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REVISTA DE COLECCIÓN

GOBIERNO AUTÓNOMO DESCENTRALIZADO MUNICIPALIDAD DE AMBATO

Departamento de Cultura del Municipio de Ambato

DISTRIBUCIÓN GRATUITA

TOMO Nº 1

Juan Montalvo El ilust re que amó la libert ad

Edit orial GOBIERNO AUTÓNOMO DESCENTRALIZADO MUNICIPALIDAD DE AMBATO

Dirección General

Arq. Fernando Callejas B.

Alcalde del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipalidad de Ambato

Sylvia Pachano de Vargas Directora del Departamento de Cultura Coordinación General

Diego Tamayo

Promotor del Departamento de Cultura Investigación y Textos

Lucy Macías Dirección de Arte

Mónica López Ilustraciones

Israel Pardo Artista Plástico

Edición General

Editorial Las Recetas de Lucy lasrecetasdelucy@gmail.com

Todos los derechos reservados, prohibida su reproducción parcial o total en cualquier medio tecnológico o impreso.

Juan Montalvo...

El ilustre que amó la libertad.

Juan Montalvo fue un gran escritor y creador innato. Formó y forjó sus ideas en obras maravillosas, llegando a ser considerado uno de los mejores exponentes de la lengua Castellana en América. Desde muy joven se dedicó al cultivo de las letras, su pluma fue utilizada como un látigo libertario contra la opresión y la tiranía.

A pesar de no haber culminado sus estudios universitarios, hizo de la perseverancia su inseparable compañera. Sus modales, principios y conocimientos los adquirió a través de la lectura de obras universales de grandes escritores.

Con tenacidad superó los momentos de adversidad. Amó la libertad y la defendió a costa de grandes sacrificios, penalidades y destierros.

Entre sus principales obras podemos enumerar ¨El Cosmopolita¨ El Regenerador¨ ¨La Geometría Moral¨ ¨Capítulos que se le olvidaron a Cervantes¨ ¨Las Catilinarias¨ ¨Los Siete Tratados¨ y muchos más.

De Montalvo nos queda como legado material sus obras literarias y en nuestro espíritu ha quedado grabado cada una de sus virtudes, como la honestidad, humildad, tenacidad y sobre todo, el amor inconmensurable por la justicia y libertad de su patria.

Juan Montalvo El ilust re que amó la libert ad

Montalvo nació en Ambato un 13 de abril de 1832, dentro de un hogar numeroso, era el décimo de dieciséis hijos.

Debido a las diversas enfermedades de la época murieron 8 de sus hermanos, sobreviviendo: Francisco, Francisco Xavier, Mariano, Alegría, Rosa e Isabel.

En los años de escolaridad, Montalvo perdió a sus padres y para agregar más heridas a su corazón en 1843 cuando tenía once años, su hermano mayor Francisco, fue arrestado por enfrentarse a la dictadura del Gral. Juan José Flores.

Su niñez transcurría tranquila y alegre junto a sus hermanos que compartían los juegos de niños entre su casa de la Plaza Mayor en Ambato y la Quinta en Ficoa.

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En su juventud viajó a Quito para estudiar Gramática Latina en el colegio de San Fernando, donde sobresalió por su extraordinaria memoria, amor al silencio y a la soledad, Montalvo era un joven serio y de pocos amigos. Después ingresó a la Universidad Central de Quito para estudiar Derecho.

A pesar de la gran pena que produjo en su corazón la temprana pérdida de sus padres y el encarcelamiento de su hermano, su desempeño en los estudios era excelente, gustaba disertar largos discursos ante sus compañeros y maestros.

En 1848 fundó el periódico semanal “La Razón” y al siguiente año ”El Veterano” dando rienda suelta a su juvenil vocación de escritor. En 1853 fue electo secretario del colegio San Fernando. Después de un año funda su tercer periódico “La Moral Evangélica” y en 1855 “El Espectador”.

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Por las nuevas regulaciones en la libertad de estudios decretadas en el gobierno del Presidente Urbina, se vió privado de su cargo de secretario en el colegio y tuvo que abandonar sus estudios de Derecho. Regresa a Ambato y aprende por su cuenta idiomas como el Latín, Griego, Inglés, Francés e Italiano.

