

Balancea tu Mundo
Mejorando la Calidad de Vida con el Yoga
Un día de 25 horas
Aprovechando al Máximo tu Tiempo con Conciencia y Yoga
Modo espejo
¿Es el amor incondicional?
Momentos eufóricos
Cuando el mundo se pone de cabeza
El arte de permanecer sentados
El centro eres tú Haz menos se más
La columna vertebral como tu centro
Yoga sensible al trauma
Recuperando el equilibrio
El sol en nuestro cuerpo
Las 5 energías búdicas
Superando obstáculos
Ser firme tal árbol
Posturas de arco 06 De la Protección a la Resiliencia
La salud de nuestros huesos 08 El Poder Transformador del Yoga en tus Mañanas y Noches
Renueva tu energía vital
Fortalece tu claridad mental
La sabiduría de las manos
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Eleva tu alrededor
La luz sobre la vida
Aprovechando al Máximo tu Tiempo con Conciencia
El yoga puede añadir una hora extra a tu día ¿Lo sabías? Al adoptar la práctica y la conciencia del yoga, es factible experimentar un día de 25 horas, maximizando el tiempo disponible.
Es fácil perderse en el torbellino de distracciones modernas como el mundo de las redes sociales, las maratones series de televisión y el consumo sin fin de contenido en línea. Sin embargo, al hacerlo, sacrificamos tiempo valioso que podría dedicarse a actividades significativas y enriquecedoras. Tomar conciencia de estas pérdidas de tiempo es el primero de tantos paso para recuperar el control sobre nuestras vidas y nuestros días. La gestión del tiempo es clave para aprovechar al máximo cada momento de nuestras vidas. Implementar técnicas de planificación y establecer tus propias prioridades
puede ayudarnos a optimizar nuestro tiempo y evitar la procrastinación. Desde crear listas de tareas hasta establecer horarios específicos para actividades importantes, organizar parte de nuestro día nos permite maximizar nuestra productividad y minimizar el tiempo desperdiciado. El yoga no solo fortalece nuestro amado cuerpo y calma nuestra mente, sino que también nos enseña a estar presentes en cada momento. Al incorporar incluso breves sesiones de yoga en nuestra rutina diaria, podemos cultivar la conciencia plena y la conexión con nosotros mismos. Desde simples ejercicios de respiración
hasta las prácticas más intensas, el yoga nos permite recargar nuestras energías y enfrentar el día con claridad y calma. En lugar de caer en la trampa de la ociosidad, podemos aprovechar los espacios vacíos en nuestro día para nutrir nuestro ser interior. Ya sea dedicando tiempo a la meditación, la lectura de libros inspiradores o la exploración de pasatiempos creativos, podemos llenar nuestros días con actividades que alimenten nuestra alma y nutran a nuestro verdadero ser. Al adoptar una actitud consciente hacia el tiempo y nutrir nuestra conexión con la yoga, podemos transformar nuestra percepción del día de 24 horas en uno de 25 horas. Con cada respiración consciente y en cada momento de presencia, nos acercamos un paso más a una vida más plena y satisfactoria. Recordemos que el tiempo es un recurso y en nosotros está disfrutarlo.
¿Has notado lo qué sucede con tus manos cuando te enojas? ¿O cómo se sienten cuando acaricias?
¿Te has dado cuenta cómo tus brazos y pecho se abren cuando vas a abrazar a alguien y cómo se sienten cuando cruzas tus brazos como diciendo “no me importa”?
