12< LEY Y ORDEN
EL VOCERO DE PUERTO RICO > MARTES, 8 DE MARZO DE 2016
Acribillan narco
Mujer calcinada podría ser esposa de policía
en pleno Condado La ejecución de 20 balazos se produjo en el estacionamiento de la farmacia Walgreens, en la intersección de las avenidas Ashford y Condado
@ Miguel Rivera Puig >jrivera@elvocero.com
Un sicario enmascarado acribilló de 20 balazos ayer a la 1:15 de la madrugada al narco gatillero Richard (Ichy) McDonald Díaz, en lo que no se descarta que sea una venganza por una serie de ejecuciones de la que era sospechoso, como la del poderoso narcotraficante José Iván Bravo Marrero, que ocurrió en Dorado el 20 de enero de 2010. McDonald Díaz, que tenía 32 años de edad, había sido acusado por un doble asesinato que ocurrió el 13 de abril de 2013 en una lujosa residencia en Toa Baja, donde resultó herida una niña de 12 años de edad. Fue acusado junto a su amigo, Hassed Sasiain Olivo, conocido como “Kiko”, quienes se entregaron a la Policía días después al ser imputados por las muertes de Ángel L. (Angie) Marrero Pacheco, de 39 años y Raúl Rivera Rivera, de 40 años. Marrero Pacheco era dueño también de 14 camiones y al ser asesinado estaba en su lujosa residencia donde la otra víctima realizaba unas reparaciones. En marzo de 2013 ambos resul-
taron absueltos por un jurado en el Tribunal de Bayamón cuando la Fiscalía no contó con el testimonio de la niña de 12 años hija del camionero. En el 2010 se desató una guerra en Toa Baja donde elementos del bando de “Los Bravos” se enfrentaron con el bando de “Los Díaz Andino”, y se comenzaron a jurar venganzas de parte y parte sumando una larga lista de asesinatos y una masacre que ocurrió el Día de Acción de Gracias de ese año. La muerte de McDonald Díaz era esperada ante versiones de que los compinches de Bravo y del camionero juraron matar a los presuntos verdugos de sus amigos. Tanto McDonald Díaz, como su amigo “Kiko”, a quien las autoridades atribuían el control del sector Los Pampers, uno de los puntos de venta de drogas más lucrativos del país, se fueron a vivir a Kissimmee, en el estado de Florida. Aunque físicamente McDonald Díaz pasaba la mayor parte del tiempo en Florida, viajaba a Puerto Rico con frecuencia, y se hospedaba en el área del Condado para atender sus “negocios”.En esta
Miguel Rivera Puig >jrivera@elvocero.com
Richard (Ichy) McDonald Díaz, de 32 años, al momento de su muerte estaba acompañado de su esposa, quien recibió tres heridas de bala. >Archivo/EL VOCERO
Richard (Ichy) McDonald Díaz > Residía en Kissimmee, Florida, pero viajaba a Puerto Rico frecuentemente.
> Estaba en Puerto Rico para atender al sepelio de su abuela.
> Había sido acusado por un
doble asesinato ocurrido en abril del 2013 en una lujosa residencia en Toa Baja.
ocasión llegó con varios familiares y se hospedó en un hotel del área de Isla Grande para asistir al sepelio de su abuela. Sus narco-enemigos, al saber que estaba en Puerto Rico por motivo de la muerte de su abuela, averiguaron dónde se hospedaba y con cautela le montaron una vigilancia. El individuo había alquilado una guagua y lo siguieron en la madrugada hasta el estacio-
namiento de una farmacia en el Condado a donde fue a comprar navajas de afeitar. El acechado salió del establecimiento y al abordar junto a su pareja, Meralis Calderón Rivera, de 26 años, la guagua Ford Explorer modelo del 2015 en el estacionamiento de la farmacia Walgreens en la Avenida Ashford intersección con la calle Condado, de súbito se le acercó el sicario enmascarado y lo mató dándole 20 balazos con una pistola calibre .40. McDonald Díaz tenía de forma ilícita en la gaveta de la guagua una pistola Glock calibre .40 cargada con 13 balas, la que no alcanzó ante el sorpresivo y rápido ataque. La mujer recibió tres heridas de bala y fue llevada al Centro Médico de Río Piedras donde sería operada. El agente John Daniel Barrera Huertas del CIC de San Juan investiga los hechos junto al fiscal Adriana Albors, que ya iniciaron la investigación. En el 2006, McDonald Díaz se declaró culpable en Bayamón por la posesión ilegal de una pistola que tenía la serie mutilada y por la posesión de un automóvil hurtado.
MOROVIS - Las autoridades esperan que el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) confirme a la mayor brevedad si el cadáver calcinado de una mujer que fue hallado en un automóvil en llamas en la madrugada de ayer es el de Betsy Rodríguez Burgos, madre de tres hijos casada con un agente de la Policía. El agente Daniel Soto Valentín, adscrito a la Comandancia de Área de Bayamón fue entrevistado ayer tras el hallazgo del cadáver en el asiento delantero del pasajero de un Toyota Yaris modelo del 2011 color gris que está registrado a nombre del uniformado. Aparentemente el agente no se percató de que su esposa, con la que llevaba casado dos años, había salido de madrugada en su automóvil de su hogar en el barrio Unibón. El automóvil con el cadáver calcinado fue hallado en la carretera PR-159, en el barrio Monte Llano colindante con el barrio Unibón. Fuentes policiales señalaron que el agente dijo que su esposa era ama de casa, y se encontraba estudiando en un instituto. Supuestamente, según la versión ofrecida por el esposo, padecía de depresión. En horas de la mañana y en medio de la investigación, el agente Soto Valentín ofreció la información sobre la mujer para informar oficialmente su desaparición. El fiscal Israel Chico Molla, quien emitió la orden de autopsia, procuró a través de los agentes que se hicieran las gestiones necesarias en el ICF en Río Piedras para llevar placas dentales e información que ayude a identificar oficialmente a la mujer. Se espera que también se conozca la causa de muerte lo antes posible, ya que para efectos de la Policia, se trata de una muerte sospechosa y no fue contada como asesinato.
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