LOS NÚMEROS Y LAS LETRAS CON CANCIONES ENTRAN

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LOS Nร MEROS Y LAS LETRAS CON CANCIONES ENTRAN

Luz Marina Gรณmez Colegio Carlos Arturo Torres Localidad Kennedy Bogotรก

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Este texto fue construido en el “Taller de escritura Voces y Saberes: una oportunidad para comprender, fortalecer y hacer visibles experiencias innovadoras” llevado a cabo entre el 3 de julio y el 18 de octubre de 2018. El programa formativo fue seleccionado por la Secretaría de Educación de Bogotá para ser parte del banco de propuestas de formación permanente de docentes.

Si desea conocer más de la propuesta formativa escriba a: vocesysaberes@gmail.com

Si desea contactar a quien escribió el texto escriba a: magu_luz-58@hotmail.com

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Son las cinco de la mañana, suena el despertador y aunque con algo de pereza por el frío matutino de nuestra ciudad, me levanto, hago un sabroso tinto, me ducho, desayuno y salgo. En el bus y muy sentadita, la mayoría de las veces, empiezo a recorrer los rostros de mis niñas y niños de primero. A todos los he ido conociendo y los acompaño en su crecimiento. Sé que algunos vienen sin desayunar, así que tan pronto llega el refrigerio, les reparto la fruta a todos. A quienes llegan tristes les pregunto qué paso en casa, y si desean contarme, les explico que todo en la vida tiene solución, que a veces los adultos gritamos y que siempre hay alguna salida. Cuando un niño se disgusta mucho por algo, charlo con él, le indico cómo respirar para que pueda tranquilizarse, y si quiere salir y dar una vuelta por el patio sale y regresa, así es nuestro diario vivir. Durante los primeros dos meses del año dedicamos al inicio de la jornada quince minutos para compartir. Ese es un espacio importante para conocernos y empezar a establecer vínculos afectivos, además hago una observación detenida que me permite apreciar el desempeño social y comunicativo de cada estudiante, pues considero que el lenguaje oral en los primeros años abre posibilidades. El propósito es que los niños construyan su voz y la usen cada vez mejor en diferentes momentos de su vida. Igualmente, esos minutos permiten que los niños me conozcan, entonces dialogo con ellos de forma grupal e individual, les invito a que jueguen a lo que deseen y les facilito algunos juguetes, luego por grupos los insto a jugar a roles de los miembros de la familia, así puedo conocer algo de su ambiente familiar, y al interactuar ellos también conocerán algo de mí, ya que seré su compañera, modelo, guía y orientadora en su formación integral. Al finalizar la primera semana del año escolar, con mucha alegría espero a los padres de familia para el primer taller, pues ellos son mis grandes aliados en este proceso de formación. A las seis y media de la mañana empiezan a llegar los padres, inicio la reunión con una lectura seleccionada y preparada, les hablo sobre generalidades y luego con otra docente presentamos un sociodrama para que 3


vivencien cómo deben reforzar el proceso en casa, y resaltamos la importancia de la metacognición. ¿Qué significa metacognición? Es ir llevando paso a paso al niño o a la niña a tomar conciencia de sus propios procesos cognitivos y que él o ella se autocorrija, de manera tal que pueda “aprender a aprender”, por eso es muy importante que escriba como pueda, para que compare con lo que el adulto escribe y diga, ¡ah!, tenía esta letra, pero esta me faltó, y luego repita y lea. Además les hago ver a los padres la importancia de que ellos valoren todas las aproximaciones que los niños hagan a la escritura, la lectura y de cada aprendizaje que deseen lograr, que les digan, “está bien, pero lo puedes hacer mejor”, de esta forma los niños casi por aproximaciones se van acercando a la escritura y la lectura en sus aprendizajes diarios. Igualmente, en esta reunión les cuento que empezaremos usando las mayúsculas. Acogiéndome a lo sugerido por Emilia Ferreiro, creo que es conveniente el uso de este tipo de letra, porque les permite a los estudiantes trazos más simples, ayuda a evitar las inversiones (de las grafías p, q, b y d), muy comunes cuando se escribe con minúsculas, evita las rotaciones (por ejemplo, cuando una a se convierte en e, o una g en 6), y evita los problemas de pasar de arriba abajo del renglón porque todas las mayúsculas se escriben a la misma altura. Además, les explico por qué es conveniente que los niños trabajen sobre hojas sin líneas, pues esto les ayuda a un buen manejo del espacio. Es una lástima que siempre falten padres, pues estarán todo el año fuera de contexto, no entienden y en muchas ocasiones optan por reforzar el proceso de lectoescritura con la cartilla de Nacho, ocasionando en los niños un estancamiento en su proceso, pues la docente le enseña de una forma y la mamá le refuerza de otra. Ellos son citados a trabajo en el aula, pero no asisten, siempre tienen un pretexto. Durante el año escolar organizo varias secuencias didácticas con el fin de lograr la transversalidad curricular, para reforzar en todas las áreas académicas el aprendizaje de la lectoescritura. A continuación, narraré el inicio de la secuencia 4