Los brazos y manos, junto con las piernas forman parte de los Karmendriyas, un concepto que se traduce como «órganos de acción», ya que con los brazos, manos, pies y las piernas realizamos infinidad de acciones en nuestro día a día. Metafóricamente hablando es que decimos que recorremos el mundo con nuestros pies y lo sostenemos en nuestras manos, o decimos que algo se nos fue de las manos, cuando perdemos control de cualquier situación. Durante la práctica de asanas, las manos juegan este papel que es muy importante, y en todo momento requieren de una atención refinada ya que tan sólo las manos tienen 29 huesos, 29 articulaciones primarias, 123 ligamentos, 34 músculos, 48 nervios y 30 arterias; y para usarlas se requiere de otra gran cantidad de las conexiones neuronales así, en concreto, una cuarta parte del córtex motor es requerido para lograr mover nuestras manos. Pero además de su aspecto anatómico y biomecánico, que hay que considerar al momento de hacer cualquier postura, las manos forman parte de un circuito energético muy importante: el circuito de Anahata chakra: corazón - brazo - mano. Este circuito es la expresión de la energía expansiva, amorosa, bondadosa y compasiva que se refleja en cada una de nuestras acciones. Recuerda que ellas están conectadas con tu corazón y arterias, encargados de darle vida a todo tu cuerpo. Por ello no te olvides de ACARICIAR y DAR.
Ser
Firme Tal Árbol
La importancia de la postura: sostenernos, fortalecernos y enraizarnos en la vida diaria.
El sedentarismo logra afectar nuestra salud física y mental. El yoga ofrece soluciones como las Posturas de Pie, que fortalecen piernas, estabilizan caderas y contrarrestan los efectos negativos pues enraiza los pies.
Existe un centro en Massachussets llamado Trauma Center Trauma Sensitive Yoga (TCTSY), dedicado a la investigación y a la aplicación de metodologías específicas para apoyar a las personas en la recuperación de la salud después de un evento traumático, reciente o no. El yoga usa una metodología especializada para tratar el estrés tipo crónico o aquel postraumático, hasta el apoyo a personas con enfermedades autoinmunes, las cuales suelen ser resultado de cualquier experiencia traumática en tu vida.
En las clases de Yoga sensible al trauma no existe el objetivo de aprender posturas, igual que desarrollar cualidades físicas, se trata de recuperar nuestro sentido de ser, como seres valiosos, confiados y sensibles a nuestras necesidades. Siempre se centra en proporcionar seguridad y autonomía a los alumnos, ofreciendo diferentes alternativas en posturas y utilizando un lenguaje que invita a la elección y autoexploración. Prioriza la producción de un ambiente colectivo de confianza para fomentar la auto-regulación y recuperación holística y empoderadora de aquellos quienes han experimentado traumas. El sentido de seguridad, confianza y son los ingredientes más importantes, ya que el trauma nos deja inseguros, desconfiados y sin la capacidad de saber cómo responder a a diversas experiencias. Frases de apoyo son las que escuchamos enuna clase de Yoga sensible al Trauma.
Desde la infancia, el instinto humano de conexión y amor incondicional moldea nuestra comprensión del mundo. Sin embargo, experiencias negativas pueden distanciarnos de este principio biológico, generando desconfianza, agresión y auto desprecio. Reconectar con este instinto promete relaciones más profundas y una vida más plena.
Imagína que desde el momento que tienes vida tienes un instinto para buscar, construir vínculos con otros seres humanos, a través de los cuales puedas sobrevivir, en primera instancia, generar bienestar y florecer. Imagínate que, en la conexión e interacción con otras personas, desde que eres pequeñito, se va desarrollando tu cerebro, construyendo un modelo del mundo con seres humanos y
otros seres vivos. En este modelo del mundo la conexión con otros tiene un papel central, en parte porque tu misma comprensión del mundo ha surgido de la interacción con otras personas, y en parte porque de nuestra habilidad para crear conexiones interpersonales y ser parte de la red de la vida cotidiana, como afecto, cultura, conocimiento, deporte, economía, que entre todos conformamos es como
lograrás mantener tu propio bienestar –la homeostasis- y florecer como individuo. A este instinto de conectarte podemos llamarle el “amor incondicional”, o compasión, cuando implica específicamente el conectarte para ayudar y cuando alguien se conecta contigo parta ayudarte. ¿Pero qué pasa cuando nos vamos desconectando de este instinto, o principio biológico, a raíz de las diferentes vivencias, precisamente en la interacción con otras personas, desde que somos pequeños? ¿Por qué empezamos a desconfiar de la gente, a temer a la gente, a ser objeto de su agresión de otros y a veces agredir a otros nosotros mismos, aunque sea por medio de palabras?¿Qué buscamos en realidad con nuestras acciones? ¿Por qué incluso perdemos el amor por nosotros mismos, o llegar al punto de despreciarnos, o incluso lastimar nuestro ser?
