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OLMUE y Limache Julio 2013 / Nº19 Edición General, Diseño y Comercialización: DELARTE Diseño & Comunicaciones Fotografía de Portada: Gentileza de SERNATUR
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y Limache en Invierno En esta edición, un recorrido a la que ha sido denominada la Ruta de Darwin de Ocoa - La Campana, que rescata la presencia de Darwin en este territorio, destacando todos los puntos por los cuales pasó y que hoy tienen interesantes atractivos turísticos. ¿La idea? mostrarle opciones para pasear por la región y conocer algunos rincones más inexplorados. La V región interior cada vez tiene más y mejor infraestructura turística y los distintos lugares se van preparando para ofrecer alternativas atractivas al visitante. Es la opción para salir de las grandes ciudades y recorrer los campos y las montañas, que lo esperan con tradiciones y costumbres campesinas, pancito amasado, turismo de naturaleza, turismo rural y un sin fin de actividades para realizar en invierno. ¡Lo esperamos!
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La Ruta de Darwin
de La Campana - Ocoa Fuente: http://www.innovaturismo.ucv.cl
Charles Darwin, joven naturalista inglés, llegó a Chile como miembro de un viaje de exploración científica. La expedición zarpó de Plymouth, Inglaterra, en diciembre de 1831 a bordo del HMS Beagle y llegó a Valparaíso en el invierno de 1834. Charles Darwin permaneció en total 9 meses en Valparaíso, período en el cual realizó observaciones sobre flora, fauna y geología de los diversos territorios que pudo visitar de la región. La ruta que siguió Darwin desde la ciudad de Valparaíso hacia el cerro La Campana está descrita en su Diario; él menciona que se dirigió hacia Quintero y desde ahí se enrumba hacia el valle de Quillota, atravesando la cuesta de Chilicauquén, hasta llegar a la Hacienda de San Isidro. Desde aquí, la ruta que sigue Darwin hacia La Campana se diluye un tanto, aún cuando menciona que, luego de 10 horas de viaje, pernocta a orillas del estero del
Guanaco, desde donde observa a lo lejos el puerto de Valparaíso y sus buques en la bahía y la cordillera de Los Andes. Aunque la localización exacta de este lugar no es clara, es posible hallar un sector llamado El Guanaco, entre el cerro El Litre (1621 m) y el cerro El Cardonal (1340 m) por la quebrada de La Campana, que tiene altas probabilidades de ser el punto de observación mencionado por Darwin.
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brado al hallar una de ellas a 1350m con relación a la familia a la que pertenecen, esas palmeras son árboles deslucidos. Su tronco, muy grueso, presenta una forma muy curiosa: es más ancho hacia el centro que en la base y la copa y son muy preciadas a causa de una especie de melaza (miel de palma) que se obtiene de su savia. Un buen árbol de esos llega a producir 410 litros. Charles Darwin en Chile (1832 – 1835): Viaje de un naturalista alrededor del mundo.
Una vez llegado a La Campana y realizadas todas las observaciones que Darwin acostumbra, desciende hasta la Hacienda de San Isidro para luego dirigirse, a través del valle de Quillota, hacia las minas de cobre de Jahuel por el entonces camino público, antiguo Camino Real.