didáctica “Así soy yo”, cuyo objetivo principal es que cada niño se conozca, se reconozca, se valore y sea reconocido y valorado como persona única e importante, para lograr en ellos seguridad y mejor desenvolvimiento en la sociedad, que en primera instancia es la familia, luego el colegio, el barrio, etc.

Primeros pasos. “Así soy yo” Es lunes. El salón está un poco desordenado. Los niños van llegando, la mayoría están felices de volver a clase con sus compañeros. Entre todos vamos organizando los grupos para nuestro trabajo diario. Ustedes se preguntarán por qué trabajo en grupos. Porque trae ventajas: los niños se observan continuamente y se apoyan unos a otros, se promueven las relaciones sociales e interpersonales y se fomenta el aprender a aprender. Esa convivencia permite desarrollar habilidades para tolerarse, ayudarse y compartir sus objetos y aprendizajes. Reorganizamos el salón, revisamos que las ventanas estén abiertas y bajamos las cortinas para que el sol no haga brillar el tablero. “Todos muy atentos vamos a observar”, les digo y les muestro el libro ¿Dónde está mi nariz?, escrito por Georgie Birkett. Voy pasando por cada grupo primero mostrando la carátula y luego página por página del cuento. Les sugiero mirar con mucha atención todas las imágenes, y por medio de preguntas entre todos describen, comparan e identifican detalles, nombran y enumeran objetos, analizan situaciones. De cuando en cuando escondo el libro tras mi espalda y los invito a hacer predicciones sobre el tema , la actuación de los personajes y el posible desenlace de la historia; además, durante la lectura hago preguntas referentes al contenido del cuento para avanzar en los tres niveles de comprensión lectora (literal, inferencial y crítico intertextual). Luego salimos a una actividad al patio, los invito a hacer diversos desplazamientos en espacios amplios que se van reduciendo hasta regresar al aula. Allí, en una hoja del cuaderno, representan sus propios movimientos; esta es una actividad muy usual en transición porque ayuda a que los niños se vayan ubicando espacialmente y empiecen a manejar la cuadrícula.