En el año de 1857 fue asignado Adjunto Civil en Roma, aunque el dinero le era escaso, solicitó que se le redujera el sueldo a la mitad. Una tarde en París, Montalvo invitó a un amigo a tomar café, cuando se disponía a pagar la cuenta se percató de que no contaba con suficiente dinero.

Esta pluma no vale por el oro, sino por lo que ella ha escrito.

Eso no cubrirá la cuenta

Aquí está su cuenta señor!!!

No cuento con esa cantidad…. pero pagaré con esta pluma

En 1860 regresa a Ecuador, mientras cumplía el trayecto del viaje hacia la Sierra, escribió en Yaguachi una carta al Presidente García Moreno, que acababa de ascender al poder. Fue un gesto altivo que denunciaba sus arrestos futuros.

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En 1866, publica El Cosmopolita, revista de carácter político literario, y se enfrenta verbalmente con Juan León Mera, publicando en su contra dos folletos El Masonismo Negro y Bailar sobre las ruinas. En alguna ocasión, en la acera de una calle de la ciudad, se encontraron los dos grandes personajes de la literatura ecuatoriana: Juan Montalvo y Juan León Mera.

Las rivalidades ideológicas hicieron que Mera diga a Montalvo…

En las céntricas calles del Quito de 1867 ya se había extendido la fama de Montalvo, que por su estilo y dominio de la lengua era considerado en erudito. Su prestigio como escritor era conocido en todo el país, gracias a la publicación de su revista El Cosmopolita, la gente al verlo pasar por las calles, se detenían para saludarlo y alabarle.

¡Allí va el cosmopolita!

Yo no doy paso a burros…

Pero yo sí.

Se enamora perdidamente de Adelaida Guzmán y se casan en Ambato en 1868, tuvieron 2 hijos Juan Alfonso y María del Carmen.

Aunque amaba a su familia, se vió forzado a separarse de ellos, debido al gran odio y represalias que había tomado contra él, García Moreno.

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En enero de 1869 García Moreno impulsó la llamada “Carta Negra”. Temiendo por su vida, Montalvo decide expatriarse y viaja hacia Ipiales en Colombia a la hacienda cafetera de su buen amigo Ramón Rosero.

En aquel entorno campestre y mágico escribió dos de sus grandes obras: “Los Siete Tratados” y “Los Capítulos que se le olvidaron a Cervantes”.

En Ipiales, Montalvo recibió la primera carta de Eloy Alfaro desde Panamá, pronto fraternizaron y Alfaro lo hospedó en Panamá, allí le proporcionó todo tipo de ayudas, incluso le compró un pasaje de primera clase con destino a Europa y dinero para su mantención, gesto que Montalvo muy educadamente no aceptó. Alfaro prometió seguir ayudándolo las veces que fuere necesario y se convirtió en un gran apoyo para Montalvo.

No ha sido el machete de Rayo, sino mi pluma quien lo ha matado.

Para 1874, mediante diligencia personal de Alfaro, publica “La Dictadura Perpetua”, a cuyo contenido responsabilizaron de instigar el asesinato de García Moreno por parte de un grupo de jóvenes liberales. Pero luego se descubrió que el verdadero asesino fue un mercenario llamado Faustino Lemos Rayo.

Montalvo al enterarse de la noticia se atribuyó su muerte intelectualmente.

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Después de la muerte de García Moreno, regresa al país y publica el ensayo “El último de los tiranos”. Dejó transitoriamente la ciudad para descansar en casa de su hermana Alegría en Baños. Un día mientras regresaba de montar a caballo, un sirviente acudió a tener la rienda de la cabalgadura para que desmontase, al hacerlo observó al muchacho, cuyo poncho se iba en hilachas, tomó entonces el suyo y se lo regaló. La hermana que presenciaba la escena le recriminó por regalarle una prenda costosa.

El nos sirve bien y no es justo que ande casi desnudo, a él le hace más falta que a mí. Te prohíbo que se lo quites.

En septiembre de 1876 viaja a Guayaquil donde fue recibido apoteósicamente por el pueblo, allí mantiene reuniones con el fin de confabular contra el gobierno del General Ignacio de Veintimilla, pero fue descubierto y cayó en prisión, luego fue desterrado, partió de su patria sin saber que era para siempre .

