CONEXIONES JUNIO 2013

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Campamento Nacional Uruguayo

¡Llegó el cartero! Desde Belgrano

Hola gente linda! Bueno chicos la realidad de Colonia Belgrano, es que no hay grupo de jóvenes, pero si el consistorio nos está apoyando a algunos jóvenes de Lopez en la iniciativa de poder hacer encuentros, talleres, ver pelis,y todo lo que se pueda hacer en la localidad de Lopez y poder darle vida a este espacio que tenemos y aprovecharlo. Contando con el apoyo del consistorio esperamos que Dios nos acompañe en todo momento y disfrutar de los encuentros que vamos a realizar. El primer encuentro se va a realizar en la Iglesia de Lopez el viernes 31 de mayo a las 21:00hs en el cual vamos a cenar algo y compartir todas las ideas que surjan. Les mando muchos saludos y espero que anden más que bien un abrazo fuerte para todos y que Diosito los bendiga a todos y los acompañe en todo momento. Ianela Barreto Lopez.

Para seguir caminando El pasado viernes 17 de mayo nos vimos envueltos por una noticia que causó conmoción en toda la sociedad argentina, pero que también causó revueltas en varios países latinoamericanos: falleció el dictador del último golpe de Estado argentino Jorge Rafael Videla. Un claro referente y partícipe de aquellos años de represión, de prohibiciones y de inestabilidad en una sociedad que se encontraba partida al medio. Se encontraba dividida precisamente por el odio; marcada por la intolerancia en donde se veía al vecino, a amigos, e incluso a la familia como posibles enemigos mortales que buscaban destruir a la sociedad. Los miedos y las incertidumbres llegaban a los extremos más altos, encontrando en el otro un potencial enemigo, siendo la desconfianza instrumento de supervivencia y sentimiento común. Videla encarnó una figura que hasta en sus últimos momentos y en declaraciones que hemos podido escuchar jamás se arrepintió de sus decisiones tomadas, ni la de su gobierno de facto; el cual como bien sabemos forzó la desaparición sistemática de muchísimas personas; algunas que se encontraban vinculadas con el movimiento guerrillero, otras que militaban en organizaciones políticas, otras que no tenían un vínculo directo con organizaciones políticas sino que encontraban su función colaborando en asistir a los más damnificados: el pensar distinto al régimen ya era un delito y muchas personas de nuestras iglesias cayeron en esta redada. Gracias a este gobierno que buscaba “ordenar” y “proteger” a la sociedad de la subversión, fue que aconteció una verdadera guerra entre personas del mismo pueblo. Por supuesto que esto no fue un proceso aislado que se dio únicamente en

el pueblo argentino sino que en varios de los países latinoamericanos también se vieron atravesados por estos años oscuros. Los cuales contaban con características similares que se pusieron inclusive de acuerdo para masacrar todo aquello que fuera oposición a su orden hegemónico. Es increíble pensar que tan solo unos años atrás existía esta situación de tensión, de odio, del “no te metas” que marcó a fuego a nuestros pueblos frente a lo cual todavía hoy nos encontramos pagando las consecuencias de esa época. Estas son heridas que van cicatrizando pero que cuesta mucho curarlas, debido a que todo se encuentra aun a flor de piel, y solo con procesos de comprensión y memoria es que podemos seguir caminando hacia delante. No haciendo borrón y cuenta nueva, sino que es necesario difundir lo que pasó para que no lo recordemos simplemente como una época mala en un tiempo histórico que nos es ajeno. Debemos poder tener eso fresco entre mayores y jóvenes para que realmente nunca pase de nuevo y para que realmente podamos resistirnos a modelos autoritarios y despóticos que se nos puedan presentar, tratándonos de estúpidos, afirmándonos que ellos son quienes tienen la verdad revelada. Como jóvenes que decimos creer y confesar a Jesucristo no podemos aislarnos del mundo, separándonos y haciendo oídos sordos a lo que pasa en nuestro entorno; oídos sordos como los que se quería que se tuviera en aquellos años 70´. Jesucristo también vivió en un gobierno autoritario y dictador, en donde la ley del más fuerte era la que imperaba. Los romanos eran quienes ocupaban por invasión la zona de Palestina y por tanto todo debía encontrarse sometido a ellos, nada podía discutirse, nada podía reclamarse. La mayor expresión de injusticia y de autoritarismo se dará en la cruz, en donde será colgado Cristo. La justicia de esa época se consideraba “justa” colgando en una cruz nada más ni nada menos que al hijo de Dios. Gobiernos militares de los años 70 creyendo en su propia justicia desparecieron a cientos de jóvenes que buscaban en su ideal un mundo más justo y más equitativo. Podemos discutir si en esta búsqueda por parte de algunos los métodos escogidos fueron los mejores... pero lo que sin duda no podemos discutir es la vida y la dignidad sagrada de nuestro hermano y hermana. La vida misma fue corrompida en la época de Jesús, se corrompió en la dictadura militar y sigue corrompiéndose inclusive en el día de hoy. En donde se levantan cruces contra aquellos que buscan un mundo más justo; se levantan cruces contra aquellos más debiles que reclaman nada más ni nada menos que sus derechos como pueblo; se levantan cruces contra los que buscan igualdad en cuanto a derechos reproductivos sexuales; se levantan cruces contra quienes buscan la dignidad humana por sobre todas las cosas. Esas cruces que se levantan parecen aplastarnos; parecen ser la victoria de los poderosos sobre los débiles y pequeños, la victoria de la oscuridad sobre la luz. Cristo derrotó la muerte misma, y dio vuelta un orden establecido. Fue una burla hacia aquellos que creían tener tan aferrados los piolines de la situación general. En aquellos años 70 en que la situación parecía estar tan clara e imposible de superar hoy podemos ver luz y esperanza, cuando uno de los grandes responsables entre otros de este genocidio son condenados para pagar su deuda. Aun así muchos no han tenido ni siquiera una respuesta