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Relacionado con el libro, y siempre en el marco de la secuencia didáctica, invito a los niños a escuchar la canción de “Mi carita”, que interpretaré varias veces, para que ellos aprendan la letra y la música. Asombrados, prestan mucha atención y se emocionan al escuchar cantar a su profe. Ahora les pido que repitan varias veces la frase “mi carita redondita tiene ojos y nariz”, siguiendo la melodía y señalando en su cara las partes que menciona y luego interpretamos la música exclusivamente con la sílaba (la la la), de esta forma puedo verificar si se la aprendieron; luego continuamos con la otra frase melódica “y también una boquita, para cantar y reír”, que se trabaja de la misma forma. Después todos interpretamos la estrofa. Cuando ya saben la canción, la acompañamos con los movimientos fundamentales de la música: pulso, ritmo y acento. Para ello les pido que con un movimiento corporal, marchen alrededor de las mesas y sillas (previamente ubicadas en el centro) —dicho movimiento en música se llama pulso—, luego les indico que con las manitos digan la letra de la canción —en música esto se llama ritmo—, y para terminar, con un movimiento con las manos como de platillos marcamos el acento en la parte fuerte de cada trozo musical. De esta manera continúo enseñando toda la canción. Al final cantamos y marcamos en cada interpretación un movimiento musical (pulso, ritmo y acento). Más adelante lograré que en grupos cada uno haga un movimiento fundamental de la música, logrando una poliritmia. ¿En qué aporta esta metodología al desarrollo de lenguaje? ¿Por qué trabajar el ritmo? En mi quehacer docente me he dado cuenta de que el ritmo es fundamental para que los niños vivencian y comprenden que el lenguaje se compone de sílabas, que las sílabas forman palabras, con las palabras se construyen frases y con las frases se construyen estrofas y párrafos. Además, con cada uno de ellos se trabaja pulso, ritmo y acento; en un comienzo los niños hacen estos movimientos por imitación y con la repetición de la actividad van entendiendo que las palabras se escriben separadas. Luego de trabajar con la musicalidad de la canción, les presento la letra de la canción en un cartel, como puede apreciarse en el Recuadro No. 1 y les digo: 6


“todos vamos a leer”. Los niños muestran asombro y exclaman, “¡no, profe, yo no sé leer!”. Entonces paso adelante y empiezo a leerles; con asombro me escuchan y comienzan a leer palabra por palabra, luego el verso completo. Entonces todos cantamos y leemos, mientras yo les voy indicando en el cartel en dónde vamos. Así lo hacemos varias veces para reforzar la visualización de la escritura de la canción (esta es una actividad permanente, pero les voy cambiando la letra de acuerdo con la canción que aprendamos). Después le entrego a cada niño la hoja con la letra de la canción igual a la del cartel, para que la recorten y peguen en el cuaderno de Español.

Recuadro No. 1

MI CARITA REDONDITA TIENE OJOS Y NARIZ Y TAMBIÉN UNA BOQUITA PARA CANTAR Y REÍR CON MIS OJOS VEO TODO CON MI NARIZ HAGO ACHÍS CON MI BOCA COMO COMO RICOS COPOS DE MAÍZ

Cuando los niños aprenden una canción asimilan ritmo y música, además aprenden nuevas palabras, estimulan el desarrollo del lenguaje y potencian la memorización. También aquí les trabajo la audición por medio de instrumentos como el tambor o las claves, ejecutándolos según el tipo de palabras (por ejemplo para monosílabas como pan, cal, sol, pez; para bisílabas como cama, sapo y perro, y más adelante con combinaciones para que salten como caballitos, esto a diferentes velocidades), con el fin de que se desplacen según lo que escuchan. Combinar el canto con la actividad de moverse a diferentes ritmos activa el cerebro y estimula el lóbulo frontal, donde está el área encargada de la

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producción lingüística y oral. La tarea de esta actividad es que cada uno debe enseñarle la canción a la mamá, a un hermanito o a un familiar. Más tarde jugamos con plastilina, cada uno va a hacer su carita. Pregunto: ¿cuántos ojos tenemos? Dilan contesta: “Profe, tenemos dos ojos”. ¿Cuántas narices tenemos? Laura contesta: “Tenemos una nariz”. De igual forma continuamos con el resto de las partes de la cara: una frente, una quijada, dos orejas y dos mejillas. Después de que cada uno elabora su cara, las exponemos para que todos apreciemos el trabajo de todos. A continuación los niños escriben las partes de la cara: FRENTE NARIZ BOCA OREJAS PELO MEJILLAS Oriento este trabajo para que cada uno lo haga como pueda. Por ejemplo, unos hacen solo bolitas y palitos, otros una vocal o todas las vocales de cada palabra, y otros escriben la palabra completa. A medida que voy pasando les corrijo y les entrego un letrero con la palabra escrita correctamente para que repitan dos veces la palabra con plastilina. Luego retomamos qué cantidad de cada parte tenemos: una frente, una nariz, una boca, dos orejas. Entonces escribo las palabras: UNO UNA DOS. y hacen con plastilina cada cifra (1 o 2) y pasamos a señalar las partes de la cara según haya una o dos, y con los dedos indican el número. Luego en una hoja tamaño carta, cada estudiante dibuja su cara y le escribe sus partes.