¿Es el amor incondicional?
La rayuela, es un juego con una piedrita y las habilidades para llegar al Cielo, refleja la vida. La “Plenitud” supera “la perfección”. El maestro Iyengar plasma gestos como los mapas en este juego “rayuela espiritual”. El viaje, como la gran metáfora de la vida, está reflejando las transformaciones personales. “La luz sobre la vida” de B.K.S. Iyengar explora este viaje, con la total representación del gran ser humano como una cebolla, está compuesta por diversas capas, según los Upanishads.
Todas estas capas, o koshas, abarcan desde lo físico hasta lo espiritual, cada una asociada con ideales como estabilidad y sabiduría. Iyengar reflexiona sobre la práctica de esta yoga y su relación con los conceptos como la perfección y plenitud, dejando a cada practicante la elección de su propio camino. Así, el libro se convierte en un mapa personal, guiando a los navegantes espirituales por medio de las complejidades del ser humano y la búsqueda de significado de toda la vida.
Cada vez más personas al rededor de todo nuestro mundo están experimentando todos los beneficios transformadores del yoga en sus vidas. Desde la mejora de la salud física hasta el aumento de la felicidad y el bienestar emocional, el yoga tiene el poder de transformar vidas y llevar equilibrio al mundo, una postura a la vez.
La práctica del yoga nos empodera para tomar el control de nuestras vidas y mejorar nuestra salud física, mental y emocional. Nos enseña a vivir de manera más consciente, a apreciar el momento presente y a cultivar una relación significativa con nosotros mismos y con todas esas personas especiales a tu alrededor.
El yoga se presenta, no solo como una práctica física, es un camino hacia una vida más equilibrada, consciente como plena. Al embarcarnos en este viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal, podemos encontrar la paz interior y la felicidad que tanto anhelamos, mejorando así nuestra amada calidad de vida y el mundo que nos rodea.
El yoga ofrece una poderosa herramienta para restaurar la armonía en nuestras vidas y mejorar su calidad. Nos ayuda a encontrar equilibrio dentro de nuesto cuerpo, mente y espíritu, a enfrentar el estrés y la ansiedad, y a fortalecer tanto física como mentalmente. A la vez, nos reconecta con nosotros mismos, transformando vidas y guiándonos hacia una vida más equilibrada y plena.
El yoga es un gran camino holístico que fortalece tanto el cuerpo como la mente, proporcionando herramientas para enfrentar los desafíos con gracia y resistencia. A través de prácticas consistentes, se logra cultivar una confianza profunda y un sentido de empoderamiento que nos permite abrazar la vida con total plenitud. La combinación de las posturas desafiantes, técnicas de respiración y meditación no solo moldea nuestra estructura corporal, sino que también fortalece nuestra resiliencia mental, permitiéndonos mantener una actitud positiva ante las pruebas y tribulaciones. Este compromiso con la disciplina nos guía hacia un estado de equilibrio interior, donde encontramos la calma en medio del caos y la claridad en la adversidad, transformando nuestra vida en una experiencia más enriquecedora y satisfactoria.
En un mundo cada vez más conectado digitalmente, pero a la vez desconectado emocionalmente, el yoga nos ofrece la oportunidad de reconectar con nosotros mismos y con los demás de una manera real, pura, y por su puesto, significativa.
La práctica del yoga nos invita a explorar nuestra propia interioridad, a calmar la mente y a encontrar paz en medio del ajetreo diario. Nos ayuda a desarrollar una mayor conciencia de nuestras emociones y pensamientos, lo que nos permite gestionar el estrés y la ansiedad de manera más efectiva, contribuyendo así a una nueva vida más original como satisfactoria.
