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BASCOM PALMER
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Escleritis Infecciosa Guillermo Amescua,
M.D. Córnea, Superficie Ocular y Uveítis Profesor Asistente Bascom Palmer University of Miami
Las enfermedades inflamatorias de la esclera tienen una presentación clínica muy diversa. Se pueden presentar como episodios inflamatorios leves auto-limitados a casos rápidamente progresivos asociados a una necrosis severa del tejido escleral. La escleritis es una condición ocular seria, que puede dar como resultado pérdida total o severa de visión; por lo tanto requiere de un diagnóstico temprano y un tratamiento apropiado. En general, las enfermedades inflamatorias del tejido escleral se pueden dividir en dos grandes categorías: la primera, y la más común, es la escleritis no infecciosa; que en la gran mayoría de los casos está fuertemente asociada a enfermedades autoinmunes, como lo son las vasculitis sistémicas. Este grupo se subdivide en escleritis anterior difusa, escleritis anterior nodular, escleritis posterior, escleritis necrotizantes, asociada a inflamación, y escleritis necrotizante no asociada a inflamación (también llamada escleromalacia perforans). El segundo grupo pertenece a las escleritis infecciosas, que tiene una incidencia mucho menor, pero que posee un curso clínico que tiende a ser progresivo y con una necrosis secundaria severa.
FIGURA 1 Paciente masculino de 68 años con historia clínica de cirugía de pterigión, 8 semanas antes de presentarse con escleritis necrotizante del ojo izquierdo. La foto muestra derretimiento escleral y corneal nasal. Perforación a nivel del limbo corneal y colapso secundario de la cámara anterior. El cultivo del área de derretimiento escleral fue positivo para pseudomona aeruginosa. El paciente se presentó con una agudeza visual de visión de manos y presión intraocular < a 6mmHg.
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QUINTA EDICIÓN 2013 • REVIEW OF OPHTHALMOLOGY
El objetivo de este resumen es el de describir las causas más comunes, diagnóstico, manejo médico y quirúrgico de este tipo de la escleritis infecciosa.(1) Una historia clínica detallada y examen físico completo; al igual que la ayuda de estudios de laboratorio e imagen son esenciales en la evaluación de pacientes con escleritis infecciosa, y aunque en general, se encuentran asociadas a un proceso quirúrgico, traumatismo o extensión de una infección corneal; es importante siempre tener en el diagnóstico diferencial un proceso sistémico.(2) Como se mencionó anteriormente, la escleritis infecciosa es una enfermedad poco común. En hospitales o centro oftalmológicos de referencia de tercer nivel representan del 5 al 18% de todos los casos de escleritis.(3) Las escleritis infecciosas se subdividen en dos grupos: la escleritis infecciosa exógena, que es la presentación más común, y que, generalmente, está estrechamente relacionada a historia de cirugía previa, traumatismo o extensión de una infección de algún tejido adyacente y las escleritis infecciosas endógenas. Estos casos tienden a manifestarse como una escleritis autoinmune difusa o nodular con un curso lento y menos destructivo. Las infecciones como sífilis, tuberculosis e incluso infecciones herpéticas son la causa más común en este grupo.(4) Nuestra institución, recientemente, describió la epidemiología y los resultados de agudeza visual de todos los pacientes con cultivo microbiológico de tejido escleral positivo obtenido por medio de muestra con torunda o espátula y/o biopsia entre 1987 y el 2010. Se incluyeron 56 ojos con escleritis infecciosa confirmada por resultados de microbiología. La edad promedio fue de 70 años (rango de 5-92 años). En el 89% de los casos se pudo identificar un factor de riesgo directo. Estos incluyeron historia quirúrgica (la gran mayoría historia de cirugía de pterigión con uso de mitomicina C), seguido por cirugía de catarata y, por