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Fotografía: Fernando Aceña / fernando@camaralucida.cl
16 de Agosto de 1834. El mayordomo de la hacienda es lo bastante amable para facilitarme un guía y caballos reposados y partimos de madrugada con el fin de efectuar la ascensión a La Campana, montaña que alcanza una altitud de 1950 metros. Los caminos son horribles pero, las particularidades geológicas y el espléndido paisaje que a cada instante se descubre compensan nuestras fatigas. En algunos lugares se encuentran palmeras (palma chilena, Jubaea chilensis) y quedo muy asom-
La Ruta de Darwin de La Campana-Ocoa
ofrece una serie de variados y hermosos ecosistemas. Se destacan aquellos ubicados en el Parque Nacional La Campana, como el bosque húmedo de Roble de Santiago, cerca de los cerros el Roble y Puntilla Imán. Por Ocoa, sobresale el sendero La Cascada, impresionante por su alta biodiversidad y ecodiversidad, destacándose el denso bosque de palma chilena (Jubaea chilensis). Por otra parte, se encuentra La Cascada, caída de agua impresionante, que fluye desde las cumbres. Aquí se presenta una nutrida fauna endémica de Chile mediterráneo: Lagarto leopardo, Perdiz chilena, Zorzal, Araña pollito, Turca, Mariposa, Culebra de cola larga, entre varias otras. En Rabuco se presenta un valle agropecuario de alta diversidad de cultivos y características de ruralidad.También, en Rautén, Quillota, existen variados ecosistemas rurales, destacando además, la ganadería y los cultivos de chacarería. Estos paisajes contienen atractivos culturales, históricos y arqueológicos, caminos, senderos y miradores, posibles de conocer y disfrutar, realizando actividades como: senderismo, montañismo, días de campo, camping, cabalgatas, fotografías, acompañados por un clima acogedor en un entorno cercano a los mayores centros urbanos de la zona central de Chile.
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Quillota
La ciudad de Quillota mantiene su herencia colonial. En el entorno a la Plaza de Armas destaca su patrimonio arquitectónico ligado a iglesias y casas coloniales que datan del siglo XVIII. Muestras organizadas en museos arqueológicos y centros culturales permiten interpretar la historia y la cultura ancestral. Cruzando el río Aconcagua, es posible visitar las localidades de Rautén y Boco, que cuentan con oferta gastronómica y de hospedaje
tipo cabañas en un entorno natural de gran belleza, que invita a practicar senderismo y cabalgatas. En la misma zona, la Quebrada del Ají, popularizada por el tema del grupo Los Jaivas, que fuera lugar favorito de los Incas para el cultivo del preciado Ají, ingrediente indispensable en sus comidas. Hacia el sur se ubica la localidad de San Pedro, de interés porque mantiene una fuerte vinculación con el ferrocarril.
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Olmué
propias del campo chileno en el contexto de un microclima saludable y con un patrimonio paisajístico incomparable. Ofrece actividades culturales, rodeos, servicios de cabalgatas y turismo de naturaleza; además, destaca la amplia oferta de centros de descanso y eventos, que ofrecen servicios de alojamiento, entretención, piscina y alimentación. En gastronomía destacan las empanadas, carnes a la parrilla y el infaltable pan amasado con pebre.
Remontándonos a su proceso de fundación los documentos señalan que el pueblo de Olmué (Gulmué, en mapudungun), se habría originado como un pueblo de indios, creado en 1612 a través de la donación que hiciera doña Mariana de Osorio, propietaria de la estancia de Gulmué, a los indios que la habitaban. Olmué posee una planta turística consolidada, caracterizada por rescatar las costumbres y gastronomía
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P.N. La Campana Posee una superficie de 8000 hectáreas, dividida en tres sectores: Granizo, Cajón Grande y Palmas de Ocoa. Fue declarado Reserva de la Biósfera en 1985 y definido como lugar de interés científico el año 1989. Dispone de seis senderos para los visitantes. En el Sector Granizo, el sendero El Andinista que conduce a la cima del Cerro La Campana y el Sendero Los Peumos Portezuelo Ocoa, que conecta a los tres sectores del parque, apto para observación de flora, fauna y geología.
En el sector Cajón Grande, el Sendero Plateaux permite observar flora y fauna; el sendero Los Robles - Portezuelo Ocoa ofrece la oportunidad de apreciar bosques relictos de Robles de Santiago. En el sector Palmas de Ocoa, el sendero La Cascada destaca por los bosques de palma chilena y por una caída de agua de alrededor de 30 m y el sendero el Amasijo - Portezuelo Ocoa que llega al corazón del Palmar de Ocoa y conecta a los tres sectores del parque.
