PERÚ do carreteras y puestos fluviales. En mayo, García declaró el “estado de emergencia”. Esto ocurrió poco después de que el Congreso de la República, en un abierto acto de provocación, decidiera postergar nuevamente el debate de la derogatoria de los decretos legislativos pro TLC, que facilitan la invasión de territorios indígenas, mientras el Poder Ejecutivo enviaba nuevos y numerosos contingentes policiales a la Amazonía para intentar aplastar la huelga indígena. Para el régimen aprista no ha tenido ningún valor que una comisión multipartidaria haya concluido en que
los decretos legislativos deben ser derogados por inconstitucionales o que la Comisión de Constitución haya dictaminado, en igual sentido, derogar el decreto ley 1090, uno de los más cuestionados por la parte indígena. Tampoco que la Defensoría del Pueblo haya respaldado la petición indígena. Así se llegó al intento de desalojo en Bagua. Una declaración del Comité de Enlace UIT (CI)-CIR, del 6 de junio, denunciaba que Alan García “se comprometió con las multinacionales y el imperialismo a abrir la Amazonía para extraer gas y petróleo, no para abaratar el consumo
Repudio internacional En solidaridad con los indígenas masacrados, hubo múltiples expresiones en todo el mundo. El jueves 11, en consonancia con la jornada nacional, se llevó a cabo una concentración frente a la embajada de Perú en Caracas, Venezuela. Se concentraron representantes de organizaciones de indígenas peruanos residentes en el país, representantes del Parlamento Indígena de América, así como diferentes organizaciones sociales y políticas venezolanas, entre las cuales se encontraba la USI y representantes de CCURA. La Unidad Socialista de Izquierda (USI) leyó un comunicado de apoyo a los nativos que luchan contra la depredación imperialista en el Amazonas peruano. En el mismo se exigió que el gobierno del presidente Chávez rompiera relaciones diplomáticas con un gobierno genocida y racista como el de Alan García. Esta propuesta fue asumida por la mayoría de los manifestantes, que en reiteradas ocasiones la convirtieron en consigna. Orlando Chirino, de la dirección nacional de la USI y de CCURA, se hizo presente en la concentración junto a José Bodas, dirigente sindical petrolero, quienes estuvieron acompañados por trabajadores de ese sector laboral. En Estados Unidos, el Partido de la Libertad Socialista (FSP), con la firma de Guerry Hoddersen, envió una declaración de repudio al embajador. En Argentina el Frente de Izquierda, integrado por Izquierda Socialista, PTS, MAS, UST y Opinión Socialista, realizó actos de repudio, junto a residentes perua22
de los peruanos, sino para venderla a otros países en beneficio de las multinacionales Petrobrás, Pluspetrol, Perenco y otras. El Estado peruano ya ha concedido varios lotes que están en explotación. En general, pretende abarcar cerca del 75 % de toda la selva amazónica, las que se encuentran en proceso de explotación, exploración o negociación, siendo unas 55 millones de hectáreas que se encuentran en esta situación, muchas de las cuales se sobreponen a tierras de comunidades sin que se considerase el derecho a consulta o al consentimiento previo, libre e informado. […] La depredación de la selva por compañías mineras y madereras ya está produciendo graves consecuencias ecológicas y dejando sin tierra ni agua limpia a las comunidades indígenas que la habitan desde hace miles de años.” “¡¡Todos somos amazónicos!!”
Acto en Caracas frente a la Embajada
Acto de repudio del Frente de Izquierda frente al Consulado de Buenos Aires
nos, frente al Consulado y la embajada, en Buenos Aires. En República Dominicana, el viernes 12 de junio se realizó un evento de solidaridad en Santo Domingo, convocado por Justicia Global y la Liga Socialista de los Trabajadores.
El jueves 11 de junio se realizó una jornada nacional en solidaridad con los indígenas amazónicos. Entre otros convocantes, participó el Movimiento Cumbre de los PueblosLima (integrado por Uníos en la Lucha, adherente a la UIT-CI). En Lima, más de 15 mil manifestantes, de los gremios, organizaciones de derechos humanos, estudiantes y personas que se sumaron individualmente para repudiar la masacre, exigieron la derogación de las “leyes de la selva”. Hubo represión con gases lacrimógenos y enfrentamientos. En Puno, Arequipa y Tacna también hubo movilización y cortes de ruta. En Bagua el gobierno decretó toque de queda. En el volante de convocatoria editado por Uníos se denunciaba que “la Amazonía, los Andes, las fuentes de agua, los ríos, los bosques, el petróleo, los minerales, la biodiversidad y las 200 millas de mar son de todos los peruanos y el servil García los está entregando a grupos privados nacionales y extranjeros, amenazando con mayor pobreza y exclusión a los pueblos indígenas, campe-