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Lecturas

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ces, y cada una distinguible por sí misma. En general, los novelistas usan dos maneras de desarrollar la escritura de un libro:

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1) En una, la prosa es natural, semejante al lenguaje hablado y obedece al relato.

2) En la otra, el narrador “viste” a la novela con un traje que pretende ser más elegante, como hizo José Lezama Lima en Paradiso frases hechas solo deben estar en boca de algún personaje, y medidamente: 4) Acortar los rellenos que no son esenciales para la acción: antecedentes familiares, detalle de sus bienes, recuerdos, sueños...

Por cr ISTINA BA jo

Prosa y novela

Según mi entender, la prosa de una novela debe ser precisa, aunque podemos intercalar, de vez en cuando, una descripción más elaborada, de esas que recuerdan al lector una emoción sin nombre, una tarde gris, el final de un amor.

No veo conveniente –salvo que se trate de una novela naturalista– que su prosa imite el lenguaje diario, que es pobre y vulgar, pero podemos hacerlo más expresivo, como lo hicieron Cortázar y Denevi en muchos de sus maravillosos cuentos.

Según la Real Academia Española, “lugar común” o “frase hecha” es –son– frases armadas, cómodas, que de vez en cuando nos vemos obligados a usar, pero que sería preferible suplantar por textos más novedosos.

Acá van varias de estos dichos en un solo párrafo: “Era un hombre atormentado por su pasado, que había perdido a su adorable esposa y trataba de aferrarse a sus recuerdos a la tenue luz de una vela.”

Sin embargo, no debemos caer en lo conciso del cuento: el novelista necesita de una moderada abundancia de frases para seducir al lector, interesarlo y conmoverlo, pues el arte de la novela debe encontrar el equilibrio entre lo humano, lo imaginativo y lo literario: esa es la parte más difícil de lograr.

Pero en la narrativa hay otras voces y son igualmente importantes: la de los personajes, y es necesario que el autor halle la forma de diferenciarlos y de diferenciarse de ellos, para que la novela tenga muchas vo- o F talmología

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