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TENGO UNA FRENTE, TENGO UNA NARIZ, después la cifra (1) y la palabra UNO.

Les recuerdo que cada uno escribe como puede y yo voy pasando puesto por puesto corrigiendo: ¿Cómo corrijo? El niño escribe como puede la palabra uno, yo le digo que está muy bien, tenga lo que tenga escrito, pero que le voy a enseñar cómo escribimos los grandes, y le escribo UNO con plastilina o con rojo. Luego lo invito para que repita esta palabra mínimo tres veces y seguimos con el número DOS. Cada quien marca su hoja como puede y yo corrijo uno por uno y le entrego en un cartel su nombre, cada estudiante repite la escritura correcta y lo lee. Siempre trabajo el nombre que más le guste al niño, pues la línea afectiva con el nombre propio permite que cada uno desee aprender a escribirlo. Por otro lado, la tarea es jugar a escribir en la casa, así que les indico: “la mami dicta y tanto ella como tú escriben la parte de la cara con el número correspondiente, así: UNA FRENTE DOS OJOS UNA NARIZ Para terminar, un estudiante recuerda las tareas y luego la copian del tablero al cuaderno; cada uno copiará lo mejor que pueda. También utilizo la tecnología, organizo un grupo de WhatsApp con los padres a través del cual nos comunicarnos y les recuerdo los compromisos. Para copiar la tarea y con el objetivo de ubicar a los niños en el espacio y el tiempo, comienzo a hacer preguntas, pero antes les recuerdo que para participar en cualquier actividad debemos pedir la palabra y escucharnos: —¿Qué día es hoy? —pregunto y le doy la palabra a Nicole. —Martes —dice. —¿Será que hoy sí es martes? —vuelvo a preguntar. —No, profe, hoy es lunes —contesta Santiago.

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—Muy bien, hoy es lunes, ahora, ¿qué número del mes será hoy? Si ayer fue domingo 26 y es lunes… Tiene el turno de la palabra Mariana. —Profe, hoy es el número 27. —Muy bien. ¿En qué mes estamos? Todos callados se miran hasta que Luis dice: —Profe, estamos en el mes de enero. —Muy bien, ¿en qué año estamos? —Estamos en el año 2018 —contesta Juan. —Muy bien. Entonces la fecha completa la vamos a escribir entre todos, así: va a pasar al tablero Juan y escribes lunes. Juan pasa y escribe UES. Le digo que está muy bien, pero vamos a leer, y María Fernanda dice: “Profe, faltan letras”, entonces le digo que pase y escriba debajo: UES LUNES Continuamos escribiendo cada palabra de la misma forma, hasta completarla: LUNES 27 DE ENERO DE 2018 Esta actividad la hago a diaria para aportar al desarrollo de la ubicación espaciotemporal y afianzar el proceso de lectoescritura. Cuando la fecha está completa, primero la escribe un niño en el tablero y luego yo la transcribo en la parte superior, todos la leemos y al leerla la acompañamos con las manos marcando el pulso (la velocidad en que vamos a decir la frase), que es el reloj de la música, el ritmo, es decir, cada sílaba que pronunciamos, y el acento (parte fuerte de cada una). Esto permitirá vivenciar el ritmo del lenguaje. El martes todos muy entusiasmados empezamos nuestra labor. Recordamos las tareas y cada estudiante cuenta cómo le fue enseñando la canción y escribiendo el dictado de las partes de la cara. Mariana muy triste, dice: —A mí se me olvidó cómo era esa canción y con mi mami solo leímos la hoja donde estaba la letra, pero ella sí me hizo el dictado y me fue corrigiendo cada cosa. 10