Crear vínculos significativos basados en el respeto mutuo, la empatía y la compasión.
En la vorágine de un mundo repleto de distracciones y exigencias incesantes, el yoga emerge como una invitación a hallar un equilibrio integral entre el cuerpo, la mente y el espíritu. A través de la disciplina de posturas físicas, la respiración consciente y la meditación, nos adentramos en un viaje de autoexploración que nos permite sintonizar con nuestro ser interior y alcanzar una paz que perdura en el tiempo. El yoga no es simplemente una práctica física; es un portal que nos conduce hacia una conexión profunda con nosotros mismos. Nos ofrece una oportunidad única para adentrarnos en las profundidades de nuestro ser, explorando la intrincada relación entre nuestro cuerpo físico y mente, y cultivando una armonía interna que va más allá de las tensiones y demandas del mundo exterior. En esta senda hacia el equilibrio, se convierte en nuestro guía, brindándonos herramientas para descubrir la paz interior y la serenidad en medio del caos de la vida cotidiana. A medida que nos entregamos a esta práctica, aprendemos a escuchar a nuestro propio cuerpo, a calmar nuestra mente y a conectar con nuestra esencia más auténtica.
El estrés y la ansiedad son compañeros comunes en nuestra vida cotidiana, pero el yoga nos ofrece un refugio seguro en medio del caos. Al centrarnos en la respiración y en el momento presente, podemos liberarnos de las preocupaciones del pasado y las ansiedades del futuro, encontrando una calma profunda y duradera. La práctica regular del yoga nos enseña a ser conscientes de nuestra respiración y a utilizarla como ancla para permanecer en el presente. Esta atención plena nos permite desvincularnos de los pensamientos ansiosos y preocupantes, y nos brinda la tranquilidad necesaria para enfrentar los desafíos de la vida con serenidad y claridad.
“Cuando el mundo se pone de cabeza, el yogui permanece en calma y también se pone de cabeza”.
Perder la calma y la claridad de la mente cuando la vida pasa por una turbulencia es algo que se considera “normal”, sin embargo, a ¿quién le gusta “perder la cabeza” y el “centro”? En los momentos en que nuestra vida se pone de cabeza tenemos la mejor oportunidad de invitar a que la calma y la ecuanimidad penetren profundamente en nuestra mente y cuerpo, pues solo estas dos cualidades: ecuanimidad y calma junto con la energía estable nos permiten no rompernos en pedacitos cuando nuestro mundo se pone de cabeza. La vida constantemente nos pone retos, de pronto lo que pensamos que nos daba felicidad, se acaba o se pierde ¿ y qué podemos hacer?: mantener la calma, ecuanimidad y una energía equilibrada.
Las posturas invertidas no tienen que ver exclusivamente con cualidades y retos físicos sino con la capacidad para adentrarnos a lo desconocido, venciendo los miedos y desarrollando seguridad. Las posturas invertidas nos enseñan a generar seguridad, el equilibrio y la concentración. Mientras algunas son vigorosas, otras invitan al descanso. Además de estos beneficios, también llevan más flujo sanguíneo a la zona del corazón y los pulmones, aumentan todo el trabajo del sistema linfático y el circulatorio, aumentan la concentración y también logran calmar la mente cuando se mantienen 3 min. preparando la para afrontar con la cabeza en alto la vida.
Familia Vajra: Refleja en una energía azul claro, ofreciendo la claridad y precisión en su aspecto sabio, al mismo volviéndose inflexible y puede generar emociones de ira durante su aspecto confundido.
Familia Ratna: Especialmente reconocida por ser la energía dorada, representando así la riqueza y la plenitud en su cariz sabio, pero puede llegar a transformarse en el interés y orgullo desmedido en su aspecto confundido.
Familia Padma: Resplandecemos con ayuda de una energía roja vital, encarnando en la sabiduría compasiva en su aspecto sabio, pero guiado por algún afán y apego obsesivo en su aspecto confundido.
