SECCIÓN DOBLE VOLADO.
SECCIÓN ATIRANTADA.
GENERALIDADES El puente El Carrizo, localizado en la carretera Durango-Mazatlán, salva una barranca con una longitud de 495 m; profundidad entre rasante y fondo de 200 m, y perfil del terreno con taludes hasta de 65° (Figura 1). Debido a las características del cruce (curva horizontal en la margen derecha y el inicio del túnel El Carrizo) fue necesario combinar dos tipos de superestructura para salvar el claro principal. Este puente es único en su tipo debido a la combinación de una superestructura atirantada apoyada en un voladizo de concreto presforzado, ambos anclados al terreno en sus extremos. Los desplazamientos longitudinales debidos a temperatura, contracción y fluencia, fueron resueltos mediante apoyos móviles tipo cazoletas y junta de dilatación ubicados en la unión de ambos tipos de superestructura. En la solución adoptada destacan un claro principal de 217 m y una pila con una altura total de 226 m. El claro principal está dividido en 182 m de estructura
de acero soportada por tirantes y 35 m de estructura de concreto presforzado. La altura de la pila principal está dividida en 6 m de cimiento. 160 m de cuerpo y 60 m de pilón. El ancho total del puente es de 18.4 m, para alojar dos calzadas con 8.25 m de ancho neto. La superestructura de acero del puente está soportada por 56 tirantes formados por torones con un diámetro de 15 mm. El número de torones varía de 22 a 43, protegidos por tubos de PVC de alta densidad. El tirante más largo tiene 175 m. Dimensionalmente, el puente El Carrizo se sitúa en segundo lugar en la carretera Durango-Mazatlán, después del puente Baluarte, y dentro de los primeros cinco lugares en el ámbito nacional.
La ingeniería conceptual se desarrolló con miras a lograr una generosa holgura estructural, un bajo costo de construcción y conservación, y un diseño sencillo y modulado en alto grado, que se tradujo en un corto lapso de construcción del puente.
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