—Bien, Mariana, te felicito —le digo, y pregunto—, ¿quién más nos quiere contar cómo le fue con las tareas? —Yo. —Saray, cuéntanos. —Mi mami llegó tarde, no pude hacer las tareas. —Ay, qué pesar, Saray, pero deberías haber intentado leer a ver de qué te acordabas. ¿Quién más nos quiere contar cómo le fue con las tareas? —Yo —dice María Fernanda feliz y emocionada—, mi mami buscó en internet la canción y con mi hermanita nos pusimos a cantar y a leer, luego me dictó varias palabras y me las corrigió, yo repetí dos veces cada una. —Muy bien, María Fernanda, espero que hoy todos puedan hacer las tareas. Como mínimo durante una semana inicio la jornada repasando la canción, todos sacan el cuaderno, yo saco mi cartel y lo pongo en el tablero, luego lo dejo pegado en una pared del salón y empezamos primero a leer, luego cantamos tres veces y marcamos los movimientos corporales, el pulso, el ritmo, el acento y los otros movimientos de audición para fortalecer la atención y la discriminación auditiva, que luego les va a ayudar en el proceso de lectura y escritura. Después paso a otro ejercicio que nos ayuda a ampliar el universo de aprendizajes trabajando de manera articulada saberes de diversas áreas, como lo expondré ahora. Entrego a cada quien un dominó y les indico que tienen cinco minutos para jugar como quieran con él. Ellos muy emocionados empiezan a hacer escalas y a tumbarlas, otros no saben qué hacer, otros cuentan que han visto a los papás jugando, pero no saben cómo es que ellos juegan. Pasado ese tiempo les indico que cada uno va a jugar a las escalas por orden ascendente, así. Las fichas se van organizando 1/6, 2/6, 3/6, 4/6, 5/6, 6/6 luego con el 5 con el 4 hasta la ficha cero o sin pepitas. Como el trabajo es en grupo, unos observan a sus compañeros y van corrigiendo el trabajo, otros se quedan sin hacer nada. Yo los invito a participar de la actividad y que entre ellos se expliquen, esto es muy bueno pues se ayudan mutuamente. Luego en una hoja blanca cada estudiante dibuja las fichas que tenían el mismo número, así: 1/1, 2/2, 3/3, 4/4, 5/5, 6/6. 11


UNO UNO

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DOS

2 DOS

2

Para terminar, cada niño marca su hoja de trabajo, algunos lo hacen sin ninguna dificultad, otros no se atreven hasta que alguien encuentra la solución, como la vez que María Fernanda decidió copiar del cartel que les había entregado el día anterior a cada uno con su nombre, y todos con mucha alegría empezaron a marcar sus hojas siguiendo la idea de su compañera. Los trabajos se pegan en la pared para ser valorados por todos. Al terminar de pegar todos vamos pasando a ver los trabajos de los compañeros y el que desee da su opinión diciendo cuál le gusto y por qué. María José dice: —Me gustó el de Laura Jerez porque le quedó bonito, pero debe tener más cuidado para que le quede más limpia. —Muy bien, María —le respondo—, esa opinión es muy respetuosa, siempre tenemos que tener cuidado cuando damos una opinión pues podemos ofender a las personas. Bueno, la tarea de esta actividad es contarle a los papitos sobre este juego y solicitarles que les compren un dominó para poder jugar en casa, o que lo construyan, ojalá con material reciclable. Luego seguimos con una actividad que forma parte de la unidad Quién soy. Entonces les pido que piensen y contesten uno por uno para qué utilizamos los ojos. A medida que responden yo voy anotando en el tablero. Alan levanta la mano, y al darle su turno, dice, “para ver”; yo le indico que la respuesta está incompleta, todos se miran y no entienden qué falta. Aquí les recalco mucho que siempre que nos pregunten algo, la respuesta debe darse contextualizada, esto significa tomar parte de la pregunta para responder. Esto obliga a pensar y dar la respuesta con lógica y a ser más consciente de lo que se responde, así: Los ojos los utilizamos para ver televisión. Dilan dice: “Profe, los ojos los utilizamos para ver las letras”. Luego de oír y anotar cinco respuestas, entre todos las leemos del tablero y les resalto lo importante que son nuestros ojos.

