respiraoaxaca CONOCIENDO A:
Cibeles Por: Cibeles Ramírez Colmenares * Fotógrafo: Arturo López Hernández.
Para conocernos, en esta ocasión, les platicaré un poco de mí: soy oaxaqueña, mezcla interesante de costa y valle, que ha sido fundamental en mi búsqueda por las rutas de expresiones culturales de mi estado. Crecí mis primeros años con Tere, mi abuelita; mis papás fueron profesores y en ese tiempo tardaban hasta dos días caminando para llegar a su escuela, mi papá, José Luis, falleció hace ocho años, lo recuerdo siempre líder, alegre, pachanguero y comelón, el hombre más inteligente que he conocido, mi papá al fin. Mi mamá, doña María Felín, podría pasarme días hablando de ella, es el claro ejemplo de un matriarcado, una mujer de gustos sencillos, honorable y sobre todo, la mejor cocinera que conozco. La forma en que empecé a cocinar fue mera casualidad, leyendo a Laura Esquivel entendí un poco que finalmente todos crecemos en torno al fuego de las estufas de la casa, y que con el pasar del tiempo, regresamos a buscar esos sabores de infancia, esos aromas que son particulares de las cocinas maternas, las de las abuelas. Mi plan de vida original era estudiar mercadotecnia, la necesidad me llevó a buscar empleo en Santa María Huatulco, fue allí el primer encuentro con las mesas de trabajo; abrimos, mi amiga Heddy y yo la panificadora “El Nueve”, la idea original era despedirnos de su familia porque nos íbamos de “mojadas” para poder pagar la universidad. No creo en el destino, pero sí creo que mucho de lo que soy tuvo su origen en esa aventura. Aclaro que no sabíamos NADA del arte de la panadería, fue de mis épocas más divertidas, aprendimos del puro ensayo error, era tan cansado ese trabajo que en alguna ocasión el sueño nos venció al punto de olvidar ocho charolas de pan que se volvieron carbón en el horno, realmente fue una lección. De ahí vinieron las experiencias de abrir una paletería, una cafetería escolar y finalmente lo que es ahora el Café Huatulco; en ese lapso di clases a preparatorianos en Santa María Tonameca, dormía muy poco, con la energía que se tiene a los veinte años todo se puede. Empezaron los pedidos de pasteles, vendíamos empanadas en la playa, trabajábamos mucho, al principio comíamos quesadillas mañana, tarde y noche, ya que no sabíamos cocinar, así que empezamos a pedir ayuda con nuestras clientas; a la fecha guardo un recetario de esa época de mi vida; conocí la variedad de frutos del mar y río; la fruta de la costa es deliciosa y tuve un inevitable encuentro con recetas a base de iguana, venado, armadillo, y que puedo decir del mejor café del universo, el que se cultiva en las fincas de Pluma Hidalgo y Huatulco, (mi favorita es la finca El Nueve), ahí conocí todo el proceso del cultivo, recolección y beneficio del café para lograr ese sabor indescriptible, he sido afortunada de aprender con los mejores, vaya que si puedo decir que sé preparar el café como debe de ser, por lo mismo, tomarlo desde hace muchos años, sin azúcar y sin recalentar. Mi paso por Huatulco duró dos años, empecé a estudiar administración de empresas en el Instituto Tecnológico de Oaxaca en el sistema abierto, cada fin de semana viajaba a Oaxaca para presentar exámenes y tareas, muchas circunstancias me fueron convenciendo que Huatulco podía esperar unos años; regresé a casa, hice mi servicio social en la Secretaría de Turismo, donde me contrataron al poco tiempo; sinceramente era un trabajo agradable, solo que pasar de mi ritmo de vida acostumbrado a una oficina fue inevitable que me aburriera horrores. Estaba recién inaugurado el Restaurant El Sagrario, conocí a Jesús Díaz, el propietario quien me invitó a trabajar con ellos a punto de terminar la carrera, lo que fue una buena oportunidad; empecé como cajera, luego abrí la primera sucursal, regresé como jefa de piso y finalmente gerente de
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* Cibeles Ramírez Colmenares Licenciada en Contadora Pública en la Universidad Anáhuac Oaxaca y en Administración de Empresas, en el Instituto Tecnológico de Oaxaca. Directora de Cibeles Banquetería en Oaxaca. Delegada del Conservatorio de la Cultura Gastronómica de México por el Estado de Oaxaca. Fundadora del Conservatorio Gastronómico de Oaxaca. Coordinadora del primer Diplomado en Cocina Tradicional Oaxaqueña de la Universidad Anáhuac, Campus Oaxaca. Cel. 951 5484625 cibelesrc@gmail.com
ventas área en la que tenía que saber cómo se elaboraban los menús y presentarlos con facilidad de entender a los comensales, allí descubrí que tenía habilidad y facilidad para cocinar, las mayoras son celosas de sus recetas, creo que el haber crecido con mi abuela me ayudó a entender con facilidad la alquimia de nuestra cocina oaxaqueña, y a la vez, ganarme en cierta forma la confianza de mis compañeras cocineras y compartirme sus recetas. Empecé a participar en los viajes de promoción de la Asociación Turística Oaxaqueña, uno de esos viajes me llevó a hacer mi primer evento en Acapulco en el que cociné para Agentes de Viajes de España, ¡¡doscientos cincuenta comensales MUY exigentes!! Era época de huracanes, pudimos volar hasta el día del evento, tenía poco tiempo para producir un menú de tres tiempos: una botana oaxaqueña individual, un mole negro con arroz blanco y de postre pan de elote. Dirigir a cuarenta cocineros en el hotel Hyatt, lo perfecto que salió todo, la felicitación de tan exigente público, me hicieron pensar, ¡¡de aquí soy!!. Terminó mi ciclo en El Sagrario, tuve al mejor patrón y las mejores maestras cocineras. Mi mamá recién jubilada me animó a formar una empresa en la que hiciéramos lo que más nos gusta, COCINAR. Así empezó esta aventura que lleva catorce años, en la que me ha permitido conocer la cultura, costumbres y tradiciones de la mayor parte de la República Mexicana y de diferentes países, logrando mi anhelo de compartir el arte y los sabores de Oaxaca en la mesa. Nos vemos en el próximo número…