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La historia del Teatro La Perla
Como el ave Fénix, el emblemático teatro de la Ciudad Señorial promete resurgir con más fuerza que nunca
La afición teatral en la ciudad de Ponce comienza desde 1831, aunque no había un teatro formalmente, siempre había la motivación y el deseo de presentar obras de teatro y funciones artísticas. No obstante, al celebrarse las fiestas reales se construye en la Plaza Las Delicias un salón de baile, con hileras de sillas en forma de anfiteatro, que sirvió para los oyentes de varios conciertos vocales e instrumentales, donde se concentraban la actividad artística de la ciudad.
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Anteriormente al Teatro La Perla existía un teatro de madera hecho en 1846, construido por el hacendado ponceño Ramón de Rivera. Tanto Ramón de Rivera como su hijo Daniel de Rivera, quien era redactor del periódico
El Ponceño, estaban de lleno en el mundo mercantil, social, periodístico, artístico y cultural de la Ciudad Señorial.
El humilde teatro tenía 16 palcos altos, 4 bajos y 174 lunetas. Por este teatro pasó un gran número de compañías teatrales de Italia y España, y algunas del País, según las reseñas del periódico el Ponceño. En 1862, después de 16 años de producción activa, Ramón de Rivera les vende el solar y el teatro a los señores, Garriga y Francisco Parra Duperón, siendo ellos los gestores filantrópicos que aportaron el dinero para la construcción del Teatro La Perla, con una inversión de 71,000 pesos. Gracias a su tesón y voluntad indeclinable ante tan magno objetivo, el Teatro La Perla pudo ser inaugurado el 25 de mayo de 1864, con el drama, “La Campana de Almudaina’’ de la
Compañía de Segarra y Argente. El imponente estilo neoclásico del Teatro responde al diseño del arquitecto Juan Bertoli Calderoni, un italiano residente de la ciudad quien había creado varias edificaciones en el pueblo de Ponce. Construido originalmente en ladrillo, madera, mármol y hierro, su fachada principal presenta seis majestuosas columnas de orden corintio con capiteles de hierro con base y entablamento. El interior del edificio era de forma de herradura como los teatros italianos. Los palcos estaban divididos en tres órdenes y acabados con pedestales, bases capiteles y cornisa de orden dórico con incrustaciones doradas. Tanto las salas, corredores como escaleras eran de mármol. La platea estaba formada por 260 butacas, 18 palcos altos y 18 bajos, 4 tornavoces y un tercer piso que se llamaba “Paraíso”, con capacidad hasta de 500 personas adicionales, sala de depósitos y cantina.
El escenario medía 12 metros de largo, y tenía seis bastidores a cada lado, además de los proscenios o la embocadura. Contaba con 13 decoraciones y un alegórico telón de boca, 7 de ellos fueron pintados en Barcelona por José Cage, artista escenógrafo (que costaron 4,000 pesos). Entre las otras seis restante hay varias que fueron pintadas en Ponce por Eduardo Conesa y Mechor Peix.
Había un salón de baile en la parte alta del segundo salón de descanso, que por lo general se dedicaba a bailes y otras actividades, entre ellas, clases de reuniones públicas. Este salón tenía dos aposentos adyacentes uno de cantina y el otro de tocador. En la planta baja se encontraba una sala de descanso, además de una cantina. Tenía una bomba de presión con mangueras para casos de incendios. El alumbrado era de kerosene por medio de 80 quinqués en su interior y 60 en el escenario y unos tantos más en las escaleras, pasillos, aposentos, entre otros.
Por medio de un mecanismo especial, el teatro tenía la peculiaridad de nivelar el piso inclinado con el escenario y así convertirlo en una sala de baile. Fue construido con las más sofisticadas técnicas y artesanías de la época. La construcción del teatro se hizo simultáneamente con el anexo, que se utilizó para el Casino de Ponce.


A lo largo de su historia han actuado en el Teatro La Perla las principales figuras del País, de la música clásica, teatro y ballet, además de estrellas internacionales, como Adelina Patti, soprano italiana; Anna Pávlovna, primera bailarina rusa de finales del siglo XIX y principios del XX, entre otros. Ya para 1913, el historiador Eduardo Newmann comentaba que el Teatro La Perla se encontraba deteriorado con el pasar de los años, necesitaba ser reconstruido, labor que realiza el ingeniero Lorenzo J. Vizcarrondo.
Para el inicio del siglo 20 el Teatro La Perla había pasado por un sin fin de vicisitudes siendo el terremoto San Fermín del 11 de octubre de 1918, el que provocó su destrucción. Lo derrumbó por completo salvándose únicamente las cuatro columnas emblemáticas con sus capiteles corintios de hierro. Desde ese momento quedó completamente abandonado lo que provocó un incendio en 1924 que terminó de destruir lo poco que quedaba de las ruinas y en 1926 el Gobierno Municipal de Ponce ordenó su destrucción total.