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Vuelvo a preguntarles: Los ojos son los encargados del sentido de la visión, ¿qué cuidados debemos tener con ellos? Todos permanecen calladitos pues a ninguno se le ocurre nada, entonces les digo que cuando uno está pequeño el primer cuidado es que la mami o el papi nos lleve al oftalmólogo para que nos revisé los ojos y nos diga si están bien o necesitamos gafas. A ver, continúo, ¿otro cuidado con los ojos? David levanta su manita y al darle el turno para hablar dice: —Profe para cuidar los ojos, no rascarlos. —Bien, David, no debemos frotar los ojos pues se pueden rayar por dentro, es mejor parpadear varias veces y el mismo ojo se lubrica y limpia —le contesto—. Camilo anota: Otra cosa que no debemos hacer es tirarnos tierra. Todos estos cuidados los voy escribiendo en el tablero y al terminar todos en grupo los leemos. Después les hablo de la nariz y del sentido del olfato, de los oídos y de la audición, y de la boca, encargada del sentido del gusto, y como la tarea en casa les pido que con ayuda de la mamá o del papá cada uno complete una guía, escribiendo un cuidado que debemos tener con cada uno de los sentidos. Aclaro que cada sentido lleva tres renglones con el objetivo de que en casa se continúe el proceso para afianzar la escritura, como se trabaja en clase, como puede apreciarse en el Recuadro No. 2.

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Recuadro No. 2 Sentido de la visión El niño escribe como pueda un cuidado que debe tenerse con este sentido _______________________________________________________________

El adulto lo escribe de forma correcta _________________________________________________________________________

El niño repite y lee _____________________________________________________________________

El miércoles iniciamos cantando y siguiendo la canción en el cartel. Todos felices la dramatizamos y la acompañamos con pulso, ritmo y acento. Luego les digo que vamos a dialogar sobre nuestras tareas. —A ver, ¿quién desea contarnos cómo le fue con la tarea del dominó? — pregunto y Nataly pide la palabra. —Mi papá dijo que él no tenía plata para comprar eso. —Carlos, ¿qué dijeron en tu casa? —le pregunto. —Mi papá me lo compró y estuve jugando con él. —Diego, ¿en tu casa qué dijeron? —En mi casa dijeron que el sábado me lo compran. —Bueno, y con la tarea de la guía, ¿como les fue? —Profe, se me quedo la hoja —dice Deisy—. —Ay, que pesar, ¿cómo la vas a corregir? —Yo la hice, profe, miré —expresa Eyleen—. Ella coge su tarea y la escribe en el tablero y entre todos la vamos corrigiendo. 14


SENTIDO DE LA VISIÓN EL NIÑO ESCRIBE COMO PUEDA O ASANOS OOOSOAMAOSUIAS EL ADULTO LE ESCRIBE LA FORMA CORRECTA NO RASCARNOS LOS OJOS CON LAS MANOS SUICIAS El NIÑO REPITE Y LEE NO RASCARNOS LOS OJOS CON LAS MANOS SUCIAS Vamos a mirar esta tarea. ¿Quién desea opinar si cree que está bien o está mal y por qué? —Profe —levanta la mano María Fernanda—, yo creo que está bien. —¿Por qué? —pregunto. —Yo creo que está bien la tarea porque hizo lo que dice ahí. —¿Otra persona que desee opinar? Sebastián, ¿qué dices? —Está muy mal porque en el primer renglón tiene muchas letras de esas redondas —contesta—. Después de escuchar cuatro opiniones más hago mi intervención. Les aclaro que la tarea está bien, porque en el primer reglón debían escribir como pudieran y eso fue lo que Eyleen hizo. Esa era la forma como todos tenían que hacer la tarea. Al revisar los cuadernos encontré que varios padres hicieron la tarea y los niños no hicieron nada, otros siguieron las indicaciones de los talleres, y hubo quienes, según contaron los niños, les escribieron en una hoja y ellos copiaron en los tres renglones. Aquí ya empiezan las dificultades cuando los padres no siguen las indicaciones, pues los estudiantes no pueden hacer la meta cognición. A continuación trabajamos con plastilina para ampliar los conocimientos sobre el cuerpo humano. Les pido elaborar toda la cara con sus partes y luego el tronco. Espero un momento y observo que todos omiten el cuello, entonces les pido que 15