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Fotografía: Fernando Aceña / fernando@camaralucida.cl
AQUEL ENCANTO DE LA LOMA
y algo más
¿Qué busca el hombre que solitario anda los cerros y contempla quizás el renacer de la humanidad? Todas las elevaciones que abrazan el valle de Olmué-Limache tienen historias. Pero, como en la realidad de la vida, el encanto vital y sanador del espíritu, se encuentra donde el grupo humano -la tribu- se instala y sostiene sus costumbres ancestrales para la supervivencia.Y también retiene los sueños. No quiero decir -por falacia- que lo antiguo era mejor, que en esas sociedades había más felicidad. Sin embargo, La Loma, tal simple lugar en el corazón del valle que desciende
Por Hernán Ortega-Parada
desde El Roble y que tiene sectores tan hermosos, guardaba sus propios encantos hace treinta o más años. Hay un todo con La Vega, Las Palmas, El Venado, La Peña, El Llano, Camarico, y otros rincones. En efecto, allí no iban a comprar harina a Olmué o a Tiltil. Cultivaban el trigo y en el verano era una fiesta la trilla a yeguas cabestriadas de a tres. Una hermosa loma daba nombradía y proporcionaba aquel alimento para humanos y caballerizos. Se hacía hermandad en la trilla como en otras
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labores, como una “minga”. En aquellos años, el sentido de familia era muy fuerte. Viejos y jóvenes sabían pulsar una guitarra y enhebrar décimas. Todos sabemos que en esta sección de la Cordillera de la Costa, con la llegada de los españoles, proliferó la explotación de minas de oro y cobre. Los incas eran expertos en el lavado de oro, como en Marga Marga. Los “godos” trajeron la tecnología, herramientas y pólvora, para vencer la roca y extraer la riqueza de sus entrañas. En este valle, como en Til Til y Colliguay, hay numerosas huellas de tales esfuerzos. Tito, un vecino de Granizo merodeó a principios de siglo XX los cordones de La Campana y el Roble, así como los Altos de Tiltil. Se metía en cada pique que encontraba. Tradición minera hubo en estos valles olmueínos. Allí mismo, en La Loma, a pocas cuadras de la escuela funcionó
una pequeña pero muy provechosa explotación subterránea de oro y cobre. Don Manuel Godoy, nortino, era el propietario y capataz. Hasta la cancha de la mina llegaban poderosos camiones a retirar el material para ser procesado en Lampa. Para don Manuel su Vellocino de Oro estaba en el corazón de esa montaña, donde él calculaba que había un cruce de vetas de oro de alta ley. No sabemos cuando terminó la faena. En el privilegiado valle de El Almendral, al fondo de él, hubo antiguas familias -tal vez del s.XIX- que tenían molinos de agua para alguna faena hoy imprecisa. En la pared poniente, muy arriba, hubo una canaleta tallada en la piedra para traer agua desde las alturas. Conocimos La Pancora, extensa mina ubicada en la pared contraria. En los años de andanzas, tratamos en veranos sucesivos con un pirquinero
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oriundo de Salamanca. Mostró su arte de extraer, moler a combo, lavar en canaletas de madera y recoger en la challa los granos dorados entrañables a su vida. Soñaba con ganar lo suficiente para comprar un taxi en su pueblo y no sufrir más las miserias del minero: hambre y peligro de perder la vida, pues si tomaba ayudantes su existencia podría terminar al fondo de un pique. A la entrada de El Almendral vivía don Zacarías Figueroa. Una botella de whisky traída para templar algunas noches de soledad y frío, duró
tarle a nadie, se introdujo por el hoyo y vio cofres y botijas pesadas, semi cubiertas de polvo. Los movimientos de tierra continuaban hasta que el terremoto hizo que media ladera del cerro matara su descubrimiento. Y restara sólo una leyenda transformada en realidad para un padre y su hijo, mineros ambos. No vamos a hablar de la Ramayana, ni de La Planta, ni del espantoso yacimiento del lado sur de La Campana; por mencionar dos muy conocidas explotaciones mineras. Al pie de la “catedral” de piedra que corona La
