Nos encontramos como caníbales de sueños, luchando por un estatus que nos permita integrarnos a lo que hemos llamado “civilización”, buscamos adaptarnos a un sistema indiferente que por siglos ha perseguido intereses personales, olvidándose de preservar la especie humana, destruyendo todo a su alrededor, naturaleza, inocencia, libertad, elecciones, color, ideología, destino. Solo la libertad de crear nuestras propias vidas, nos puede quitar las cadenas.