se toquen el cuello y se miren en un espejo y les indico que continúen la actividad hasta terminar el tronco. Vamos señalando las partes y escribiéndolas con plastilina y lo trabajo de igual manera que las partes de la cara.: CABEZA CUELLO HOMBRO BRAZOS MANOS DEDOS La tarea en casa es que el papito o la mamita le dicte a su hijo las partes de la cara y del tronco. El estudiante escribe con la plastilina siempre llevando el proceso (como el niño pueda, el adulto le escribe debajo, el niño repite). El papito le puede escribir con la plastilina o en una hoja y luego ambos leen. Después de esta actividad jugamos con el dominó. Inicialmente lo harán de forma individual, por lo que les pido que presten mucha atención y les digo que piensen en que el dominó es parecido a un pulpo, pero que solo va a tener dos brazos, nada más, y la cabeza siempre es una ficha de las que tienen el mismo número de pepas en los dos lados. Les hago el dibujo en el tablero de 6/6 y les pido que miren las fichas que no hemos utilizado para buscar aquella en que una de las partes tenga 6, la otra parte puede ser cualquier número. Santiago encuentra la 6/3, entonces les pido que la ubiquen a un lado y pregunto cuál otra ficha nos puede servir para el otro lado. Shisy señala la ficha 6/0. Así continuamos jugando en el tablero. A continuación, cada uno intenta jugar solo el dominó, yo voy pasando por sus puestos para la explicación individual hasta que la mayoría juegue y termine. En los siguientes días continúo ampliando el aprendizaje de todas las partes externas del cuerpo, que termina con un escrito de un párrafo descriptivo de ellos. Más adelante para hacer el segundo párrafo les trabajo la forma de ser de cada uno rescatando sus cualidades, y para el tercer párrafo cada estudiante escribe lo que le gustaría ser cuando grande. También repasamos los números 16


hasta el 9, hacemos operaciones de suma y resta y ellos inventan, escriben y resuelven situaciones matemáticas con estos números, aprenden nuevas canciones y se refuerzan las aprendidas, trabajando con las mismas estrategias metodológicas. Como podemos observar, cada día las actividades se hacen más complejas, y los niños van comprendiendo y evidenciando la gran conexión verbal con los hechos de la vida y la importancia de adquirir el código alfabético como otro medio de comunicación Es primordial jugar todos los días al dictado en el colegio y en la casa, primero solo palabras y luego frases que se puedan construir con ellas. Además esos dictados se leen de forma individual y grupal, marcando los movimientos de pulso, ritmo y acento. Entre las actividades importantes que realizo con frecuencia, bien sea en el patio o en el salón, están los ejercicios de desplazamiento escuchando el pandero; por ejemplo caminar como diferentes animales (elefante, perro, etc.), y correr y brincar en forma de caballito a diferentes velocidades. Esta vivencia —mínimo semanal— de ritmos, pulso y acento con el acompañamiento de las canciones les ayuda a los niños a comprender qué es una sílaba, una palabra y una frase para utilizarlas en el lenguaje. Otro ejercicio incluye lazos con los que hago caminos de diferentes amplitudes y direcciones por donde los estudiantes caminan respetando los bordes. Más adelante desplazan por esos caminos objetos como bolsas de arroz, almohaditas y tablitas pequeñas. En el salón, sobre las mesas, con cinta de enmascarar les hago caminos más angostos por donde tienen que desplazar un muñeco como si caminara, o un carro. Siempre recalco el cuidado de no salirse ni tocar los bordes. Algo parecido hacemos en pliegos de papel periódico y, finalmente, en un cuaderno cuadriculado deben colorear cada renglón de un color diferente y terminar en casa. Otra cosa que no puedo olvidar es la lectura en casa. Sobre mi escritorio tengo varios títulos de Libro al Viento, entre ellos estos: 17


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Fabulas de Rafael Pombo Poesías para niños Juanito y los frijoles Cuentos para niños Alicia para niños Cuentos de animales

