RELATOS DEL PAÍS DE LOS SAHARAUIS I

Page 103

Tantos años después cuál sería mi sorpresa, navegando por internet me encontré con fotos tuyas de los años setenta hechas por un piloto y otras actuales de un observador de los cascos azules de Naciones Unidas. Qué hermosa estás, qué linda estás, como aprendí a decir en el Caribe. Te ves radiante con tus típicas faldas blancas, las bellas dunas que visten tus montes.

En la foto, volví a ver los valles de Ayhfun, nuestros lugares de acampadas y excursiones con los maestros. Y vi Bumarca, con su marca pintada en blanco, con la media luna y las letras ATN (Agrupación Tropas Nómadas). Y vi Buserz, con sus miles de historias, muchas de ellas protagonizadas por nosotros en nuestras escaladas.

Querida Auserd: me emocioné tanto al ver la entrada al patio de mi colegio, en esa foto que está tomada desde un avión. Se aprecia la torre del agua y el estanque donde salvábamos aves atrapadas durante el verano.

¿Recuerdas aquella centenaria talha, acacia, donde jugábamos al columpio colgados de sus fuertes ramas?, aún resiste, como resistimos nosotros lejos de ti. Te conté una vez que me escondí debajo de ella con mi hermanita Lehbeila, cuando se iba a marchar con mi hermana mayor a vivir en Villa Cisneros. Yo no quería y, aunque mi mamá me explicó que mi hermana mayor iba estar sola y necesitaría de ella hasta acomodarse y conocer amistades, yo la escondí para que no se la llevaran.

Al ver el bloque de casas colominas donde tuvimos nuestro primer hogar, y la otra nueva que construyó mi padre a finales del 74, me sentí como si allí estuviera en realidad junto a ti, nunca dudé de tu hermosura, única hija de Tiris, anfitriona de mis recuerdos de infancia. Me fijé

103


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.