24< ESCENARIO
EL VOCERO DE PUERTO RICO > LUNES, 9 DE ENERO DE 2017
SALUD
Riesgos de la obesidad infantil @
Lcda. Alexandra Rodríguez Quiñonez Quiñonez, LND, CMCP
El sobrepeso y la obesidad son términos mundialmente conocidos de los cuales se escucha hablar constantemente. Estos no tratan simplemente sobre estética, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El auge que ha tomado el tema se debe a varios factores, entre ellos se encuentran los riesgos a la salud y la rapidez con la que ha escalado la prevalencia, especialmente en la población pediátrica. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la obesidad infantil se ha más que duplicado en niños y cuadriplicado en adolescentes en los últimos 30 años. Incluso, para 2012, más de un tercio de los niños y adolescentes se encontraban en sobrepeso u obesos. Es importante analizar cómo esto se traduce a nuestras vidas y las de nuestras familias. La realidad es que es crucial detener estas estadísticas para poder proteger a nuestros jóvenes de condiciones muy peligrosas. El sobrepeso y la obesidad pueden tener efectos inmediatos en la salud del niño o adolescente como el aumento de colesterol y triglicéridos, hígado graso, prediabetes, problemas en articulaciones y huesos, y apnea del sueño; además de problemas sociales y psicológicos como los estigmas y la pobre autoestima. A largo plazo, los niños que se encuentran en sobrepeso u obesos tienen mayor probabilidad de ser adultos obesos y por lo tanto se encuentran en mayor riesgo de sufrir mayores problemas de salud, como lo son la enfermedad coronaria, la diabetes tipo 2, derrames cerebrales, múltiples tipos de cáncer y la osteoartritis. Para controlar estas estadísticas, debemos evaluar las causas del sobrepeso y obesidad pediátrica. Normalmente el aumento en peso ocurre cuando se consumen más calorías de las que utilizamos a través de la actividad física. Hay que tener en cuenta que los hábitos de alimentación y de actividad física de nuestros niños están influenciados por muchos factores de la sociedad como la familia, las escuelas, agencias gubernamentales, los medios de comunicación y las industrias de alimentos, bebidas y entretenimiento. Es importante considerar que no es una situación simple que se resuelve en un día, de igual manera que no fue creada en un día. Los niños y adolescentes se encuentran en desarrollo y su cuerpo necesita una cantidad sustancial de calorías, hidratos de carbono, proteínas, grasas y nutrientes para que su cuerpo funcione adecuadamente, por lo que no pueden hacer una dieta restrictiva igual a la de un adulto. En una evaluación nutricional, la dietista calcula el requisito calórico del cliente o paciente y prepara un plan alimentario con la distribución adecuada de grupos de alimentos para que logre cubrir sus necesidades. De esta manera, no se reducen calorías para que el niño baje de peso, sino que se
Los menores de edad no pueden hacer una dieta restrictiva igual a la del adulto.
Los niños en sobrepeso tienen mayores probabilidades de sufrir percances de salud
ofrecen las calorías necesarias y se aumenta la actividad física para que pueda evitar el aumento de peso mientras su cuerpo continúa creciendo. Aunque sea de estatura promedio, su cuerpo tiene sistemas internos que aun necesitan formarse, como lo son el óseo y el reproductor; solo algunos casos específicos cualifican para reducción de peso y el mismo debe ser planificado en un programa con un equipo interdisciplinario que incluya una dietista licenciada y seguimiento médico. En cada caso se evalúa el estado médico-nutricional para ofrecer alternativas que promuevan el cambio. Generalmente se encuentra que están consumiendo demasia-
das calorías o su nivel de actividad física es muy sedentario. Para la población pediátrica, la recomendación de actividad física es de un mínimo de 60 minutos de actividad de intensidad moderada o vigorosa, la mayoría de los días de la semana. El ejercicio aeróbico y de fortalecimiento muscular debe distribuirse al menos tres días de la semana cada uno. Esta meta se debe alcanzar según la tolerancia de cada individuo. La primera meta siempre debe ser la reducción del tiempo sedentario. Una alternativa puede ser la reducción del tiempo de televisión hasta no más de dos horas diarias. La actividad física se puede introducir
Se aumenta de peso al consumir más calorías de las utilizadas. >Archivo
Efectos
El sobrepeso y la obesidad pueden tener efectos inmediatos en la salud del niño o adolescente como:
• Aumento de colesterol y triglicéridos • Hígado graso • Prediabetes • Problemas en articulaciones y huesos • Apnea del sueño • Problemas sociales y psicológicos, estigmas y pobre autoestima.
en espacios de 20 a 30 minutos y aumentarla gradualmente hasta alcanzar 60 minutos diarios. Recomiendo actividades que resulten divertidas o que sean del agrado del niño o adolescente, ya que así no se sentirá como una obligación o sacrificio. Ejemplo de estos son natación, danza o simplemente salir a jugar o correr con sus amistades o familiares. De esta manera también podrán crear costumbres de actividad física que les ayudarán a mantenerse saludables a lo largo de sus vidas. Otro factor de gran impacto en el peso es la alimentación. El control de peso se puede dividir en etapas de prevención y de manejo del sobrepeso cuando el mismo se presenta. Nuevamente, se evalúa cada caso individualmente para examinar qué aspecto de la alimentación actual está contribuyendo al aumento en peso. Algunos aspectos que normalmente se encuentran es que debe aumentar el consumo de frutas y vegetales, reducir el de bebidas azucaradas y desayunar diariamente. Estos cambios son más eficientes cuando se incluye la participación familiar y al niño o adolescente en la selección de alimentos y en la toma de decisiones. Los cambios se deben realizar gradualmente y no en forma restrictiva o castigo. El plan alimentario incluye como estrategia el control de porciones y la selección de alimentos más saludables, reducción de alimentos fritos, ya que las grasas son el componente más alto en calorías de todos los grupos alimentarios. Esto no quiere decir que sea necesario eliminar las grasas, ya que sí son necesarias, pero debemos controlar las cantidades y seleccionar las más saludables, como las nueces y aceites vegetales. Además, debemos aumentar el consumo de vegetales, ya que estos son ricos en vitaminas y minerales y son muy bajos en calorías. Incluso, muchos centros de comidas rápidas ahora ofrecen alternativas de ensaladas. Para evitar el exceso de calorías que provienen de azucares añadidas podemos cambiar el refresco por agua cuando salimos a comer. También debemos evitar las bebidas con sabor a frutas y cambiarlas por agua o por bebidas 100% jugo, en cantidades apropiadas para añadir nutrientes sin exceso de calorías. El control de peso es un tema muy amplio y existen muchas alternativas para su manejo. Cada persona es diferente y por tal razón la alimentación y el cuidado médico se debe individualizar. En especial la población pediátrica que tanto depende de las figuras de autoridad y de la sociedad para su propio bienestar. El éxito en el control de peso tiende a encontrarse en una alimentación saludable y en la inclusión de actividad física diariamente; recordando tener en cuenta los requerimientos individuales. Para conocer sobre recomendaciones personalizadas para el control de peso en las edades pediátricas o en la adolescencia puede hacer una cita con su nutricionista o dietista licenciada más cercana. (La autora es dietista clínica del Hospital Auxilio Mutuo y está certificada en manejo de control de peso en niños y adolescentes. Más información, 787-7582000 ext. 3195 o 3187.)