Durante su exilio en Panamá en el año de 1880 logra publicar las cinco primeras “Catilinarias” y como el éxito fue rotundo, editó seis más. Viajó a París en octubre de 1881 con el fin de seguir editando sus libros. Estando en tierras ajenas le llegaron tristes noticias, su hijo Juan Alfonso había muerto tempranamente, luego de un tiempo también falleció su esposa María Adelaida.

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A mediados de 1881 terminó “Los siete tratados”, pero no fue bien recibido por todos, especialmente por la iglesia, Monseñor Jose Ignacio Ordóñez reprobó y condenó Los siete tratados, llegando incluso a pedir en el Vaticano al Papa León XIII la prohibición de su lectura, el Papa incluyó a Los Siete Tratados en el índice de libros prohibidos.

En París publicó la Catilinaria número doce, que fue la última.

Entonces se unió sentimentalmente con la joven costurera Augustine Contoux, con quien tuvo un hijo. Ella fue la mujer que veló sus últimos años.

Pronto Montalvo respondió al clérigo por medio de su libro “Mercurial Eclesiástica”. Un numeroso grupo de literatos presentó su nombre para la Academia de la Lengua, pero no fue aceptado en razón de sus ideas políticas. Montalvo se encontraba en la cumbre de su carrera literaria editaba la revista “Europa y América” y “El Espectador”.

Los sabios me consuelan; los virtuosos me salvan, el ignorante procura afligirme; el vicioso me condena.

Una tarde de primavera en 1888, salía fatigado de corregir unas pruebas, llovía a cántaros y la atmósfera estaba fría y se agripó. De allí en adelante sus fuerzas decayeron considerablemente, teniendo que permanecer postrado en cama y en pésimas condiciones económicas.

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Agustín Yerovi y Clemente Ballén, dos respetuosos amigos de Montalvo, estuvieron permanentemente durante el largo tiempo de padecimiento de su terrible pleuresía, que ni en Francia de esa época, la medicina alcanzaba a combatir.

Montalvo comprendió que su fin se aproximaba.

Solo siento que toda mi vida se concentra en mi cerebro. Podría componer hoy una Elegía como no lo he hecho en mi juventud.

Se vistió de frac y a la una de la tarde del día 17 de enero de 1889 murió en París. Durante el régimen liberal se repatriaron sus restos a Guayaquil y en 1932 conducidos a un sobrio Mausoleo en Ambato en donde recibe el homenaje de sus compatriotas.

En el gobierno del General Eloy Alfaro, mediante decreto especial dispone adquirir la casa donde nació Montalvo para ser destinada a un plantel de educación. Luego de varios años se crea La Casa de Montalvo, convertida en un museo que presenta los más destacados aspectos de la vida del más grande escritor ecuatoriano de todos los tiempos.

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El 16 de Octubre de 1900, casi a los 10 años de la muerte de Montalvo, el Congreso aprueba la construcción de un monumento que inmortalice la figura moral e intelectual del ilustre ambateño. Este precioso monumento después de varios obstáculos se inauguró finalmente en Ambato el 20 de junio de 1911.

“Donde está la corrupción, allí está mi enemigo, donde están reinando las tinieblas, allá me tiro sin miedo”.

Montalvo amó, buscó y predicó la verdad, insurgiendo precisamente contra el ambiente proclive a la falsía, al engaño y a los vicios.

Llamó tirano al tirano por más que este fuere García Moreno.

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Canto a Montalvo I._ SU NACIMIENTO Como el soberbio cóndor que nace entre las grietas de los peñones pétreos de la alta Cordillera, y desplegando el ala de hondas fuerzas secretas bébese el horizonte y el azul de la esfera:

IV._ SU OBRA ……. Y cumplió su Destino, con honra y sin mancilla.

Mató su pluma de oro lo pérfido y lo ruin……

Y trajo a nuestros campos, de tierras de Castilla, al ingenioso Hidalgo montado en su Rocín.

