ALBERTO CASTRO TIRADO, ASTROFÍSICO, EL VIGILANTE DEL CIELO www. diariosur.es, EL FOTOMATÓN 13/09/09 Tengo 42 años, estoy casado y tengo un hijo, Javier Alberto / Soy malagueño aunque resido en Granada por mi trabajo / Estoy especializado en astrofísica espacial de altas energías / Mi grupo de investigación ha patentado la cámara más potente que existe para registrar todo el cielo en una sola imagen / MIENTRAS sus amigos dedicaban sus horas libres a los videojuegos, Alberto Castro Tirado contemplaba el universo y dibujaba estrellas, constelaciones y cuerpos celestes. «Siempre he tenido inquietud científica. Mi madre cuenta que siempre le preguntaba el porqué de todas las cosas desde muy pequeño», comenta el reconocido astrofísico. Al principio parecía que su trayectoria iba encaminada hacia la Medicina, pero los Reyes Magos le regalaron un telescopio. «Fue entonces cuando relegué el microuniverso que veía en mi microscopio por el macrouniverso», recuerda Castro Tirado. Y con los años, su pasión por el cielo no hizo más que aumentar hasta convertirse en su trabajo. De ello dan testimonio varios descubrimientos, más de 150 artículos publicados en las revistas científicas más reconocidas y distintos premios internacionales. No en vano, en la actualidad dirige un grupo pionero en España que estudia la aplicación de la robótica a la investigación astronómica y, entre las técnicas que utilizan, se encuentra el registro de lo que ocurre en el cielo cada minuto con cámaras para descubrir agujeros negros, entre otros objetos. «Somos como sus vigilantes», explica entre risas. Pero llegar a este nivel no ha sido un camino de rosas. Tras terminar su etapa formativa en el colegio Los Olivos, se tuvo que ir a estudiar Físicas a Granada, lo que supuso un esfuerzo económico bastante importante para su familia, a la que no quiso defraudar. «Hasta cuarto de carrera estuve enclaustrado en la biblioteca; reconozco que me perdí la vida universitaria, aunque en quinto la pude recuperar un poco y hasta participé en la tuna», detalla el investigador. Pero su formación no acabó tras la licenciatura, ya que quería especializarse en astrofísica espacial de altas energías, un sector del que no existían expertos en España, por lo que se tuvo que marchar a realizar el doctorado a Dinamarca con una beca. Cuatro años entre el Observatorio Astronómico de Copenhague y el Instituto Espacial de Dinamarca le valieron su participación en un proyecto en el que también estaba incluida la URSS en un primer momento, y después Rusia. «Viví de primera mano la Perestroika, una experiencia que fue muy enriquecedora», apunta Castro Tirado. Incluso pasó sus primeros meses de casado con su mujer Eva en Dinamarca, aunque siempre tuvo en mente volver a su Málaga natal. Al final se ha quedado a una hora, puesto que su cuartel general está situado en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (Granada). Pese a pasar tanto tiempo mirando el cielo,no le llama nada la atención viajar al espacio. Lo único que espera es que el hombre llegue pronto a Marte para poder estudiar en profundidad el planeta rojo. Y, como no podía ser de otra manera, la pregunta estrella que todo el mundo le hace es la de si hay vida en otros planetas. Su respuesta: «Es viable, ya que hay miles de millones de galaxias».
La modestia que muestra Castro Tirado le hace seguir teniendo los pies en la tierra pese a los numerosos reconocimientos que ha logrado. Su secreto: trabajo y constancia. «Ambas son las claves para alcanzar las metas que te propongas», puntualiza el astrofísico malagueño.