Pasa por lo menos una hora en aire libre, conectándote con la naturaleza. Camina por un parque, respira aire fresco y observa los detalles del entorno.
instrucción
Dedica 20 minutos a visualizar una luz cálida y sanadora que te envuelve, nutriendo tu cuerpo, mente y espíritu, adentrnadote en el autociodado.
Permitirte un descanso digital te ayudará a recargar energías y mejorar tu bienestar emocional. Por ello aléjate por 1 hora de cualquier dispositivo.
Escribe una lista de por lo mínimo 10 cosas de las cuales estés agradecido en tu vida. Reflexiona sobre cada una de ellas y siente total gratitud en tu corazón.
Realiza una sesión de instrucción consciente, como yoga, tai chi o danza libre. Conecta tu cuerpo y tu respiración mientras te mueves fluida y consciente en tu energía.
Día 6: Ritual completo de Purificación
Realiza un ritual de purificación: como un baño con sales minerales, siente cómo te liberas de cargas y te preparas para percibir tanto positivas como nuevas energías.
Familia Karma: Irradia una energía verde dinámica, representando así la acción poderosa y claro, creativa en su porte sabio, la dificultad inicia al desviarse hacia la manipulación y la envidia en su aspecto confundido.
Familia Buda: Manifestándose en blanco expansivo, es un espacio pero puede llevarnos a la pasividad e indiferencia en su aspecto confundido.
Reconoce los cambios positivos que has experimentado y celebra tu compromiso con tu bienestar. Haz una promesa que te impulse a seguir cultivando el bienestar.
El arte de permanecer sentados
Posturas de yoga sentadas cruciales para salud, equilibrio y activación metabólica.
La vida sedentaria es una característica de nuestra época, muchas personas pasan entre seis y doce horas sentadas en una silla de oficina o en el auto. Por ello pensamos que hacer posturas de yoga al estar sentado no sería importante. Sin embargo, las posturas sentadas son tan importantes como las de pie, invertidas o las extensiones (arcos), y son el toque final de una buena sesión de yoga; incluso algunas se pueden usar al inicio de una clase como preparación para otras posturas que son igual de enriquecedoras.
dinamismo de las posturas sentados es tan profundo y sutil que para muchos practicantes puede pasar desapercibido, o podrían llegar a parecer posturas fáciles e incluso “aburridas”. Las posturas de yoga sentadas, aparentemente simples, son altamente misteriosas y profundas que se relacionan con la luna, invitando a la contemplación y a la quietud. Además, se conectan con el “fuego interno”, mejorando el metabolismo. Las posturas de yoga sentadas se clasifican en los tres grupos más conocidos por los seguidores: verticalidad, giros y flexión de cadera. Estas posturas, como el Sukhasana y Marichyasana, brindan un gran beneficio para la columna y órganos internos, promoviendo la movilización muscular y también la circulación sanguínea. La práctica progresiva de estas posturas fortalece la flexibilidad y la estabilidad física, siendo esenciales para preparar el cuerpo para la meditación.
Las posturas sentados son de gran importancia en los textos clásicos tradicionales como el aclamado Hatha Yoga Pradipika, el Gheranda Samhita y el Shiva Samhita, y entre este grupo de posturas hay tres que son clásicas en todos los estilos de yoga: Sukhasana (Postura del contento o felicidad); Marichyasana (una postura con giro dedicada al sabio Marichy) y Paschimottanasana (postura del
Las posturas de yoga sentadas son tan importantes como las de pie o invertidas, incluso son el toque final de una buena sesión de yoga, y contribuyen significativamente a la preparación para la meditación.