En la ciudad de Ambato, al pie de los volcanes de corazón de fuego y testa encanecida, entre alegre dolor y amorosos afanes un niño, como todos, ha nacido a la vida…….

Magnificó sus libros sencillos con pedazos del sol de nuestra América que adoraron los Incas; y con celestes músicas que su genio y sus brazos hurtaron a las cielos que doran nuestras fincas……!

Y sus padres no saben que aquel lloro tan fino es un nuncio apostólico y triunfal del Destino: ¡qué símbolo de Gloria en esa cuna encierra…..!

Ni las sangrantes zarzas detuvieron su planta, ni domaron las hambres su rebeldía santa: Pasó llevando a cuestas su idealidad quimérica……..

Y mientras el hogar es un arrullo santo, saluda Ambato al Emulo del Manco de Lepanto que trae cataratas de luz para la Tierra!

Jamás se rinde el Genio, reniega, ni zozobra: de frente al infortunio, Don Juan modeló su obra ¡esa obra! que es la auréola lumínica de América……..

II._ SU ALMA Le dio el volcán su fuego; su elevación, el monte; su agilidad, el rayo; su rebelión, la Raza de Atahualpa; sus diámetros, el azul horizonte; y su vibrar eterno, las ondas del Pastaza….!

V._ SU MUERTE París: foco de luz de la Naturaleza, el corazón del mundo, que canta y que palpita, abre un hueco de tierra…. Sin pompa y sin terneza, para dar paso al viaje del gran COSMOPOLITA…..!

Nació, cual nace el sol sobre la cumbre enhiesta para encender las sombras con sus llamas de luz, en su alma el formidable trueno de la Protesta contra las tiranías en nombre de Jesús….!

Para dar paso….. porque la Muerte es la Justicia que a los grandes consagra, que nunca se pervierte……..

Hay una muerte santa que al genio beneficia: y Juan Montalvo, el Grande, murió con esa muerte……..

¡Y si alas le dió el cóndor….rugidos los leones de la Selva oriental….. también dió sus canciones a las fuentes azules y al río que le loa……!

Soledad y silencio…….. ajenos horizontes………. muy lejos de la Patria…sus huertos…… y sus montes, dobló su cuerpo, tallo de vida transitoria……..

Gigante alma de Genio cabalgando huracanes!

Así como fue el águila de luz de sus volcanes, también fue como una Ave de Amor, en su Ficoa!

Y lo supo muy bien…… Por eso pidió flores y se vistió de gala: la muerte y sus dolores, fue el desposorio olímpico del Genio con la Gloria……!

III._ SU VIDA …….. Y la víbora siempre se enroscará en las flores manto negro de sombras opacará la lumbre…..! ¡Al talento le azotan envidias y dolores como los aquilones azotan a la cumbre…..!

VI._ SU ANIVERSARIO Ha transcurrido un Siglo…….. Montalvo se levanta sobre el tiempo: la Patria, sus días conmemora.

Su sombra me parece que surge y se agiganta y que es un sol de fuego su testa pensadora……!

¡Así, Don Juan Montalvo, impertérrito y rudo , en la Noche del Tiempo hizo nacer el Día.

Carácter y Talento forjaron el escudo luminoso y excelso de su Philosophía….!

¡Hoy cantan las campanas triunfales en Ambato, su cuna diminuta….. Y canta el sol luciente…….

Siento que todo vibra con lírico arrebato: el valle…. el río….. el monte…….. el mar…. el Continente!

Y por eso comió hambre y bebió sed! La gente fanática del siglo, como un dragón, rugiente y temblorosa, y loca, condenó al pensador…..

Los nevados se inclinan…..doblando sus rodillas……

Nuestro canto que canta las ricas maravillas del Genio, que le busque rompiendo el infinito……..

¡Calumnias y destierros! Y pobre y nostalgioso, dió, lejos de la Patria, protesta por sollozo: y el Genio, magestuoso, brotó de su Dolor…..!

¡Y nosotros, hermanos en su Santa Doctrina, loemos al Maestro, con loa montalvina sobre sus pedestales, los montes de granito……!

Antología Poética Telmo N. Vaca del Pozo

GOBIERNO AUTÓNOMO DESCENTRALIZADO MUNICIPALIDAD DE AMBATO

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