Dinamización y Puesta en Valor del territorio Indígena a través de la Planificación Participativa: el caso de Icalma, Región de la Araucanía, Chile Autor: Verónica Gárate Navarrete, Ecólogo Paisajista Máster en Diseño Urbano y Diplomado en Intervención y Gestión del Paisaje Instituto de Estudios del Hábitat, Universidad Autónoma de Chile Avenida Alemania #1090, Temuco, Chile v.garate@iehabitat.cl
RESUMEN La Región de la Araucanía se caracteriza por ser una de las regiones de Chile con mayor ruralidad y concentración de población indígena, además de poseer una gran riqueza paisajística reflejada especialmente en zonas cordilleranas y precordilleranas. Estos territorios, han sufrido en las últimas décadas grandes transformaciones provocando un rápido cambio del paisaje, restándole valor a la identidad cultural asociada a la cultura Mapuche. En este sentido, toma relevancia la búsqueda de un desarrollo integral, basado en una planificación territorial que considere la estrecha relación entre la cultura mapuche y el paisaje, incorporando su particular visión. El presente resumen, muestra el proyecto Planes Urbanos Estratégicos (PUE-PNUD), particularmente los resultados obtenidos en la localidad de Icalma, donde se abordó las distintas escalas de planificación, desarrollando un proceso participativo asociado al levantamiento de información y construcción conjunta de la propuesta. El estudio, reconoció la importancia del paisaje en la cultura local, lo que representa una oportunidad para detonar procesos de dinamización y puesta en valor que potencien la identidad territorial ante una sociedad globalizada.
INTRODUCCIÓN La globalización ha traído consigo cambios sociales, políticos y culturales, reflejados en la transformación de los paisajes y las sociedades (Ianni, 2006). Las oportunidades de desarrollo que esta ha otorgado, se manifiestan en el desarrollo cultural y territorial, produciendo un fenómeno de “hibridación” entendido como un proceso en que las estructuras o prácticas discretas se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas (García, 2011), creando una cultura que “desterritorializa” signos, significados e identidades, tratando de mediar entre lo global y lo local (Sandoval, 2003). Esta situación, ha puesto de manifiesto el necesario diálogo en torno al desarrollo de distintas disciplinas vinculadas al paisaje, con el fin de mantener vigente valores culturales, que promuevan y pongan en valor su identidad. En este ámbito, destacan aquellos territorios que poseen una rica diversidad cultural, como es el caso de Chile, donde los pueblos originarios son el 4,6% de la población, de los cuales el 87,3% pertenecen al pueblo Mapuche, cuya población se concentra en gran porcentaje en la región de La Araucanía (Censo, 2002). Esta región, además de poseer la mayor concentración de población indígena (29,5%), se caracteriza por ser una de las regiones con mayor ruralidad y riqueza paisajística reflejada en los numerosos parques y reservas nacionales ubicadas especialmente en zonas cordilleranas y precordilleranas. Estos territorios, no han sido ajenos al fenómeno de la globalización y han sufrido en las últimas décadas grandes transformaciones debido, entre otras razones, a la presión turística, el incremento de la actividad productiva y la escasa planificación territorial,