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FOTOS SUMINISTRADAS/JUAN COLÓN
cumplió los cinco años, regresó a la oficina a tiempo completo. Eso sí, trata de finalizar su jornada laboral a las 5:00 pm, cuando regresan los chicos de la escuela. Dentro de todas sus responsabilidades familiares y laborales, se suma la labor filantrópica y social con su Fundación Lucero, que organizó hace 5 años para atender a madres solteras jóvenes. Esto tras experimentar en carne propia el quedar embarazada sin estar casada, aunque contaba con la madurez de la adultez y los medios económicos como abogada. “Estaba bien y decidida a tener mi nena. Pero cuando era pequeña recuerdo que había cerca de mi casa un hogar de niñas, de la Escuela Industrial de Ponce, donde veía adolescentes embarazadas y me quedé con esa impresión. La idea de la fundación es sacar adelante a una joven que está en el momento de oscuridad de no saber si tener o no el bebé, y ayudarlas cuando deciden tenerlo. Sé lo duro que puede ser por el estigma social; hay que tener fortaleza de espíritu. Mi hija fue lo más maravilloso que Dios me pudo dar y le enseñé que si alguien en la escuela se le acercaba (a preguntarle), le dijera que a diferencia de matrimonios donde no hay amor y tienen ese formalismo que impone la sociedad, ella fue fruto del amor (con Salomón)”, rememoró. Por cierto, también se identifica con las campañas de bebés prematuros porque perdió una bebé que nació a las 28 semanas y media, a quien llamó Salymar. “La tuve que parir y estuvo nueve días viva. Siempre la recuerdo como parte de mis seis hijos y les digo a ellos que es un angelito que nos cuida desde el cielo”, indicó emocionada. Con respecto al Día de las Madres, esta licenciada lo pasará hoy en casa de su mamá en Ponce con sus hijos, hermanos y sobrinos. “Celebro honrando a mi mamá y la mejor manera de
Para Gina ser madre es una misión perenne, que el cielo le ha encomendado para dirigir el camino de sus hijos. Aquí junto a sus princesas María de los Ángeles, Salomé y Salomar.
hacerlo es estando con ella. Para mí un regalo que no tiene precio es el que me hacen todos los días mis hijos con su amor y valoración hacia mí como mamá y el decirme cosas lindas. No hay regalo más grande en el mundo que su amor… no tiene precio”, concluyó. A continuación un fragmento del poema “Ángel, llamado madre”, que Gina le escribió hace cinco años a su mamá:
No esperaré a que te mueras… para decir lo buena que eras. Eres la más bella flor en el jardín del amor. Desvelos y entrega de alma, sacrificios y dolores, ruegos y satisfacciones, y con ellos la esperanza de cumplir la gran misión que la vida nos encarga. Me enseñaste las riquezas, del mundo espiritual. Ser madre, no hay nada igual y como hoy yo te escribo, así quiero que mis hijos reciban el gran amor que tú, con abnegación, nos dejaste de legado. Hoy elevo una oración con toda mi gratitud por el más bello regalo, el ángel llamado Madre con el que hoy celebramos. La orgullosa madre junto a sus hijos varones Salomón Junior y Solom. ESCENARIO WEEKEND / DOMINGO, 13 DE MAYO DE 2012 / P9