Clai

Arg: Mauro Milesi | Ezequiel Irriberry

Arg: Emiliana Sarmiento Parlatore Cristela Dolce

Uru: Paula Benech | Emanuel Hernández

Uru: Santiago Bonjour | Leticia Cabrera

acerca de donde han quedado su hijos/as desparecidas/os, queda mucho para seguir luchando y reivindicar a aquellos que la historia busca olvidar y dejar por el camino inclusive hoy. No creo que haya que celebrar la muerte de nadie, pero es necesario recordar estos días como señal de seguir la búsqueda de un mundo que no busque preponderar el discurso de los poderosos; un mundo que deje de levantar cruces de muerte y dolor. Siendo joven y al no haber vivido este tiempo de dictadura muchas veces es difícil comprender situaciones que repercuten hoy pero que no pudimos experimentar en carne propia; sí lo han hecho nuestros padres, abuelos, etc. Seguramente todos y todas por medio de algún conocido hemos escuchado alguna referencia en torno a estos años y a su vez distintas versiones. Todo seguramente tenemos mucho para aprender como pueblo, y por tanto lo vivido no debe ser un memorial estático del pasado. Hoy en medio de nuestra sociedad rioplatense que también se encuentra polarizada por dos fuertes frentes, ya sea estar a favor o en contra de los gobiernos que tenemos ¿que voces levantamos como iglesia? ¿Reflotamos fanatismos y odios del pasado que tanto mal hicieron repitiendo viejas historias? Creo que sería interesante aceptar miradas críticas que ayuden a construir y que no nos ceguemos a espejitos de colores y a un simplismo de que algo es negro o blanco. Los medios nos bombardean hoy para ponernos de un lado o del otro de un determinado espectro político muchas veces alimentando el odio de unos por otros, buscando división para los intereses de quienes disfrutan de la situación . ¿Y no era precisamente lo que pasaba en esos años 70? Ojalá que nuestra memoria pueda estar activa y atenta a estas señales. Cristo se jugó su vida por una causa, por una entrega hacia y por el Reino de Dios. El cual no es en otra dimensión, ni al final de la historia, ni separado del mundo. El Reino de Dios comienza en esta realidad que nos toca vivir. Quiera Dios que mantenga viva nuestra fe para denunciar lo que es injusto y para apostar en cada momento por la vida y por la dignidad humana, siendo instrumentos del reino en lo chiquito y cotidiano, desde donde estamos. “siempre nos separaron los que dominan. Pero sabemos hoy que eso se termina... Dame la mano y vamos ya, dame la mano y vamos ya..” Canción: Canción de caminantes (María Elena Walsh) Alfredo Servetti

Grupo Editor Emiliana Sarmiento Parlatore | Gustavo Paglino | Valeria Manso | Gonzalo Bertin | Mariana Manso | Mara Antonela Weingartner | M aximiliano P agella | Virginia Tucat | Agustina Iseppi | Federico Plenc | Wilfredo Bonjour | Gabriela Malán


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