Fotografía: Fernando Aceña / fernando@camaralucida.cl
solamente dos jornadas de luna y conversa. Don Zacarías, amistoso, amigable, memorioso. Fallecido hace dos o tres años, fue seguramente el último hombre con tradición genuina de minero en la zona. El licor despierta los recuerdos. En su adolescencia ayudaba a su padre en faenas extractivas. Trabajo duro, intenso. Sabía lo del tesoro de los jesuitas enterrado en la Cuesta. Contaba que su padre, conocedor del secreto, excavaba cerca de este camino, cuando ocurrió un fuerte temblor que hizo que el techo se hundiera alcanzando apenas a salvarse. Al día siguiente, a plena luz, observó una abertura en lo que había sido el fondo de su laboreo. Sin con-
Campana, por el costado poniente, está la entrada de lo que podría haber sido una fabulosa mina de oro y cobre, pero es sabido que una importante veta de agua, a esa altura vaso comunicante del alto Aconcagua, impide cualquier laboreo. Y su agua está altamente contaminada de arsénico. Esas visiones idílicas de La Loma son hoy postales de una prodigiosa vida natural, irrepetible. Y aunque los habitantes hayan cambiado de camisa y de apellido, esperamos que estén de acuerdo en que nada, nada venga a horadar las montañas ni que los dinosaurios de hierro vengan a intervenir los caminos para llenar de oro a serpientes insaciables de otros planetas. Amen. 12
El deporte aventura
Al servicio de la salud
Todos hemos escuchado más de una vez que el deporte es una actividad que favorece la vida sana y trae muchos beneficios para la salud. Sin embargo aún no es algo que el común de las personas tenga incorporado en su rutina diaria. Los beneficios son innumerables, desde una simple mejoría de nuestra condición física hasta una gran sensación de satisfacción gracias a las endorfinas que se liberan durante el acto deportivo. Pero dentro de la amplia gama de deportes que existen, un tipo de actividad que tiene un beneficio extra para nuestro cuerpo y nuestra salud mental
Por Leonardo Martínez Guía y rescatista de montaña
y física es el deporte aventura, que contiene una carga de adrenalina, elemento adicional que no está incluido en otras actividades. Esta se libera en grandes cantidades al enfrentarse el cuerpo y la mente a una actividad que supone algún nivel de riesgo o una dosis de temor que decidimos controlar para realizarla.
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La Adenalina o epinefrina es una hormona con un neurotransmisor que tiene efectos inmediatos en el cuerpo. Esta incrementa la frecuencia cardiaca, contrae los vasos sanguíneos, abre los canales respiratorios y eleva el estado de alerta del cerebro y por tanto de todos los sentidos. Se ha especulado que quienes son “adictos” a los deportes de aventura, son más bien adictos a los efectos de la adrenalina sobre el cuerpo. Otras de las sustancias que se liberan son las Endorfinas, encargadas de la sensación de bienestar y felicidad, entre otras cosas, las cuales entregan solo beneficios a nuestro cuerpo y mente. Adicionalmente debemos agregar que el deporte aventura se practica en espacios abiertos, donde la presencia de la naturaleza circundante también conlleva efectos beneficiosos, pues se asocia a una disminución del stress, depresión, fatiga y sensación de bienestar general. Y todo esto, sin considerar aun los beneficios musculares, óseos, fisiológicos y estéticos que en general los deporte nos aportan. ¿Qué nos falta entonces para atrevernos a hacer deporte aventura? Los países con mejores índices de salud mental
y física tiene también altos índices de desarrollo de actividad al aire libre. Los deportes de aventura han comenzado a practicarse de manera más masiva en la última década en Chile, desde que se comenzaron a acercar las técnicas y equipamiento a la población en general. Hoy en día los precios de equipo, guiados y cursos son bastante más accesibles, la demanda ha aumentado considerablemente y con ello la variedad de marcas y empresas que ofrecen servicios de esta naturaleza. Por lo tanto sólo hace falta tener las ganas y comenzar.