El nuevo Teatro La Perla


Después de varios años en juicio con el sistema gubernamental, se recupera la sala del Teatro La Perla en ruinas y luego de 20 años surge una iniciativa de reconstrucción, siendo el alcalde José Tormos Diego quien logra conseguir los fondos federales para lograrlo, gracias a su asesor legar el Lcdo. José Guillermo Vivas Rosaly. La anhelada reconstrucción comenzó en 1938 y su reinauguración fue el 12 de julio 1941 con la puesta en escena de “Tiempo Muerto” de Manuel Méndez Ballester.
La nueva edificación estuvo a cargo de los arquitectos, Francisco
L. Porrata Doria y Francisco Gardón, usando los planos originales, logrando mantener los principios arquitectónicos de la construc- ción original, con la excepción de los nuevos materiales de construcción y de una acústica mejorada.
Sus remodelaciones
Para finales de 1960, las quejas de profesionales y productores de obras de teatro sobre las condiciones del Teatro La Perla eran que sus instalaciones no contaban con equipos modernos de iluminación y tramoya, que se requerían para las nuevas producciones y no fue hasta finales de 1969 que se hizo una remodelación simultánea con la Biblioteca Municipal adyacente a la edificación. La restauración más reciente comenzó en abril de 2006 por los arquitectos, Juan Dalmau y Pablo Ojeda O’Neill. El alcalde Francisco Zayas Seijo informó que la reapertura del Teatro La Perla surge “tras un trabajo de restauración a un costo de $2 millones”. Se sometió a un profundo proceso de restauración conservativa y modernización tecnológica que le devolvió el brillo original de sus años de esplendor, sin alterar la acústica de su sala, ni la arquitectura original de las partes nobles. El objetivo, según se señaló, fue “rejuvenecer y vigorizar la sala del teatro, además de traer los últimos adelantos en acondicionadores de aire”.
La renovación del teatro, que tiene capacidad para 1,047 personas, incluyó la instalación de la ventilación mecánica en las áreas de los camerinos y el escenario, además de la reparación de la tramoya, los baños, los camerinos, el cortinaje, la alfombra, la instalación de una subestación eléctrica, consolas de sonido y luces nuevas, la construcción de pasarelas en plafón y el mantenimiento de las lámparas.
Es impresionante la facilidad con que los arquitectos adaptaron los elementos decorativos de la época, que los hicieron compatibles con la selección de materiales y estos aplicados a las técnicas de la nueva tecnología. Se creó un salón de recibimiento con un pequeño museo dedicado a los recuerdos del edificio y espectáculos pasados.
Su más reciente reapertura fue el miércoles 2 de abril de 2008; con apenas 10 años de servicio, ya que en septiembre de 2017 el teatro tuvo que cerrar sus puertas por los daños causados por el paso del huracán María. En menos de un año, 2018, reabre luego de varias reparaciones millonarias, pero el7 de enero de 2020 a instancias de la municipalidad de Ponce se clausuró el Teatro La Perla debido a los daños causados por los terremotos ocurridos en el sur de Puerto Rico, además a la falta de seguridad y lamentables condiciones de higiene en que se encontraba. La última actividad en el Teatro fue el homenaje póstumo al fenecido artista plástico Wichie Torres.
El teatro La Perla viene a ser el final de una saga tipológica de la cultura arquitectónica de dos siglos XIX y XX. Como en muchas otras tipologías de esa época que casi de manera evolucionista se van transformando como fruto de la transmisión del conocimiento, la experiencia, la experimentación acelerada de la segunda mitad del siglo XIX, gracias a las difusiones de la cultura arquitectónica a través del academicismo.
El martes, 14 de marzo de 2023, el alcalde de Ponce, Luis M. Pabón informó a la prensa del País, que el municipio realizará los trabajos de remodelación, reconstrucción y mejoras del Teatro La Perla, a un costo de $3, 2080.00. Proyecto que estará a cargo de la compañía JM Caribbean Builders Corp. y de
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