barisone haciendo escuela

Alejandro Barisone conversando con los alumnos de la Escuela Nº 24.

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riginal, persistente, talentoso, evidente en su sensibilidad, la que posa magistral en cada instancia de sus invenciones. Alejandro Barisone, joven escultor de Martínez de Hoz, ajetrea en la pátina de sus sentidos el efecto de su redonda originalidad, don que se manifiesta en cada hierro que toca, en cada escultura que teje. Quien conoce sus trabajos y su persona, puede confirmar casi de manera súbita que su magia lo trasciende por completo. La perseverancia en sus convicciones y el convencimiento pleno sobre sus ideas lo invocan en la mano y en la mente, no poca cosa en estos tiempos. Varias muestras impactantes en su haber confirman la propuesta que surge del juego interminable de su asombro por todas las cosas. Transformar el hierro desechable, darle vida a lo que parece en desuso. Dorar la basura metálica hasta sacarle el vuelo secreto que esconde en su adentro. Alejandro se define en esta postura desde hace años: promover mediante sus trabajos artísticos el cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales. Y tangibiliza esta tarea con creaciones de una prepotencia y talento increíbles, las que por fortuna puso de

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Barisone junto a Sebastián Pagano, dueño de la empresa Pagano S.A., de Carlos Casares.

El reconocido escultor de la localidad de Martínez de Hoz dio una charla en la Escuela de Educación Media Nº 1 de esa localidad y a la vez montó una muestra con varios de sus trabajos. Una gran iniciativa que tuvo como eje central el arte y los mecanismos de su gestación. manifiesto desde el miércoles 23 de octubre al 9 de noviembre en el hall de la Escuela de Educación Media Nº 1 «Carlos Pelligrini», ubicada en la intersección 9 de Julio y 25 de Mayo, de la localidad de Martínez de Hoz. Allí, este maestro exhibió algunas creaciones de su autoría enhebradas con metal y plástico, materiales que osó en combinar gracias a la propuesta de una empresa de Carlos Casares llamada Pagano S.

A.. que realiza productos plásticos para el campo y que, a través de una iniciativa privada, lleva a cabo concursos para los artistas que se animen a intervenir los desperdicios o sobrantes de esos productos, que luego son comercializados en la zona o en el exterior. Lo cierto es que este escultor que enaltece la cultura de nuestro Distrito, y que en el año 2009 creó un centro cultural denominado «Las 9 musas» junto a Zai-

da Rafful y Ramón Parera en la localidad donde vive, convocó a los chicos de la Escuela Nº 24 para contarles que no sólo las invenciones nacen del talento, sino también del arduo trabajo, del convencimiento y de la persistencia, condiciones básicas para darle rodaje y acabado a una idea, para materializarla finalmente mediante un soporte artístico, conceptos que seguramente ayudaron a que los jóvenes entiendan un poco más que la gestación de un buen producto de autoría no es sólo obra de un arrebato mágico, de un lúcido destello que llega súbito, sino que a éstos hay que acompañarlos con tesón, con constancia, con entusiasmo y mucho pero mucho trabajo. Otra artista de esa localidad que también protagonizó esta rica iniciativa fue Zaida Rafful, quien en medio de la charla realizó una pintura de uno de los trabajos de Barisone. Algunos puntos de vista de Alejandro sobre el arte y su trabajo En la edición número 10 de XsumArte, Alejandro nos dejó algunas percepciones y puntos de vista sobre el arte en general y sobre su


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trabajo. Sobre este último y sobre el núcleo de sus intenciones, nos dijo: «La idea es mostrar que todas las piezas mecánicas que tiramos pueden volver a ser usadas, así como en el ajedrez peón y rey se mezclan en la misma caja, estas piezas se mezclan en la chatarra, caen en el olvido, y volvemos a alimentar este círculo vicioso de consumo, donde cada vez las cosas se tiran más nuevas. Asimismo, cuando le preguntamos sobre el rol que tiene el arte dentro del contexto social, nos manifestó: «El arte en el contexto so-

cial actual tiene la misión de ayudar al ser humano a volver a tener pensamientos propios. Vivimos en un mundo donde estamos destinados a saberlo todo, la información nos llega de todos lados, almacenamos todo tipo de datos, pero juntamente con esta oleada de «saberes» vamos haciéndonos la falsa idea de que todo está inventado. Por eso, el arte es la oportunidad que tenemos de volver a creer que se pueden hacer cosas nuevas y, por sobre todo, tener pensamientos que nos permitan ser más humanos y

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