Cada estudiante se lleva uno por un mes o mes y medio a casa, con el fin de leerlo en compañía de sus padres. Al terminar el mes o mes y medio pasa uno o dos niños y nos recomiendan el libro. Esto lo inicio a partir de la segunda semana de clase. Pero antes trabajo en el aula con ellos para identificar varias partes importantes del libro y cómo cuidarlo. Empezamos observando el que cada uno tiene en la mano, vemos que puede tener uno o varios autores, un ilustrador, una colección y una editorial. A continuación hablamos sobre los cuidados. Les pido que cada uno piense y nos cuente cómo podemos cuidar los libros. Juanita comenta que siempre debemos tener las manos limpias antes de tocarlo; Laura dice que no doblarlo para leer; Pedro José cree que las hojas hay que pasarlas con cuidado, y Luis Felipe recomienda no comer cuando estemos leyendo. La evaluación la hago por medio de un registro diario de los avances y dificultades de cada niño, para ir reforzando el aprendizaje cuando hay vacíos. Es de aclarar que los niños pueden avanzar o estancarse si en casa no se sigue el mismo proceso. Otra forma de evaluación que hago, en la que se usa una rejilla, es al terminar cada secuencia, que más o menos dura dos meses, con la presentación de un escrito. En este caso el estudiante elabora un texto con cuatro pequeños párrafos así: uno donde le hace la introducción, el segundo en que se describe físicamente, en el tercero describe su forma de ser, y en el cuarto habla sobre lo que desea ser cuando grande. Quiero compartir la importancia sobre algunas actividades que uno cree que los niños ya saben, pero es mejor pensar que ellos no la han hecho y dar un paso atrás, de esta forma se confirma el aprendizaje, se llenan vacíos y se van dejando 18


buenas bases para los aprendizajes futuros, como por ejemplo retomar la ubicación de los estudiantes en el reglón, Esto en primero es muy importante, aunque se supone que en transición se debió haber hecho esa actividad. La principal dificultad se me ha presentado con los padres de familia; ellos no desean que el proceso de lectoescritura sea de esa manera pues prefieren que sus hijos aprendan como ellos aprendieron, con la cartilla Coquito u otra, y repitiendo varias palabras y planas sin sentido. Aunque he hecho talleres para que se vayan concientizando de los beneficios de este enfoque (comunicativo, cognitivo y sociocultural), lo conozcan y aprendan, ya que ellos son los grandes reforzadores del proceso, las transformaciones con ellos son muy lentas. Muchos son resistentes al cambio y constantemente me comparan con otras docentes que utilizan métodos tradicionales; los hijos de los papás que así se manifiestan no solo avanzan a un ritmo mucho menor, sino que se sientan fracasados. Otra dificultad y discusión que tengo con algunos padres y colegas es la utilización de la letra mayúscula, aunque aclaro que desde mitad de año del grado segundo les enseño y practicamos la letra minúscula y cada niño decide si cambia o no. Estoy convencida de que enseñar con letra mayúscula es lo mejor por todo lo expuesto anteriormente. Además, en nuestra institución tenemos niños en inclusión con retardo mental, síndrome de Down y rasgos autistas, los cuales a veces presentan dificultades motrices, por lo tanto este tipo de letra, que es solo con rayas, les facilita su aprendizaje. Enseñar los números y las letras con la música ha sido muy beneficioso para los estudiantes, es otra forma de ver el mundo y escribir sobre él, eso les ayuda a ser participativos, críticos y constructores de conocimiento, pues terminando el grado segundo se expresan verbalmente, leen y escriben de forma comprensiva y con un propósito, además permite que todos, incluyendo aquellos con dificultades, vayan adquiriendo el código alfabético a su ritmo. Desde niña soñaba con ser docente y haberlo logrado ha sido la gran satisfacción de mi vida. Así me pasó con este escrito, fue un reto, las sensaciones de miedo, incertidumbre, angustia de no lograrlo me invadieron, pero tomé la rienda, escribí y salí triunfante. Escribir mi experiencia pedagógica me ayudó a evaluar y valorar 19


mi quehacer pedagรณgico con el propรณsito de percibir los aciertos y los errores y poder continuar transformando mi aula de clase.

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