En la vasta y profunda tradición del Hatha Yoga clásico, la columna vertebral se erige como el epicentro mismo del cuerpo humano, siendo reverenciada con el nombre de Meru Danda. Este término, emanado de la majestuosa montaña Meru, una figura prominente en la cosmología hindú que se considera el corazón del universo, en sintonía con el monte Kailash en la mitología contemporánea, lleva consigo una riqueza de significado. “Danda”, traducido como bastón, cetro o eje, sugiere la posibilidad de interpretar la columna vertebral como el bastón del mando dentro de la montaña sagrada que representa el cuerpo humano. Esta poderosa metáfora resalta lo importante que es la columna vertebral ostenta en la práctica y la filosofía del yoga, siendo el eje sobre el cual giran las enseñanzas y la comprensión del ser. Al adentrarnos en el segundo capítulo del venerable texto clásico conocido como Shiva Samhita, datado en el siglo XVII, somos guiados hacia una exploración metafórica y esotérica de la profunda relevancia de la columna vertebral. Dentro de estas páginas, se nos invita a contemplar nuestra propia columna vertebral tal como un microcosmos, reflejando las siete islas (chakras), los ríos, los océanos, las montañas y otros más elementos que componen nuestro vasto universo. Esta descripción simbólica desentraña la intrincada conexión entre el cuerpo humano y el cosmos, revelando la columna vertebral como un puente místico que une estos dos dominios aparentemente separados. El texto esotérico insinúa que comprender la columna vertebral es descifrar el secreto mismo del universo, anticipando de alguna manera este conocimiento
científico posterior sobre la anatomía y fisiología de este crucial eje vertebral, el yoga moderno continúa fusionando la sabiduría ancestral con los hallazgos científicos sobre el funcionamiento de la columna vertebral, enriqueciendo así la práctica y la comprensión de esta armoniosa como la milenaria disciplina. La comprensión de la intrincada relación entre la columna vertebral y el sistema nervioso central que ha permitido una enseñanza más refinada y precisa de las posturas de yoga, al tiempo que ha suscitado una mayor conciencia sobre la importancia vital de mantener la salud y la alineación de este eje fundamental para el bienestar general del individuo. En síntesis, la columna vertebral no solo ocupa un lugar central en la filosofía tradicional del yoga, sino que también se erige como un símbolo trascendental de conexión entre el cuerpo, la mente y el universo, irradiando su influencia en todos los aspectos de la existencia humana; Sí estos cinco movimientos, cuando se ejecutan con la demandada atención y precisión, confieren a la columna vertebral firmeza, estabilidad, movilidad, fuerza y, sobre todo, salud.
Es imperativo tener esto presente: que cada individuo posee un rango único de movilidad en su columna vertebral, y por ende, cada uno merece un cuidado individualizado y personal. Cada postura debe adaptarse a las necesidades y capacidades de cada persona, honrando así las cualidades sagradas de Meru Danda: la columna vertebral, en su sagrada misión de sostener y sustentar la vida misma. En la tradición del Hatha Yoga, la columna vertebral es el eje central del cuerpo, conocido como Meru Danda. Esta metáfora se origina en la montaña sagrada Meru y destaca su importancia en la práctica del yoga. Textos clásicos como el Shiva Samhita explican la conexión entre la columna y el universo. El entendimiento de esta relación ha mejorado la enseñanza de posturas de yoga, destacando la importancia de la salud y alineación de la columna.
s de Renacimiento:
Iniciando el Día con Yoga
día con una práctica de yoga puede establecer el tono para una jornada llena de serenidad y claridad mental. Al despertar el cuerpo con suaves estiramientos y respiraciones conscientes, nos preparamos para enfrentar los desafíos del día con gracia y resistencia. Las posturas de yoga matutinas pueden ayudarnos a aumentar nuestra energía, mejorar nuestra concentración y cultivar un estado de calma interior que nos acompañará a lo largo del día.
Floreciendo la Calma en tu Vida:
Serenidad en Pleno Desarrollo
Al integrar el yoga en tus mañanas y noches, estás invitando a la serenidad a entrar en tu vida de una manera significativa y transformadora. A través de la práctica constante y la dedicación, puedes despertar una profunda calma interior que te acompañará a lo largo de tus días y te guiará hacia una vida más equilibrada y plena. Recuerda que la serenidad no es un destino final, sino un viaje continuo que merece ser explorado con amor y gratitud diaria.