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RESPIRANDO EL PRESENTE Uno de los síntomas de los estilos de vida actuales es el estrés y la ansiedad. Ambos hacen que la respiración se vaya haciendo cada vez más corta y rápida, es decir, a medida que nos agitamos la tendencia es a ir inhalando menos oxígeno.
Por Ana María Sepúlveda
La manifestación de esto es la baja de energía, tanto a nivel físico como anímico. Entonces, es la mente quien ha respirado por ti mismo de una manera mecánica. Es que las respuestas orgánicas son claras…podemos vivir durante semanas sin alimentos, sin líquidos durante días, pero bastan unos minutos sin oxígeno para hacernos perder la vida. Tal es la importancia básica de la RESPIRACIÓN. Cada célula de nuestro cuerpo depende de la sangre para su provisión de oxígeno, determinando la vitalidad y la salud de estas. Si la
respiración es defectuosa, no se oxigena bien la sangre. Por su parte, el cerebro, al no recibir las cantidades adecuadas de oxígeno, empieza a reducir su rendimiento y esto origina somnolencia. El diafragma, al no trabajar adecuadamente, hace
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poco esfuerzo y pierde tonicidad, contribuyendo así con la reducción de la capacidad pulmonar. La Respiración Consciente nos ofrece la oportunidad de ampliar nuestro campo de control sobre el cuerpo físico y emocional. Con un conjunto de técnicas simples de respiración y una predisposición a tornar estas prácticas de manera habitual, podemos desarrollarnos tanto a nivel mental y aeróbico, como a nivel preventivo y curativo. Existen cuatro formas de respiración y en cada persona predomina una: respiración Clavicular, Costal, Abdominal y Completa (respiración Yogui). En esta última, se produce el total llenado de los pulmones y es la más beneficiosa para el hombre. Los músculos respiratorios entran en completo juego, sobre todo los que rigen las costillas. Así, aumenta el espacio en que los pulmones pueden dilatarse, ofreciendo una mayor oxigenación de todos los órganos. En las demás formas de respiración solo se utiliza parte de estos músculos. El hecho de poner consciencia en la inhalación y la exhalación, nos
permite aplacar la energía mental y volcarnos al ritmo corporal profundo. De este modo, reservamos las fuerzas psíquicas y emocionales positivamente, sin que escapen en desequilibrio. “Estar en el presente”, estar en el cuerpo, es simplemente estar conscientes de respirar. Una respiración consciente está destinada a calmar y tranquilizar la mente, alejándola de las preocupaciones y del exceso de estimulación a que a menudo se ve sometida. El objetivo no es dejar la mente en blanco o librarla de toda estimulación, sino centrar la atención en un solo elemento, RESPIRAR PROFUNDO. Cuando la mente está “llena” de esa sensación de calma y paz, no queda sitio para el malestar. Cuando la mente está tranquila y centrada en el presente, no está reaccionando a recuerdos del pasado, ni preocupada por sucesos futuros, que son dos fuentes importantes de estrés.
Volvamos entonces a nuestra esencia, volvamos a respirar de verdad!!
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CABAÑAS EN OLMUE
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COMO LLEGAR A OLMUÉ DESDE SANTIAGO En Auto Por la Ruta 5 Norte hasta cruce a Til-Til, continuando hasta Til-Til para luego tomar Cuesta La Dormida, desde la cual se llega a Olmué. Distancia: 80 km Demora: 1hora y media En Bus Pullman Bus: Salidas diarias desde Terminal Alameda, cada dos horas app. Demora: 2 horas
DESDE VIÑA DEL MAR En Auto Tomar Autopista Troncal Sur hasta Limache y luego tomar Avda. Eastman hacia Olmué. Distancia: 43 km Demora: 40 min Sin Auto Vía Metro Valparaíso hasta Estación Limache, donde existe movilización colectiva hasta Olmué. Demora: 1 hora
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