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¿Quién dijo que aceto balsámico hay uno solo?
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Nuevos productos y variedades expanden las posibilidades gourmet del aceto. Producción local premium, versiones y un par de recetas.
Lo CALES
Las tres versiones de aceto balsámico que Acetaia Millán comercializa en Argentina.
aceto para la cena y el postre
Matambrito con ratatouille

acEto miLLÁN Un aceto espeso y cremoso elaborado con mosto concentrado de uvas blancas y vinagre de vino blanco.
ingredientes: 2 cdas de aceto balsámico, 1 morrón, 1 ají verde, 2 berenjenas, 2 dientes de ajo, 2 cebollas, 2 puerros, jugo de 2 limones, azúcar negra, jengibre, 1 kilo de matambre de cerdo.
Preparación: Lavar y cortar los vegetales en cubos chicos. Saltear a fuego fuerte en el siguiente orden: cebolla, morrón, ají, ajo en láminas, berenjena y puerro. Cuando el vegetal que se incorpora está tierno se agrega el siguiente. Agregar una cucharada de azúcar y caramelizar por un minuto. Rociar con aceto balsámico y salpimentar. Apagar el fuego y reservar. Mezclar el azúcar restante con el jugo de limón y el jengibre fresco rallado. Calentar por dos minutos. Cocinar el matambrito sobre la parrilla a fuego medio y pintarlo de tanto en tanto con la salsa. Cortarlo en tiras y servirlo junto a los vegetales tibios o fríos. Se puede hacer con otra carne a elección.
Si bien en Argentina se utiliza comunmente en su versión más industrial para condimentar ensaladas, lo cierto es que el verdadero aceto balsámico es en realidad un tipo de vinagre de Italia mucho más sofisticado y complejo cuya historia se remonta al siglo XVI. Originario de la región italiana de Emilia-Romaña -sobre todo de la ciudad de Módena- el aceto se trata de un vinagre obtenido a partir del mosto de distintas variedades de uvas que, según la calidad y características que se quieran lograr, se deja madurar durante determinada cantidad de meses o años en toneles de diferentes maderas como roble francés o americano. El resultado es un producto de consistencia untuosa y sabor exquisito, que cuando está elaborado correctamente armoniza a la perfección el dulce y el ácido. Lejos de ser un simple aliño para las ensaladas que acompañan el asado del domingo, el aceto balsámico es un ingrediente sofisticado y muy versátil que se convierte en un plus ideal para realzar todo tipo de platos, desde postres y helados, hasta pastas, pasando por ensaladas, carnes, pescados, quesos y una enorme variedad de opciones más. di modENa Importado a granel desde Modena y envasado por Acetaia Millán. Con sello de denominación geográfica protegida.
En nuestro país, Acetaia Millán, ubicada en la localidad de Maipú, provincia de Mendoza, se convirtió en la única empresa argentina que ha logrado obtener para sus acetos balsámicos el certificado de envasado de aceto balsámico de Identificación Geografía Protegida (IGP) de Modena, otorgado por el prestigioso Consorzio Tutela Aceto Balsamico di Modena, el organismo que controla la denominación de origen del producto a nivel mundial.
Originario de la región italiana de Emilia-Romaña, el aceto se trata de un vinagre obtenido a partir de mosto de uva con un largo proceso de elaboración.
Frutillas al aceto balsámico

coNtra ViENto Elaborado con vinagre de vino blanco, es un producto fluido cuyo uso es ideal para ensaladas.
ingredientes: 5 cdas de aceto balsámico, pimienta, 2 cdas de azúcar, helado de vainilla, 800 gramos de frutillas.
Preparación: Cortar las frutillas en cuatro, sin tallo ni hojas. Espolvorear el azúcar por encima y rociarlas con el aceto balsámico. opcional: añadir un poco de pimienta molida, lo que le da un interesante golpe picante. Dejalo reposar 5 minutos. Rociar el aceto balsámico sobre helado de vainilla.