“Respira profundamente, encuentra tu centro y deja que la luz del amanecer ilumine tu alma.”
“Que
cada
respiración te recuerde la belleza y la gracia que hay en cada momento.”
El poder TRANSFORMADOR del yoga en tus
“Cada noche antes de dormir es especial para practicar la gratitud y encontrar paz en el presente.”
“Cierra los ojos y siente la suavidad de tu respiración, que te lleve a un estado de relajación profunda.”
Después de un día lleno de actividades y desafíos, el yoga puede ofrecernos un bálsamo para el alma y una transición suave hacia el descanso nocturno. Practicar yoga antes de acostarse puede ayudarnos a liberar la tensión acumulada en el cuerpo, calmar la mente agitada y prepararnos para un sueño reparador. Posturas como Balasana (Postura del Niño), Viparita Karani (Postura de Piernas en la Pared) y Savasana (Postura del Cadáver) son especialmente beneficiosas para inducir la relajación y mejorar la calidad del sueño. Durante la noche, el yoga se convierte en un refugio tranquilo y sereno donde podemos dejar atrás las tensiones y preocupaciones del día. Al practicar yoga antes de acostarnos, liberamos el estrés acumulado, calmando la mente y relajando el cuerpo para facilitar un sueño reparador y revitalizante. Esta práctica nocturna nos ayuda a cerrar el día con gratitud y
paz interior, preparándonos para descansar profundamente y recargar nuestras energías para el nuevo día que vendrá, la belleza del yoga radica en su capacidad para nutrirnos a un nivel profundo y holístico. Más allá de los beneficios físicos evidentes, como la mejora de la flexibilidad y la fuerza muscular, el yoga nos ofrece un camino hacia la armonía interna y la plenitud espiritual. Al practicar con atención plena y presencia consciente, cultivamos una mayor conexión con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea, encontrando equilibrio, serenidad y alegría en cada respiración y en cada postura. , integrar el yoga en nuestras mañanas y noches es una invitación a vivir con mayor consciencia y propósito. Es un compromiso con nuestro bienestar integral, una oportunidad para nutrir nuestro cuerpo, calmar nuestra mente y elevar nuestro espíritu abrazando cada momento con gratitud y amor.
Las posturas de yoga conocidas como “arcos” o extensiones son altamente atractivas para los todos los practicantes debido a sus efectos revitalizantes y al desafío que representan. Su nombre anatómico correcto es Expansión del Este en Quietud: Purvo: Este, Pratana, Expansión; Sthiti quietud o la estabilidad. Estas posturas se caracterizan por la amplitud o expansión de la parte frontal del cuerpo, desde los empeines hasta la frente, incluyendo piernas, pelvis, torso y pecho. Orgánicamente, esta área alberga tanto al corazón, los pulmones y como varias de las glándulas más importantes de todo tu cuerpo.
Al practicar estas posturas, se despierta lo que se conoce como el “fuego interno”, generando una sensación de plena voluntad. Relacionadas más con el tercer chakra Manipura y el cuarto chakra Anahata, representan la voluntad y la capacidad amorosa y compasiva, respectivamente. Todas experiencias negativas pueden perjudicar energética y físicamente la zona del pecho, manifestándose tal cual como hombros caídos.
Las posturas de expansión de la zona Purvo pueden suavizar esta área, liberando tensión y generando vitalidad y calma. Estas posturas solares no solo ofrecen beneficios físicos, sino que también conectan con la energía vital y pueden ayudar a la abrir el corazón, liberando así las emociones guardadas y fomentando una sensación de bienestar y apertura.
Arcos: Despiertan lo que se denomina como aquel fuego interno, generando también un sentido de voluntad plena. Estas posturas de arco suelen estar relacionadas con el tercer chakra, que es: la Manipura, es “joya brillante” que suelen representar voluntad y se suele localizar en la zona del diafragma y con este cuarto chakra Anahata es el “que no duele”, que se relaciona con esta capacidad amorosa.